Flujo de Efectivo

Los viernes en Economía Personal aprenderemos conceptos básicos de Finanzas y cómo pueden aplicarse a nuestras vidas.

Hoy hablaremos sobre el Flujo de Efectivo.

¿Qué es y para qué sirve?

En las finanzas empresariales el análisis de flujo de efectivo (o flujo de caja) es, en pocas palabras, un análisis de la liquidez de la empresa en un rango de tiempo.

Este análisis es importante porque no basta saber si una empresa genera o no ganancias. Es igual de importante saber si se cuenta con el efectivo necesario para realizar gastos en el momento oportuno.

En tus finanzas personales, este concepto es igual de importante. Yo lo llamo “Liquidez Oportuna”. Y se trata básicamente de responder a la pregunta ¿tendré efectivo disponible en el momento en el que lo necesito?

Liquidez Oportuna

La forma más fácil de comprender el concepto es con un sencillo ejemplo.

Supongamos que ganas $2000 al mes, dividido en dos quincenas de $1000 cada una. Tus gastos totales son de $1700 por lo que cada mes te quedas con $300 en efectivo para iniciar el siguiente mes. Pero resulta que el día 4 del siguiente mes debes pagar $400 de tu cuenta de energía eléctrica.

Técnicamente, tus ingresos son suficientes para cubrir todos tus gastos, pero en este momento tienes un problema de liquidez. Tu segunda quincena aún no llega así que sólo tienes dinero potencial, no efectivo. En otras palabras, tu liquidez no es oportuna.

En una situación así podrías recurrir a una tarjeta de crédito para realizar tu pago y al final del mes, pagar de contado a tu tarjeta para no acumular intereses.

¿Pero que pasaría si el pago que tienes que hacer es el de tu tarjeta de crédito? Ouch.

¿O qué pasaría si no tienes una tarjeta de crédito? ¿O la tienes pero prefieres no usarla para no abusar de ella?

Y el cuadro se complica aún más cuando involucras otros gastos: ¿necesitas efectivo para gasolina todas las semanas? ¿vas al supermercado varias veces al mes? ¿tienes varias tarjetas de crédito con diferentes fechas de pago?

En situaciones así es muy útil contar con una planificación por fechas para tus gastos. Esta planificación va de la mano con tu presupuesto personal.

Tu presupuesto debe responder a las preguntas: ¿en qué y cuánto voy a gastar? Mientras que el anáslisis de flujo de efectivo debe responder: ¿cuándo lo voy a gastar?

Puedes verlo como agregarle una tercera dimensión (tiempo) a tu presupuesto personal.

Veamos cómo.

Plantilla de Flujo de Efectivo

Para que sea fácil seguir el ejemplo, he creado una versión básica de un análisis de flujo de efectivo en una hoja de cálculo de Google. Este es un ejemplo sólo de lectura (no puedes modificarlo) pero más bajo te dejo el mismo ejemplo en un archivo de Excel que puedes descargar.

En el ejemplo de la derecha, puedes ver que al realizar el gasto opcional ($300) antes de la recibir el pago de la primera quincena quedaríamos en una posición problemática al momento de realizar el gasto del supermercado. Básicamente, nos hacen falta $100.

En este caso, la solución es simple: posponer el gasto hasta cualquier día después del 15.

En casos más complejos la solución puede involucrar mover otros gastos de fecha, reducir algunos gastos temporalmente o simplemente decidir que deberás ahorrar a lo largo de varios meses para tener el efectivo necesario.

De cualquier modo, esta herramienta te permite jugar con las fechas de las salidas o entradas de dinero para optimizar tus finanzas.

Tu Tarea

Si no lo has hecho dale un vistazo a la plantilla. Aún cuando decidas no implementar algo idéntico, puede darte ideas sobre cómo mejorar tu presupuesto agregándole el factor tiempo. Por supuesto, si no lo haz hecho, aquí hay una guía para iniciar tu presupuesto.

Si te gustó la plantilla o quieres adaptarla a tus necesidades descarga el archivo (en formato de Excel):

Descarga la plantilla de Flujo de Efectivo.

Y por supuesto, déjame saber en los comentarios si te ha servido esta información o cuéntanos si has hecho algo similar con tus finanzas y cuál ha sido tu experiencia.

Cómo Gastar sin Sentir Culpa

Creo que uno no necesita tener muchísimos problemas de dinero para necesitar controles de finanzas personales. Pero sí creo que no todos necesitan el mismo grado de control para sus finanzas.

Esto es cierto, por ejemplos, para personas solteras o parejas sin hijos que llevan un estilo de vida suficientemente simple y/o predecible. Opuesto a, por ejemplo, una familia con varios hijos o alguien que está atravesando un período difícil en sus finanzas.

Para estos casos, hay una técnica que permite establecer un mínimo control de gastos que les permite tener cierta cantidad libre de dinero que pueden gastar sin culpa ni ansiedad.

