#MF20 Día 15: Relaciones Personales

¡Bienvenidos al día 15 del programa!

Hoy, como pudiste haber adivinado por el título, hablaremos de relaciones personales. Este es un tema que he mencionado anteriormente en otros artículos pero no con mucha profundidad.

Relaciones Personales

Para comenzar hablemos sobre… ¿qué son exactamente las relaciones personales? La respuesta corta es que son lo que sea que tú creas que son.

Y es que en realidad tus relaciones no existen en ninguna parte por sí mismas. Lo que sea que tú piensas sobre otra persona, eso es tu relación con ella.

Las relaciones no tienen más reglas que las que tú permitas en tu representación mental de tu relación. Esa representación mental, tu conjunto de creencias sobre la relación, es lo único que puedes percibir como “relación personal”.

De la misma forma, las relaciones de otras personas contigo sólo puedes percibirlas por medio de tu propia mente. Lo que tú creas que las otras personas piensan de ti, esa es su relación contigo. Igual pasaría con lo que tú crees que la otra persona cree que tú piensas de ella. Y lo que tú crees que la otra persona piensa que tú crees que ella piensa de ti.

Y así sucesivamente. 😉

Relaciones y Finanzas Personales

¿Cómo se relaciona esto con tus finanzas personales?

Jim Rohn lo dijo muy bien: “Tú eres el promedio de las 5 personas con quienes pasas más tiempo”.

También los abuelos lo decían bien: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.

¿Con quiénes pasas tú la mayoría de tu tiempo? ¿Qué influencia tienen sobre ti? ¿Te apoyan en tus metas?

Aunque uno decida conscientemente sus metas —de reducción de gastos, por ejemplo— las demás personas pueden tener cierta influencia en tu comportamiento. Cuando uno está solo y calmado es fácil poner las cosas en perspectiva y no dejarse llevar por influencias externas. Pero en el día a día, en las interacciones que tenemos normalmente sin poner mucha atención, podemos alejarnos de nuestra verdadera meta.

Esto sucede comúnmente porque tú tomas la decisión de hacer un cambio importante en tu vida, pero las personas a tu alrededor aún no lo comprenden y siguen relacionándote contigo como si no hubieras tomado ninguna decisión.

Imagina que decides dejar de usar tu tarjeta de crédito para comer fuera, pero todo el tiempo tus amigos te están presionando para que salgas con ellos.

Esto me ha sucedido en varias ocasiones. Por ejemplo, cuando luego de renunciar a un empleo algunos ex-compañeros me seguían llamando para hacerme preguntas sobre sus trabajos. O cuando decidí abandonar la Universidad y las personas me seguían preguntando cuándo iba a regresar. O cuando me volví vegetariano y me preguntaban “¿y ni siquiera pollo comes?”

¿Te ha sucedido algo así? Cuando decides hacer un cambio en tus hábitos ¿Qué personas contribuyen que esos hábitos perduren? ¿Qué personas te apoyan en tu meta?

Cualquiera que sea la respuesta lo mejor que puedes hacer es tomar la responsabilidad de cultivar relaciones personales que te beneficien.

En ocasiones esto puede ser simple. Puede ser que simplemente sean tus compañeros de trabajo a quien ya no vas a ver. O que sean conocidos con quienes no tienes una relación muy cercana, y puedes fácilmente ignorar.

Pero en otros casos pueden ser amigos cercanos o familiares los que aún no se han actualizado en su forma de relacionarte contigo.

Comprendiendo que la relación que ellos tienen contigo no existe más que en su propia mente, lo mejor que puedes hacer es tratar de convencerlos de que tu cambio es en serio.

Explícales todo. Desde tus metas generales, tus motivos, tus objetivos específicos de este año y cuál es el rol que te gustaría que tuvieran en tu vida. Cuéntales de ese excelente curso de finanzas que estás tomando en un fantástico sitio de economía y finanzas personales. 😉

Tú mejor que nadie sabrás cuál es la mejor forma de explicarle a cada uno, dependiendo de su personalidad. Es probable que tengas que hacerlo varias veces, pero vale la pena.

