De acuerdo con las respuestas que recibí en la encuesta que hice después del “Experimento de 30 días” el resultado fue bueno para la mayoría. Como mencioné en otro artículo, algunas personas sienten que se “quedan atrás” en la lectura si publico muy seguido, pero eso en realidad no es problema porque los artículos estarán aquí siempre. Todos las respuestas me sirvieron mucho, pero uno de los comentarios que más me gustó fue este (he resaltado algunas frases interesantes):
Buen dia, tengo este año sin trabajo fijo. Me he dedicado durante los ultimos 10 años al transporte terrestre. Este año, ya no tuve trabajo de tiempo completo. Administrar las finanzas ha sido todo un reto, desde no caer en el uso de la tarjeta de credito para pagar los alimentos, cómo organizar el ingreso que llegue, para pagos mas urgentes y de servicios, seguir este blog me ha ayudado a no caer en pánico, en administarme mejor y saber que esto es temporal, si eres realista y haces un plan de acción, saldrás adelante.
Como la encuesta fue anónima no tengo el nombre de la persona que lo escribió, pero quien seas quiero felicitarte por tu actitud. Quizás no sea tan evidente, pero las palabras que has utilizado son diferentes a las de muchas personas. ¿Tú tienes problemas o retos? ¿Crees que estás en problemas por una mala jugada del destino o sabes que tú tienes el control y esto es algo temporal? La mayoría de personas hubiera dicho “Lamentablemente/desafortunadamente/injustamente ya no tuve trabajo de tiempo completo.” Pero, ¿de qué te sirve quejarte? Ahora, vamos todos y sigamos el ejemplo de esta persona: seamos realistas, hagamos un plan y ¡a salir adelante!
Una excelente forma de cambiar el rumbo de tus finanzas es por medio de un grupo de apoyo. No tiene que ser nada sofisticado. Es simplemente una reunión de amigos o una llamada telefónica cada cierto tiempo con personas que compartan tus objetivos. El objetivo de estas reuniones es crear un ambiente que te permita alejarte de las influencias que te mantienen atado a deudas, un empleo mediocre o malos hábitos de gastos y reemplazarlos con impulsos positivos hacia tus objetivos.
La semana pasada tuve la oportunidad de reunirme con tres personas que tienen mucha más experiencia que yo en los negocios. Entre ellos, Mario Archila fundador de una empresa fuera de lo común llamada Prisma Humano. Luego de la reunión, me sentí energizado y con muchas más ideas para aplicarlas a Economía Personal y otros proyectos. Ese es el tipo de impacto que buscas en un grupo de apoyo.
¿Cuáles son los beneficios de un grupo de apoyo?
Responsabilidad
Participar activamente en este tipo de relaciones, te permite comprometerte más con tus objetivos. Por una parte, si los objetivos son comunes o similares pueden ayudarse directamente unos a otros para alcanzarlos. Por otra parte, para muchas personas es importante tener alguien con quien desarrollar un compromiso de cumplir ciertas tareas para ejercerse presión y cumplir.
Nuevos Puntos de Vista
Uno de los beneficios más evidentes de participar en un grupo de apoyo es que te expones a puntos de vista diferentes al tuyo. No necesariamente tienes que buscar personas que piensen igual que tú. De hecho, las diferencias de opiniones son las que te ayudan a crecer y mejorar tus criterios. Por supuesto, esto no significa que aceptes ciegamente todo lo que otras personas te digan. Sino que debes estar abierto a nuevas posibilidades que se ajusten a tus propios principios y objetivos.
Con un grupo de apoyo puedes compartir ideas sobre posibles negocios, recomendarse entre sí formas de obtener ofertas o descuentos para reducir tus gastos o incluso ayudarte a conseguir un nuevo empleo.
