#MF20 Día 5: ¿Cuánto ganas por hora?

¡Bienvenidos al Dia 5 del programa “Mejora tus Finanzas en 20 Días”!

Esta primera semana ha sido dedicada a construir una fotografía de tu situación financiera actual por medio de tus estados financieros. Estos estados financieros te ayudan a responder la pregunta ¿En dónde estoy? Es como cuando vas a un centro comercial y buscas un directorio de negocios y hay una flecha que dice “Usted está aquí”. Imagina encontrar un lugar en particular sin ese insignificante pedazo de información.

Así que para concluir con la fotografía, haremos un último ejercicio para determinar ¿cuánto dinero ganas realmente por hora de trabajo?

¡Comencemos!

¿Cuánto ganas por hora?

La forma tradicional de responder a esta pregunta es comenzando por el siguiente cálculo:

Salario por hora = Salario Anual / (Semanas trabajadas al año * horas trabajadas por semana)

Por ejemplo, si tu Ingreso Anual fue de $48,000 y trabajaste 40hrs por semana durante 50 semanas,

Salario por hora = $48,000 / (50 * 40) = $24/hr

Muchas personas se detendrían en este momento y dirían “Gano $24/hr”, pero como has estado poniendo atención tú sabes que esto no es así.

$24/hr no es tu ganancia, es tu ingreso.

¿Cuánto ganas por hora… de verdad?

Dale una revisada a tus gastos e identifica los gastos que tienes debido a tu empleo.

Por ejemplo, si para llegar todos los días a tu empleo tienes que pagar autobús o utilizas combustible para tu vehículo, compara cuánto gastas actualmente contra cuánto gastarías si trabajaras desde casa o trabajaras en un lugar más cercano.

Podría ser que tengas que pagar por que cuiden a tus hijos mientras no estás en casa, ¿cuánto pagas al año por este servicio?

¿Comida? Definitivamente comerías aunque no tuvieras que ir a trabajar, pero ¿cuánto gastas en comer fuera con los compañeros del trabajo, café por la mañana, etc.?

Suma todos estos gastos que son consecuencia de tu trabajo en sí y réstalo de tu salario anual,

Ganancia por hora = (Salario Anual – Gastos Laborales) / (Semanas trabajadas al año * Horas trabajadas por semana)

Si tus Gastos Laborales anuales fueran de $9,600,

Ganancia por hora = ($48,000 – $9,600) / (50 * 40) = $19.20/hr

Esta es una cifra más realista. Sin embargo, aún podríamos ajustarla más a la realidad.

¿Cuánto tiempo utilizas realmente en actividades relacionadas con tu trabajo? ¿Sólo las 40 horas que estás en la oficina? ¿Qué tal viajes, ir y venir todos los días, trabajo que te llevas a casa, horas extras sin pagar, cenas con el jefe, etc.? Si tomando en cuenta este tiempo en realidad trabajaras en promedio 50 horas por semana,

Ganancia por hora = ($48,000 – $9,600) / (50 * 50) = $15.36/hr

Esa es una cifra mucho más realista… y útil. ¿Útil para qué? Veamos…

¿Para que te sirve saber esto?

Básicamente, esta información te sirve para tomar decisiones sobre cómo utilizar tu tiempo y para comprender ¿para qué estás trabajando?

Por ejemplo, si quieres cambiar de empleo no deberías únicamente comparar el salario base que te ofrecen contra el que te pagan actualmente. Si por tener que viajar más tiempo o más lejos, terminas gastando más, podrías estar teniendo un ingreso mejor, pero una ganancia igual (o menor). Es importante que compares manzanas con manzanas para tomar una decisión financieramente correcta.

También puedes utilizar este dato para responder preguntas como ¿Cuánto tiempo tuviste que trabajar para comprar ese televisor nuevo? ¿Cuánto tiempo trabajas para cumplir tus metas de ahorro? ¿para pagar la educación de tus hijos?

La Fotografía Completa

Hace 5 días muchos de ustedes sabían que querían mejorar sus finanzas personales. Me parece que por eso se inscribieron en el programa, ¿no? 😉

Sin embargo, la mayoría únicamente tenía una imagen vaga y borrosa de su situación financiera. Espero que con las actividades que hemos hecho hayas ganado mucha más claridad. Probablemente al principio sentiste, literalmente, como cuando sales de una habitación oscura a un lugar con mucha luz. Debes dejar que tus ojos se adapten a la claridad antes de poder distinguir bien todo.

Así que durante el fin de semana, piensa sobre lo que has aprendido en estos días. Medita, escribe en tu diario, habla con tus amigos o familiares. Incluso, si tienes oportunidad, te animo a que ayudes a algún conocido a hacer estas mismas actividades con sus finanzas. ¡Todos te lo agradeceremos!

¡Y eso es todo por hoy, nos vemos el lunes! Pero antes, tómate unos minutos para escribir un comentario con cualquier duda que tengas o simplemente para contarme qué te ha parecido esta semana de actividades, me encantaría conocer tu opinión.

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

#MF20 Día 4: Razones Financieras

Como pudiste ver en los últimos días, sólo con crear tus estados financieros ya puedes tener mucha más información sobre tus finanzas de la que tenías antes. Lo bueno es, que aún hay más.