Algunas personas ponen cantidades tremendas de resistencia al cambio y pueden enojarse, rechazarte, patalear, llorar, etc. Déjalos que tengan sus propias reacciones. Sus reacciones son su responsabilidad, no tuya. Y no tienen que ser una limitante para ti. Eventualmente se darán cuenta de que tus cambios no son superficiales y terminarán aceptándolo.

¡Eso es todo por hoy! ¿Cómo te sientes cuando piensas en las personas más cercanas a ti? ¿Conocen tus metas? ¿Las comparten? ¿Hay algún cambio que deberías hacer por el bien de tus metas? Comparte tu opinión en los comentarios.

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

#MF20 Día 12: Planificación Eficiente

¡Bienvenidos al día 12 del programa!

Hoy hablaremos sobre los aspectos a los que debes poner mucha atención cuando haces planes financieros (y de cualquier tipo, en realidad) para mejorar tus posibilidades de realmente ejecutarlos y alcanzar tus metas.

Estos aspectos son: los supuestos, la ejecución, el nivel de detalle, la revisión y el refuerzo externos de tus planes.

¡Comencemos!

Supuestos

Un plan es, por definición, una predicción del futuro. Para poder hacer predicciones razonables, en cualquier planificación debes realizar una serie de suposiciones sobre cosas que pueden, o no, suceder.

La mayoría de planes no resiste el contacto con la realidad. En el momento en el que comienzas a ejecutarlos, te das cuenta de que algunos de tus supuestos no eran verdaderos y debes ajustar tu plan.

Así que la primera recomendación para cualquier plan que hagas es: ten siempre claros cuáles fueron los supuestos que usaste para planificar.

Por ejemplo, si parte de tu plan era reducir tus gastos en ropa y zapatos, estás asumiendo que no habrá ninguna necesidad de ropa y zapatos fuera de lo habitual. Pero, ¿que sucedería si en un viaje pierdes tu equipaje y pierdes tu único traje formal? ¿O ganas peso durante el año y ya no te queda bien? Talvez no fue porque descuidaste tu dieta sino porque quedaste embarazada.

Todas estas situaciones son completamente posibles, pero no son muy probables. Por eso, es mejor asumir algunas cosas y hacer un plan útil y razonable, en lugar de tratar de prever absolutamente todas las cosa que pueden ir mal y hacer un plan demasiado complejo.

Tan pronto como sepas que uno de tus supuestos resulto se falso, sabes que debes hacer cambios al plan.

Ejecución

¿Alguna vez has hecho planes para un proyecto y luego cuando tratas de ejecutarlo te das cuenta de que es muy complicado? ¿O quizás planificaste todo pero hasta el momento en que comenzaste a ejecutarlo notaste que hay habilidades que aprender antes de poder continuar?

Esto es básicamente lo que sucede con las resoluciones de año nuevo. Estableces una meta que te emociona mucho, y debido a la emoción crees que eres capaz de todo!

Dices “Este año aprenderé un idioma nuevo… No! Mejor dos… no, mejor tres!”. Planificas, escoges un lugar para estudiar y te inscribes. Luego cuando comienzas a ir a clases te das cuenta de que el resto de actividades de tu día a día no te permiten practicar y hacer las tareas. ¿Cuál es el error?

No es que la meta esté mal en sí misma. Probablemente tampoco el plan del todo mal. El problema es que el plan está incompleto. El plan estaba fuera de contexto. La ejecución del plan, requería más recursos de los que en realidad tienes.

Estos recursos pueden ser externos (dinero, vehículo, espacio en tu casa, etc.) o internos (disciplina, habilidades, etc.)

Parte de la aceptación de la que hablamos ayer se refiere a que aceptes los recursos con los que cuentas y por lo tanto, hagas planes  realistas.

Esto no significa que te conformes con un bajo desempeño, sino que aceptes el nivel de retos que puedes manejar por ahora. En otras palabras, busca estar justo en el borde de tu zona cómoda, pero no crees planes que sólo un robot podría ejecutar.

