La Diferencia entre Estabilidad Laboral y Seguridad Financiera

La razón #1 por la que deberías renunciar a tu empleo (al menos según este artículo) es que tener un empleo es más arriesgado que trabajar por tu cuenta.

Esto suena contra-intuitivo para la mayoría de personas. Lo más común es equiparar la estabilidad laboral con seguridad financiera. Pero de hecho, al analizar detenidamente la situación y evaluar el riesgo de perder tus ingresos, se puede concluir lo opuesto: Depender de un empleo es mucho más arriesgado que trabajar por tu cuenta o tener un negocio propio.

Estabilidad vs. Riesgo

Tanto si tienes un empleo como si tienes un negocio propio o eres freelancer puedes perder tus ingresos. La diferencia está en cuántas cosas tienen que suceder para que pierdas tus ingresos y cuántas de esas cosas están bajo tu control.

La idea es que si tienes un empleo tienes ingresos más estables pero con un alto riesgo porque no tienes control.

Si tienes un negocio propio o eres freelancer tienes ingresos más inestables pero con bajo riestgo porque tienes más control.

Analicemos la situación con un ejemplo.

El caso de Ana y Brenda.

Ana es empleada. Tiene 4 años de trabajar en el mismo lugar en una empresa mediana, si hiciéramos una gráfica de sus ingresos se vería así:

Ingresos Ana

Brenda tiene 4 años de ser freelancer en la misma industria que Ana, y tiene una base de clientes (empeñas pequeñas y medianas, como la empresa donde trabaja Ana). Si hicieramos una gráfica de sus ingresos se vería así:

Ingresos Brenda

Evidentemente los ingresos de Ana son más estables que los de Brenda. Los ingresos de Brenda tienden a “fluctuar” más porque no todos los clientes piden trabajos todo el tiempo, algunos clientes solo piden trabajo una vez y no vuelven, otros se tardan mucho en pagar, etc.

Por el contrario, el salario de Ana es depositado puntualmente en su cuenta bancaria al final de cada mes.

Sin embargo, mi afirmación es que la situación de Ana es más riesgosa que la de Brenda. ¿Por qué?

Supongamos que luego de los 4 años llega una recesión económica global. No se de donde saco esas ideas alocadas, pero supongamos que puede pasar…

La empresa de Ana decide que debe reducir sus gastos operativos y debe “dejar ir” a algunos de sus empleados. A Ana le llega un aviso de Recursos Humanos diciéndole que el próximo mes dejará de ser empleada de la empresa.

¿Cómo se vería su gráfica de ingresos después del despido?

Recesión y Ana

¡Por supuesto, la recesión económica también afecta a Brenda! Los clientes ya no quieren pagar tanto, algunos ya ni siquiera quieren pagar por sus servicios, ella también siente los efectos.

En el peor de los casos, sus ingresos se irán a cero. Pero lo más probable es que no todos los clientes dejer de comprar al mismo tiempo. Al tener una base amplia de clientes, Brenda ha efectivamente diversificado sus fuentes de ingresos. No depende de una sola fuente de ingresos. Su gráfica podría verse algo así:

Recesión y Brenda

Aquí es donde se aclara por qué digo que la situación de Ana es más estable pero más riesgosa que la de Brenda:

Mientras más tiempo tengas para responder y más elementos tengas bajo tu control, mayor será tu capacidad para mitigar el riesgo o corregir las consecuencias.

¿Cúanto tiempo tiene Ana para responder ante el cambio en sus ingresos? En esta situación, ¿qué influencias tiene sobre la empresa y su trabajo? ¿Cuántas cosas tiene Brenda bajo su control? ¿Qué influencia tiene sobre su propia empresa y su trabajo?

Comparación Ana y Brenda

Ana, aunque en algunos puestos puede tener algún tipo de impacto sobre las decisiones de la empresa, si ya decidieron despedirla no hay mucho que pueda hacer. Por el contrario, Brenda, está al mando de su propia operación. Definitivamente no tiene todo bajo su control. Hay condiciones de mercado, competencia, etc., que no puede controlar pero tiene más control que Ana.

¿De qué sirve saber esto?

Para tomar decisiones, claro.

El punto es este: Tener un empleo es más riesgoso que trabajar por tu cuenta (por el tema del control). Pero los ingresos que se obtienen por un empleo son más estables y esa estabilidad las personas la confunden con seguridad, que no es lo mismo.

Estoy seguro de que no todos quieren tener un negocio propio o trabajar por cuenta propia. Si eres feliz con tu empleo y valoras más la estabilidad sobre la seguridad, por ni no hay ningún problema. Y tampoco será un problema para ti porque tomaste una decisión consciente.