La actividad de hoy consiste en extraer algunos datos más de tus estados financieros. Estos datos te ayudarán a comprender mejor tu situación actual.

Estos cálculos son realmente simples. Y si has hecho tus estados financieros en una hoja electrónica será mucho más fácil cuando tengas que actualizarlos.

Comencemos con los cálculos y veamos qué te dicen.

Porcentaje de Endeudamiento

Porcentaje de endeudamiento = Pasivos / Activos

Por ejemplo, si tus Pasivos equivalen a $10,000 y tus Activos equivalen a $40,000,

Porcentaje de endeudamiento = $10,000 / $40,000 = 0.25 = 25%

Esto significa que el 25% de tus pertenencias están comprometidos con una deuda. En realidad no te pertenecen. Intuitivamente tendemos a pensar que mientras más bajo este porcentaje mejor. Pero en realidad, depende del tipo de deudas que tengas. Si tienes “deudas buenas”, es decir, que te generan ingresos o que las adquiriste para comprar bienes que ganan valor con el tiempo tienen sentido.

El problema surge cuando este porcentaje es muy alto y no hay activos o ingresos correspondientes. Por ejemplo, si compraste un televisor nuevo con tu tarjeta de crédito, adquiriste un activo que pierde su valor y no te genera ingresos.

Capacidad de Pago de Deudas

Capacidad de Pago de Deudas = Activos / Pasivos

Nota que este es el inverso del cálculo anterior. Por lo tanto,

Capacidad de Pago de Deudas = $40,000 / $10,000 = 4 =400%

Esto significa que con todas tus pertenencias (activos) podrías pagar 4 veces el total de tus deudas.

Muchas cosas tienen que pasar para que tengas que vender todo para pagar tus deudas, pero es un indicador interesantes sobre tu endeudamiento. Algunos de ustedes comenzaron a notar este tipo de relación desde el primer momento al crear sus Estados Financieros.

Porcentaje de Ahorro

Porcentaje de Ahorro = Ganancia / Ingresos

Por ejemplo, si tu Estado de Resultados indica una Ganancia de $12,000 y tuviste ingresos de $50,000 en todo el año,

Porcentaje de Ahorro = $12,000 / $50,000 = 0.24 = 24%

Esto significa que de todo el dinero que recibiste ahorraste (o invertiste) el 24%. La recomendación más común es que por lo menos ahorres 10% de tus ingresos para poder invertir. En lo personal, creo que es mejor aumentarlo a 15% o más si es posible.

Porcentaje de Pago de Deudas

Porcentaje de Pago de Deudas = Pagos de Deudas / Ingresos

Por ejemplo, si tus Ingresos fueron de $50,000 y durante el año pagaste un total de $5,000 a deudas,

Porcentaje de Pago de Deudas = $5,000 / $50,000 = 0.1 = 10%

Esto significa que de todo el dinero que recibiste, dedicaste 10% al pago de deudas.

Liquidez

Liquidez = Ahorros / Gastos

Si tus Ahorros equivalen a $40,000 y tus Gastos son de $20,000  entonces,

Liquidez = $40,000 / $20,000 = 2 = 200%

Esto significa que con tus Activos podrías cubrir 2 veces los gastos de todo el año. En otras palabras, podrías vivir durante 2 años sin ingresos, únicamente con tus ahorros. Si en este cálculo obtienes un resultado menor a 1 (100%) puede ser más útil si en lugar de usar el total de tus gastos anuales, utilizas tus gastos mensuales.

Conclusión

Me parece que esta ha sido la tarea más sencilla hasta ahora. Realmente son cálculos muy simples, pero la información que puedes obtener es muy valiosa porque te permiten establecer metas específicas. De cualquier forma, puedes aprovechar el tiempo extra para completar las tareas anteriores si te inscribiste tarde o si no has tenido tiempo de hacerlas. 😉

Mañana, para concluir la primera parte del curso, le daremos un vistazo a un elemento importante de tus finanzas: tu tiempo.

¿Qué te pareció la actividad de hoy? ¿Haz encontrado alguna otra relación (o revelación) interesante en tus Estados Financieros? ¡Nos vemos en los comentarios!

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

#MF20 Día 3: Crea tu Estado de Resultados

Ayer creaste tu propio Balance General. Esa fue la mitad de la fotografía de tus finanzas. Hoy, construiremos las otra mitad: tu Estado de Resultados.

Pero antes de continuar, quiero comentar algo.

Muchos de los comentarios que he recibido de las dos primeras tareas dejan ver que comenzar a tener claridad sobre tus finanzas puede ser un duro golpe de realidad. Sin embargo, aunque resulte difícil, debes aceptar tu realidad tal y como es. No resistas la situación. Una de las mejores cosas que puedes practicar es sentirte feliz a pesar de tus circunstancias particulares, y no sólo cuando las cosas van bien.

No quiero decir que te conformes con algo que no quieres. La idea es que no lo resistas. Déjalo ser, obsérvalo y cámbialo. Tu decisión de participar en este curso confirma que quieres y puedes mejorar. 😉

Ahora, ¡comencemos!

