Gastos Personales ¿Cómo controlarlos?

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.

En el último artículo, hablé sobre cómo iniciar (o hacer crecer) tus ahorros. La clave para lograr eso es ahorrar 10% (o más) de tus ingresos y aprender a vivir con 90% (o menos) de tus ingresos. Pero, ¿cómo lograr controlar mis gastos para sobrevivir con 90% (o menos) de mis ingresos?.

La forma más directa de controlar tus gastos es utilizando un presupuesto.

Hay una infinidad de posibilidades para hacer un presupuesto. Puedes hacerlo tan sencillo o complejo como desees. Lo más importante es que tiene que ser un presupuesto que funcione para ti. Tiene que ser suficientemente sencillo para que sea fácil de usar, consultar y actualizar. Tiene que ser suficientemente completo para que refleje de la mejor forma posible la realidad de tus finanzas. No hay una sola “mejor forma” de hacer un presupuesto que aplique para todos. Sin embargo, hay algunos fundamentos que es bueno seguir para que tu presupuesto funcione. Puedes leer sobre estos fundamentos en este artículo.

Una vez que haz hecho tu presupuesto en papel, debes llevarlo a la práctica. Esto es algo que afectará directamente tu…

Estilo de Vida

Para muchos el obstáculo más grande para controlar sus gastos es el estilo de vida que llevan. Muchas personas no están dispuestas a sacrificar gastos innecesarios para poder vivir con el 90% de sus ingresos. Esto es común entre las personas a las que posiblemente escucharás diciendo “¿por qué ahorrar para el futuro si la vida es ahora? ¿no es mejor gastar el dinero ahora? De todas formas no estoy seguro de que vaya a estar vivo mañana, ¡hay que disfrutar la vida mientras se puede!”

Es completamente cierto, hay que disfrutar la vida mientras se puede; pero no es buena idea llevar esto al extremo. Hay un problema fundamental con llevar al extremo esta filosofía de vida. No puedes correr el riesgo de “vivir cada día como si fuera el último”. No puedes ir a gastarte todo tu dinero en alcohol y mujeres. Puedes tener la “mala suerte” de amanecer al día siguiente vivo, con resaca, sin dinero y con una esposa enojada. 😉

Existe un segundo grupo de personas que se resisten a un cambio en su estilo de vida. Este grupo de personas basa su estilo de vida en impresionar a otras personas con las cosas que compran. ¡Aunque tengan que endeudarse para hacerlo! Ropa de las mejores marcas, auto último modelo o cualquier otro juguete con el que puedan presumir. No quiero decir que estas cosas tengan algo de malo. Tienes todo el derecho de querer comprar juguetes caros. Pero si lo haces a costillas de la salud de tus finanzas, estás cavando un camino hacia una situación insostenible.

Finalmente, existe un tercer grupo de personas a quienes les resulta extremadamente difícil realizar un cambio de estilo de vida para ahorrar dinero. La mayoría de los lectores de este sitio, siendo latinoamericanos debe sospechar a quienes me refiero. Me refiero a las personas que viven en extrema pobreza. Lamentablemente, en latinoamérica esta todavía es una situación muy común.

Justamente hoy por la mañana tuve una conversación con alguien cercano que me hizo recordar que es difícil generalizar una regla como “guarda el 10% de tus ingresos” cuando tomas en cuenta los extremos. Vivir en extrema pobreza hace que sea casi imposible cumplir con una regla como esta. Es casi imposible darle vuelta a tu situación financiera cuando vives con lo mínimo. Pero la clave está en que es casi imposible, no imposible.

Esta última parte merece su tratamiento en uno (o varios) artículos aparte. Y dentro de las lecciones de El Hombre más Rico de Babilonia, hablaré más sobre este tema al llegar a la regla de “Aumenta tu capacidad de generar ingresos”

Mientras tanto, quisiera compartir una parte del libro que te ayuda a reflexionar sobre el uso de un presupuesto. Se trata de una comparación entre un presupuesto y…

La carga de un burro

Cuando Arkad, el hombre más rico de Babilonia, está describiendo cómo controlar los gastos de una persona uno de los alumnos se sobresalta, poniéndose a la defensiva porque no quiere hacer un presupuesto. El alumno dice que él es un hombre libre y que se rehúsa a convertirse en un “esclavo del presupuesto”. Él piensa que llevar y cumplir un presupuesto es una carga muy pesada, como los bultos de un burro de carga.

Arkad le responde con una pregunta: ¿quién haría tu presupuesto? ¿Si el burro pudiera escoger su carga, escogería lo más pesado? ¿o escogería balancear su carga con agua y alimentos para el viaje por el desierto?

El propósito del presupuesto no es privarte de cumplir tus deseos. El propósito es ayudarte a cumplir un objetivo más importante (tu libertad financiera) y proteger ese deseo mayor de tus caprichos casuales.