Detalles

Como regla general, mientras más cercana está una tarea dentro del plan, más nivel de detalle debe tener.

En otras palabras, si tu plan abarca 6 meses de trabajo, deberías tener metas generales para cada mes. La meta general del mes más próximo, deberías descomponerla en metas semanales. Y la meta semanal de la próxima semana, descomponerla en metas diarias. Y cada día, hacer un listado de actividades específicas para ese día.

No tiene sentido que detalles las tareas día a día durante los 6 meses porque no sabes si tendrás que cambiar tu plan la próxima semana. Mejor invierte ese tiempo en ejecutar tareas ya definidas y no en planificar tareas que quizás nunca tengas que hacer.

Planear planear

Como consecuencia de lo anterior, regularmente debes visitar tus planes para definir el nivel de detalle de la siguiente fase. Y por otro lado, cuando uno de tus supuestos resulta ser falso, debes ajustar tus planes para reflejar la realidad.

Esto puede resultar obvio, pero no basta con que lo sepas. Tus planes deben contemplar fechas y actividades específicas para revisar y actualizar tus planes como sea necesario.

Refuerzos Externos

Finalmente, una excelente forma de mantenerte en línea con con tus metas y apegado a tus planes es utilizando factores externos para reforzarlos.

Por ejemplo, puedes escribir tus metas y pegarlas en un lugar visible en tu escritorio. La revisión frecuente de tus planes (y la actualización de los planes como mencioné arriba) también te ayudan a mantener la vista puesta en los objetivos finales.

Como he mencionado (muchas veces) antes, compartir tus metas con un grupo de personas que te apoyen y compartan metas similares puede reforzar tus propias metas.

¡Y eso es todo por hoy! Mañana comenzaremos a utilizar estos mismos principios para crear planes de ahorro, gastos, pago de deudas, etc.

¿Utilizas estos aspectos en tus planes personales o de negocios? ¿Qué cosas importantes agregarías a la lista para hacer mejores planes? ¡Te espero en los comentarios!

¡Nos vemos mañana!

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

Del Trabajo en Equipo, Planificación, Perseverancia y Hormigas

Hace un par de días estaba en la cocina preparándome un licuado de frutas para el desayuno, cuando de pronto, de reojo, vi algo moviéndose en la pared.

Después de asumir que era algún insecto, le presté atención y vi que en realidad eran varios insectos más una miga de pan. Eran unas cinco o seis hormigas cargando la miga de pan en la pared. Parecía un trabajo duro.

¿Has escuchado las clásicas historias motivacionales de que debemos trabajar en equipo como las hormigas para lograr mejores resultados? Pues eso fue exactamente lo que me vino a la mente.

Mientras disfrutaba mi licuado de melón, sandía y banano seguí observando a las hormigas que se dirigían a un diminuto agujero en la pared justo en el borde de la ventana. Al observar detenidamente noté que habían varias hormigas que iban a los lados de la caravana que al parecer no hacían nada. Sin embargo, después de unos segundos alguna de estas hormigas se unía al grupo que cargaba la miga de pan y hacía que una de las que estaba cargando saliera del grupo y caminara a un lado. Era como si le dijera “¡Buen trabajo! Ahora ve a descansar y yo sigo cargando.” Pronto las hormigas que iban saliendo se reintegraban a la caravana y otras salían.

Me pareció fascinante y por primera vez pensé que las clásicas historias de motivación no están tan desconectadas de la realidad como uno piensa.

Usualmente hago un litro de licuado de frutas para el desayuno, así que tuve suficiente tiempo para seguir observando a las hormigas. Sin darme cuenta ya habían avanzado unos 75 centímetros desde que las comencé a observar. El agujero al que se dirigían está a unos 2 metros de altura. Ya estaban por llegar.