¿Cómo? 2 puntos clave: consolidar y automatizar

Consolidar

Consolida todas tus salidas de dinero en uno o dos días (preferiblemente un fin de semana). Ejecuta todo este día. Por ejemplo, pagos de tarjetas de crédito, servicios básicos, supermercado, colegiaturas, cortes de cabello… todo lo que puedas.

Algunos gastos quedan fuera de este alcance; por ejemplo, no puedes comprar por adelantado toda la gasolina que necesitas en el mes. En tales casos, aparta el dinero que necesitarás en todo el mes. La forma de hacerlo depende de tus gustos. Podría ser en un sobre etiquetado o en un frasco o incluso una cuenta bancaria separada.

Recuerda que cualquier meta de ahorro o inversiones deben ser tomadas en cuenta durante este fin de semana.

Automatiza

Cuando ya tienes todo consolidado automatiza la mayor cantidad de gastos/pagos. Muchos bancos ofrecen servicios de pago automático de servicios básicos y tarjetas de crédito. Otros servicios por suscripción como gimnasios ofrecen también cargos automáticos. Durante tu fin de semana financieros, únicamente verifica que se hayan realizado sin problema los pagos.

Si utilizas una cuenta separada para los gastos dispersos durante el mes —como el de la gasolina— en algunos bancos puedes programar una transferencia automática.

Disfruta el resto

El resto de tu dinero y el resto de tus fines de semana.

Si te enfocas en consolidar y automatizar en un sólo fin de semana al mes, tendrás el resto del tiempo —y dinero— libre para usarlo como quieras, eliminando cualquier sentimiento de culpa o ansiedad porque no sabes si puedes o no gastar en cualquier momento.

Reducir Gastos

Como consecuencia, será mucho más fácil reducir gastos una vez que los tengas consolidados de esta forma. Si están dispersos por todo el mes será difícil que puedas tomar decisiones sobre dónde y cómo reducir gastos.

Tu Tarea

Tu tarea de hoy será implementar determinar si es posible Consolidar y Automatizar tus finanzas para tener más paz mental. Cuéntanos en los comentarios tus resultados o tu experiencia pasada si ya has hecho algo similar.

Recuerda, Consolidar y Automatizar.

#MF20 Día 16: Registro de Gastos

¡Bienvenidos al día 16 del curso!

Sería una pena si después de haber llegado hasta este punto pierdes el curso de tus finanzas porque no sabes cómo te va en el día a día.

Para eso, hoy hablaremos sobre cómo puedes llevar un registro eficiente de tus gastos. Este registro te servirá para saber si estás cumpliendo con el plan o no.

Si fueras un pirata, tu presupuesto sería tu mapa y tus metas, la X del tesoro. Pero para poder seguir el mapa, necesitas una brújula. Tu registro de gastos es la brújula.

Ahora, ¡comencemos!

Antes de que vayas a conseguir un loro y un parche para tu ojo izquierdo.

¿Deberías tener un Registro de Gastos?

Antes de hablar sobre cómo hacer un registro de gastos (que es realmente muy simple) quisiera que hablemos de algo más fundamental: ¿deberías tener un registro detallado de tus gastos?

La respuesta más simple es: depende.

¿De qué?

El tipo de personas que más se pueden beneficiar de un registro de gastos detallado son aquellas personas que en realidad no saben a dónde se va su dinero. Si tus categorías de gastos en tu Plan Anual son muy generales porque no tienes una visión clara de a dónde se va tu dinero, definitivamente deberías tener un registro de gastos diario.

Por el contrario, si tus gastos tienden a ser predecibles a lo largo de un mes, y no tienes mucha predisposición a hacer gastos impulsivos, podrías hacerlo semanal o mensualmente.

En otras palabras, si fueras pirata ¿qué tanto necesitarías ver la brújula para corregir el rumbo? ¿con qué facilidad la marea te saca de curso?

¿Podrías dejar de mover el garfio así? Puedes lastimar a alguien.

Creando un Registro de Gastos

  1. Crea un documento de registro: Copia las categorías de gastos de tu Plan Anual en un documento nuevo en donde puedas registrar conforme vayas realizando tus gastos.
  2. Registra en el camino: Siempre pide recibos por tus compras. Si no es posible obtener un recibo anótalos en una libreta o agenda que siempre lleves contigo. O utiliza tu iPhone o similar para anotar.
  3. Consolida tus gastos: Una vez en tu casa actualiza tu documento principal con los gastos del día. Si tus gastos diarios son muy predecibles (debido a tu rutina) podrías hacerlo una vez por semana, en lugar de una vez por día.
  4. Sólo la rutina: Para facilitarte el trabajo, podrías podrías intentar salir de tu casa únicamente con el efectivo necesario para tus gastos rutinarios, más una cantidad fija extra para emergencias. De esta forma, podrías aplazar compras impulsivas hasta el próximo día y durante la noche analizar fríamente si realmente quieres hacer esa compra.
  5. Paga tus gastos mensuales juntos: Investiga bien las fechas en las que debes realizar tus pagos mensuales (agua, luz, teléfono, etc.) para pagarlos todos el mismo día. Si es posible, automatiza el pago por medio de tu banco. Si lo haces así, registra por adelantado el pago de estos gastos en tu documento.