Nuevos Contactos
Las personas que conozcas en un grupo de apoyo pueden abrirte las puertas para conocer nuevas personas con quienes también podrías entablar relaciones productivas. Estas nuevas conexiones pueden desembocar luego en socios para negocios, clientes, proveedores o simplemente nuevos puntos de vista que te ayuden a alcanzar tus metas.
Ofrecer Algo En Retorno
Por supuesto, el apoyo en estos grupos es mutuo. Por lo que participar en ellos te permite contribuir con tu propia experiencia, conocimientos y puntos de vista para el crecimiento de las demás personas. En muchas ocasiones, el simple hecho de compartir tus experiencias es un beneficio para ti mismo porque refuerzas tus conocimientos.
Ten en cuenta que muchas de tus experiencias, aunque no lo parezcan, pueden ser de gran ayuda para otras personas. Es común que para uno las experiencias no sean tan relevantes, pero cuando tomas en cuenta que los puntos de vista y experiencias pasadas de otras personas son diferentes a las tuyas, se abre la posibilidad de que algo que tú consideras habitual sea una lección reveladora para alguien más.
Conclusión
En conclusión, un grupo de apoyo puede darte el empuje necesario para sobrepasar muchos de los obstáculos que encuentras cuando quieres hacer cambio importantes en tu vida.
¿Te gustaría iniciar algún grupo de apoyo para negocios o finanzas personales? O si ya participas en alguno, ¿Cuál ha sido tu experiencia? Recuerda que no tiene que ser algo estricto y formal. Muchas veces tu grupo de amigos es tu mismo grupo de apoyo sin que te des cuenta.
En el artículo anterior vimos que hay diferentes criterios para determinar si una deuda es “buena” o “mala”.
Ahora, veamos ¿qué pasa si combinamos los diferentes criterios? Estas son las posibles combinaciones que podemos formar (y algunos ejemplos):
Flujo Negativo de Dinero, Valor Decreciente
Un ejemplo de este tipo de deuda es el automóvil que tienes para tu uso personal.
El valor es decreciente porque su precio de mercado (precio al que lo podrías revender) disminuye con el tiempo.
El flujo de dinero es negativo, porque no te genera ingresos directamente y te causa gastos (mantenimiento, lavado, combustible, etc.).
Aunque se puede argumentar que tu automóvil te genera ingresos indirectamente porque lo utilizas para ir a trabajar, la forma de verlo es que si dejaras de trabajar, el automóvil por sí mismo no generaría ningún ingreso.
Flujo Negativo de Dinero, Valor Creciente
Un ejemplo de este tipo de deuda es la casa donde vives.
El valor es creciente porque su valor de mercado tiende a aumentar con el tiempo. No siempre aumenta, pero casi siempre.
El flujo de dinero es negativo, porque tampoco te genera ingresos directamente. Y de la misma forma que con el automóvil, te causa gastos de mantenimiento.
Flujo Positivo de Dinero, Valor Decreciente
Un ejemplo de este tipo de deuda sería un automóvil que compraste para que trabaje de taxi.
El valor es decreciente, porque el automóvil va perdiendo su valor. De hecho, de forma más acelerada que tu propio automóvil porque tiene un uso más fuerte.
El flujo de dinero es positivo porque —idealmente— los ingresos del taxi cubren los pagos de la deuda, gastos de mantenimiento y te dejan una ganancia.
Flujo Positivo de Dinero, Valor Creciente
Un ejemplo de este tipo de deuda sería una casa que compras para arrendarla a otra persona.
El valor es creciente, de la misma forma que con tu casa propia
El flujo de dinero es positivo, porque —idealmente— los ingresos del arrendamiento cubren los pagos de la deuda, mantenimiento y te dejan una ganancia.
¿Cómo se puede aplicar esto a tu economía personal?
Viendo las posibles combinaciones, puedes notar que financieramente lo mejor es una deuda con un flujo positivo de dinero con un bien cuyo valor crezca con el tiempo.
¿Significa esto que no deberías comprar automóvil o casa? No.
