Ayer creaste una serie de metas específicas para lograr este año en relación a tus finanzas. En la actividad de hoy, analizarás tus gastos tomando en cuenta esas metas para que tú mismo/a decidas qué cambios son necesarios para lograrlas.
Analizando tus gastos
De nuevo, en una hoja de papel (o electrónica) lista tus gastos para este año. Puedes usar como base el listado de gastos de tu Estado de Resultados, pero asegúrate de agregar cualquier gasto nuevo y eliminar los que ya no vayas a tener.
En este paso, puedes obviar los gastos que tienes de pago de deudas porque lo importante es entender la importancia real de cada uno de tus gastos en relación a tus metas. Para esto, reordenarás tu lista de gastos de una forma especial.
¿Cómo la reordenas? Mira cada gasto en tu lista y piensa en qué tan importante es para lograr las metas que estableciste ayer. ¿cómo te hace sentir haber gastado en cada categoría? ¿preferirías haber utilizado tu dinero en una categoría diferente?
Selecciona el gasto más importante para cumplir tus metas y escribe un número uno al lado. Luego, selecciona el más importante del resto de gastos y escribe un número dos. Sucesivamente, marca todos tus gastos hasta que todos tengan un número a su lado que denota su importancia relativa. A continuación, reescribe la lista con el nuevo orden de importancia.
El objetivo es que al final tengas una lista que comience con el gasto más importante y esencial para cumplir tus metas, y termine con el menos importante (y por lo tanto, el más fácil de reducir).
Esto puede tomar un tiempo pero vale la pena. Es probable que te topes con dos gastos entre los que no puedes decidir cuál es más importante. Esta bien si los ves con el mismo nivel de importancia, lo esencial es que tengas una idea general de qué tan relevantes son para tus metas.
¿Qué puedes reducir?
Ahora que ya tienes tu lista ordenada por importancia, viene una de las tareas más importantes de todo el programa.
Aquí es donde decides qué en qué cosas dejarás de gastar porque no te ayudan en nada a alcanzar tus objetivos. En otras palabras, eliminarás gastos superfluos que únicamente sacan dinero de tu bolsa pero no te devuelven nada.
Para esto, comienza de abajo hacia arriba y responde: ¿como te sentirías si eliminas al 100% este gasto? ¿habrían serias consecuencias si lo elimino o simplemente me sentiría incómodo/a? ¿Este gasto es un gusto o una necesidad? ¿Es más importante cumplir mis metas cuanto antes o mantener este gasto?
Al responder estas preguntas es muy probable que encuentres mucha resistencia interna hacia realizar un cambio. Pueden surgir muchas justificaciones para mantenerlo, pero debes analizar ¿cuál es el origen de esas justificaciones?
Por ejemplo, ¿qué pasaría si estás analizando tu categoría de gastos “Salidas al cine”? Podrías decir que el entretenimiento es una necesidad humana y que, de hecho, te ayudará a mantenerte motivado/a para cumplir tus metas. Y tendrías toda la razón, pero ¿ir al cine es la única forma de entretenimiento? ¿hay alguna forma en que puedas entretenerte sin gastar ese dinero? Si no quieres eliminar por completo ese gasto, ¿al menos podrías reducirlo?
Y en lugar de “salidas al cine” puede ser cualquier cosa. Los pagos de tu televisor/auto/juguete nuevo, televisión por cable, comidas fuera, regalos, ropa, zapatos, joyas, etc. Cualesquiera que sean tus decisiones en cuanto a tus gastos, lo más importante es que estés consciente de que estás decidiendo hacer cambios para cumplir tus propias metas.
¡Y eso es todo por hoy! ¿Qué te ha parecido la actividad de hoy? ¿Cuáles son los gastos que más difíciles consideras de reducir? ¡Cualquier pregunta o comentario es bienvenido!
¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.