Preguntas de los Lectores #4 – ¿Estás en la Cerca?

Hoy daré respuesta a un mensaje que me envió José Ramón por correo. Decidí separarlo en partes para tocar diferentes temas, al final, me gustaría que dejaras tu opinión y tus propios consejos. ¡Entre todos nos ayudamos mejor!

Parece ser que, básicamente, existen dos grupos de personas: las que se dejan llevar (Maktub, ya está todo escrito) y las que se pelean todos los días con su destino para mejorarlo. Creo pertenecer al segundo grupo; pero en la práctica sigo trabajando en el mismo sitio 11 horas durante los últimos 15 años.

Estoy de acuerdo con esta separación de personas. Hay quienes se quejan y quienes hacen algo al respecto. El hecho de que estés leyendo esto, me parece que te pone en el terreno de quienes hacen algo al respecto. O cuando menos, estás en la cerca que divide los terrenos. ¡Vamos salta!

Como nota lateral quisiera agregar que también se puede dividir a las personas en estos dos grupos: las que terminan lo que empiezan…

Es mucho trabajo pero es buen sueldo, y no consigo justificar el dejarlo (me gusta el trabajo pero no el ritmo impuesto) a cambio de poner en práctica “ideas” que no me terminan de convencer…

Cuando he puesto en marcha algún negocio alternativo en el tiempo que me quedaba libre, misteriosamente mi trabajo de toda la vida me exigía un esfuerzo que impedía el desarrollo de dicho negocio de manera que eliminaba el tiempo necesario para desarrollarlo, y vuelta a empezar.

Me parece que tu afirmación de pertenecer al segundo grupo de personas te pone en la cerca, y el salto final será cuando aceptes que no es que no te alcance el “tiempo que me quedaba libre”, es “el tiempo que he decidido dedicarle a mi idea”.

No es que misteriosamente tu trabajo de pronto exige más. El misterio se acaba cuando te das cuenta de que son tus decisiones las que provocan el resultado. Eres tú —nadie te obliga en realidad— a dedicarle más tiempo a tu empleo.

No es que tu trabajo elimina el tiempo necesario para tu negocio, eres tú, y sólo tú, quien está tomando esa decisión.

Entiendo que hay consecuencias que prefieres no aceptar (como el impacto en tu vida de dejar el empleo así sin más), pero el simple hecho de cambiar tu perspectiva de lugar te abre muchas posibilidades.

Cambiar de aceptar que “las consecuencias no te lo permiten” a pensar en “qué puedo hacer para crear las circunstancias adecuadas para lanzar mi negocio”.

Ahora, no quisiera que me interpretes mal. No se trata de hacerte sentir mal porque eres tú. ¡Todo lo contrario! La idea es que aceptes que tienes todo el poder que se necesita para tomar una decisión: cambiar de empleo, reducir tus horas de trabajo, renunciar por completo al empleo, negociar más horas libres, aprender nuevas formas de llevar a cabo tu negocio con tecnología que te permita automatizar, etc. Las opciones son innumerables.

Aunque creo que comprendo las ideas que transmites en tu blog, no consigo dar con la “tecla” adecuada (ni siquiera con el “conjunto de teclas”) para salir de la llamada Carrera de Ratas (ese término sí que está muy bien definido) .

Creo que esto, es justamente lo que te hará completamente pasar al segundo grupo de personas de las que hablamos: La clave para acabar con tu búsqueda por la “tecla” es que dejes de buscarla!

Entiendo a lo que te refieres, pero lo que buscas, un tipo de epifanía quizás, no la encontrarás en ningún blog, ni en ningún libro, ni nada por el estilo. Acá podrías encontrar técnicas, tácticas, estrategias, consejos, etc. Pero el verdadero cambio, siempre viene desde adentro.

Esto suele ser difícil de aceptar en el fondo. Aunque intelectualmente comprendamos la diferencia entre un cambio pasajero motivado por algo externo y un cambio de carácter que viene “desde adentro”, es dificil actuar en consecuencia cuando se tiene el hábito de buscar cambios superficiales.