Lo que significa es que deberías tener una forma de compensar los flujos negativos de las deudas “necesarias” como un automóvil o una casa.
Generalmente, estos flujos negativos son cubiertos con los ingresos de tu empleo. El problema es que los ingresos de tu empleo estarán ahí sólo mientras tengas empleo. Sin embargo, los pagos de la deuda de tu automóvil seguirán ahí, ¡aunque no lo utilices!
Lo mejor que puedes hacer antes de endeudarte es no solamente buscar formas de conseguir dinero para el pago inicial, sino buscar también formas de crear flujos positivos (aparte de tu empleo) que cubran los pagos de la deuda y que te dejen ganancias. Incluso puedes utilizar tu propio automóvil o casa para crear flujos positivos aunque tu los utilices principalmente. Podrías arrendar parte de tu casa o prestar servicio de transporte con tu propio vehículo.
Por otro lado, también es importante que prestes atención a las deudas que no tienen ni posibilidades de ganar valor con el tiempo ni de generar flujos positivos. Por lo general, este tipo de deudas se llaman “caprichos”.
Comprar un televisor nuevo difícilmente creará flujos positivos y definitivamente pierde valor con el tiempo. Financieramente, lo mejor es que ¡no te endeudes por caprichos! 😉
En el ámbito de las finanzas personales es común escuchar que las deudas sean clasificadas como “buenas” o “malas”. Sin embargo, no siempre los criterios son los mismos. En este artículo comparto los criterios que pueden utilizarse para clasificar las deudas en buenas o malas. En la segunda parte, encontrarás algunos ejemplos y otras conclusiones que pueden obtenerse de esta clasificación.
Criterios
Estos son los criterios por los que considero que vale la pena clasificar las deudas:
El cambio de valor que pueda sufrir lo que se adquirió
El flujo de efectivo que pueda proporcionar lo que se adquirió
La tasa de interés de la deuda
Examinemos cada caso.
Valor del Bien
El bien que se adquirió por medio de una deuda puede aumentar su valor o disminuir su valor con el tiempo. Si el valor aumenta con el tiempo es una deuda buena y si el valor disminuye con el tiempo es una deuda mala.
Este es el criterio que utilizan quienes clasifican comprar una casa como una deuda buena, ya que por lo general el valor de los bienes raíces tiende a aumentar con el tiempo.
Flujo de Efectivo
Si el flujo de efectivo neto que te proporciona el bien que se adquirió por medio de una deuda es positivo, es una deuda buena y si es negativo, es una deuda mala. Es importante notar que me refiero al flujo de efectivo neto. Esto es la suma de los ingresos que te proporcione el bien, menos los pagos que tengas que hacer por la deuda.
Este es el criterio que utiliza Robert Kiyosaki. El clasifica la deuda de comprar casa como deuda buena sólo si pone dinero en tu bolsillo.
Tasa de Interés
Si se utiliza la tasa de interés para clasificar una deuda, sólo se puede hacer una clasificación relativa. Es decir, no se puede decir si una deuda es buena o mala sin compararla con otra deuda. En otras palabras, unas deudas son mejores que otras.
Si la deuda A tiene una tasa de interés menor que la deuda B, la deuda A es mejor que la B. En este caso, el dinero que te prestó un amigo sin cobrarte intereses es mejor que la deuda de una tarjeta de crédito.
Traslapes
Como podrás haber notado, estas tres formas de clasificar deudas tienen cierto traslape. Una deuda puede ser buena de acuerdo al valor del bien pero mala de acuerdo al flujo de efectivo. Esto crea una serie de combinaciones que permiten entender de mejor forma las deudas. En la segunda parte, encontrarás más ejemplos de estos traslapes y otras ideas con relación a tus deudas.
Este es el último articulo del experimento de 30 días que inicié hace… 30 días.