Entonces fue cuando comprendí que aunque el trabajo en equipo es muy importante, no es lo único importante. La planificación y la claridad de las metas también es importante. Tener la habilidad de “ver el futuro” también es importante… Resulta ser que la miga de pan, era más grande que el agujero. Eso no te lo dicen en las clásicas historias de motivación.

Así que pensé, “bueno hormigas, ¿cómo saldrán de ésta?”. Por un momento pensé que botarían la miga de pan. Ya sea porque fallarían al intentar introducirla al agujero o porque se darían por vencidas. Cuando noté lo que estaban haciendo, fue cuando realmente entendí la lección.

Ya habían avanzado por más de 2 metros con la miga. Habían hecho decenas de relevos en todo el recorrido. Llevaban unos cinco minutos haciendo esfuerzo. ¡No era hora de darse por vencidas!

Algunas hormigas se quedaron sosteniendo la miga de pan cerca del agujero. Comenzaron a llegar otras. Cada una se acercaba a la miga y a simple vista parecía que la examinaban y luego se iban. Pero poco a poco la miga de pan fue haciéndose más y más pequeña. Poco a poco le iban quitando pedazos para poder pasar por el agujero.

Eso me tomó por sorpresa. ¿Realmente mi primer pensamiento fue asumir que las hormigas se darían por vencidas o fallarían? Si eres un lector habitual seguramente sabes que la siguiente pregunta que me hice es ¿en qué momentos de la vida —fuera de la cocina— mi primer impulso es asumir que ya no hay salida? Las reflexiones a las que puedes llegar si te haces las mismas preguntas pueden ser sorprendentes.

Así que recuerda, enfócate en tus metas, trabaja en equipo cuando sea posible, apégate a los planes mientras sea razonable pero no dudes en cambiarlos cuando sea necesario. No te des por vencido y sobre todo… aliméntate sanamente.

¿Quién debería pagar la cita? (Parte II)

En la entrada anterior le pedí a los lectores que dieran su opinión sobre ¿quién debería pagar la cuenta en una cita? Una de las opiniones generalizadas es que “quien invita, paga” porque se entiende que si te están invitando es porque existe la intención de pagar. Otra opinión generalizada es que conforme una relación avanza, existirá más confianza y entonces se podrán hacer arreglos para repartir los gastos o alternar quién paga.

Estas ideas me parecen razonables, pero hay otros puntos de vista que aunque no siempre salen a la vista, sabemos que están ahí. Por ejemplo, hay personas —tanto hombres como mujeres— que creen que es inaceptable que una mujer pague total o parcialmente la cuenta en una cita.

Motivos

¿Cuál es el verdadero motivo por el que una persona podría sentirse incómoda si su pareja intenta pagar la cuenta? Me parece que el problema radica en la tendencia a derivar tu propia identidad de tus posesiones o estatus social. En el caso de que tu pareja quiera invitarte, ¿sentirías que tu estatus social o tu valor como persona disminuye? Si es así, ¿esa creencia limitaría tu capacidad de arriesgar dinero en inversiones? ¿De hacer negocios? ¿Tratarías de mantener las apariencias aún a costa de tu salud financiera?

¿O cuál es el verdadero motivo por el que una persona le parezca inaceptable pagar parte de la cuenta? Me parece que esta es una actitud de delegar tu responsabilidad. ¿En qué otras áreas de tu vida esperas que sea alguien más quien se haga cargo de tus problemas? ¿siempre esperas a que esté tu pareja, tu familia o el gobierno para ayudarte?

Discusión Abierta

No veo nada de malo con discutir abiertamente el tema del dinero y quién paga la cuenta con una persona sin necesidad de esperar a que haya una relación formal o hasta salir 5, 10 o más veces. No considero que sea una descortesía o una falta de caballerosidad hablar abiertamente sobre un tema que es importante para tí. De hecho, no hablar de los temas importantes es lo que causa problemas. Encontrar la forma adecuada de hablar sobre el tema y no tratarlo como tabú puede mejorar tu relación y no necesariamente empeorarla. En las relaciones personales no es tan importante lo que se dice, como la forma en que se dice.