Pero si estás “en la cerca” y no sabes si quieres seguir en un empleo o no, si no estás tan seguro/a de que ser empleado/a es lo tuyo, la idea de este artículo es darte ese empujón que hace falta.

“Pero el 90% de los negocios fracasan!”

Si, en eso estamos de acuerdo!

Y antes de que lo olvide, el hecho de que no ser empleado te de más control y menos riesgo, no quiere decir que sea más fácil. Pero eso ya lo sabes 😉

Auto-empleado: ¿Estás cometiendo este grave error?

Desde que publiqué el artículo “7 Razones para Renunciar a tu Empleo“, éste ha sido uno de los más populares del blog. Ha recibido miles de visitas y muchas personas me han contactado contándome cómo ese artículo les ayudó a tomar la decisión de finalmente renunciar a un empleo que no les satisfacía.

Lo escribí unos días antes de que se hiciera efectiva mi renuncia a mi último empleo y lo publiqué justamente el último día que trabajé.

En ese momento, ya llevaba un intento fallido de iniciar una empresa en mi historial y estaba convencido de que esta vez estaba en una mejor posición para crear un negocio exitoso.

Y así fue… ¿verdad?

El Error Crucial

Una de las razones más importantes por las que mi primer negocio fracasó fue que me sentía mucho más feliz por ser desempleado que por ser emprendedor. Me sentía muy feliz por poder hacer con mi tiempo lo que quisiera, no tener que responder a un jefe y poder trabajar donde y cuando quisiera. Me sentía tan feliz por esto, que olvidé tomar responsabilidad por hacer funcionar el negocio.

Lo más notable de esta situación es que no se trató un error “técnico” de negocios sino un error personal, más relacionado con el aspecto emocional que con el aspecto intelectual.

No hubo mala planificación de flujos de efectivo (porque no hubo flujos de efectivo para empezar). No hubo una mala selección de nicho de mercado (porque nunca nos llegamos a decidir por un nicho). No hubo clientes o proveedores que nos estafaran (ya te puedes imaginar por qué).

Así de malo fue mi primer negocio. 🙂

Por eso regresé a trabajar en una empresa donde había trabajado antes; quienes, afortunadamente, me recibieron de regreso en mi puesto anterior. Pero esta vez tenía total claridad sobre mi objetivo: pagar completamente mis deudas y volver a intentarlo.

Así que pasaron los meses, creé este sitio, me enfoqué en mis metas financieras y finalmente renuncié para intentarlo otra vez.

¿Y cómo me fue la segunda vez? Igual. Al menos durante los primeros meses.

El Segundo Error Crucial

Dicen que sólo los humanos podemos tropezarnos dos veces con la misma piedra. Peor aún, cuando ni siquiera te has dado cuenta de que existe una piedra.

Sucede que durante los primeros meses del 2009 cometí exactamente el mismo error. De nuevo, me enamoré más de la idea de ser un espíritu libre que podía darse el lujo de trabajar cuando y dónde quisiera. Lo que frecuentemente significaba en realidad, no trabajar.

No fue sino hasta mediados del 2009 que noté que estaba dejando de lado, otra vez, la responsabilidad sobre mi vida y mis ingresos, por estar muy feliz siendo desempleado.

En ese momento comencé a tomar pasos, al principio pequeños, para tomar completa responsabilidad de que mis esfuerzos como emprendedor rindieran frutos.

En el caso de Economía Personal, fue hasta esos meses cuando comencé a usar Twitter en serio (sígueme!). Creé la página en Facebook (hazte fan!), comencé a hacer encuestas a los lectores para conocer sus opiniones, hice un “experimento” de publicar a diario durante 30 días, etc.

Y los efectos fueron notables.

Los números comenzaron a subir. Tráfico, suscriptores, seguidores, fans e ingresos por publicidad. Los lectores comenzaron a contactarme más seguido, recibí algunas ofertas de negocios (algunas que rechacé porque no eran más que estafas disfrazadas).

Pero en general, puedo decir que comencé a generar más valor que es el fundamento de todo negocio.

Así que mi intención es que todos quienes piensan en renunciar para trabajar por su cuenta o quienes ya lo hicieron reflexionen sobre este punto crucial que no se encuentra en los libros de administración ni lo enseñan en las maestrías de negocios.

¿Te estás tomando en serio lo de ser emprendedor? ¿tus acciones reflejan realmente los motivos por los que renunciaste a tu empleo? ¿o es que simplemente estabas huyendo sin saber a dónde ir?

Todos debemos aprender de nuestros propios errores, pero siempre podemos tomar el atajo de aprender de los de alguien más. ¡Éxitos!