El reto era simple: publicar un artículo diario durante un mes para mejorar la calidad y ser más útil para los lectores. Aunque tengo varias conclusiones sobre el experimento, que a continuación comparto, me gustaría que primero contestaras una pequeña encuesta, es realmente pequeña sólo son 2 preguntas:
Ir a la encuesta
Actualización: La encuesta ya fue cerrada. ¡Gracias a los que respondieron! En unos días publico los resultados.
Al final de los 30 días publiqué 28. Estoy consciente de que los 2 días que no publiqué fue por no organizar bien mi tiempo, pero en general creo que logré el objetivo del experimento.
Ahora, mis conclusiones personales. Creo que los aspectos positivos de este experimento son:
Escribir con esta frecuencia (especialmente comparado con la frecuencia que lo hacía antes) fue como elevar mi ritmo cardíaco haciendo ejercicios. Me siento mucho más cómodo escribiendo y siento que desarrollé una mayor fluidez para escribir. Aunque es evidente que algunos artículos fueron más cortos que los que escribía antes, también siento que fueron más concretos.
Uno de los efectos que esperaba ver era un aumento en el tráfico al sitio debido a la mayor cantidad de “puntos de entrada” (especialmente en los buscadores). Afortunadamente, el tráfico de Economía Personal siempre ha tendido a crecer, pero eso hace más difícil medir el efecto de el nuevo ritmo de publicación en términos sólo de tráfico. Lo que sí he visto decrecer es el “bouce rate” o la tasa de visitantes que abandona el sitio luego de haber visto sólo 1 página. En otras palabras, las personas que no hacen clic en ningún enlace interno del sitio. Tiene sentido dado que hay más artículos que leer.
Durante estos días me vi forzado a pensar creativamente sobre Economía Personal y no sólo me refiero a los artículos. Durante este mes he tenido muchas más ideas de cómo hacer crecer el sitio. Algunas de ellas ya están en línea, otras aún se están cocinando.
Otro efecto interesante es que durante este mes tuve más contactos por parte de lectores y siento que estoy estableciendo relaciones interesantes con varios de ustedes. (¡ustedes saben quiénes son!). Quizás no todos lo sepan, pero realmente estoy abierto a que uses el formulario de contacto y los comentarios de cada artículo para discutir. Este es un sitio para conversaciones de muchos a muchos y no de uno a muchos. Estoy seguro de que yo puedo aprender mucho más de ustedes de lo que puedo imaginar.
También han habido algunos “contras” en el este experimento. Por ejemplo, varios lectores me comentaron que no pudieron mantenerse al día con los artículos. Y eso tiene sentido. Tienes trabajo que hacer, atender a tu familia, tus amigos, etc. Pero los artículos aquí estarán por tiempo indefinido para que te pongas al día.
Otro aspecto que no me gustó mucho es el aparente caos que se formó en estas semanas, especialmente porque un día escribía sobre ahorros, luego dos días sobre emprendimientos, luego sobre gastos, etc. Aunque la variedad es buena, creo que puede ser mejor estructurada. 😉
Todo este experimento en realidad gira en torno de mejorar la calidad del sitio y creo que tú eres el mejor juez en este caso. Por favor, responde la encuesta o deja tus comentarios abajo. ¡Gracias!
¿Cómo se podría aplicar esto a iniciar un negocio?
Inicia desde Casa
Muchas (si no todas) las cosas que puedes necesitar para echar a andar tu negocio probablemente ya las tengas en casa. Recuerda que lo que quieres es probar tu idea de negocio lo más pronto posible. Utiliza los servicios por los que ya pagas, como tu conexión a Internet y el espacio que puedas aprovechar. Aquí lo más importante es utilizar tu creatividad al máximo.
MacGyver no esperaba a que las condiciones fueran las ideales para salir de las situaciones de vida o muerte, ¡simplemente lo hacía!