Uno de los obstáculos mas notables es la cantidad de promesas publicitarias de cambios rápidos, de “el secreto” que te hará mejorar X o Y situación de tu vida.

La alternativa es desarrollar cambios de perspectiva y hábitos, lo cual toma tiempo. Y no por eso vale menos el esfuerzo!

(“¡¿pero cómo?!” es la pregunta obligatoria aquí. Al final del artículo hay una recomendación 😉 )

Tengo mis finanzas bastante saneadas, pero evidentemente me gustaría mejorar, que el dinero simplemente dejase de ser un problema. No sé, tengo siempre la sensación de tener la solución “en la punta de la lengua”, pero nunca llega.

Primero: cambia tu meta.

¿Por qué? Primero porque es una meta muy abstracta. En cuanto a las finanzas tus metas deben ser en términos específicos. Montos y tiempos claros. No ahorres para “el futuro”. Aparte, pensar en que tu meta es que las finanzas no sean un problema, hace que te enfoques precisamente en el problema, y no en la solución.

¿Para ti, qué significa que deje de ser un problema? ¿Tienes esas metas por escrito en algún lugar? ¿Las consultas con frecuencia? ¿Tienes un plan específico para lograrlas? Esas son tus metas. El efecto será que las finanzas no sean un problema, pero te enfocas en la solución..

¡Imagino que aquí es donde has intentado ya iniciar tus propios negocios, lo cual es una excelente forma de hacerlo! Lo que me lleva a la siguiente parte del mensaje:

No termino de entender qué se necesita para que algo te produzca pasión, yo creo que carezco de ese sentimiento.. ¿podrías ayudarme?

¡Definitivamente no estás sólo!

Esto de “encontrar tu pasión” o “apasionarte por lo que haces” es uno de esos consejos que se ha desvirtuado tanto por el sobreuso, al punto de que no significan nada útil.

No creo que se trate de algo que está descompuesto dentro de ti y que por eso no te apasiona nada. Creo que lo más probable es que nuestra visión de cómo se ve y se siente estar “apasionado” por algo, está contaminado por las imágenes de Hollywood de cuando alguien se “apasiona” por algo y mágicamente todo se soluciona.

¿Alguna vez has querido que la vida tenga soundtrack solo para sentirte igual de motivado que lo que ves en las películas? Pues a eso me refiero. (Si mi vida tuviera soundtrack quisiera que la hubiera compuesto Michael Kamen.)

Pero regresando al punto: mencionaste al principio que tu trabajo te gusta en parte, aunque no del todo. Dejando de lado el hecho de que te pagan, ¿qué es lo que te gusta de ese trabajo?

Ahora, no pienses en las actividades específicas sino: ¿a quién le ayuda tu trabajo? ¿cómo sabes que hiciste un buen trabajo? ¿quién se beneficia? ¿ayudas a alguien a vender más? ¿a bajar de peso? ¿a tomar mejores decisiones? ¿mejoras procesos? ¿creas nuevos procesos? ¿diseñas soluciones?

Para “encontrar tu pasión” es más efectivo pensar en: ¿qué resultados me gusta ver? que pensar en ¿qué cosas me gusta hacer? Son los resultados los que te apasionarán, al punto de que las tareas que tengas que hacer para lograrlos se justifican.

No creo que un médico que siente pasión por su trabajo diría: “realmente me apasiona poder pinchar gente con jeringas!”, lo más probable es que lo que le apasione es el resultado, el beneficio para la otra persona, y seguramente la paga le sirve como motivación para seguir haciéndolo.

Como programador, me apasiona entender y resolver problemas. Si pudiera evitarme la parte de teclear y teclear y teclear código lo haría. De hecho, ese es un problema en sí que entiendo y me gustaría resolver, pero seria mejor si pudiera dictar el código o sub-contratar la programación y dedicarme exclusivamente al diseño.