Creando tu Estado de Resultados

De la misma forma en que ayer construiste tu Balance General usando la información de tus activos y pasivos, hoy construiremos tu Estado de Resultados con tus Ingresos y Gastos.

En una hoja de papel (o en una hoja electrónica) lista primero todos tus ingresos. En el caso de tu sueldo, incluye bonificaciones y aguinaldos. Agrega rentas, dividendos, trabajos extras, venta de propiedades, y cualquier otro ingreso que hayas recibido durante el año.

Calcula y anota el total de tus ingresos.

A continuación, lista todos tus gastos. Y ahora es donde aparece una de las cuestiones más esotéricas de las finanzas personales: ¿Cuál es la mejor forma de clasificar tus gastos?

No hay una única respuesta para esto. Lo mejor es que los clasifiques de forma que tú los puedas entender. Busca un nivel de detalle que te permita encontrar fugas, pero que no sea muy tedioso de mantener al día.

Sin embargo, recomiendo que al menos tengas categorías separadas para: Pagos de Deudas y Pagos de Impuestos.

Algunas personas prefieren ver sus ahorros como gastos. De esta forma lo pueden incluir en su presupuesto y no olvidar guardar algo de dinero. Esta es una excelente idea y la vamos a utilizar, pero no aquí. Para fines del Estado de Resultados, gastos son gastos. Si le diste el dinero a alguien más, es un gasto. Si te lo pagaste a ti mismo para ahorrar o invertir, es un buen hábito, pero no es un gasto.

Ahora, calcula y anota el total de tus gastos. Luego, en forma similar a como calculaste tu Capital, calcula y anota tu Ganancia/Pérdida:

Resultado = Ingresos – Gastos

Tu Estado de Resultados está completo.Es hora de interpretarlo. Pero antes, quiero pedirte que hagas un par de anotaciones más que nos servirán más adelante. En tus gastos, marca la “frecuencia del gasto” con una letra. Por ejemplo, si es un gasto que ocurre todos los meses como “Energía eléctrica” escribe una M al lado. Si es algo anual como “Pago de impuestos” escribe una A. De la misma forma, una T para trimestral, B para bimestral, etc. Si hay algún gasto que es ocasional o irregular, márcalo también.

Ahora sí, vamos a interpretarlo.

Interpretando tu Estado de Resultados

De nuevo, hay tres posibilidades para el “Resultado”

  1. Negativo
  2. Cero
  3. Positivo

Ahora, ¿qué pasa con la ganancia o pérdida? ¿En dónde están reflejadas?

Si tu resultado fue negativo, tuviste Pérdida. Significa que durante el año gastaste más dinero del que ganaste. ¿De dónde sale ese dinero “extra” para pagar? De una deuda o pasivo. En tu Balance General habrá alguna entrada de Pasivos que muestra de dónde salió ese dinero. Probablemente sea el saldo de una tarjeta de crédito o un préstamo.

Si continuaras teniendo Pérdidas, eventualmente tus pasivos serán muy altos y podrías llegar a la quiebra. Independientemente de tu Capital actual.

Si tu resultado fue positivo, tuviste Ganancia, significa que durante el año ganaste más de lo que gastaste. ¿En dónde esta ese dinero de “sobra”? En un activo. En tu Balance General, habrá una entrada que muestra donde está ese dinero. Probablemente esté en tu cuenta de ahorros, o en una inversión.

Si continuaras teniendo Ganancias, eventualmente tus activos crecerán y acumularás riqueza. Independientemente de tu Capital actual.

Ahora la fotografía está completa y comienza a tomar un sentido más completo. Comienzas a ver que hay muchas relaciones entre un Balance General y un Estado de Resultados:

  • Si debes algo a tu tarjeta de crédito (un Pasivo en tu Balance General) deberás realizar pagos cada mes (un Gasto en tu Estado de Resultados).
  • Si tienes un automóvil (un Activo en tu Balance General) debes pagar por combustible, servicios, reparaciones, seguros, etc. (Gastos en tu Estado de Resultados).
  • Si eres propietario de una casa (un Activo) que das en alquiler (un Ingreso) debes pagar cuotas de la hipoteca e impuestos (Gastos).

Dale varias vueltas a tu Balance General y a tu Estado de Resultados para familiarizarte con la dinámica que hay entre ellos. Siguiendo con la analogía de la fotografía de tus finanzas, podrás comenzar a vislumbrar dónde estás en este momento y hacia dónde te lleva tu situación actual.

Aun hay otros pequeños detalles que podemos extraer de estos dos estados financieros y eso es lo que haremos en los próximos días para finalizar la primera semana del programa. Luego, cuando ya conozcas bien tu situación deberás comenzar a pensar en ¿a dónde quiero llegar? ¿cómo quisiera que se vieran estos estados financieros dentro de un año?

Y eso es todo por hoy. ¿Qué te ha parecido la tarea de hoy? ¿Tienes alguna duda o comentario? ¿Sientes que vamos muy rápido/bien/muy lento? ¡Te espero en los comentarios!