Por supuesto, no haría exigencias insensatas como exigir que la otra persona pague si está pasando por problemas financieros. También considero insensato insistir en que para pasar tiempo de calidad con otra persona sea necesario gastar mucho dinero. Es más fácil tener buenas conversaciones cuando sólo estás tomando un café que cuando estás en el cine (siempre y cuando realmente estés viendo la película) o en un restaurante donde te sirven entrada, primer plato, plato fuerte, postre, etc. ¿Qué tanto puedes conocer a otra persona cuando el 80% del tiempo lo único que haces es verla masticar?

Mi intención realmente no es convencerte de que mis opiniones son las correctas y las tuyas son equivocadas. Mi intención es que cuestiones cuál es el origen de tus creencias, y qué efectos pueden tener esas creencias en tus finanzas sin que te hayas dado cuenta. Y si te parece adecuado, cambies tus creencias para lograr tus objetivos.

Agradecimiento

Quiero aprovechar para agradecer a quienes comentaron, no sólo aquí en el blog, sino en los foros, en la página de Facebook, y en especial a quienes votaron y comentaron en Chuenga e hicieron que el post llegara a la portada. Sería fantástico si lo hacen de nuevo. 😉

¿Quién debería pagar la cita?

Este es un tema que surgió recientemente en los foros y que luego surgió en una reunión de negocios. ¿Quién debería pagar la cuenta en una cita? ¿el hombre? ¿la mujer? ¿quien hizo la invitación? ¿cada quién paga lo suyo?

¿Alguna vez te habías puesto a pensar detenidamente en esto? ¿Cuál es tu opinión?

Antes de compartir mi opinión al respecto me gustaría saber qué piensan ustedes. En los foros Javier García mencionó que este es un problema serio. Y estoy totalmente de acuerdo en que puede serlo, pero no tiene que serlo. 😉

Así que adelante, deja tus respuestas en los comentarios ¿quién crees que debería pagar la cuenta? y ¿por qué?

Sin Hogar pero con Propósito

Hace un buen tiempo leí una serie de relatos sobre un hombre que decidió vivir en la calle voluntariamente para reducir sus gastos al absoluto mínimo. La mayor parte del tiempo durmió en un parque, aunque algunas veces dormía en el apartamento de un amigo. Tenía algunas pertenencias que guardaba en un lugar seguro y tenía una casilla postal donde recibía correspondencia. Trabajaba en el parque o en la biblioteca. En total únicamente vivió de esta forma durante unas cuantas semanas antes de mudarse a otra ciudad para vivir con su hermano.

Actualización: Lamentablemente el sitio donde estaban los relatos ya no existe. Así que quité los enlaces.

Sin embargo, en sus relatos se puede observar que todo el tiempo (o la mayoría del tiempo) mantuvo una actitud positiva con respecto a los problemas que tuvo que enfrentar debido a su situación. En el fondo, él sabía que era una situación temporal y que saldría adelante.

¿Qué puedes aprender de esto?

Creo que la lección más importante se puede resumir con la siguiente gráfica:

Sin Hogar, con Propósito

Una de las formas más populares de explicar esta gráfica es la famosa frase “el dinero no trae la felicidad”. En otras palabras, tu actitud puede —y debe— ser independiente de tus circunstancias externas. Si no es así, todo el tiempo tendrás subidas y bajadas de ánimo cada vez que la situación se torna difícil o fácil.

Otro aspecto interesante de esta gráfica es que puedes ver que es mucho más fácil subir por el eje de la riqueza si estás del lado derecho. Y puedes cambiarte al lado derecho en cualquier momento, no tienes que esperar a ser millonario. En el libro El Hombre de la Riqueza, trato con mucha más profundidad estas dos posibles formas de relacionarte con el dinero.

¿Qué estás esperando? Cámbiate al lado derecho, tenemos galletas.

