En una reunión social no debes hablar de política, religión, sexo o dinero. Tienes que limitarte a hablar de temas no controvertidos en los que todos estemos de acuerdo. ¿Cierto?
A menos, por supuesto, que sepas que las personas estarán de acuerdo con lo que digas. Cero discrepancias, todos en paz. Si hablas de política, simplemente menciona que los políticos siempre son corruptos, que no deberían haber más impuestos (o que sí deberían haber más impuestos) y que el gobierno está mal. Si hay algún político en la reunión, mejor pasa a otro tema. No hables de homosexuales si hay alguno en presente. ¡Y nunca hables de religión!
¿Qué pasa si cometes la locura de preguntarle a alguien cuánto dinero gana? Si gana muy poco dinero, no te querrá decir. Se sentirá incómodo, inferior. ¿Y si gana mucho? No debería decirlo porque no hay que ser presumido.
Todos estos temas son de mal gusto.
¿Por qué?
Temas Tabú
La palabra “tabú” viene de unas remotas islas en el Pacífico. Significa “prohibido” o “santo”. Y no es coincidencia que los temas tabú en nuestra sociedad son cosas “prohibidas”, “santas”, o ambas.
El dinero se vuelve un tabú porque se encuentra en el centro de muchas actividades humanas. Para divertirte, usas dinero. Para casarte, usas dinero. Para ganar dinero, necesitas dinero. Estando presente en la mayoría de las áreas de la vida se vuelve un tema sensible.
Como decía antes, si en una reunión le preguntas a alguien sobre sus ingresos, puedes estar entrando en terrenos pantanosos. Los haces sentir incómodos. ¿O es que si alguien te preguntara a ti sobre el dinero te sientes incómodo? ¿Tu valor como persona está ligado a tus posesiones? ¿Sentirías que si no tienes las cosas que la sociedad demanda de una persona exitosa, eres inferior? ¿Sentirías que si no hablas de tu automóvil último modelo no estarás a la altura? ¿Si no tienes un televisor plasma eres pobre? Pero no digas tampoco que tienes mucho dinero. Pensarán que eres como todos esos que venden su alma al diablo para ser millonarios. Tienes que decir que ganaste tu dinero en un trabajo que no te gusta, pero que tienes que soportar. No tienes opción.
Si el dinero es un tabú, tenerlo es un pecado. Irónicamente, no tenerlo también es un pecado.
Rompe las Reglas
Sin importar cuáles sean tus objetivos en la vida, las personas que no están abiertas a discutir temas con seriedad y una mente abierta, te impedirán avanzar a tu máxima velocidad. El hecho de que durante toda tu vida nunca hayas podido hablar abiertamente sobre estos temas no significa que no debas hacerlo. Tampoco significa que no hayan personas dispuestas a discutir abierta e inteligentemente sobre temas importantes.
Hay muchas reglas sociales que simplemente no sirven para nada, dadas las circunstancias actuales. Seguramente en algún momento, en una situación social diferente, con problemas diferentes, tenían un propósito. Pero si en este momento, no nos están ayudando a solucionar los problemas importantes de la humanidad es hora de dejarlas atrás. Y ten en cuenta que solucionar los problemas de la humanidad incluye, evidentemente, solucionar los tuyos.
No creo que sea una simple coincidencia que la mayoría de los problemas importantes del mundo giren en torno a estos temas tabú. Si no estamos listos para discutirlos durante la cena, ¿estamos listos para resolverlos a una escala mundial? ¿qué puedes hacer para tener un impacto positivo en tu mundo -tu familia, tus amigos- en relación con estos temas?
Aprovechando que tengo tu atención, me gustaría sugerir un lugar especial en donde podrás discutir abierta e inteligentemente estos temas.
“No preguntes qué es lo que el mundo necesita, pregúntate qué es lo que te hace sentir vivo. Porque lo que el mundo necesita, son personas que se sientan realmente vivas.” – Howard Thurman