(Nota al margen: si estás en Guatemala aprovecha para ingresar tus facturas a tu planilla de crédito fiscal, en lugar de esperar hasta diciembre!)

Analiza detenidamente tu situación y decide si puedes beneficiarte de un registro de gastos. Si no estas seguro/a, mi recomendación es que lo pruebes al menos por 2 semanas y luego decidas si te sirvió y si quieres continuar haciéndolo. No hay nada como la experiencia directa para tomar decisiones.

¡Y eso es todo por hoy! ¿Consideras que deberías tener un registro de gastos? Si ya lo has intentado antes ¿cuáles han sido tus resultados? ¿Cuándo fue la última vez que visitaste la Isla Tortuga? Te espero en los comentarios.

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

#MF20 Día 14: Plan Anual de Gastos (Parte II)

¡Bienvenidos al Día 14 del programa!

Ayer, hicimos la primera parte de tu plan de gastos donde contemplaste tus ahorros, gastos mensuales y no mensuales.

Hoy nos enfocaremos en agregar a este plan el pago de tus deudas (si tienes).

Si no lo has hecho, debes analizar tus deudas (según lo que hicimos en el día 8 ) y seleccionar el orden en el que las pagarás, dependiendo del método de pago de deudas que utilizarás.

Si ya tienes esto claro, ¡comencemos!

Plan de Pago de Deudas

Utilizando la misma hoja de cálculo que usaste ayer, lista tus deudas en el orden en el que deseas pagarlas. Aún no pongas nada en la columna de Estimación Inicial, nos encargaremos de eso en un momento.

De la recopilación inicial de información que hicimos deberías tener los siguientes datos por cada deuda:

  • El saldo actual de tu deuda
  • Tasa de interés anual
  • Pago mínimo mensual

Aparte, de las metas que estableciste, deberías tener el tiempo estimado (en meses) en el que quisieras pagar tus deudas.Con esta información, trazaremos el plan (de este primer año) de pagos a cada deuda.

Es posible que hayas establecido una meta —digamos 2 años— para pagar una deuda, pero ahora que hagamos los cálculos te des cuenta de que con el dinero que tenías planificado destinar para pagar no sea posible hacerlo en este tiempo. En tal caso, tienes 3 opciones:

  • Reduces más tus gastos para poder destinar más dinero al pago de deudas
  • Aumentas tus ingresos, también para poder pagar más rápidamente
  • Aumentas el plazo que tenías planeado para pagar la deuda

¿Parece una situación difícil? Lo es. Pero debes tomar una decisión. ¿Cómo sabes qué decisión tomar? Comencemos a poner todo en perspectiva incluyendo tus deudas en el plan de gastos. Deberás ir ajustando gastos, pagos de deudas, ahorro hasta encontrar el balance adecuado para ti.

Para esto, primero, toma tu primera deuda y calcula cuánto deberías pagar cada mes para terminar de pagarla en el tiempo que tu quieres. Para hacer esto, puedes:

  • Utilizar una calculadora como la que encuentras aquí. (utiliza el segundo formulario)
  • Si estás familiarizado con las fórmulas de Excel (o tu programa de hojas electrónicas) utiliza la fórmula PMT()

Estamos asumiendo que utilizarás el método de Bola de Nieve o de Costo Mínimo y que cada mes pagarás mas que el pago mínimo. También, para fines de este ejercicio asumiremos que tus deudas no aumentarán durante la duración del plan y que tus deudas mantienen una tasa de interés fija.

Segundo, el dato que obtengas es el pago mínimo aproximado que deberías hacer a tu deuda para cumplir con tu meta. Escribe este valor como Estimación Inicial para esa deuda.

Tercero, de la misma forma que con tus gastos no mensuales, llena todos los meses necesarios con la cuota que calculaste.

Cuarto, si tienes más de una deuda, escribe el pago mínimo de la siguiente en la columna de Estimación Inicial.

Quinto, rellena cada mes de tu siguiente deuda con el pago mínimo pero sólo hasta el último mes en el que todavía pagarás algo por la primera deuda. Por ejemplo, si los pagos de tu primera deuda llegan únicamente hasta septiembre, sólo hasta ese mes escribe los pagos mínimos de tu segunda deuda.

Sexto, Calcula cuál será el saldo de tu segunda deuda en el mes en el que terminas de pagar la primera. Para esto, utiliza esta otra calculadora con los datos iniciales de tu segunda deuda y en la última columna de los resultados que te genera, busca cual sería el nuevo saldo.

Séptimo, utiliza el nuevo saldo de tu deuda para calcular el nuevo plazo en el que pagarías la deuda con el nevo pago mínimo. Para esto utiliza de nuevo la calculadora del paso uno, pero esta vez utiliza el formulario de arriba.