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

#MF20 Día 2: Crea tu Balance General

La actividad de hoy consiste en crear tu Balance General Personal, aprender a utilizarlo y a extraer información útil de él.

Ahora, si eres como yo y recibiste clases de Contabilidad General (y las odiaste) durante tus años de estudiante probablemente tuviste ganas de de salir corriendo cuando leíste “Balance General”.

Antes de que corras, déjame decirte que sí… se trata de *ese* Balance General. Con la diferencia de que esta vez, le encontrarás utilidad inmediata. Con la diferencia de que esta vez, si no lo haces, ¿cómo tomarás control de tus finanzas? 🙂

¿Sigues aquí? Perfecto. Entonces comencemos. Primero nos encargaremos de la parte numérica del Balance General y luego de interpretarlo.

Construyendo el Balance General

Por los comentarios que recibí sobre la tarea de ayer, muchos de ustedes hicieron intuitivamente cálculos después de encontrar su total de gastos, ingresos, activos y pasivos. Eso es genial porque simplifica mucho la comprensión de un Balance General.

Para construir formalmente tu Balance, en una hoja de papel (o una hoja electrónica) crea dos columnas. En la columna de la izquierda lista todas tus pertenencias (tus activos) incluyendo su valor.

Si has leído alguno de los libros de Robert Kiyosaki sabrás que a él le gusta decir que la casa donde vives y tu vehículo no son activos, sino pasivos porque te crean gastos y no ingresos. Pero también le gusta decir que tenía 2 padres.

Estrictamente hablando, tu casa es un activo. Me parece inteligente hacer una distinción entre los activos que producen ingresos y los que producen gastos. Pero habiendo tantas palabras en nuestro idioma ¿por qué utilizar “activos” y “pasivos” que ya nos las ganaron?

Mi recomendación es que si tienes activos que te generan ingresos, como inversiones, bienes raíces de alquiler, etc., sepáralos de otros activos que generan gastos (como tu casa y tu vehículo).

Ahora, en la columna de la derecha, lista todas tus deudas (tus pasivos) con su respectivo saldo. Recuerda incluir préstamos, saldos de tarjetas de crédito, deudas con amigos o familiares, etc.

Será de mucha ayuda si colocas los pasivos alineados con sus respectivos activos. Por ejemplo, si tienes una hipoteca sobre tu casa, haz que tu hipoteca (en la columna de pasivos) quede en la misma linea en la que quedó tu casa (en la columna de activos).

Finalmente, calcula el total de cada columna y luego calcula tu capital:

Capital = Activos – Pasivos.

Ahora que has destilado este número mágico, es hora de interpretarlo.

Interpretando el Balance General

Al tener tu Balance recién creado puedes ver ante tus ojos cómo se va formando una fotografía de tus finanzas. ¿Qué conclusiones podemos obtener de esta fotografía a medias?

Hay básicamente tres posibilidades para este cálculo. Tu capital puede ser:

  1. Negativo
  2. Cero
  3. Positivo

Este resultado es una de las formas más simples de medir tu riqueza económica. Una forma de verlo es: De todo lo que has sembrado y cosechado durante el tiempo que tienes de ser “económicamente activo”, tu capital es lo que te has quedado. El resto, de una u otra forma, se lo diste a alguien más.

Por supuesto, es una forma fría y puramente numérica de verlo. Tu capital, no refleja las experiencias y riqueza subjetiva que seguramente has acumulado. Pero en cuando a dinero, tu capital es todo lo que tienes.

  • Si tu capital es cero, significa que en realidad nada de lo que tienes, te pertenece. Tus cosas le pertenecen al banco.
  • Si es negativo, no sólo tus cosas le pertenecen al banco, sino que aún si les entregaras todo, ¡aún les deberías dinero! Esto puede suceder cuando has utilizado tu dinero para adquirir gran cantidad de cosas que pierden su valor o simplemente desaparecen. También puede suceder si has tenido pérdidas accidentales de activos (y no tenías algún seguro que te cubriera).
  • Si es positivo, estás en una situación mejor. Si perdieras todos tus ingresos y tuvieras que entregar todo al banco para pagar tus deudas, aún te quedaría algo.

Sin embargo, esta es sólo la mitad de la fotografía. El Balance te muestra en donde estás en un momento específico del tiempo, pero no te indica hacia dónde vas, que es igual de importante.

Alguien con capital negativo, podría estar en el camino hacia la riqueza y alguien con capital positivo podría ir rumbo a la quiebra. Estos detalles que se aclararán mañana cuando construyas tu Estado de Resultados.

¿Qué te ha parecido esta actividad? ¿Qué conclusiones puedes obtener de tu Balance General? Y más importante que eso: ¿Qué actitudes y hábitos crees que son las que te han llevado a tu situación actual? Es importante que te respondas esto porque si tu situación actual es buena, debes reforzar esas actitudes y hábitos. Si tu situación no es la que quieres, mantener las mismas actitudes y hábitos no te servirá de nada.