Gratis y Libre
¿Necesitas programas para tu computadora? Utiliza alternativas gratuitas o libres. Para Economía Personal utilizo aplicaciones de Google gratuitas, esto incluye: correo electrónico, calendario, procesador de texto, hojas electrónicas, herramientas para hacer encuestas, anuncios en el sitio, análisis de tráfico y visitas. Para administrar el contenido del sitio utilizo WordPress que también es gratuito. La plantilla que he utilizado todo este tiempo en el sitio es gratuita. Para casi cualquier programa pagado que utilices en tu computadora, puedes encontrar alternativas libres o gratuitas. Te recomiendo que busques en osalt.com
¿Alguna vez viste a MacGyver comprar alguna de las cosas que utilizaba para desactivar bombas?
Segunda Mano
Si hay algo que definitivamente necesitas comprar para lanzar tu negocio al mundo, cómpralo usado o refabricado. Por supuesto, asegúrate de que esté en buen estado. Pero acepta que realmente no necesitas la computadora más nueva y veloz para probar tu idea. Especialmente porque en realidad no tienes la seguridad de que vaya a funcionar. Seguramente tampoco necesitarás papel con membretes una línea telefónica aparte, etc. Usa lo que tienes.
Apuesto a que MacGyver compró su primera navaja en una venta de garaje.
Reutiliza
Quizás puedas reciclar cosas que creías que ya no te servirían. Durante mis años de universidad acumulé una gran pila de papel que está utilizado sólo de un lado. Reportes, investigaciones, exámenes, etc. Ahora, las utilizo del lado que aún está en blanco cuando necesito hacer algún diagrama en papel. Casi no utilizo bolígrafo o lápiz. En realidad utilizo un montón de marcadores de colores que mi hermana dejó de utilizar, pero aún sirven. Eso le da colorido a mis diagramas. ¿Qué cosas viejas y abandonadas están esperando en tu casa para volver a ser útiles? De nuevo, ¡utiliza tu creatividad!
MacGyver es famoso por darle dos o tres usos diferentes a la goma de mascar. Durante el mismo episodio.
Medir el Éxito
En el mundo de los negocios hay muchas formas de medir el éxito. Los expertos hablan de establecer las métricas que serán utilizadas como KPI para medir el ROI y maximizar el EBITDA. ¿Realmente lo necesitas en este momento? No quiero decir que no sea importante ponerle atención a los acrónimos. Sin embargo, enfócate en lanzar tu negocio primero. Enfócate en tener ganancias. Una vez que las tengas, optimiza tus recursos y ponle atención a las métricas importantes.
Para MacGyver no era importante si su brújula hecha con una aguja magnetizada flotando sobre el agua era la más portátil o duradera. Le importaba que señalara al norte. Punto.
Utiliza a tus Amigos.
Con su consentimiento, por supuesto. Y no me refiero a que les ofrezcas pagarles por un trabajo y luego les digas que por ser amigos no les pagarás. Eso dice mucho de qué tan buen amigo eres.
Me refiero a que tu familia y amigos pueden ayudarte, especialmente a dar a conocer tu negocio en las primeras etapas. Incluso pueden ayudarte a probar tu nuevo invento o referirte a personas a quienes puede interesarle. Obviamente, siendo una relación de amistad, debe haber razones por la que tus amigos te apoyan. ¡Apóyalos tú también!
Cuando MacGyver utilizó un huevo para tapar un agujero en el radiador de un automóvil, la gallina era su amiga.
Si por alguna extraña razón no sabes quién es MacGyver, significa que (1) eres muy joven o (2) nunca viste televisión. En los dos casos… ¡utiliza eso como una ventaja! 😉
Hace unos días un amigo me envió a una publicación de Scott A. Shane en el sitio del New York Times llamado “El Fracaso es una constante en el emprendimiento”.