Octavo, repite de los pasos cuatro a siete para todas las nuevas deudas que tengas si es necesario.

Noveno, haz de nuevo todos tus cálculos para asegurarte que los hiciste bien la primera vez 😉

Fácil, ¿verdad?

Estoy totalmente consciente de que este proceso podría ser mucho más sencillo con herramientas adecuadas. Si es la primera vez que haces algo así, las instrucciones pueden resultar confusas. Pero te aseguro que no lo hice intencionalmente 🙂

Afortunadamente, haber escrito esto paso a paso me hizo ver muchas necesidades que puede tener alguien que quiere tomar control de sus finanzas. En otras palabras, encontré muchas posibilidades para seguirles proporcionando valor a todos ustedes… y ya sabes lo que pienso de generar valor para la sociedad!

Pero regresando al tema, debes poner poner atención a la fila de Diferencia para asegurarte que no estás asignando más de lo que realmente puedes pagar.

Si debes realizar ajustes para que todo quepa en tus posibilidades, trata de mantener esta jerarquía de importancia:

  1. Si puedes, reduce más gastos
  2. Si ya no puedes reducir más gastos, aumenta el plazo en el que planeas pagar tus deudas
  3. En último caso, reduce la cantidad de ahorro. ¡Si, en último caso! Porque recuerda que es mejor haber creado tu fondo de emergencias que cubrir una emergencia con más deudas.
  4. Siempre mantén un enfoque en aumentar tus ingresos para reducir el tiempo en el que pagas tus deudas.

¡Esto es todo por hoy! ¿Qué te ha parecido la actividad de hoy? Como siempre, te espero en los comentarios.

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

Anunciando: Mejora tus Finanzas en 20 Días


¿Ya sabes cuáles serán tus propósitos de Año Nuevo?

Algunos de ustedes ya lo escucharon en Twitter o Facebook: En enero, publicaré un programa intensivo de Finanzas Personales. Si dentro de tus propósitos de Año Nuevo está mejorar tus finanzas no puedes perderte este programa.

Para participar sólo debes seguir las tareas que publicaré en el blog a partir del 4 de enero del 2010. Si quieres recibir estas tareas en la comodidad de tu buzón de correo, inscríbete ahora mismo.

Mejores Finanzas en 20 Días” estará dividido en tres etapas. Cada etapa corresponde una de estas preguntas:

  1. ¿Cuál es mi situación financiera actual?
  2. ¿Como me gustaría que fuera? ¿Cuáles son mis metas?
  3. ¿Qué debo hacer para lograr esas metas?

¡Así que lee sobre cómo funcionará, a quienes está dirigido e inscríbete!

Si tienes alguna duda o comentario sobre el programa, con gusto te responderé. 😉

¿Gastar o no gastar? Esa es la cuestión.

¿Cómo puedes saber si financieramente tiene sentido hacer un gasto?

Cuando estás iniciando a tomar control de tus finanzas, cuando estás iniciando tu fondo para emergencias, pagando deudas o simplemente cuando obtuviste tu primer empleo, es común que tengas que evaluar si una compra es buena idea o no.

Para muchas personas basta con decir “si tengo suficiente dinero en este momento para pagarlo, esta bien” o “si puedo dar el pago inicial y me alcanza para las mensualidades, está bien”, o peor aún, “si el límite de mi tarjeta de crédito lo paga, esta bien”.

Pero ¿es cierto?

En realidad, todo depende de tus metas. No sólo tus metas financieras sino las metas que tengas para tu vida en general.

Si tienes metas claras a mediano y largo plazo, debería ser sencillo saber si un gasto te ayudará a alcanzarlo o será un obstáculo. Pero la mayoría de personas ni siquiera ha decidido cuáles son sus metas financieras o de vida en el largo plazo. En tales casos sus metas son, por defecto, gastarse todo el dinero que tengan en el menor tiempo posible.

Estas son algunas preguntas que puedes hacerte para determinar si vale la pena realizar un gasto:

¿Ayudará a reducir gastos?

Muchas veces realizar un gasto ahora puede traer beneficios después. Por ejemplo, remplazar algún electrodoméstico que está dañado y es necesario. O cambiar alguna pieza de tu automóvil para que consuma menos gasolina/aceite/agua, etc.

Siempre y cuando la reducción sea mayor que los nuevos gastos en los que puedas incurrir por tu compra, tiene sentido

¿Ayudará a aumentar ingresos?

En otras ocasiones algunos gastos te servirán para aumentar tu capacidad para generar ingresos. En el artículo 7 ( u 8 ) Formas de Aumentar tu Productividad mencioné algunos ejemplos.

En este caso es mejor que sepas específicamente cómo te va a ayudar hacer este gasto para aumentar tus ingresos. Cosas como “pagaré por este curso por si alguna vez necesito saber cómo programar sitios Web” no son suficientes. Debes estar convencido/a de que comenzarás a utilizar tus nuevas habilidades para generar ingresos. Si no sabes exactamente cómo y cuándo un gasto comenzará a rendir frutos, es muy probable que sea simplemente un capricho.