Y tú eres la única persona responsable de hacer los cambios que necesitas. 😉

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

#MF20 Día 1: Recopilando Información

Bienvenidos todos a “Mejora tus Finanzas en 20 Días”. Hoy por ser el primer día, la tarea será relativamente fácil. 😉

Este programa está dividido en tres etapas, cada una ayudándote a responder las siguientes preguntas:

  1. ¿Cuál es mi situación actual? ¿En donde estoy financieramente en este momento?
  2. ¿Cuáles son mis metas financieras?
  3. ¿Cómo logro esas metas?

La actividad de hoy será la primera que te ayudará a definir cuál es tu situación financiera actual. Este proceso será como tomar una fotografía de tus finanzas que luego podrás observar detenidamente para saber en qué aspectos mejorar. Así que ¡comencemos!

Recopilar Información

La primera parte de la actividad consiste en recopilar toda la información que necesites para determinar estos cuatro datos:

  • Cuánto dinero ganaste el año pasado: Asegúrate de incluir salarios, bonos, ventas de bienes, intereses, dividendos, etc.
  • Cuánto dinero gastaste el año pasado: No olvides incluir los gastos que no son mensuales como colegiaturas, impuestos, servicios al automóvil, etc.
  • Cuánto valen tus propiedades: Desde tu casa y automóvil hasta tu colección de CDs. En general, si consideras que tiene un buen valor de re-venta, inclúyelo.
  • Cuánto dinero debes: Hipotecas, saldos de tarjetas de crédito, préstamos bancarios, prestamos personales, etc.

Estos cuatro datos nos servirán para construir una fotografía con un buen nivel de detalle de tus finanzas. Si tienes experiencia con contabilidad o finanzas habrás notado que estos cuatro elementos son los que se utilizan para construir un Balance General y un Estado de Resultados. Y es que básicamente lo que haremos será crear un “sistema contable” para tus finanzas personales.

La información que necesitas pueden ser recibos, facturas, estados de cuenta, etc. Puede ser necesario que hagas un par de llamadas al banco para obtener información. Es probable que ya tengas alguna de esta información. En algunos casos por motivos fiscales requieres revisar tus ingresos y gastos al final de cada año.

Organizar Información

Una vez que tengas la información organízala de forma que tenga sentido para ti y calcula los cuatro datos que necesitamos. No te diré que la organices de esta o aquella forma. Lo importante en realidad es que cumplas con estas tres condiciones:

  1. Que tengas un sólo lugar en donde almacenarás esta información de ahora en adelante. Si tienes facturas y recibos en un lugar, estados de cuenta en otro lugar, tus estados financieros en otro lugar, será más difícil mantener todo al día.
  2. Que ese lugar este al alcance en cuanto lo necesites. Y ten por seguro que de ahora en adelante lo vas a necesitar por lo menos una vez al mes.
  3. Que sea confiable y no haya riesgo de que pierdas datos importantes. Esto es especialmente recomendable si llevas registros digitales. Saca copias de seguridad de tus archivos y mantén las copias de seguridad al día.

Recomendaciones

Estas son algunas recomendaciones que debes tener presentes para esta actividad:

  1. La mayoría de personas ve sus gastos desde una perspectiva mensual. Eso está bien, y de hecho, más adelante usaremos el ciclo mensual como base. Sin embargo, es importante que por ahora pienses en términos anuales.
  2. Es más importante que listes todos los gastos y no que los listes exactamente. Es decir que no buscamos que tengas precisión de centavos, pero no olvides ninguna categoría de gastos o ingresos importantes.
  3. Para calcular el valor de tus bienes, estima por cuánto dinero podrías venderlos si tuvieras que hacerlo. Si tienes estimaciones o evaluaciones profesionales (por ejemplo de una casa) mucho mejor, pero estimar está bien.
  4. No olvides incluir en tus propiedades tus cuentas bancarias, inversiones o préstamos que hayas otorgado, siempre y cuando tengas posibilidades razonables de recuperar el dinero.

¡Y eso es todo por hoy!

¿Qué te pareció la actividad? ¿Estuvo fácil? Me gustaría mucho conocer a quienes están participando, así que te animo a que dejes un comentario y si tienes alguna pregunta o sugerencia, ¡bienvenida sea!

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

Los millonarios contestan “Sí” a estas 4 preguntas


¿Qué pasaría si pudieras aprender directamente de millonarios a administrar tus finanzas? Y no me refiero a “millonarios fugaces” que obtuvieron su fortuna repentinamente. Me refiero a millonarios que lograron establecerse en una situación de abundancia a base de buenos hábitos y mejores decisiones.

En el libro “El Millonario de al Lado”  Thomas Stanley y William Danko presentan los resultados de un exhaustivo estudio realizado a cientos de millonarios en Estados Unidos para determinar por qué algunas personas son mejores acumuladores de riqueza que otros.

Las siguientes cuatro preguntas revelan 4 aspectos esenciales para mejorar tu situación financiera. Aunque por si sólos no son una garantía de que te harán millonario, son importantes porque demuestran las creencias y actitudes fundamentales de los millonarios:

1. ¿Tú hogar funciona bajo un presupuesto anual?