Al escribir en este blog, me apasiona ver cuando alguien descubre una nueva verdad sobre sí mismo, cuando aprende una nueva técnica, cuando dice “ah! ya entiendo!”. Pero por más que me apasiona ese resultado, es ineficiente y tedioso ir de persona en persona (al menos para mi), entonces prefiero escribir un artículo que ayude a miles de personas a la vez.

Creo que ese es el enfoque que te servirá para encontrar tu pasión. No se trata necesariamente de lo que haces, sino por qué lo haces. Al encontrar este tema (la razón) más fundamental, encontrarás que hay diferentes formas de enfocarlo en términos de profesión, empleo o tipo de negocio en particular.

Finalmente, recuerda que, a pesar de ser muy muy importante, encontrar tu pasión no es suficiente.

Cómo Crear Hábitos

Para terminar, quisiera mencionar algo importante: antes dije que debemos cambiar la idea de hacer cambios rápidos de personalidad (basados en técnicas y arreglos superficiales) y comenzar con cambios de carácter y de hábitos (de adentro hacia afuera).

Hace poco escribí un artículo sobre una técnica que, precisamente, toma nuestras motivaciones más fundamentales para provocar este tipo de cambios: Apalancamiento Financiero (parte I).

¿Qué le dirías a un amigo?

Ahora, a tí que estás leyendo este artículo quisiera pedirte un favor: ¿Qué recomendación le darías tú a José Ramón? ¿Has tenido alguna experiencia similar? ¿Qué harías en su lugar? ¿Que le dirías a un amigo que te pide un consejo?

¡Tu turno!

Apalancamiento Financiero – Parte II (Extra: nuevo recurso para suscriptores)

¿Cómo puedes hacer que tus inversiones trabajen más duro para ti? Arquímedes dijo una vez: Dame una palanca lo bastante larga y un punto de apoyo lo bastante fuerte y moveré el mundo con una sola mano.

En la primera parte de este artículo vimos cómo puedes usar la motivación fundamental de toda persona como palanca para hacer cambios en tu vida.

Ahora, veremos cómo puedes usar una deuda como una palanca para mejorar el rendimiento de tus inversiones.

Un Ejemplo Concreto

Para no terminar con un artículo lleno de definiciones técnicas, veamos un ejemplo práctico:

Supongamos que tienes $100,000 para invertir y decides usarlo para adquirir una franquicia de un restaurante. Para iniciar la franquicia necesitarás comprar los derechos, conseguir un local, comprar equipo de cocina y contratar personal. Por simplicidad, asumamos que todo esto te costará los $100,000 exactos.

Según tus cálculos y la información de quien te vende la franquicia puedes esperar ventas mensuales de unos $10,000 y tus costos de operación serán de $6,000. Esto equivale a una ganancia mensual de $4,000. Tu ingreso anual sería:

$10,000 – $6,000 = $4,000 x 12 = $48,000

Esto significa que tienes un ROI (Retorno de Inversión) de 48%. No está mal, pero, ¿podría ser mejor? ¿Que sucedería si utilizas una deuda para apalancarte?

Supongamos que en lugar de usar tus propios $100,000 para iniciar, pides un préstamo de $75,000 al banco. De esta forma tu inversión inicial se reduce a sólo $25,000.

Supongamos que te dieron una tasa de 19% anual y un plazo de 5 años para pagar el préstamo. Usando una fórmula que es muy complicada para escribirla aquí, sabemos que los pagos mensuales del préstamos serán de $1,945.54. (Al final del artículo hay una explicación de la fórmula)

De esta forma, el ingreso anual sería:

$10,000 – $4,000 – $1,945.54 = $2,054.46 x 12 = $24,653.50

Claramente tus ingresos anuales se reducen casi a la mitad. Pero veamos que pasa con el ROI:

$25,000 / $24,653.50 = 98.6%

¿Cuál es el beneficio?

Hay varias formas de expresar el beneficio de apalancarte de esta forma. Una de ellas es que tu dinero “trabaja más”. Por cada $1 que inviertes, en el primer caso recibirás $0.48 de retorno. En el segundo caso recibirás $0.98.

Claramente la segunda opción aprovecha mejor tus recursos.

