Sin Hogar pero con Propósito

Hace un buen tiempo leí una serie de relatos sobre un hombre que decidió vivir en la calle voluntariamente para reducir sus gastos al absoluto mínimo. La mayor parte del tiempo durmió en un parque, aunque algunas veces dormía en el apartamento de un amigo. Tenía algunas pertenencias que guardaba en un lugar seguro y tenía una casilla postal donde recibía correspondencia. Trabajaba en el parque o en la biblioteca. En total únicamente vivió de esta forma durante unas cuantas semanas antes de mudarse a otra ciudad para vivir con su hermano.

Actualización: Lamentablemente el sitio donde estaban los relatos ya no existe. Así que quité los enlaces.

Sin embargo, en sus relatos se puede observar que todo el tiempo (o la mayoría del tiempo) mantuvo una actitud positiva con respecto a los problemas que tuvo que enfrentar debido a su situación. En el fondo, él sabía que era una situación temporal y que saldría adelante.

¿Qué puedes aprender de esto?

Creo que la lección más importante se puede resumir con la siguiente gráfica:

Sin Hogar, con Propósito

Una de las formas más populares de explicar esta gráfica es la famosa frase “el dinero no trae la felicidad”. En otras palabras, tu actitud puede —y debe— ser independiente de tus circunstancias externas. Si no es así, todo el tiempo tendrás subidas y bajadas de ánimo cada vez que la situación se torna difícil o fácil.

Otro aspecto interesante de esta gráfica es que puedes ver que es mucho más fácil subir por el eje de la riqueza si estás del lado derecho. Y puedes cambiarte al lado derecho en cualquier momento, no tienes que esperar a ser millonario. En el libro El Hombre de la Riqueza, trato con mucha más profundidad estas dos posibles formas de relacionarte con el dinero.

¿Qué estás esperando? Cámbiate al lado derecho, tenemos galletas.

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