Según los autores de El Millonario de al Lado de cada 100 millonarios que reconocen no hacer un presupuesto anual, hay 120 que sí lo hacen. Y de los 100 que no lo hacen, la mayoría simplemente “se paga primero” una cantidad —por lo menos 15% de sus ingresos— para invertir y luego encuentra una forma de vivir con el otro 85%. El resto, simplemente tiene mucho dinero que aún gastando sin control, siguen siendo millonarios (¿por cuánto tiempo?, es la pregunta.)

¿Tú tienes un presupuesto personal? Si más que finanzas personales, tienes que atender finanzas familiares, ¿se involucra tu familia —o al menos tu cónyuge— en la creación del presupuesto?

2. ¿Sabes cuánto se gasta en tu hogar en alimentación, ropa y casa?

Crear un presupuesto es importante porque funciona como una brújula para orientarte con tus gastos. Pero el nivel de detalle es crucial para que funcione. Si no tienes suficiente información en tu presupuesto, cualquier cambio que intentes hacer será un paso a ciegas. Sería como que tu brújula te diga dónde está el norte, con un rango de error de +/- 10 grados.

Por esto es importante que tu planificación financiera tenga suficientes detalles que te permitan tomar decisiones. Simplemente estimar que gastarás 80% de tus ingresos, no es suficiente. Debes saber en qué lo estás gastando para evaluar si esos gastos son congruentes con tus metas.

3. ¿Tienes metas específicas diarias, semanales, mensuales, anuales y de vida?

Sin importar si tu meta es acumular cierta cantidad de dinero para tu retiro, crear fondos de estudios para todos tus hijos o ir de turista al espacio, enfócate en tener metas claras, específicas y medibles porque te permiten tomar decisiones correctas en momentos oportunos.

Si no sabes a dónde vas, cualquier dirección es buena. O mala.

4. ¿Utilizas bastante tiempo planificando tu futuro financiero?

El estudio reveló también que de cada 100 millonarios que responden “no” a esta pregunta, hay 192 que responden “sí”. ¿Eres una persona planificadora?

Muchas personas experimentan cierta resistencia a sentarse durante algunos días a planificar cómo lograr sus metas financieras porque resulta tedioso. Darse cuenta de que la alternativa es peor en el largo plazo es una habilidad necesaria para acumular riqueza. Y es necesario porque, una cosa es tener una serie de metas financieras excelentemente definidas y otra cosa es tener el compromiso y la actitud para alcanzarlas!

¿Quieres responder que sí a estas preguntas?

Creo firmemente que el hecho de responder que “sí” a estas preguntas no te hará millonario por sí mismo. Sin embargo, la mentalidad que una persona debe tener para poder responder habitualmente que sí a estas preguntas, te llevarán lejos.

No es coincidencia que el objetivo del curso Mejora tus Finanzas en 20 Días sea precisamente ayudarte a responder “Sí” a estas preguntas. De hecho, mi meta con el curso es que te vuelvas millonario/a… ¡y nunca más necesites este sitio!

Sin embargo, eso no significa que ya no vengas. Cuando ya seas millonario/a puedes regresar para ayudar a otros lectores. 🙂

¿Gastar o no gastar? Esa es la cuestión.

¿Cómo puedes saber si financieramente tiene sentido hacer un gasto?

Cuando estás iniciando a tomar control de tus finanzas, cuando estás iniciando tu fondo para emergencias, pagando deudas o simplemente cuando obtuviste tu primer empleo, es común que tengas que evaluar si una compra es buena idea o no.

Para muchas personas basta con decir “si tengo suficiente dinero en este momento para pagarlo, esta bien” o “si puedo dar el pago inicial y me alcanza para las mensualidades, está bien”, o peor aún, “si el límite de mi tarjeta de crédito lo paga, esta bien”.

Pero ¿es cierto?

En realidad, todo depende de tus metas. No sólo tus metas financieras sino las metas que tengas para tu vida en general.

Si tienes metas claras a mediano y largo plazo, debería ser sencillo saber si un gasto te ayudará a alcanzarlo o será un obstáculo. Pero la mayoría de personas ni siquiera ha decidido cuáles son sus metas financieras o de vida en el largo plazo. En tales casos sus metas son, por defecto, gastarse todo el dinero que tengan en el menor tiempo posible.

Estas son algunas preguntas que puedes hacerte para determinar si vale la pena realizar un gasto:

¿Ayudará a reducir gastos?

Muchas veces realizar un gasto ahora puede traer beneficios después. Por ejemplo, remplazar algún electrodoméstico que está dañado y es necesario. O cambiar alguna pieza de tu automóvil para que consuma menos gasolina/aceite/agua, etc.

Siempre y cuando la reducción sea mayor que los nuevos gastos en los que puedas incurrir por tu compra, tiene sentido

¿Ayudará a aumentar ingresos?

En otras ocasiones algunos gastos te servirán para aumentar tu capacidad para generar ingresos. En el artículo 7 ( u 8 ) Formas de Aumentar tu Productividad mencioné algunos ejemplos.

En este caso es mejor que sepas específicamente cómo te va a ayudar hacer este gasto para aumentar tus ingresos. Cosas como “pagaré por este curso por si alguna vez necesito saber cómo programar sitios Web” no son suficientes. Debes estar convencido/a de que comenzarás a utilizar tus nuevas habilidades para generar ingresos. Si no sabes exactamente cómo y cuándo un gasto comenzará a rendir frutos, es muy probable que sea simplemente un capricho.