Grupo de Apoyo para tu Economía Personal

Una excelente forma de cambiar el rumbo de tus finanzas es por medio de un grupo de apoyo. No tiene que ser nada sofisticado. Es simplemente una reunión de amigos o una llamada telefónica cada cierto tiempo con personas que compartan tus objetivos. El objetivo de estas reuniones es crear un ambiente que te permita alejarte de las influencias que te mantienen atado a deudas, un empleo mediocre o malos hábitos de gastos y reemplazarlos con impulsos positivos hacia tus objetivos.

La semana pasada tuve la oportunidad de reunirme con tres personas que tienen mucha más experiencia que yo en los negocios. Entre ellos, Mario Archila fundador de una empresa fuera de lo común llamada Prisma Humano. Luego de la reunión, me sentí energizado y con muchas más ideas para aplicarlas a Economía Personal y otros proyectos. Ese es el tipo de impacto que buscas en un grupo de apoyo.

¿Cuáles son los beneficios de un grupo de apoyo?

Responsabilidad

Participar activamente en este tipo de relaciones, te permite comprometerte más con tus objetivos. Por una parte, si los objetivos son comunes o similares pueden ayudarse directamente unos a otros para alcanzarlos. Por otra parte, para muchas personas es importante tener alguien con quien desarrollar un compromiso de cumplir ciertas tareas para ejercerse presión y cumplir.

Nuevos Puntos de Vista

Uno de los beneficios más evidentes de participar en un grupo de apoyo es que te expones a puntos de vista diferentes al tuyo. No necesariamente tienes que buscar personas que piensen igual que tú. De hecho, las diferencias de opiniones son las que te ayudan a crecer y mejorar tus criterios. Por supuesto, esto no significa que aceptes ciegamente todo lo que otras personas te digan. Sino que debes estar abierto a nuevas posibilidades que se ajusten a tus propios principios y objetivos.

Con un grupo de apoyo puedes compartir ideas sobre posibles negocios, recomendarse entre sí formas de obtener ofertas o descuentos para reducir tus gastos o incluso ayudarte a conseguir un nuevo empleo.

Nuevos Contactos

Las personas que conozcas en un grupo de apoyo pueden abrirte las puertas para conocer nuevas personas con quienes también podrías entablar relaciones productivas. Estas nuevas conexiones pueden desembocar luego en socios para negocios, clientes, proveedores o simplemente nuevos puntos de vista que te ayuden a alcanzar tus metas.

Ofrecer Algo En Retorno

Por supuesto, el apoyo en estos grupos es mutuo. Por lo que participar en ellos te permite contribuir con tu propia experiencia, conocimientos y puntos de vista para el crecimiento de las demás personas. En muchas ocasiones, el simple hecho de compartir tus experiencias es un beneficio para ti mismo porque refuerzas tus conocimientos.

Ten en cuenta que muchas de tus experiencias, aunque no lo parezcan, pueden ser de gran ayuda para otras personas. Es común que para uno las experiencias no sean tan relevantes, pero cuando tomas en cuenta que los puntos de vista y experiencias pasadas de otras personas son diferentes a las tuyas, se abre la posibilidad de que algo que tú consideras habitual sea una lección reveladora para alguien más.

Conclusión

En conclusión, un grupo de apoyo puede darte el empuje necesario para sobrepasar muchos de los obstáculos que encuentras cuando quieres hacer cambio importantes en tu vida.

¿Te gustaría iniciar algún grupo de apoyo para negocios o finanzas personales? O si ya participas en alguno, ¿Cuál ha sido tu experiencia? Recuerda que no tiene que ser algo estricto y formal. Muchas veces tu grupo de amigos es tu mismo grupo de apoyo sin que te des cuenta.

Actitud Hacia los Problemas

Todos tenemos problemas, pero más importante que eso es cuál es nuestra actitud frente a ellos, porque eso determina si podremos sortearlos o no.

Imagina a un amigo que quiere lograr un objetivo. Su objetivo podría ser reducir sus gastos, aumentar sus ingresos o conseguir una novia. Cualquier cosa. Lo importante es que el sabe que encontrará algunos obstáculos en el camino.