Básicamente, el autor demuestra utilizando información de los negocios fundados en EUA que el hecho de que un negocio haya sido fundado durante una recesión o durante una expansión financiera, no aumenta o disminuye sus probabilidades de éxito.
Si estás por iniciar un negocio, es excelente conocer este tipo de información, pero es importante tener en cuenta algunas cosas antes de utilizarla como fuente para tomar una decisión.
“Probabilidades de éxito” no es lo mismo que “capacidad para alcanzar el éxito”. La información estadística refleja hechos del pasado. Es información conglomerada de forma que se pueda extraer una conclusión. La conclusión del artículo es que sólo el 48.8% de las empresas iniciadas entre 1977 y 2000 llegaron a los 5 años de edad. Ese 48.8% es comúnmente utilizado como advertencia para quienes están por iniciar un negocio. Pero aunque la estadística pueda ser utilizada para predecir las “probabilidades de éxito” de tu empresa, esto no dice absolutamente nada sobre tu “capacidad para tener éxito”. En otras palabras, lo que decide si eres parte del 48.8% que no sobrevive a 5 años o del 51.2% que sí lo hace, es tu capacidad, no la estadística.
Para nuestro caso en específico, debemos también tomar en cuenta que los datos son de empresas formadas en EUA. ¿Estos porcentajes son similares a los de tu país? ¿Son mejores o peores? Esto también debe ser considerado al utilizar una estadística. ¿Realmente aplica a mi caso en particular? Y en caso de que sí aplique a tu caso en particular, ¿realmente importa? (ver #1)
Más importante que conocer el porcentaje de empresas que no sobrevive a los 5 años, es importante analizar las razones por las que no lo hacen. Esto, al igual que en el punto #1 es lo que realmente dicta el destino de una empresa en particular, más que la simple probabilidad. El artículo no proporciona muchos detalles sobre las razones.
Alguien, en los comentarios del artículo, señaló algo igualmente importante: La conclusión general del texto es que no tendrás mayores probabilidades de éxito si inicias tu empresa durante una recesión o si la inicias durante una expansión. En eso, estamos de acuerdo. Sin embargo, también sería interesante conocer si existen diferencias en la naturaleza de las empresas que surgen durante una expansión y las que surgen durante una recesión. ¿Es posible que las empresas que surgen durante una recesión sean fundamentalmente diferentes a las que surgen durante una expansión? Más interesante aún ¿hay alguna diferencia entre las que fracasan durante una expansión y las que fracasan durante una recesión? De nuevo, lo realmente útil es conocer las causas y no sólo los números.
En general, el problema de utilizar las estadísticas de probabilidad/fracaso es que a menudo se confunden con las probabilidades de ganar/perder en los juegos de azar. Si lanzas una moneda tienes 50% de probabilidades de ganar y 50% de perder. Si estás jugando en una máquina tragamonedas, tus probabildades de ganar son mucho menores. Por lo tanto, es más probable ganar lanzando una moneda.
Sin embargo, cuando las estadísticas se aplican a campos en los que tienes factores bajo control, no tienen el mismo significado. Digamos que el 90% de las personas que comienzan a practicar karate nunca llegan a ser cinta negra. ¿Significa que es más difícil ser cinta negra en karate que mantener un negocio vivo por más de 5 años? Por supuesto que no. ¿Significa que si iniciaste a practicar karate junto con 10 amigos y ya uno de ellos es cinta negra, a ti te toca ser del 90% que no lo es? Definitivamente no. El éxito en tu intento por convertirte en cinta negra depende de que hagas la decisión de enfocarte y comprometerte con tu meta. No de las estadísticas.
¿Cómo puedes saber si financieramente tiene sentido hacer un gasto?
Cuando estás iniciando a tomar control de tus finanzas, cuando estás iniciando tu fondo para emergencias, pagando deudas o simplemente cuando obtuviste tu primer empleo, es común que tengas que evaluar si una compra es buena idea o no.
