Cómo Aprovechar tus Recursos Personales

En un artículo anterior respondía a la pregunta “¿Qué significa ser rico para ti?”. Una forma muy común de responder a esa pregunta es simplemente igualando riqueza con abundancia de dinero. Y aunque eso puede ser una medida común para la riqueza de una persona, no es la más útil.  ¿Por qué no? Porque la abundancia de dinero se centra únicamente en uno de los muchos recursos que una persona puede tener y que lo hace “rico”.

Tipos de Recursos

Puedes clasificar tus recursos personales separándolos en dos grupos: Recursos Internos y Recursos Externos. Esta clasificación proporciona una forma más inteligente para medir tu riqueza. Y no sólo para medirla, también para crearla.

Recursos Internos y Externos

“La habilidad es la riqueza de un hombre pobre.” – John Wooden

“Es el corazón lo que hace a un hombre rico. Un hombre es rico o pobre por lo que es, no por lo que tiene”. – Henry Ward Beecher

Los recursos “internos” de una persona son sus hábitos, habilidades y conocimientos. Por ejemplo: creatividad, valentía, tenacidad, perseverancia, consciencia de sí misma, habilidades técnicas/profesionales/artísticas, conocimientos, auto-estima, etc.

Los recursos “externos” son cosas que por consenso social una persona puede llamar “de su propiedad”: dinero, relaciones personales (no las personas en sí), herramientas, muebles, inmuebles, vehículos, etc.

Una de las diferencias más importantes entre estos dos tipos de recursos es lo que sucede cuando los usas o “gastas”. Los recursos externos disminuyen con el uso. Tu casa y tu carro se deterioran con el uso. Tu cuenta bancaria disminuye con cada cheque. En cambio, tus recursos internos aumentan con el uso. Mientras más practicas una habilidad, te vuelves más hábil. Mientras más usas tu creatividad, te vuelves más creativo/a.

Al comprender estas diferencias y tenerlas presentes, puedes comenzar a explorar diferentes formas de “invertir” esos recursos:

  • Convirtiendo Recursos Internos en Recursos Externos. Por ejemplo, si eres un músico con mucho talento (recurso interno) puedes utilizar ese talento para crear un producto o servicio (recurso externo) que luego intercambias por dinero (recurso externo).
  • Convirtiendo Recursos Internos en más Recursos Internos. La mayoría de personas desarrolló su capacidad de aprendizaje (recurso interno) durante los primeros años de su vida. Eso te permite adquirir habilidades (recursos internos) como: manejar bicicleta, cantar, escribir artículos, hacer manualidades, crear negocios, etc. Probablemente notaste que las habilidades que acabo de mencionar estan ordenadas por su “dificultad”. Mientrás más dificil es la habilidad que quieres aprender, necesitarás agregar otro recurso interno a la receta: autodisciplina.
  • Convirtiendo Recursos Externos en Internos. Podría decirse, por ejemplo, que si le pagas a un maestro para que te enseñe karate, estás convirtiendo un recurso externo en un recurso interno. Sin embargo, esto sólo es posible si utilizas otros recursos internos en combinación con tu maestro — tu capacidad de aprendizaje. Si no tuvieras ese recurso interno, no habría suficiente dinero capaz de hacerte aprender karate. Puedes comprar la cinta negra, pero no comprar la habilidad para patear. Por eso, los recuros externos por sí solos, no pueden convertirse en recursos internos. A este tipo de intercambio es al que yo me refiero como “Inversiones Económicas”. Cuando conviertes tu dinero en oportunidades para la generación de valor.
  • Convirtiendo Recursos Externos en más Recursos Externos. En esta parte es donde entran en juego las “Inversiones Financieras”. Cuando conviertes tu dinero, en más dinero por medio de inversiones. Acciones, bonos, bienes raíces, etc. La compra-venta de bienes también es una conversión de Recursos Externos en más Recursos Externos. Por ejemplo si vendes una casa o un automóvil.

¿En qué conversión te enfocas?

Es común escuchar a personas preocupadas por cómo obtendrán sus recursos externos del próximo mes. Y no hay nada malo con eso, se llama supervivencia y es saludable que todos luchemos por sobrevivir. Los problemas surgen cuando están muy enfocadas en obtener recursos externos —los cuales tienden a disminuir con el uso— y se enfocan poco en desarrollar sus recursos internos que son los que les permitirán obtener recursos externos de forma más eficiente.

¿Qué has hecho últimamente para desarrollar tus recursos internos? ¿Has pensado en formas de aumentar tus ingresos aprovechando tus conocimientos y habilidades/talentos? Talvez sientas que no tienes alguna habilidad que puedas convertir en un producto/servicio en este momento, entonces es hora de que utilices tu capacidad de aprendizaje y tu autodisciplina para aumentar tu habilidad. Ciertamente puedes comprar la cinta negra de karate, pero es mejor si la ganas con mucho esfuerzo y patadas.

