Es común escuchar que tendrás que sufrir y hacer dolorosos sacrificios para mejorar tus finanzas. Y mentiría si te digo que salir de una situación financiera limitada no requerirá mucho esfuerzo o que no causará incomodidad o dolor.
Sin embargo, la presencia del esfuerzo y dolor no significa que tenga que existir sufrimiento y sacrificio.
¿Cuál es la diferencia?
El dolor es algo completamente natural. Es generalmente de naturaleza biológica. Es un requisito para el crecimiento y cumple un papel importante como mecanismo de retroalimentación en nuestras vidas. Es, en muchas ocasiones, el resultado de hacer grandes esfuerzos.
El sufrimiento, por otro lado, es la forma en que interpretamos el dolor. Es una condición enteramente opcional y en la mayoría de los casos, únicamente perpetúa el dolor en lugar de ayudarte a superarlo. El sufrimiento hace que la fuente del dolor se vea como un sacrificio impuesto por condiciones externas en lugar del resultado de un esfuerzo consciente.
El dolor es una condición natural, el sufrimiento es una actitud.
Veamos la analogía obligatoria.
Si vas al gimnasio para desarrollar tu masa muscular y aumentar tus fuerzas, necesitas levantar pesos que se encuentren en el límite de tu capacidad, causando dolor y agotamiento (tus fibras musculares se rompen conforme aumentas el esfuerzo y así crecen).
Pero, ¿no crees que sería un poco ridículo que anduvieras por el gimnasio quejándote por lo injusta que es tu vida porque las mancuernas son muy pesadas? ¿O que sospecharas que las mancuernas tienen algún problema personal contra ti y por eso te cuesta levantarlas?
¡Por supuesto que es ridículo! Aparte, eso no te ayudará a desarrollar tus músculos, que es, teóricamente, tu objetivo final.
¿Qué haces entonces con el dolor? Lo aceptas como parte natural del proceso. Lo sientes y lo utilizas a tu favor como retroalimentación.
No lo culpas, ni te haces la víctima, ni lo ignoras.
Finanzas Personales
En cuanto a tus finanzas personales, cualquier acción que valga la pena tomar para mejorar tu situación requiere cierta cantidad de esfuerzo y podría resultar dolorosa en el corto plazo. Esta es la “barrera de entrada” antes de alcanzar tus metas.
Por ejemplo:
- Reducir tus gastos
- Aumentar tu productividad
- Iniciar un negocio
- Conseguir un empleo
- Renunciar a un empleo
- Iniciar tus ahorros
- Invertir en aprendizaje
- Administrar el riesgo de tus inversiones
¿Haz realizado alguna de estas acciones? ¿cuál es tu reacción al encontrar resistencia? ¿aceptas la incomodidad o dolor como parte del proceso?
Durante una o dos semanas, intenta analizar tus reacciones ante situaciones incómodas o que requieren una mayor esfuerzo. El mejor momento para capturar tu reacción es cuando te des cuenta de que estás quejándote sobre una situación.
Pregúntate: ¿realmente debería sufrir por esta situación o es simplemente algo temporal que me hará crecer? ¿cuál es la meta que busco al hacer este esfuerzo? Si tengo una meta, ¿realmente es un “sacrificio” o es simplemente el esfuerzo necesario para lograrlo?
Cubrir el dolor con un manto de sufrimiento es como tratar de escapar de un cuarto tirando de la puerta con todas tus fuerzas sin tener éxito. Aprender a observar tu dolor —y aprender de él sin sufrimiento— es como darte cuenta de que la puerta se abre empujando. 😉