Por otro lado, podría ser que tu amigo está en una situación suficientemente problemática sin estar buscando alcanzar ningún objetivo en particular. Quizás está hundido en deudas, o no disfruta su empleo.

En cualquier caso, como todos los demás, tomará una decisión: ¿se quejará por los obstáculos, se sentirá miserable y no hará nada? ¿O utlizará sus recursos para intentar sortear los obstáculos?.

En otras palabras, puede decidir ver sus problemas como obstáculos que debes evitar a toda costa o como oportunidades de crecimiento.

Esta decisión, algunas veces tomada inconscientemente, es la que determinará el resultado final.

Una forma sencilla de determinar cuál es tu actitud general hacia los problemas es hacerte la siguiente pregunta: ¿qué haces la mayoría de las veces cuando tienes mucho tiempo libre? ¿buscas algún tipo de gratificación instantánea/momentánea? (ver una película, leer noticias, comer un helado, etc.) ¿O buscas algún reto que resolver? (escribir una historia, hacer ejercicio, buscar una forma de hacer helados bajos en calorías, etc.)

No quiero decir que dejes de ver películas y dediques todo tu tiempo a resolver problemas de cálculo. A menos que eso sea lo que te apasiona. Pero puedes comenzar a desarrollar la destreza de resolver pequeños problemas, por ejemplo jugar sudoku, ordenar tu casa, lavar tu automóvil todas las semanas, aprender algunas recetas nuevas. Esto te proporcionará confianza y te energizará para seguir con problemas cada vez más complejos. Hasta que finalmente puedas resolver tus grandes problemas.

Por supuesto, esto también aplica a tus esfuerzos poner en orden tu economía personal.

Cuando leí por primera vez el famoso libro “Por qué los pensadores positivos obtienen resultados poderosos” de Norman Vincent Peale, lo único que recordé de todo el libro fue una historia donde Norman le dice a un amigo que el único lugar donde las personas no tienen problemas es en el cementerio. Todos queremos menos problemas, pero no queremos morir para lograrlo. La alternativa es verlos como oportunidades y disfrutar el camino.

¿Puedes llegar a disfrutar tus problemas?

7 (u 8) Formas de Aumentar Tu Productividad

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.

La séptima y última regla para llenar tus bolsillos es Aumentar tu Productividad. Esto significa, básicamente, que aumentes tu capacidad para proporcionar valor a otras personas. Hay muchas formas de hacer esto. A continuación te comparto algunas de ellas:

1. Aprende Nuevos Idiomas

Sin importar si eres empleado, profesional independiente o empresario, puedes beneficiarte grandemente de aprender otros idiomas. En uno de los empleos que tuve, era común que tuviéramos conferencias telefónicas con personas que solamente hablaban inglés. El hecho de saber o no inglés (el nivel suficiente para sostener una conversación) era lo que determinaba si esas conferencias eran productivas y ágiles, o si necesitabas que alguien funcionara de intérprete, duplicando o triplicando la duración de una llamada. Para otros empleos esto puede ser aún más importante.

Si tienes un negocio propio, ¿estás perdiendo alguna oportunidad de expansión por no dominar algún idioma?

Aprovecha recursos como Livemocha para aprender y practicar otros idiomas de forma gratuita.

2. Atiende a Eventos

Atender a eventos relacionados con tu área de trabajo es una forma excelente de hacerlo. No sólo porque podrás participar en conferencias, talleres y otras actividades, también porque podrás relacionarte con otros profesionales que pueden asociarse contigo u hacerte ofertas profesionales que pueden interesarte.

Hace algunos meses asistí a Exponet y el próximo fin de semana iré al segundo Barcamp Guatemala. Estas son oportunidades inigualables para hacer conexiones y relacionarte con personas de las que puedes aprender mucho.

3. Únete a Asociaciones Relevantes

Unirte a clubes, gremiales y otros tipos de asociaciones profesionales tiene muchas ventajas. En algunas ocasiones recibirás descuentos para los eventos que organice la asociación. Muchas organizaciones también ofrecen capacitación especial a sus miembros o publicaciones periódicas con información útil.