Protege tu Tesoro

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.

En este libro, Arkad, el hombre más rico de Babilonia explica a sus estudiantes que la cuarta regla para llenar sus bolsillos es “proteger su tesoro de la pérdida”.

Arkad cuenta la desafortunada historia de su primera inversión. Después de un año de ahorrar una parte de sus ingresos, decide confiarle el dinero ahorrado a un fabricante de ladrillos, llamado Azmur, quién viajará a un lugar lejando a comprar una joyas raras y valiosas. A su retorno, venderían las joyas y dividirían las ganancias. Lamentablemente, Azmur fue estafado y en lugar de joyas le vendieron piezas de vidrio. El tesoro de Arkad estaba perdido.

Aparte de aprender que los fabricantes de ladrillos no saben nada de joyas, Arkad comprendió que una de las reglas más importantes para tener finanzas estables es saber identificar las buenas oportunidades.

Todas las inversiones tienen riesgos asociados. Sin embargo, estos riesgos deben ser administrados o mitigados. Es a lo que comúnmente se le llama “tomar riesgos calculados”.

Así que, ¿qué se necesita para identificar las inversiones correctas?

Educación Financiera

La Educación Financiera consiste en comprender cómo funciona el dinero. Es el tipo de cosas que no enseñan en el colegio. Pueden enseñarte contabilidad, macro-economía, etc. Pero, ¿te enseñan a utilizar una tarjeta de crédito eficientemente? ¿te enseñan las diferentes formas de obtener ingresos? ¿te enseñan a administrar tu flujo de efectivo personal?

La Educación Financiera es la principal herramienta de inversión. Lo más importante no es tener dinero para invertir, lo más importante es saber qué hacer con ese dinero. ¿Qué harías si ganaras la lotería hoy? ¿Tienes una Educación Financiera sólida para evitar perder todo tu dinero? La mayoría de nosotros no somos millonarios —todavía 😉 — por lo tanto, tenemos la oportunidad de aprender a administrar nuestro dinero ahora que tenemos poco, para estar listos cuando tengamos mucho.

Cómo adquirir Educación Financiera

Si estas leyendo esto por genuino interés de mejorar tus finanzas y tu economía, ya estás en el camino correcto. De la misma forma en que llegaste a leer este artículo, debes buscar fuentes de información confiables. Estas fuentes de información pueden ser libros, sitios Web, personas con experiencia, etc. Sin embargo, la forma más eficiente de aprendizaje es la experiencia propia.

La experimentación de primera mano es mi herramienta favorita para aprender un nuevo hábito o nueva habilidad y por eso es el camino que he decidido seguir. Además, compartir aquí las lecciones que aprendo es una buena forma de afianzar los conocimientos, así que no descartes la posibilidad de compartir con otros lo que tú mismo has aprendido.

Si ya tienes cierta cantidad de dinero ahorrada, comienza a invertirla cuanto antes. Busca la ayuda de un profesional que te guíe en la creación de un plan de inversión a largo plazo que se ajuste a tu situación específica. Definitivamente no hay una estrategia universal que funcione para todos, pero hay algunas guías fundamentales que pueden aplicarse a diferentes situaciones. Justamente como las 7 reglas de Arkad.

Recuerda también que, básicamente, hay dos tipos de inversiones: Inversiones Financieras y las que yo llamo “Inversiones Económicas“.

Las Inversiones Financieras son las que ponen tu dinero a trabajar en un sistema creado específicamente para el movimiento de dinero. Por ejemplo, acciones de empresas, certificados de depósito, bonos del gobierno, inversiones a plazo fijo, etc.

Las Inversiones Económicas son las que están basadas en un sistema de creación y entrega de valor a la sociedad. Por ejemplo, tu propio negocio, tu actividad económica profesional o tu empleo.

Conclusión

En conclusión, la cuarta regla para llenar tu bolsillo es: protege tu tesoro. ¿De qué forma puedes asegurarte de que las inversiones que realices con tu dinero no te harán perder tu tesoro? Toma el control de la principal herramienta que tienes para invertir: tu Educación Financiera.

Haz que tu Dinero se Multiplique

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.