¿Ayudará a lograr tus metas de ahorro?

Independientemente de cuál sea el motivo por el que estás ahorrando (crear un fondo de emergencias, comenzar a hacer inversiones, comprar una casa, etc.) tu meta de ahorro debe ser más importante que los gastos pequeños potencialmente innecesarios. Simplemente porque tu meta de ahorro es para el largo plazo deberás valorarla más que pequeños gastos que no cumplen con las primeras dos preguntas.

¿Estaba planificado?

Quizás más importante que las otras preguntas, ¿habías planificado hacer este gasto o es un algo impulsivo? ¿realmente es una oportunidad única que no puede esperar hasta que tengas suficiente dinero para comprarlo?

Gran parte de la publicidad está orientada a hacerte creer que cada compra vale la pena aunque no lo tengas planificado. Sin embargo, ¿cómo te sentirás después de varios meses después de haber hecho la compra? ¿Te habrás endeudado por un capricho?

Esto no significa que no puedas gastar en algunos caprichos de vez en cuando, pero deberías estar tomando en cuenta esos caprichos en tu presupuesto y saber qué tantos caprichos realmente puedes pagar sin sacrificar tus metas a largo plazo.

¿De qué otras formas podrías saber si un gasto vale la pena o no? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios! 😉

El “Factor Latte”

El “Factor Latte” es un concepto originado por el autor David Bach para evaluar cómo pequeñas cantidades de dinero gastadas a diario pueden hacer una diferencia real en tus finanzas. En este caso, el Factor Latte se refiere al gasto que una persona hace al comprar un café “latte” todos los días.

En cálculos simples, asumiendo que un latte cuesta unos $2 y consumes 1 cada día en la oficina, al año estarías gastando $520. Si invirtieras ese dinero a una tasa de interés del 6%, después de 20 años tendrías un capital de aproximadamente $19,134.00.

Esto asume que el precio del latte, o mejor dicho, las contribuciones a tu inversión se mantendrán fijas a lo largo de los años. Sin embargo, el precio del latte subirá, por lo que deberías subir tu aporte a la inversión también.

Por otro lado, tomar un café diario seguramente puede tener efectos negativos en tu salud. Y este análisis no toma en cuenta los gastos médicos que no tendrías que realizar gracias a tu sistema nervioso libre de cafeína.

El “Factor Latte” es una forma poderosa de ver en blanco y negro un concepto más general como el de cambiar tus hábitos costosos.

De hecho, si no eres consumidor de café, puedes reemplazar el latte por cualquier otro hábito que te cueste cantidades pequeñas de dinero de forma recurrente. ¿Cigarros? ¿Gaseosas durante el almuerzo? ¿Donas?

La mejor forma de controlar un hábito de esta naturaleza es rastrear sus efectos por un tiempo y darte cuenta de lo que estás perdiendo por mantener este hábito. Pero no basta con ver el resultado de tu cálculo. Realmente medita sobre lo que estás perdiendo. No sólo financieramente sino en tu salud, en las relaciones con otras personas, en tu espiritualidad, etc. ¿Qué valor agregan estos hábitos a tu vida? ¿Qué valor le restan estos hábitos a tu vida?

6 Pasos Para Cambiar Hábitos Costosos

Una de las formas más poderosas de reducir tus gastos personales es cambiando o eliminando aquellos hábitos que te hacen gastar innecesariamente. Pero, cambiar tus hábitos no es tan fácil como parece, ¿cierto?

Hoy al terminar una rutina de resistencia en el gimnasio regresó a mi mente una metáfora que tengo muy presente. Cualquier reto al que te enfrentes en tu vida, se puede comparar con el levantamiento de pesas o ejercicios de resistencia. Así que, ¿cómo puedes crear un gimnasio para cambiar esos hábitos que causan fugas de efectivo en tu vida?

Levantamiento de pesas.
Los expertos hacen que parezca fácil. Foto por Jon Tunnell

1. Descubre y acepta tu situación actual

Lo primero que debes hacer cuando comienzas a hacer ejercicios de resistencia es evaluar cuál es el estado actual de tus músculos. En algunos gimnasios te harán pruebas complejas de resistencia cardiovascular, postura y otro montón de cosas. Pero básicamente lo que te interesa saber es ¿qué tan fuertes/débiles son tus músculos en este momento?

Para tus finanzas, debes evaluar exactamente a dónde se va el dinero y detectar cuáles son los hábitos que quieres cambiar para atacarlos directamente. No basta con decir “Quiero reducir mis gastos en 10%”, tienes que saber, con la mayor precisión posible que gastos vas a recortar. “Dejaré de comer fuera todos los días” o “Lavaré el automóvil en casa, en lugar de pagar por que lo hagan”, etc.

Importante: no te mortifiques juzgándote negativamente por su situación actual. Los “inadecuados” son tus hábitos, no tú como persona. De la misma forma en que tus músculos son débiles, no tú como persona.