Para muchas personas basta con decir “si tengo suficiente dinero en este momento para pagarlo, esta bien” o “si puedo dar el pago inicial y me alcanza para las mensualidades, está bien”, o peor aún, “si el límite de mi tarjeta de crédito lo paga, esta bien”.
Pero ¿es cierto?
En realidad, todo depende de tus metas. No sólo tus metas financieras sino las metas que tengas para tu vida en general.
Si tienes metas claras a mediano y largo plazo, debería ser sencillo saber si un gasto te ayudará a alcanzarlo o será un obstáculo. Pero la mayoría de personas ni siquiera ha decidido cuáles son sus metas financieras o de vida en el largo plazo. En tales casos sus metas son, por defecto, gastarse todo el dinero que tengan en el menor tiempo posible.
Estas son algunas preguntas que puedes hacerte para determinar si vale la pena realizar un gasto:
¿Ayudará a reducir gastos?
Muchas veces realizar un gasto ahora puede traer beneficios después. Por ejemplo, remplazar algún electrodoméstico que está dañado y es necesario. O cambiar alguna pieza de tu automóvil para que consuma menos gasolina/aceite/agua, etc.
Siempre y cuando la reducción sea mayor que los nuevos gastos en los que puedas incurrir por tu compra, tiene sentido
¿Ayudará a aumentar ingresos?
En otras ocasiones algunos gastos te servirán para aumentar tu capacidad para generar ingresos. En el artículo 7 ( u 8 ) Formas de Aumentar tu Productividad mencioné algunos ejemplos.
En este caso es mejor que sepas específicamente cómo te va a ayudar hacer este gasto para aumentar tus ingresos. Cosas como “pagaré por este curso por si alguna vez necesito saber cómo programar sitios Web” no son suficientes. Debes estar convencido/a de que comenzarás a utilizar tus nuevas habilidades para generar ingresos. Si no sabes exactamente cómo y cuándo un gasto comenzará a rendir frutos, es muy probable que sea simplemente un capricho.
¿Ayudará a lograr tus metas de ahorro?
Independientemente de cuál sea el motivo por el que estás ahorrando (crear un fondo de emergencias, comenzar a hacer inversiones, comprar una casa, etc.) tu meta de ahorro debe ser más importante que los gastos pequeños potencialmente innecesarios. Simplemente porque tu meta de ahorro es para el largo plazo deberás valorarla más que pequeños gastos que no cumplen con las primeras dos preguntas.
¿Estaba planificado?
Quizás más importante que las otras preguntas, ¿habías planificado hacer este gasto o es un algo impulsivo? ¿realmente es una oportunidad única que no puede esperar hasta que tengas suficiente dinero para comprarlo?
Gran parte de la publicidad está orientada a hacerte creer que cada compra vale la pena aunque no lo tengas planificado. Sin embargo, ¿cómo te sentirás después de varios meses después de haber hecho la compra? ¿Te habrás endeudado por un capricho?
Esto no significa que no puedas gastar en algunos caprichos de vez en cuando, pero deberías estar tomando en cuenta esos caprichos en tu presupuesto y saber qué tantos caprichos realmente puedes pagar sin sacrificar tus metas a largo plazo.
¿De qué otras formas podrías saber si un gasto vale la pena o no? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios! 😉
Todos tenemos problemas, pero más importante que eso es cuál es nuestra actitud frente a ellos, porque eso determina si podremos sortearlos o no.
Imagina a un amigo que quiere lograr un objetivo. Su objetivo podría ser reducir sus gastos, aumentar sus ingresos o conseguir una novia. Cualquier cosa. Lo importante es que el sabe que encontrará algunos obstáculos en el camino.
Por otro lado, podría ser que tu amigo está en una situación suficientemente problemática sin estar buscando alcanzar ningún objetivo en particular. Quizás está hundido en deudas, o no disfruta su empleo.
