Finanzas para Estudiantes Universitarios II: 7 Consejos

Ayer hablamos del consejo más importante que puedo ofrecerle a quienes no están comprometidos con su carrera al 100% – dejarla.

Hoy, para quienes están dispuestos a dar lo que se necesita y tienen la meta absolutamente clara de tener un título universitario, aquí están los mejores 7 consejos financieros que puedo ofrecer.

¡Espero que sean útiles!

1. Escoge tu Grupo

Para hacer que la inversión —de tiempo y dinero— en tu educación valga la pena, debes escoger a los socios adecuados.

De la misma forma en que escogerías a los socios para un negocio, escoge con quiénes te asocias en la universidad.

Desde trabajos en grupo hasta con quienes comes durante el descanso, las relaciones personales tienen un impacto extremo en tu desempeño.

Hazle a tus compañeros la pregunta de la que hablé ayer para asegurarte de que están alineados con tus metas y forma excelentes relaciones con ellos.

Y no me refiero a que solamente sean tus compañeros de clase. Haz buenos amigos, vayan a eventos juntos, aprendan juntos.

Superficialmente puede parecer que esto no se relaciona mucho con finanzas pero pronto descubrirás que sí lo hace. Y obtendrás mejores frutos si te aseguras de escoger de acuerdo a tus metas.

2. Usa Efectivo

Si eres como la mayoría de nosotros, en tu hogar, de niños y adolescentes nunca nos involucraron mucho en las finanzas familiares.

Cuando mucho te daban una mesada y te mandaban a comprar cosas a la tienda de la esquina. Y siempre olvidabas la cuenta. ¿Qué? ¿A ti no te pasaba eso? Bueno… a mi tampoco.

Al entrar a la universidad y comenzar a tener libertad sobre más decisiones que nunca antes, es fácil llevar malos hábitos (o falta de hábitos) a tus finanzas.

Por eso, mi recomendación es que no aceptes tarjetas de crédito ni de débito para estudiantes hasta tener al menos uno o dos años de práctica controlando tu efectivo de buena forma.

Cuando te pasas a la moneda digital es muy fácil perder de vista el verdadero límite de tu dinero (ya sea que tus papás de lo den o que tengas un empleo).

Simplemente se trata de aprender a caminar antes de aprender a correr.

3. Aprende el Juego

Mientras más temprano lo aprendas, mejor.

Me refiero al juego del dinero. A que la mejor forma de obtener más ingresos (siempre te caerá bien un poco de ingresos extras) es proveer valor para alguien.

Piensa en tus compañeros de clases. Tu, mejor que nadie sabes qué necesidades tienen, porque son muy similares a las tuyas.

¿Puedes vender algo en los tiempos de receso? ¿Puedes ofrecer tutorías para alguna clase? ¿Vender tus libros usados? ¿Hacer manualidades para el día del cariño o para cumpleaños? ¿Por qué cosas estarías dispuesto/a a pagar tú? ¿Puedes llenar esas necesidades?

Parafraseando a Guy Kawasaki: Es tu dinero el que está en sus billeteras. Encuentra una forma de sacar tu dinero de sus billeteras y meterlo en tu billetera.

4. Sácale el Jugo a Tu Inversión

Al ir al a universidad estás invirtiendo tiempo y dinero. El retorno de esta inversión no es fijo. Es variable y depende exclusivamente de tu esfuerzo por sacarle hasta la última gota.

Aprovecha si hay wi-fi gratis o salas de computación con internet gratis. Aprovecha toda la tecnología que puedas para no gastar en fotocopias, impresiones, llamadas por teléfono, etc.

Exprime la mente de tus catedráticos. No dejes de preguntar hasta que no tengas ni una sola duda más. La mayoría de catedráticos proporciona su correo electrónico o alguna otra forma de contactarlo directamente. Inúndalo con preguntas inteligentes, no sólo del tema de la clase.

Atiende a conferencias u otros eventos gratuitos siempre que puedas. En ocasiones serán aburridos y sin mucha aplicación para tu vida pero serán siempre una oportunidad de conocer personas nuevas y entablar relaciones fructíferas.