2. Aumenta la resistencia gradualmente

En el entrenamiento de resistencia buscas levantar pesos que tus músculos sí puedan manejar, pero que estén cerca del límite de su capacidad. De esta forma, el rango de pesos que puedes levantar se expande. Entonces, puedes aumentar el peso porque el límite de su capacidad ha crecido. No es buena idea que el primer día en el gimnasio intentes levantar el peso más pesado que encuentres.

De la misma forma, si quieres cambiar tus hábitos debes ir aumentando la dificultad progresivamente. Por ejemplo, si quieres dejar de comprar tu almuerzo todos los días y comenzar a prepararlo en casa para llevarlo a tu trabajo, comienza llevando tu almuerzo una vez por semana. La siguiente semana, hazlo dos días. La tercera, tres; etc.

3. No te quedes en tu “zona cómoda” mucho tiempo

Es probable que conforme vayas aumentando al dificultad al cambiar un hábito, falles en alguna etapa. Lo mismo pasa cuando haces ejercicio de resistencia. Llega un momento en el que tus músculos fallan. Es momento de descansar.

Cuando estás cambiando tus hábitos para reducir tus gastos, puede suceder lo mismo. Retomando el ejemplo anterior, si en determinada semana no cumples con la cantidad de días que debías preparar tu almuerzo, no te preocupes. Repite esa semana varias veces hasta que te sientas “cómodo/a”. Entonces, aumenta de nuevo la dificultad y sigue avanzando.

4. Lleva un registro de tu avance

Una práctica muy común de quienes hacen levantamiento de pesas profesionalmente es documentar su avance detalladamente. Por medio de medidas detalladas o incluso fotografías, pueden fácilmente comparar su estado actual contra su estado hace 6 meses.

Como el objetivo de cambiar tus hábitos es ahorrar dinero, lo mejor que puedes hacer es registrar cuánto dinero has ahorrado gracias a los cambios que estás haciendo. Incluso, podrías apartar ese dinero que estás ahorrando para un gasto específico que tengas en mente. Si no haces visible de alguna forma tu avance, puedes frustrarte y pensar que no estás obteniendo resultados.

5. Busca apoyo moral

Es común que en los gimnasios veas a personas entrenando en parejas o grupos. Esto tiene varias ventajas. La principal es que se dan apoyo mutuo cuando la rutina se torna difícil. Otra ventaja es que tienes con quien platicar mientras descansas un poco 🙂

Si quieres cambiar hábitos en tu vida para reducir tus gastos, es importante que cuentes con el apoyo de tus familiares, amigos y/o compañeros de trabajo. El entorno en el que te desenvuelves puede impactar grandemente tus esfuerzos, para bien o para mal. Pasar mucho tiempo con gente negativa o que refuerza tus viejos hábitos hará más difícil el camino.

No te sientas mal si tienes que “despedir” a alguien en tu vida para poder realizar un cambio. Por ejemplo, si quieres dejar de fumar es más provechoso alejarte de las personas con quienes normalmente compartes “la hora del cigarrito”. Algunos seguramente se sentirán ofendidos por tu actitud, pero no hay ningún honor en mantener viva una relación que te perjudica. En todo caso, estás ayudando a otras personas con tu ejemplo.

6. No te compares con otros

Si te comparas con otras personas siempre encontrarás que hay quienes están en una mejor posición que tú, y quienes están en una peor posición que tú. No tiene sentido que hagas este tipo de comparaciones porque no te ayudan a seguir avanzando. Lo más probable es que te frustres.

Por esto, una de las razones más importantes por las que debes llevar un registro de tu avance es que te permite saber cuánto has avanzado desde que iniciaste a cambiar tu hábito. ¿Cuánto dinero has ahorrado? ¿Cuánto más podrías ahorrar?. Y te ayuda a enfocarte en ti mismo/a y no en otras personas.

Reducir Gastos vrs. Aumentar Ingresos (Parte I)

La base para que tus finanzas sean saludables es que tus ingresos sean mayores que tus gastos y que hagas algo productivo con la diferencia. Esto siempre es así, pero ahora que estamos en “crisis” cobra mayor importancia.

Es evidente que sólo hay dos formas de lograr que tus ingresos sean mayores que tus gastos:

  • Reducir tus gastos
  • Aumentar tus ingresos

En la primera parte de este artículo exploraré las diferentes formas de reducir tus gastos y algunos beneficios de reducir tus gastos que no son tan evidentes. En la segunda parte, exploraremos las formas de aumentar tus ingresos.

¿Listo/a? Comencemos con las formas en las que puedes reducir tus gastos:

Frugalidad

La forma más común de reducir los gastos personales es tomando una actitud frugal. Es una actitud bastante inteligente siempre y cuando no se lleve al extremo. Esta bien usar cupones del supermercado y aprovechar las ofertas y descuentos, pero al llevarlo al extremo puede ser contraproducente. Probablemente no sea buena idea gastar más en gasolina por viajar hasta la gasolinera que tiene el mejor precio.