En cualquier caso, como todos los demás, tomará una decisión: ¿se quejará por los obstáculos, se sentirá miserable y no hará nada? ¿O utlizará sus recursos para intentar sortear los obstáculos?.
En otras palabras, puede decidir ver sus problemas como obstáculos que debes evitar a toda costa o como oportunidades de crecimiento.
Esta decisión, algunas veces tomada inconscientemente, es la que determinará el resultado final.
Una forma sencilla de determinar cuál es tu actitud general hacia los problemas es hacerte la siguiente pregunta: ¿qué haces la mayoría de las veces cuando tienes mucho tiempo libre? ¿buscas algún tipo de gratificación instantánea/momentánea? (ver una película, leer noticias, comer un helado, etc.) ¿O buscas algún reto que resolver? (escribir una historia, hacer ejercicio, buscar una forma de hacer helados bajos en calorías, etc.)
No quiero decir que dejes de ver películas y dediques todo tu tiempo a resolver problemas de cálculo. A menos que eso sea lo que te apasiona. Pero puedes comenzar a desarrollar la destreza de resolver pequeños problemas, por ejemplo jugar sudoku, ordenar tu casa, lavar tu automóvil todas las semanas, aprender algunas recetas nuevas. Esto te proporcionará confianza y te energizará para seguir con problemas cada vez más complejos. Hasta que finalmente puedas resolver tus grandes problemas.
Por supuesto, esto también aplica a tus esfuerzos poner en orden tu economía personal.
Cuando leí por primera vez el famoso libro “Por qué los pensadores positivos obtienen resultados poderosos” de Norman Vincent Peale, lo único que recordé de todo el libro fue una historia donde Norman le dice a un amigo que el único lugar donde las personas no tienen problemas es en el cementerio. Todos queremos menos problemas, pero no queremos morir para lograrlo. La alternativa es verlos como oportunidades y disfrutar el camino.
¿Qué cambios harías en tu vida si te fueras a la quiebra? ¿Podrías hacer esos cambios ahora aunque no estés en la quiebra para mejorar tu Economía Personal?
Estar en la quiebra, puede significar muchas cosas. Dependiendo del país en donde vivas, incluso pueden existir leyes específicas para los casos en que una persona llega a la quiebra.
¿Cómo se ve la quiebra?
¿Recuerdas la gráfica del artículo de ayer? Esta sería la gráfica equivalente para alguien que está en quiebra:
Técnicamente, para estar en quiebra la barra que representa tus ingresos incluiría el dinero que puedas obtener al vender algunos bienes para poder pagar deudas, si tuvieras.
¿Qué harías si estuvieras en quiebra?
¿Puedes imaginarte que cambios harías en tu vida si estuvieras en una situación así? Probablemente:
El mundo no se acabaría, no dejaría de girar. La vida seguiría y tendrías una segunda oportunidad.
Te enfocarías en gastar sólo lo absolutamente necesario.
Maximizarías tus ingresos. Probablemente tendrías varios empleos, venderías cosas que ya no usas, etc.
Comenzarías diferenciar completamente entre una necesidad y un gusto.
En otras palabras, sería una excelente oportunidad para enfocarte en mejorar tu situación ¡con más fuerzas que nunca!
¿Qué pasaría si haces algunos de estos cambios ahora?
Hacer algunos de estos cambios puede ayudarte a pagar tus deudas, crear un fondo de emergencias, ahorrar para iniciar un negocio, etc. Uno de los beneficios más importantes, es eliminar estos hábitos costosos que hasta ahora no te hacen ningún bien.
En condiciones reales (si estuvieras realmente en quiebra) sentirías una sensación de privación por todas las cosas que no puedes hacer. Si sólo estás simulando estar en quiebra, no tendrías esa presión. Eso es lo que hace un ejercicio como este realmente difícil.
En último caso, puedes hacerlo para que si alguna vez te toca estar en quiebra, ya tengas experiencia. 😉