Si compras libros u otro material, asegúrate de usarlo completo y aún así dejarlo en buen estado para luego venderlo. ¡O no lo compres para empezar y usa la biblioteca!

5. Aprovecha las Actividades Extra

Como continuación de lo anterior, aprovecha las oportunidades que tienes para salir de la rutina y despejar tu mente.

Practica deportes, asiste a eventos culturales (esto incluye fiestas, claro), participa en excursiones o simplemente tírate en la grama y toca una guitarra.

El descanso es tan importante como el esfuerzo.

6. Consigue un trabajo

Principalmente por la experiencia y no por el dinero. Así que puede ser un trabajo voluntario, una pasantía o un empleo temporal.

Por ahora, a menos que sea totalmente necesario, enfócate en aprender. Pero lo que aprendes dentro del aula es sólo lo esencial que necesitarás en la vida real, así que compleméntalo con algo de acción.

Mientras más experiencia logres obtener mientras seas estudiante, estarás en mejor posición cuando te hayas graduado.

Habla con tus catedráticos sobre tu interés en poner en práctica tus conocimientos cuanto antes. Muchos de ellos, especialmente si reconocen tu esfuerzo, te pueden ayudar. Y se que esto funciona porque en mi caso, en todos los empleos que tuve quien me contrató fue un catedrático de la universidad.

7. Sigue Aprendiendo

Como habrás notado, no te he dicho que hagas un presupuesto personal o que ahorres siempre el 10% de tu dinero; lo cual es casi un sacrilegio en el mundo de las finanzas personales

Esto es así porque aunque te diga que lo hagas, seguramente no lo harás. De hecho, es posible que pedirte que hagas un presupuesto personal sea más bien una forma de alejarte de las finanzas personales.

Y es comprensible.

Es comprensible porque, luego de analizarlo detenidamente, creo que el contexto de la vida universitaria no justifica tener un presupuesto personal como el que tendrías si ya tuvieras un empleo o una familia.

Y no tiene mucho sentido pedirte que ahorres dinero si recibes lo justo para tus gastos estudiantiles. La historia cambia, claro, si consigues un empleo.

Pero si tomas mi consejo de utilizar sólo efectivo irás desarrollando naturalmente alguna forma de controlar tus gastos. Comienza con lo más básico que puedas pensar (ingresos – gastos = lo que sobra) y avanza desde ahí.

Si ya haces lo básico o ya tienes un empleo y necesitas comenzar con algo más avanzado, entonces ve abajo y visita los artículos recomendados y adáptalos a tus necesidades.

8. Extra: Atesora tus Trabajos Estudiantiles

Leonel Morales (que, como dato curioso fue director de la carrera que estudié en la universidad!) agregó en los comentarios esta excelente idea:

“Durante su vida estudiantil una persona hace cientos o miles de documentos, investigaciones, composiciones, dibujos, esquemas, hojas electrónicas, presentaciones, programas, páginas web y hasta videos. No hay razón para que todo ese trabajo se pierda y se olvide en algún disco por ahí.

Esos documentos se pueden ir organizando en un sitio web, en un blog, en Slide Share o algún otro servicio similar y por lo menos generan tráfico.
Por eso es importante hacerlos bien.”

Este material también puede ser como referencia en el futuro (en lugar de retomar un libro completo, por ejemplo) o incluso puede ser la base para un curso de refuerzo u otro tipo de “info-producto” para aportar valor a otros estudiantes!

Tu Tarea

No protestes, ya deberías estar acostumbrado/a.

Además está fácil y se vale copiar. 😉

Dependiendo de tus necesidades específicas, te recomiendo los siguientes artículos sobre temas más avanzados de finanzas personales para que los adaptes a tus necesidades:

¿Tienes alguna otra pregunta o duda? ¿Hay algo de tu situación en particular que no mencioné y necesitas ayuda? ¿Tienes algún consejo adicional para los estudiantes universitarios? ¡Deja un comentario! Si no quieres dejar tu nombre real escribe tus iniciales o escribe “Cheque en Blanco”.