También sería una mala decisión utilizar tu tiempo en tareas que podrías pagar por que alguien más las haga o posponerlas hasta otro momento. Esto es especialmente importante si puedes utilizar el tiempo libre extra para aumentar tus ingresos. Lo más importante aquí es tener un buen juicio.

Compras Inteligentes

Esto es en cierta forma, parte de una actitud frugal. Uno de los errores más comunes cometidos en nombre de la frugalidad es sacrificar la calidad por el precio, en contra de la conocida regla de que “lo barato sale caro”.

Es muy dificil hacer una compra efectiva cuando uno quiere encontrar un balance entre calidad y precio. Mi recomendación es que siempre que puedas te limites a comprar lo más barato, si no te importa la calidad (por ejemplo, si quieres comprar algo que sólo utilizarás una vez o para salir del paso) o compra lo de mejor calidad sin importar el precio (si lo que quieres es comprar algo que te dure mucho tiempo o no quieres aceptar las consecuencias de comprar algo de mala calidad).

Si no puedes pagar por la mejor calidad, es mejor esperar. Ahorra el dinero para hacer tu compra o aumenta tus ingresos para poder pagarlo. Pero no sacrifiques la calidad. Al final de cuentas terminarás pagando más reponiendo objetos de mala calidad con mayor frecuencia.

Elimina tus Deudas

Otra forma común de reducir tus gastos es eliminando tus deudas al máximo para evitar los gastos asociados a ellas. Especialmente las deudas que has utilizado para pagar cosas que no generan ningún ingreso. Hay diferentes formas de pagar tus deudas, escoge una y ¡acaba con ellas!

Reduce tus gastos… gastando

Sí, reduce tus gastos imprevistos gastando en adquirir un seguro que te cubra en accidentes, enfermedades, robos, etc. O crea un fondo con el que puedas cubrir gastos grandes que no ocurren siempre, como vacaciones, el pago inicial de un automóvil, etc.

Por ejemplo, crea un fondo de emergencia para tus gastos personales en caso de que no tengas ingresos. Esto es especialmente importante si tus ingresos son variables porque trabajas por tu cuenta.

¿Qué beneficios tiene reducir tus gastos?

Es evidente que reducir tus gastos tiene beneficios. Lo que no siempre es evidente es que el impacto que puede tener en tu vida reducir tus gastos va mas allá de tus finanzas. Reducir tus gastos puede…

  1. Eliminar el estrés. Esto surge principalmente cuanto pagas tus deudas y creas fondos de especiales para gastos grandes. Si logras eliminar la preocupación que te causan estas situaciones, podrás enfocarte mejor en aumentar tus fuentes de ingresos.
  2. Formar nuevos hábitos. Para muchas personas reducir los caprichos o pagar las deudas puede ser una tarea complicada porque les resulta dificil mantenerse en el camino correcto. Puedes ver tus gastos y deudas como una oportunidad para mejorar tu vida al desarrolar la disciplina necesaria para sobreponerte a todo tipo de obstáculos. Puedes compararlo con las pesas en un gimnasio. Es dificil levantarlas, pero lo importante no es únicamente levantarlas sino hacerte más fuerte en el proceso.
  3. Estimular tu creatividad. Cuando limitas las cosas que comprarás te enfrentarás con situaciones que tendrás que resolver sin utilizar dinero. En lugar de comprar los adornos de navidad los puedes fabricar tu mismo y convertirlo en una actividad familiar. En lugar de comer fuera los fines de semana, puedes aprovechar para enseñarles a tus hijos las recetas familiares… o probar la comida vegetariana.
  4. Salvar al planeta. Existen muchas alternativas de consumo que al mismo tiempo ayudan a proteger la isla en la que vivimos. Desde cosas simples como reutilizar hojas impresas aprovechando el lado en blanco, hasta utilizar energía solar para la energía de tu casa. O cambiar tu automóvil.

En la segunda parte de este artículo veremos las formas en que puedes aumentar tus ingresos o crear fuentes nuevas de ingresos. Mientras tanto te invito a que compartas en los comentarios ¿cuál ha sido tu experiencia reduciendo tus gastos personales? ¿qué te resulta fácil y qué te resulta dificil? ¿has identificado otras formas de reducción de gastos? ¡Gracias!

Gastos Personales ¿Cómo controlarlos?

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.

En el último artículo, hablé sobre cómo iniciar (o hacer crecer) tus ahorros. La clave para lograr eso es ahorrar 10% (o más) de tus ingresos y aprender a vivir con 90% (o menos) de tus ingresos. Pero, ¿cómo lograr controlar mis gastos para sobrevivir con 90% (o menos) de mis ingresos?.

La forma más directa de controlar tus gastos es utilizando un presupuesto.