¿Ayudará a lograr tus metas de ahorro?

Independientemente de cuál sea el motivo por el que estás ahorrando (crear un fondo de emergencias, comenzar a hacer inversiones, comprar una casa, etc.) tu meta de ahorro debe ser más importante que los gastos pequeños potencialmente innecesarios. Simplemente porque tu meta de ahorro es para el largo plazo deberás valorarla más que pequeños gastos que no cumplen con las primeras dos preguntas.

¿Estaba planificado?

Quizás más importante que las otras preguntas, ¿habías planificado hacer este gasto o es un algo impulsivo? ¿realmente es una oportunidad única que no puede esperar hasta que tengas suficiente dinero para comprarlo?

Gran parte de la publicidad está orientada a hacerte creer que cada compra vale la pena aunque no lo tengas planificado. Sin embargo, ¿cómo te sentirás después de varios meses después de haber hecho la compra? ¿Te habrás endeudado por un capricho?

Esto no significa que no puedas gastar en algunos caprichos de vez en cuando, pero deberías estar tomando en cuenta esos caprichos en tu presupuesto y saber qué tantos caprichos realmente puedes pagar sin sacrificar tus metas a largo plazo.

¿De qué otras formas podrías saber si un gasto vale la pena o no? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios! 😉

Un Ejercicio Simple para Determinar tu Situación Financiera

Hoy quiero que hagas un pequeño ejercicio de cálculo conmigo. Es realmente simple.

Primero, escribe en un papel o en un archivo Excel (o tu programa preferido!) los siguientes tres datos:

  1. Tus ingresos mensuales aproximados (podría ser cero)
  2. El total de tu Cuenta de Ahorro para Emergencias (podría ser cero)
  3. Tus gastos mensuales aproximados (dudo mucho que sea cero)

Segundo, realiza la siguiente operación:

(Ingresos + Ahorro para Emergencias) / Gastos Mensuales

Tercero, como este es un cálculo muy simple seguramente ya sabes lo que significa el resultado.

El resultado es la cantidad de meses que podrías cubrir tus gastos si tus ingresos se fueran al caño. Puede ser que te despidan, que te quedes sin negocio o incluso que tus padres no puedan mantenerte más.

¿Cómo te hace sentir el resultado que obtuviste? ¿Sientes que te abre los ojos? ¿Ya te lo esperabas? ¿Te sientes cómodo/a con tu resultado?

El propósito de este ejercicio no es que te asustes. Todo lo contrario. El propósito es motivarte a que si el resultado que obtuviste no te satisface, ¡comiences a tomar acciones hoy mismo para mejorarlo!

Si quieres, comparte en los comentarios el resultado que obtuviste y cómo te hizo sentir. 😉

El “Factor Latte”

El “Factor Latte” es un concepto originado por el autor David Bach para evaluar cómo pequeñas cantidades de dinero gastadas a diario pueden hacer una diferencia real en tus finanzas. En este caso, el Factor Latte se refiere al gasto que una persona hace al comprar un café “latte” todos los días.

En cálculos simples, asumiendo que un latte cuesta unos $2 y consumes 1 cada día en la oficina, al año estarías gastando $520. Si invirtieras ese dinero a una tasa de interés del 6%, después de 20 años tendrías un capital de aproximadamente $19,134.00.

Esto asume que el precio del latte, o mejor dicho, las contribuciones a tu inversión se mantendrán fijas a lo largo de los años. Sin embargo, el precio del latte subirá, por lo que deberías subir tu aporte a la inversión también.

Por otro lado, tomar un café diario seguramente puede tener efectos negativos en tu salud. Y este análisis no toma en cuenta los gastos médicos que no tendrías que realizar gracias a tu sistema nervioso libre de cafeína.

El “Factor Latte” es una forma poderosa de ver en blanco y negro un concepto más general como el de cambiar tus hábitos costosos.

De hecho, si no eres consumidor de café, puedes reemplazar el latte por cualquier otro hábito que te cueste cantidades pequeñas de dinero de forma recurrente. ¿Cigarros? ¿Gaseosas durante el almuerzo? ¿Donas?

La mejor forma de controlar un hábito de esta naturaleza es rastrear sus efectos por un tiempo y darte cuenta de lo que estás perdiendo por mantener este hábito. Pero no basta con ver el resultado de tu cálculo. Realmente medita sobre lo que estás perdiendo. No sólo financieramente sino en tu salud, en las relaciones con otras personas, en tu espiritualidad, etc. ¿Qué valor agregan estos hábitos a tu vida? ¿Qué valor le restan estos hábitos a tu vida?

6 Pasos Para Cambiar Hábitos Costosos

Una de las formas más poderosas de reducir tus gastos personales es cambiando o eliminando aquellos hábitos que te hacen gastar innecesariamente. Pero, cambiar tus hábitos no es tan fácil como parece, ¿cierto?