Otra forma de verlo es que al apalancarte puedes recuperar tu inversión mucho más rápido. En el primer caso, si todo se mantiene igual te tomará un poco más de dos años recuperar tu inversión inicial. En el segundo caso, la recuperarás casi por completo en el primer año.

Otro beneficio del apalancamiento es que si tienes $100,000 disponibles y sólo utilizas $25,000 en esta inversión, te quedarán aún $75,000 libres para invertir en algo más. Este es probablemente el beneficio más importante porque te permite diversificar tus inversiones para contrarrestar los riesgos inherentes de cada una.

¿Cuál es el costo?

Como es ley en las inversiones, si los retornos aumentan, aumenta también el riesgo. En este caso, es más “seguro” invertir sólo con tu dinero porque si el negocio falla no le deberás a nadie.

En el segundo caso, si el negocio falla aún deberás pagar la deuda que adquiriste.

Esto no es algo “malo” en sí mismo, es simplemente el precio a pagar por el incremento en el ROI.

¿Cuál es la mejor opción en tu caso? Esa es una pregunta que sólo tú puedes responder. Cada quien tiene una diferente tolerancia hacia el riesgo. En todo caso, lo mejor es hacer tus cálculos con diferentes niveles de apalancamiento para ver con cuál te sientes más cómodo/a.

¿Todas las deudas son apalancamiento?

No, no todas las deudas son iguales.

En pocas palabras: si no hay un ROI que optimizar, no estás apalancándote, simplemente estás endeudántode.

Por ejemplo, cuando compras una casa y te quedas con una deuda, no estas apalancándote a menos que tengas la clara intención de alquilar parcial o totalmente la casa, o bien, venderla en el futuro por un precio mayor. Lo mismo puede decirse de comprar un automóvil, un televisor, etc.

¿Cómo hacer los cálculos?

La mayor parte son simples operaciones. Lo más complicado puede ser el cálculo de los pagos del préstamo. Aunque si cotizas directamente con un banco ellos te darán toda la información que necesitas.

Pero si quieres hacer los cálculos manualmente, aquí está cómo:

1. La fórmula para calcular los pagos (mensuales) de un préstamo con una tasa de interés fija es:

Fórmula Cuota Mensual

Donde, «P» es el monto de la deuda, «i» es la tasa de interés mensual (si tienes una tasa anual, divídela dentro de 12) y «n» es el plazo para pagar, en meses.

2. Si usas Excel (u otro programa de hojas electrónicas como OpenOffice Calc, Numbers, etc.) puedes usar:

=PMT([tasa]; [meses para pagar]; [monto de la deuda])

Nuevo Recurso Financiero

Si quieres una plantilla que haga todo esto automáticamente, estás de suerte; porque uno de los recursos de la Colección de Recursos que recibes al suscribirte al boletín es precisamente una plantilla para hacer este análisis de apalancamiento. Al confirmar tu suscripción podrás descargarla de inmediato y comenzar a usarla.

Tu Tarea de Hoy

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Apalancamiento Financiero – Parte I

Como probablemente sabes me gusta marcar la separación entre el aspecto personal y el aspecto financiero de las finanzas personales. Y también me gusta escribir artículos que de verdad te ayuden en algo.

El concepto del apalancamiento se presta perfectamente para esto.

En finanzas el término «apalancamiento» se refiere a utilizar una deuda para mejorar el retorno de una inversión. ¿No es genial que se pueda usar deudas —que a veces las pintan como engendros del mismísimo infierno— para tu beneficio? Este tipo de apalancamiento es lo que veremos en la segunda parte de este artículo.

Pero antes, en esta primera parte, veremos cómo puedes usar el apalancamiento personal para hacer cambios de comportamiento en tu vida que te permitan disfrutarla más (y mejorar tus finanzas).

¿Por qué hacerlo de esta forma? Porque de nada te sirve saber como mejorar el retorno de una inversión a través de una deuda, si no has logrado instalar hábitos adecuados para iniciar tus ahorros y pagar tus deudas.