Hay una infinidad de posibilidades para hacer un presupuesto. Puedes hacerlo tan sencillo o complejo como desees. Lo más importante es que tiene que ser un presupuesto que funcione para ti. Tiene que ser suficientemente sencillo para que sea fácil de usar, consultar y actualizar. Tiene que ser suficientemente completo para que refleje de la mejor forma posible la realidad de tus finanzas. No hay una sola “mejor forma” de hacer un presupuesto que aplique para todos. Sin embargo, hay algunos fundamentos que es bueno seguir para que tu presupuesto funcione. Puedes leer sobre estos fundamentos en este artículo.

Una vez que haz hecho tu presupuesto en papel, debes llevarlo a la práctica. Esto es algo que afectará directamente tu…

Estilo de Vida

Para muchos el obstáculo más grande para controlar sus gastos es el estilo de vida que llevan. Muchas personas no están dispuestas a sacrificar gastos innecesarios para poder vivir con el 90% de sus ingresos. Esto es común entre las personas a las que posiblemente escucharás diciendo “¿por qué ahorrar para el futuro si la vida es ahora? ¿no es mejor gastar el dinero ahora? De todas formas no estoy seguro de que vaya a estar vivo mañana, ¡hay que disfrutar la vida mientras se puede!”

Es completamente cierto, hay que disfrutar la vida mientras se puede; pero no es buena idea llevar esto al extremo. Hay un problema fundamental con llevar al extremo esta filosofía de vida. No puedes correr el riesgo de “vivir cada día como si fuera el último”. No puedes ir a gastarte todo tu dinero en alcohol y mujeres. Puedes tener la “mala suerte” de amanecer al día siguiente vivo, con resaca, sin dinero y con una esposa enojada. 😉

Existe un segundo grupo de personas que se resisten a un cambio en su estilo de vida. Este grupo de personas basa su estilo de vida en impresionar a otras personas con las cosas que compran. ¡Aunque tengan que endeudarse para hacerlo! Ropa de las mejores marcas, auto último modelo o cualquier otro juguete con el que puedan presumir. No quiero decir que estas cosas tengan algo de malo. Tienes todo el derecho de querer comprar juguetes caros. Pero si lo haces a costillas de la salud de tus finanzas, estás cavando un camino hacia una situación insostenible.

Finalmente, existe un tercer grupo de personas a quienes les resulta extremadamente difícil realizar un cambio de estilo de vida para ahorrar dinero. La mayoría de los lectores de este sitio, siendo latinoamericanos debe sospechar a quienes me refiero. Me refiero a las personas que viven en extrema pobreza. Lamentablemente, en latinoamérica esta todavía es una situación muy común.

Justamente hoy por la mañana tuve una conversación con alguien cercano que me hizo recordar que es difícil generalizar una regla como “guarda el 10% de tus ingresos” cuando tomas en cuenta los extremos. Vivir en extrema pobreza hace que sea casi imposible cumplir con una regla como esta. Es casi imposible darle vuelta a tu situación financiera cuando vives con lo mínimo. Pero la clave está en que es casi imposible, no imposible.

Esta última parte merece su tratamiento en uno (o varios) artículos aparte. Y dentro de las lecciones de El Hombre más Rico de Babilonia, hablaré más sobre este tema al llegar a la regla de “Aumenta tu capacidad de generar ingresos”

Mientras tanto, quisiera compartir una parte del libro que te ayuda a reflexionar sobre el uso de un presupuesto. Se trata de una comparación entre un presupuesto y…

La carga de un burro

Cuando Arkad, el hombre más rico de Babilonia, está describiendo cómo controlar los gastos de una persona uno de los alumnos se sobresalta, poniéndose a la defensiva porque no quiere hacer un presupuesto. El alumno dice que él es un hombre libre y que se rehúsa a convertirse en un “esclavo del presupuesto”. Él piensa que llevar y cumplir un presupuesto es una carga muy pesada, como los bultos de un burro de carga.

Arkad le responde con una pregunta: ¿quién haría tu presupuesto? ¿Si el burro pudiera escoger su carga, escogería lo más pesado? ¿o escogería balancear su carga con agua y alimentos para el viaje por el desierto?

El propósito del presupuesto no es privarte de cumplir tus deseos. El propósito es ayudarte a cumplir un objetivo más importante (tu libertad financiera) y proteger ese deseo mayor de tus caprichos casuales.

Conclusión

Esto es algo que ya he dicho antes, pero es importante así que no me importa repetirlo: Lo primero que tienes que tener claro antes de decidirte a controlar tus gastos (o tomar cualquier otra acción en relación a tus finanzas) es ¿cuál es el objetivo financiero que quieres alcanzar? sin esto, cualquier esfuerzo que hagas fácilmente se convertirá en un esfuerzo en vano. Si no sabes a donde vas, cualquier camino es bueno. O malo. Si sabes hacia donde vas, controlar tus finanzas tendrá sentido.

No le tengas miedo a un cambio de estilo de vida para ahorrar algo de dinero. Si tu objetivo es ahorrar dinero para obtener abundancia financiera en el futuro, el cambio de estilo de vida es sólo algo temporal.