Oferta y Demanda

Está virtualmente en todas partes. Desde la macroeconomía hasta la economía personal, la ley de la oferta y la demanda rige muchas situaciones de la vida. Es un concepto tan fundamental que es una cuestión más de comportamiento humano que simplemente de conceptos financieros.

Hoy, por ser viernes, hablaremos de este concepto fundamental. Pero, en lugar de definirla con términos técnicos, veamos cómo funciona.

¿Recuerdas cuando estabas en la secundaria y había una chica que era la más atractiva de la clase? Bien, piensa en ella (a lo mejor eras tú!). Seguramente recibía mucha atención de los hombres, ¿verdad? Recibía tanta atención que ella tenía la posibilidad de escoger al chico que quisiera.

Esa es la ley de la oferta y la demanda en acción.

Desde el punto de vista de ella, hay mucha más oferta de la que necesita. Por lo tanto, está en una posición con mayor “poder de negociación” que le permite escoger.

Desde el punto de vista de uno de sus pretendientes, la oferta es menor que la demanda. Por lo tanto, él se encuentra en una posición de menor poder que lo fuerza a competir con otros por la atención de ella.

Claro, la economía no se mete mucho con este tipo de situaciones porque no sería una ciencia exacta.

Pero este mismo comportamiento básico explica cosas como: por qué lo jugadores de fútbol ganan tanto dinero, por qué se paga una tasa de interés en un préstamo y por qué la “piratería” digital es tan difícil de combatir.

Veamos estos casos con más detalles.

Salarios

Ya he escrito antes sobre por qué los futbolistas ganan tanto dinero. La mayoría de los jugadores de fútbol son buenos o malos. Los excelentes jugadores son unos cuantos.

Los grandes equipos andan en busca de estos pocos excelentes jugadores para mejorar su equipo y su imagen pública. El estatus de “estrella” de los jugadores incrementa la posibilidad de vender entradas y mercadería del equipo.

Esto coloca a los equipos en una posición en la que están dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero para asegurarse una parte de la limitada oferta de excelentes jugadores.

El mismo concepto aplica al salario de un trabajador. Mientras más comunes son las habilidades del empleado, será más “reemplazable”. La oferta es mucho mayor que la demanda. Así, hay mucho más poder de negociación del lado del empleador. Él es quien decide cuánto pagar al trabajador; y si no está de acuerdo, será fácil encontrar un reemplazo.

Del otro lado del espectro, están los trabajadores con habilidades o conocimientos únicos y difícilmente reemplazables. En su caso, el poder de negociación está más balanceado o enteramente de su lado. Ellos pueden reemplazar a un empleador que no está dispuesto pagarle lo que él quiere.

Es importante notar que no estoy juzgando la moralidad de estas prácticas, o sugiriendo que sean “correctas” o “incorrectas”, eso es tema para otro artículo. Lo que hago es simplemente describir cómo la ley de oferta y demanda funciona en este caso. No voy a discutir si las leyes de salario mínimo o máximo son “la solución”.

Tasas de Interés

El interés es básicamente una forma de ponerle precio al dinero.

Supongamos que tengo $100 extras y que tú necesitas $100 extras. Podría simplemente darte el dinero bajo la promesa de que me lo devolverás después.

¿Pero qué pasa si hay 20 personas que necesitan $100 extras? ¿Cómo decido a quién darle los $100? Como hay más demanda que oferta, estoy en una posición en la que puedo pedir una retribución por otorgar el préstamo. Podría hacer una pequeña subasta para saber quién está dispuesto a pagar más en el futuro por tener el dinero ahora mismo.

Si la propuesta máxima fuera que me pagarás $120 de regreso, esa diferencia de $20 son los intereses.

Esta es una sobresimplificación de cómo funciona el mercado monetario, pero la idea fundamental es la misma.

De nuevo, no estoy diciendo que esta sea la forma “correcta” o “incorrecta” de prestar dinero. No voy a discutir si lo mejor sería dividir el dinero entre todos y que cada uno tenga $4.76 🙂

Piratería Digital

La definición tradicional de “robar” significa que tomas, sin permiso, algo que le pertenece a otra persona: Alicia tiene un par de zapatos y Brenda no tiene ninguno. Brenda roba el par de zapatos de Alicia. Estado final: Alicia ahora no tiene zapatos y Brenda tiene un par.

En términos de oferta y demanda, Brenda tiene una demanda de zapatos no satisfecha. Y la forma en que la satisfizo (robándole a Alicia) provoca que Alicia cambie de un estado de “demanda satisfecha” a “demanda insatisfecha”. Probablemente tenga que comprar otro par de zapatos, algo que no tendría que hacer si Brenda no le hubiera robado.

En otras palabras: la oferta se mantiene igual (hay un sólo par de zapatos), pero la demanda de Alicia se incrementa.

Esto es muy simple, pero ¿qué pasa con cosas “digitales”? Digamos, con un archivo MP3 o un programa para tu PC.

Cuando descargas un archivo MP3 ilegal, estás creando una copia del archivo. Si antes de que lo descargaras habían sólo 10 archivos, ahora hay 11.

La oferta se ha incrementado a un costo prácticamente nulo; y no hubo ningún cambio en la demanda de la persona que compartió originalmente el archivo. Ella aún tiene su copia del archivo.

Esta ligera diferencia tiene efectos interesantes. Con una oferta técnicamente infinita de archivos MP3, sin importar cuántas copias hagamos no estamos cambiando a nadie del estado “demanda de archivo MP3 satisfecha” a insatisfecha.

Así, es difícil equiparar el acto de descargar una canción ilegal con el significado tradicional de “robar” aún cuando es, de hecho, ilegal.

De nuevo, no estoy diciendo que la piratería sea “buena” o “mala”. Tampoco estoy defendiendo o atacando los modelos de negocios basados en escasez artificial como el de iTunes Store. No voy a discutir si The Pirate Bay es una muestra del apogeo de nuestra cultura. 🙂

Conclusión y lo que quiero que hagas

Como puedes ver el enlace entre oferta y demanda es un importante factor en la vida humana. En economía el estudio de la oferta y la demanda se centra específicamente en cómo los mercados establecen el precio de los bienes y servicios basados en la oferta y la demanda.

En siguientes artículos usaré este mismo concepto para ahondar en otros temas.

Por ahora, te aliento a que durante unos días observes situaciones de tu vida cotidiana que puedan analizarse desde el punto de vista de la oferta y la demanda. Luego, analiza ¿qué cosas se pueden hacer para alterar el balance actual de poder de negociación? ¿la oferta que tú haces es fácilmente reemplazable? ¿como podrías diferenciarte —profesional o personalmente— para satisfacer mejor una demanda?

Después de todo, cuando una mujer recibe mucha atención de parte de hombres, la atención y los detalles en sí pierden su valor (por que apreciamos más lo que tiene una oferta limitada). Uno debe aprender a hacer una mejor oferta, una oferta diferente, difícil de igualar. Pero eso también es tema para otro artículo. 🙂