En tu camino hacia la libertad financiera ya has iniciado a ahorrar y a controlar tus gastos. ¿Cuál es el siguiente paso? En el libro El Hombre más Rico de Babilonia, Arkad enseña a sus estudiantes que el siguiente paso es aprender a hacer que tu dinero se multiplique. En una palabra…

Invertir

“Invertir” se refiere a poner a tu dinero trabajar por ti, en lugar de que tú trabajes por dinero. En el libro, Arkad explica las inversiones con una analogía interesante: tus primeros ahorros, son tus esclavos. Cada vez que guardas el 10% de tus ingresos en lugar de gastarlo es como tener un esclavo nuevo. El siguiente paso es hacer que tus esclavos tengan hijos. Sus hijos se vuelven esclavos también y en algún momento, llegas a tener todo un ejército de esclavos que trabajan por ti.

Luego Arkad cuenta cómo su primera inversión exitosa fue prestarle dinero a un fabricante de armaduras. Arkad le prestaba dinero para comprar bronce. El fabricante hacía las armaduras y luego las vendía. Las ganancias de las ventas servían para pagarle a Arkad. ¿Simple verdad?

Pero todo esto de esclavos y armaduras de bronce pasó de moda hace años. Veamos las…

Inversiones en el siglo XXI

¿Qué está de moda ahora? La bolsa de valores, las inversiones inmobiliarias, emprender negocios, financiar negocios, el mercado de divisas, etc. (En realidad está de moda entrar en pánico por la “crisis financiera”, pero ese es tema de otro artículo).

Conforme vas descubriendo las opciones de inversión, notas que hay diferentes “estilos de inversión”. Por ejemplo, podrías preferir ser un inversionista “pasivo” que invierte mayormente en la bolsa de valores e inversiones inmobiliarias. Esto te permite recibir intereses, dividendos, etc. sin tener que actuar mucho en la inversión.

Otra forma de inversión más “activa” sería financiar negocios como un inversionista ángel. O emprender tu mismo/a la empresa y administrarla. Esto te permite tener más control sobre el vehículo que produce el retorno de tu inversión (tu negocio).

No me considero un experto en las inversiones financieras; habiendo tantas posibilidades es muy difícil tener conocimiento profundo sobre todas los vehículos de inversión. Sin embargo, considero que una estrategia de inversión eficiente debe balancear la participación activa en la “creación” de valor y la pasividad de la “entrega” de valor a la sociedad.

Tomemos como ejemplo, un blog sobre economía personal: Este sitio requirió una inversión monetaria relativamente pequeña (registro del dominio, el boletín, etc.). Me tomó varios días echarlo a andar y me toma tiempo escribir los artículos (que son el verdadero valor del sitio — si alguien visita frecuentemente o se suscribe a mi sitio, es porque encontró algo de valor). Sin embargo, una vez que el artículo está publicado existe una serie de sistemas automatizados que se encargan de despachar el valor a los usuarios. Un servidor Web, con WordPress y un montón de agregados hacen que esta página se vea como la ves en este momento. Y todo esto sucede aunque yo esté escribiendo un artículo, durmiendo en mi casa o durmiendo en una reunión en mi trabajo.

Al mismo tiempo que este sitio proporciona valor para los lectores, proporciona valor para una gran cantidad de anunciantes que pueden llegar a mostrar su anuncio en mi sitio a través de Google Adsense. Ellos tienen interés en que otras personas conozcan lo que tienen que ofrecer y gracias a este sitio (y muchos otros que utilizan Adsense) ellos pueden mostrar sus anuncios en páginas que tienen relación con lo que ofrecen.

Plantas

Las inversiones son como las plantas… y pon atención porque esta analogía me gusta más que la de los esclavos:

El dinero que ahorras para invertir en instrumentos financieros, iniciar tu propio negocio, etc., son como semillas. Mientras más pronto siembres las semillas mejor y una vez plantadas, debes cuidarlas. A pesar de que no verás aún frutos, la semilla está creciendo bajo la tierra. Está germinando. Pronto comenzarás a ver la planta crecer y a dar sus primeros frutos.

Luego, tienes la opción de comerte los frutos o utilizar la semilla que tienen por dentro. Esto significa que te gastas tu dinero o lo reinviertes. Evidentemente sembrar de nuevo te da la oportunidad de tener más plantas y por lo tanto ¡más frutos! Llegará el momento en el que tendrás suficientes frutos como para gastar una parte y aún tener nuevas semillas para seguir sembrando plantas nuevas.

Debes tener cuidado de no desesperarte cuando ya sembraste la semilla pero aún no es visible la planta. Muchos cometen el error de comenzar a invertir y como no ven resultados prontos, toman de nuevo su dinero y lo gastan. Esto es como sembrar una semilla, regarla, cuidarla, esperar y esperar… y luego te desesperas y desentierras la semilla para ver si ya germinó, efectivamente matándola.

Podrías decir que si eres bueno/a para la jardinería, te irá bien con tus inversiones. Y con “bueno/a para la jardinería” me refiero a que por lo menos, puedes hacer sin problemas este experimiento.