Conclusión

Esto es algo que ya he dicho antes, pero es importante así que no me importa repetirlo: Lo primero que tienes que tener claro antes de decidirte a controlar tus gastos (o tomar cualquier otra acción en relación a tus finanzas) es ¿cuál es el objetivo financiero que quieres alcanzar? sin esto, cualquier esfuerzo que hagas fácilmente se convertirá en un esfuerzo en vano. Si no sabes a donde vas, cualquier camino es bueno. O malo. Si sabes hacia donde vas, controlar tus finanzas tendrá sentido.

No le tengas miedo a un cambio de estilo de vida para ahorrar algo de dinero. Si tu objetivo es ahorrar dinero para obtener abundancia financiera en el futuro, el cambio de estilo de vida es sólo algo temporal.

Sólo hay 2 formas de ahorrar

Ahorra y sal de la pobreza

La clave para salir de una situación financiera limitada es invertir. Pero para poder invertir se necesita capital. Pues adivina ¿de dónde podrás obtener el capital?. Claro, del ahorro. El ahorro que luego inviertes.

Sabiendo esto querrás saber ¿Cómo ahorrar? ¿Cuáles son las mejores formas de ahorrar? Estas preguntas se simplifican mucho si te das cuenta de que en realidad sólo existen dos formas de ahorrar dinero.

Ahorrar vrs. Economizar

¿Cuál es la diferencia entre ahorrar y economizar? Es común que exista una ligera diferencia en la interpretación de estos dos términos. “Ahorrar” por lo general se refiere a apartar una cantidad de dinero para no gastarlo de inmediato sino para utilizarlo en algún momento futuro. El ejemplo clásico es tener una Cuenta Bancaria de Ahorro.

Por otro lado, “Economizar” se refiere a recortar la cantidad de dinero que tenías destinada para algún gasto y si ese sobrante lo guardas para utilizarlo en el futuro, lo estás ahorrando.

Ahí lo tienes, esas son las únicas dos formas de ahorrar:

  • Apartando una cantidad cada mes destinándola a tus ahorros
  • Economizando en tus gastos ya previstos y ahorrando las diferencias que logres.

Veamos a detalle cada una de ellas.

Cóbrate Primero

Un consejo muy útil para mantener el hábito del ahorro es que siempre incluyas en tu presupuesto una categoría de “gastos” en donde asignas la cantidad de dinero que deseas pagarte a ti mismo. Este pago, será el dinero que usarás para luego invertirlo, para crear un fondo de emergencias o simplemente para lograr comprar algo que aún no puedes pagar.

Es probable que sientas la necesidad de ceder y no pagarte a ti mismo porque, por ejemplo, prefieres disminuir tus deudas primero. Sin embargo, aunque parezca equivocado o contraintuitivo, es mejor que siempre te pagues algo a ti mismo. Si te encuentras en una situación así, considera esto: En el libro “Padre Rico, Padre Pobre”, Robert Kiyosaki explica que para lograr siempre pagarte primero debes convertirte en el peor cobrador de todos. Seguramente sabes que cuando un cobrador te molesta tanto hasta el punto en que te desespera, le pagas para poder librarte de él. Esas características debes tener en relación a cobrar tu pago. Debes ser el cobrador al que no quieres deberle. Así lograras pagarte primero.

Dependiendo del objetivo que tengas para tu ahorro puede ser que te convenga utilizar una simple cuenta de ahorros en un banco o buscar algo más sofisticado como una cuenta de ahorro a plazo fijo o una inversión a corto/mediano plazo. Usando alguno de esos instrumentos puedes ganar intereses al mismo tiempo que ahorras tu dinero de forma segura.

Guarda lo que te sobra

Durante el mes vas gastando conforme lo habías planificado en tu presupuesto. Es posible que te sobre dinero en algunas categorías. Si al sumar todas las diferencias que encontraste te queda algún sobrante, debes decidir qué hacer con ese dinero. Esto es a lo que muchas personas se refieren comúnmente como “economizar”, es decir, reducir los gastos intencionalmente para crear un sobrante.

Luego, debes decidir que hacer con tu sobrante. Básicamente tienes dos opciones:

  1. Mantener la cantidad en tu presupuesto sin ningún cambio. Así, el siguiente mes seguirás teniendo holgura en la categoría en la que tuviste una diferencia.
  2. Ajustar las cantidades en tu presupuesto y asignando desde antes las diferencias a otra categoría, por ejemplo, tu ahorro fijo.

Podría decirse que para un buen hábito de ahorro, cobrarte primero es una regla obligatoria. Guardar lo que te sobra, es opcional. De cualquier manera, si no guardas lo que te sobró en el mes, aún estarás ahorrando lo que destinaste específicamente para ahorro en tu presupuesto. Por supuesto para lograr todo esto, es esencial que primero hagas tu presupuesto.

Conclusión

Como puedes notar esta filosofía de ahorro es muy simple, especialmente porque todo queda reducido a dos opciones. Además, es más inteligente ahorrar de esta forma y no cómo lo hace la mayoría de personas: en primer lugar, ahorrando lo que les sobra de sus gastos (si les sobra algo) y muy pocas veces, destinando una cantidad fija para esto. Exactamente lo opuesto a lo que acabas de leer.