También podrás relacionarte con otros profesionales y aportar algo a la asociación. En general, podrás formas conexiones que en el futuro puedan resultar fructíferas.

4. Certifica tus Habilidades Actuales

Cuando estás buscando empleo o haciendo trabajos profesionales por tu cuenta, certificar tus habilidades puede ser importante. Busca obtener títulos académicos y técnicos que certifiquen que sabes hacer lo que dices que sabes hacer.

Lamentablemente hay muchas personas “certificadas” que en realidad no saben hacer un buen trabajo. Por eso es importante que no sólo te certifiques sino que no descuides otros valores importantes como la ética de trabajo y la responsabilidad.

5. Comparte tus Conocimientos

Enseñar a otros lo que sabes es una excelente forma de aumentar tu productividad. Por un lado, si estás cobrando por dar clases, es una actividad productiva en sí misma. Por otro lado, refuerzas tus propios conocimientos al preparar tus clases o al resolver problemas junto con tus estudiantes. También es una forma de establecer conexiones con posibles socios futuros.

Justamente el fin de semana pasado, comencé a apoyar a un grupo de estudiantes para realizar un proyecto de programación de secundaria.  Esto representa un ingreso para mi y una guía para llevar a cabo el proyecto de programación para ellas.

6. Aprovecha la Tecnología Actual

Seguramente no necesitas que te diga que la tecnología avanza muy rápido. Ya lo habrás visto tú mismo/a. Sin embargo, ¿la aprovechas tanto como podrías hacerlo? La mayoría de los consejos que están en este artículo se facilitan por medio de la Web. Es más, este artículo es una encarnación del consejo anterior utilizando la tecnología.

¿Tienes un blog para hablar y compartir tu experiencia y encontrar posibles clientes/contactos? ¿Tienes un perfil en redes profesionales como LinkedIn? ¿Tu negocio tiene un sitio Web desde donde puedas promocionar tus servicios?

7. Haz Nuevos Amigos

Tus amistades son un recurso invaluable para ser más productivo. Establecer relaciones fuertes, de confianza y basadas en el respeto mutuo es un recurso invaluable. No me refiero a que los veas como herramientas para hacer dinero. 😉

Si estás buscando empleo ¿a cuántos de tus amigos se lo cuentas? ¿te referirían a una empresa para que te contraten o dirían que mejor se mantengan alejados de ti?

En las etapas iniciales de un negocio, es muy probable —casi seguro— que buena parte de la publicidad y recomendaciones las proporcionen tus amigos los que te recomienden. ¡Pero debes ganártelo siendo un buen amigo!

8. ¿Leer noticias relacionadas a tu área de trabajo?

Esta es una pregunta, porque no siempre es buena idea.

He visto a muchas personas utilizando gran parte de su tiempo leyendo noticias relacionadas a su actividad profesional para “mantenerse al día”. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones esa es sólo una justificación para perder tiempo navegando por sitios de noticias en lugar de hacer algo realmente productivo.

¿Realmente te sirve de algo saber que Microsoft despidió empleados? Si eras uno de ellos, seguramente ya te habías enterado. ¿Cuánto dinero vas a ganar realmente por ser el primero en saber que ya se lanzó la nueva versión de Firefox?

Si una noticia no tiene un impacto inmediato en tus actividades tiraste a la basura los dos minutos que te tardaste en leer la noticia. Si algo realmente importante sucede en tu industria te enterarás de una forma u otra. Cuando veas el titular de una noticia, antes de leer la noticia completa, pregúntate: “¿Qué acción concreta puedo/debo tomar a raíz de esta noticia durante la próxima hora?” Si la respuesta es “nada” o “contarle a mis amigos antes de que ellos lean la noticia por su cuenta”, descártala.

Así que el consejo aquí puede ser de dos vías: Lee noticias que realmente valgan la pena, o ¡deja de leer noticias y haz algo realmente productivo! 😉