Claro, esa información es importante (por eso hablaremos de eso en la segunda parte), pero de nada sirve llenarte la cabeza de información si no puedes hacer algo con ella.

Motivación

Una de las cosas más importantes que podemos aprender sobre nosotros mismos es ¿qué nos motiva? En general, podríamos hablar de tus metas y aspiraciones, pero para lograr cambios en nuestra vida necesitamos algo más fundamental.

¿Qué puede ser más fundamental? Existen dos fuerzas en la vida de todas (absolutamente todas) las personas que motivan cualquier acción: el sufrimiento y el placer.

¿No es verdad que todo lo que haces, lo haces para evitar algún sufrimiento o para obtener algún placer?

Piénsalo por unos minutos.

Te alimentas, tienes un trabajo, vas al cine, te casas, te divorcias, hablas con tus hijos, no hablas con tus hijos, aprendes a tocar un instrumento musical, coleccionas zapatos, coleccionas novias/os… todo lo haces porque intentas evitar un sufrimiento, obtener un placer, o ambos.

Estas dos fuerzas han estado detrás de todos el progreso y los problemas humanos. Desde Hitler hasta el Dalai Lama, todos estamos motivados por ellas.

Es posible que ya hayas reflexionado sobre esto, pero al hacerlo de forma más directa y consciente te proporciona la herramienta más poderosa posible para hacer cambios en tu vida.

Cuando logramos identificar estas dos fuerzas claramente actuando en nuestra vida, ¿no tiene sentido que aprendamos a usarlas en nuestro beneficio?

Por ejemplo, puede ser que tengas el hábito de gastar tu dinero sin darte cuenta en cosas innecesarias. Al final del mes sientes culpa por tus gastos pero no encuentras una forma de cambiar el comportamiento. Luego intentas hacer un presupuesto personal o hacer un registro diario de tus gastos, pero a los pocos días lo abandonas y regresas al mismo comportamiento de antes.

O puede ser que tengas una idea de un negocio que has intentado realizar por meses pero nunca logras obligarte a trabajar en ella. Siempre encuentras alguna otra actividad (productiva o no) que te aleja de tu meta.

Otro ejemplo puede ser que lleves mucho tiempo con las ganas de pedir un aumento o simplemente renunciar a tu empleo, pero hay algo que te ha detenido.

Se por mi experiencia propia, que esas situaciones son muy frustrantes. Pruebas todo tipo de técnicas pero nada parece hacerte cambiar.

¿Es posible que al analizar nuestras motivaciones más fundamentales encontremos una forma de romper el círculo?

Condicionamiento

La primera vez que leí sobre el apalancamiento personal fue en el libro Despertando al Gigante Interior de Tony Robbins.

En este libro, Robbins detalla varias formas en las que uno puede “programar” su mente para cambiar comportamientos específicos. Esta serie de técnicas fueron conocidas inicialmente como “Programación Neuro-lingüística” (NPL en inglés).

Sin embargo, para evitar que las personas pensaran que su mente podía ser programada cual computadora por alguien más y evitar la responsabilidad de su propia vida, Robbins evolucionó las técnicas hacia algo conocido como Condicionamiento Neuro-asociativo.

Pero dejando los nombres sofisticados por un lado, veamos de qué se trata. La teoría va así:

Si cada acción que tomas está orientada a evitar un sufrimiento, obtener un placer, o ambos; la forma más efectiva de evitar esa acción es encontrar un sufrimiento o placer opuesto al que te motiva a realizarla.

Veamos un ejemplo concreto:

Supongamos que has estado acumulando una gran deuda en tus tarjetas de crédito en compras que, a sangre fría, te parecen innecesarias. Por definición sabemos que las compras las haces por el placer que recibes al hacerlas o por evitar algún tipo de sufrimiento. Por ejemplo, podría ser que tienes algún problema en otra área de tu vida del que tratas de escapar. Comprar y comprar te proporciona un tipo de placer porque te aleja de tus otros problemas.

¿Qué puedes hacer para cambiar el comportamiento?