Hoy al terminar una rutina de resistencia en el gimnasio regresó a mi mente una metáfora que tengo muy presente. Cualquier reto al que te enfrentes en tu vida, se puede comparar con el levantamiento de pesas o ejercicios de resistencia. Así que, ¿cómo puedes crear un gimnasio para cambiar esos hábitos que causan fugas de efectivo en tu vida?

Levantamiento de pesas.
Los expertos hacen que parezca fácil. Foto por Jon Tunnell

1. Descubre y acepta tu situación actual

Lo primero que debes hacer cuando comienzas a hacer ejercicios de resistencia es evaluar cuál es el estado actual de tus músculos. En algunos gimnasios te harán pruebas complejas de resistencia cardiovascular, postura y otro montón de cosas. Pero básicamente lo que te interesa saber es ¿qué tan fuertes/débiles son tus músculos en este momento?

Para tus finanzas, debes evaluar exactamente a dónde se va el dinero y detectar cuáles son los hábitos que quieres cambiar para atacarlos directamente. No basta con decir “Quiero reducir mis gastos en 10%”, tienes que saber, con la mayor precisión posible que gastos vas a recortar. “Dejaré de comer fuera todos los días” o “Lavaré el automóvil en casa, en lugar de pagar por que lo hagan”, etc.

Importante: no te mortifiques juzgándote negativamente por su situación actual. Los “inadecuados” son tus hábitos, no tú como persona. De la misma forma en que tus músculos son débiles, no tú como persona.

2. Aumenta la resistencia gradualmente

En el entrenamiento de resistencia buscas levantar pesos que tus músculos sí puedan manejar, pero que estén cerca del límite de su capacidad. De esta forma, el rango de pesos que puedes levantar se expande. Entonces, puedes aumentar el peso porque el límite de su capacidad ha crecido. No es buena idea que el primer día en el gimnasio intentes levantar el peso más pesado que encuentres.

De la misma forma, si quieres cambiar tus hábitos debes ir aumentando la dificultad progresivamente. Por ejemplo, si quieres dejar de comprar tu almuerzo todos los días y comenzar a prepararlo en casa para llevarlo a tu trabajo, comienza llevando tu almuerzo una vez por semana. La siguiente semana, hazlo dos días. La tercera, tres; etc.

3. No te quedes en tu “zona cómoda” mucho tiempo

Es probable que conforme vayas aumentando al dificultad al cambiar un hábito, falles en alguna etapa. Lo mismo pasa cuando haces ejercicio de resistencia. Llega un momento en el que tus músculos fallan. Es momento de descansar.

Cuando estás cambiando tus hábitos para reducir tus gastos, puede suceder lo mismo. Retomando el ejemplo anterior, si en determinada semana no cumples con la cantidad de días que debías preparar tu almuerzo, no te preocupes. Repite esa semana varias veces hasta que te sientas “cómodo/a”. Entonces, aumenta de nuevo la dificultad y sigue avanzando.

4. Lleva un registro de tu avance

Una práctica muy común de quienes hacen levantamiento de pesas profesionalmente es documentar su avance detalladamente. Por medio de medidas detalladas o incluso fotografías, pueden fácilmente comparar su estado actual contra su estado hace 6 meses.

Como el objetivo de cambiar tus hábitos es ahorrar dinero, lo mejor que puedes hacer es registrar cuánto dinero has ahorrado gracias a los cambios que estás haciendo. Incluso, podrías apartar ese dinero que estás ahorrando para un gasto específico que tengas en mente. Si no haces visible de alguna forma tu avance, puedes frustrarte y pensar que no estás obteniendo resultados.

5. Busca apoyo moral

Es común que en los gimnasios veas a personas entrenando en parejas o grupos. Esto tiene varias ventajas. La principal es que se dan apoyo mutuo cuando la rutina se torna difícil. Otra ventaja es que tienes con quien platicar mientras descansas un poco 🙂

Si quieres cambiar hábitos en tu vida para reducir tus gastos, es importante que cuentes con el apoyo de tus familiares, amigos y/o compañeros de trabajo. El entorno en el que te desenvuelves puede impactar grandemente tus esfuerzos, para bien o para mal. Pasar mucho tiempo con gente negativa o que refuerza tus viejos hábitos hará más difícil el camino.

No te sientas mal si tienes que “despedir” a alguien en tu vida para poder realizar un cambio. Por ejemplo, si quieres dejar de fumar es más provechoso alejarte de las personas con quienes normalmente compartes “la hora del cigarrito”. Algunos seguramente se sentirán ofendidos por tu actitud, pero no hay ningún honor en mantener viva una relación que te perjudica. En todo caso, estás ayudando a otras personas con tu ejemplo.

6. No te compares con otros

Si te comparas con otras personas siempre encontrarás que hay quienes están en una mejor posición que tú, y quienes están en una peor posición que tú. No tiene sentido que hagas este tipo de comparaciones porque no te ayudan a seguir avanzando. Lo más probable es que te frustres.

Por esto, una de las razones más importantes por las que debes llevar un registro de tu avance es que te permite saber cuánto has avanzado desde que iniciaste a cambiar tu hábito. ¿Cuánto dinero has ahorrado? ¿Cuánto más podrías ahorrar?. Y te ayuda a enfocarte en ti mismo/a y no en otras personas.