Primero, debes trasladar tu atención del comportamiento que NO quieres, al comportamiento que SÍ quieres. Debes crear una imagen vívida —una especie de película mental— de lo que sí quieres en tu vida. Lo mejor es que describas por escrito como SI quieres que sea tu vida. Por ejemplo, al decir “ya no quiero gastar en cosas innecesarias y endeudarme” refuerzas la imagen mental de lo que NO quieres. En lugar de eso, podrías imaginar en qué cosas SI quieres usar tu dinero.

El segundo paso es obtener el apalancamiento en sí. Esto significa que asocies tanto dolor como puedas a no cambiar el hábito y tanto placer como puedas a SÍ cambiar el hábito.

En nuestro ejemplo, alguien podría hacerse estas preguntas para asociar dolor a NO cambiar su comportamiento: ¿cuánto me está costando física, mental, emocional, financiera y espiritualmente este comportamiento? ¿como le afecta a las personas que quiero? ¿que cosas me perderé en la vida si no cambio?

Para asociar placer a realizar un cambio, podría hacerse estas preguntas: ¿como me sentiría conmigo mismo/a si hago este cambio? ¿qué ganaría mental, financiera, física, espiritualmente? ¿cómo se sentirían mi familia y mis amigos? ¿qué cosas placenteras podría hacer con mi vida?

Al lograr esta asociación fuerte de dolor a NO cambiar estás usando el dolor como una palanca para empujarte hacia el cambio. De la misma forma, al asociar un gran placer a realzar cambios en tu vida, logras empujarte hacia tu meta.

Hay diferentes técnicas para reforzar un nuevo comportamiento. En el libro de Robbins hay múltiples ejercicios y ejemplos de estas técnicas. Desde los clásicos de poner tus metas por escrito en un lugar visible (que funciona para muchos aunque no para mi) hasta ejercicios escritos y afirmaciones.

Lo mejor que puedes hacer es experimentar con diferentes formas de mantener viva las asociaciones de dolor y placer para encontrar la que te da mejores resultados. No todos somos iguales en este sentido. Algunas personas logran hacerlo con simplemente recordar las respuestas a las preguntas de arriba. Hay quienes necesitan hacerlo por escrito y re-leer su película mental. Hablar con alguien sobre el proceso que estás llevando puede ser muy útil. Recuerda, la clave es experimentar.

No te Castigues

Es importante aclarar algo: no es lo mismo usar el dolor para condicionar un comportamiento que autoflagelarte por errores del pasado.

“Usar el dolor” puede sonar a algo negativo, como a masoquismo, pero no es eso.

¿Cuál es la diferencia? Míralo de esta forma:

En este momento te encuentras frente a dos posibles futuros: uno donde continúas un comportamiento prejudicial y no cumples tus metas; y otro, donde sustituyes tu comportamiento perjudicial por otro más beneficioso y avanzas hacia tus metas.

La idea del condicionamiento es asociar dolor a uno de estos futuros y placer al otro.

El problema sería que asociaras una gran cantidad de dolor al pasado. Eso no tiene ningún sentido porque, evidentemente, no puedes hacer nada al respecto. Hacerlo, sería enfocarte de nuevo en lo que NO quieres. Es mejor sonreir al pasado, bueno o malo; aprender lo que se pueda y seguir adelante.

Tu Tarea de Hoy

  • Primero, quiero saber tu opinión. ¿Qué hábitos podrías cambiar usando esta técnica? ¿Qué te ha funcionado (y qué no) para hacer cambios así en tu vida? Comparte tu experiencia en los comentarios.
  • Luego, si consideras que este artículo te a ayudado en algo o que podría ayudar a alguien más, ayúdame a correr la voz en Facebook, Twitter, o tu red social favorita!
  • Si ya tienes en mente algún cambio que quisieras introducir en tu vida, hoy es el mejor día para hacerlo. Tómate unos 20 minutos para analizar qué comportamiento quisieras cambiar y encuentra una forma de hacer asociaciones fuertes para lograr el apalancamiento necesario para cambiar.