Ayer creaste tu propio Balance General. Esa fue la mitad de la fotografía de tus finanzas. Hoy, construiremos las otra mitad: tu Estado de Resultados.
Pero antes de continuar, quiero comentar algo.
Muchos de los comentarios que he recibido de las dos primeras tareas dejan ver que comenzar a tener claridad sobre tus finanzas puede ser un duro golpe de realidad. Sin embargo, aunque resulte difícil, debes aceptar tu realidad tal y como es. No resistas la situación. Una de las mejores cosas que puedes practicar es sentirte feliz a pesar de tus circunstancias particulares, y no sólo cuando las cosas van bien.
No quiero decir que te conformes con algo que no quieres. La idea es que no lo resistas. Déjalo ser, obsérvalo y cámbialo. Tu decisión de participar en este curso confirma que quieres y puedes mejorar. 😉
Ahora, ¡comencemos!
Creando tu Estado de Resultados
De la misma forma en que ayer construiste tu Balance General usando la información de tus activos y pasivos, hoy construiremos tu Estado de Resultados con tus Ingresos y Gastos.
En una hoja de papel (o en una hoja electrónica) lista primero todos tus ingresos. En el caso de tu sueldo, incluye bonificaciones y aguinaldos. Agrega rentas, dividendos, trabajos extras, venta de propiedades, y cualquier otro ingreso que hayas recibido durante el año.
Calcula y anota el total de tus ingresos.
A continuación, lista todos tus gastos. Y ahora es donde aparece una de las cuestiones más esotéricas de las finanzas personales: ¿Cuál es la mejor forma de clasificar tus gastos?
No hay una única respuesta para esto. Lo mejor es que los clasifiques de forma que tú los puedas entender. Busca un nivel de detalle que te permita encontrar fugas, pero que no sea muy tedioso de mantener al día.
Sin embargo, recomiendo que al menos tengas categorías separadas para: Pagos de Deudas y Pagos de Impuestos.
Algunas personas prefieren ver sus ahorros como gastos. De esta forma lo pueden incluir en su presupuesto y no olvidar guardar algo de dinero. Esta es una excelente idea y la vamos a utilizar, pero no aquí. Para fines del Estado de Resultados, gastos son gastos. Si le diste el dinero a alguien más, es un gasto. Si te lo pagaste a ti mismo para ahorrar o invertir, es un buen hábito, pero no es un gasto.
Ahora, calcula y anota el total de tus gastos. Luego, en forma similar a como calculaste tu Capital, calcula y anota tu Ganancia/Pérdida:
Resultado = Ingresos – Gastos
Tu Estado de Resultados está completo.Es hora de interpretarlo. Pero antes, quiero pedirte que hagas un par de anotaciones más que nos servirán más adelante. En tus gastos, marca la “frecuencia del gasto” con una letra. Por ejemplo, si es un gasto que ocurre todos los meses como “Energía eléctrica” escribe una M al lado. Si es algo anual como “Pago de impuestos” escribe una A. De la misma forma, una T para trimestral, B para bimestral, etc. Si hay algún gasto que es ocasional o irregular, márcalo también.
Ahora sí, vamos a interpretarlo.
Interpretando tu Estado de Resultados
De nuevo, hay tres posibilidades para el “Resultado”
- Negativo
- Cero
- Positivo
Ahora, ¿qué pasa con la ganancia o pérdida? ¿En dónde están reflejadas?
Si tu resultado fue negativo, tuviste Pérdida. Significa que durante el año gastaste más dinero del que ganaste. ¿De dónde sale ese dinero “extra” para pagar? De una deuda o pasivo. En tu Balance General habrá alguna entrada de Pasivos que muestra de dónde salió ese dinero. Probablemente sea el saldo de una tarjeta de crédito o un préstamo.
Si continuaras teniendo Pérdidas, eventualmente tus pasivos serán muy altos y podrías llegar a la quiebra. Independientemente de tu Capital actual.
Si tu resultado fue positivo, tuviste Ganancia, significa que durante el año ganaste más de lo que gastaste. ¿En dónde esta ese dinero de “sobra”? En un activo. En tu Balance General, habrá una entrada que muestra donde está ese dinero. Probablemente esté en tu cuenta de ahorros, o en una inversión.
Si continuaras teniendo Ganancias, eventualmente tus activos crecerán y acumularás riqueza. Independientemente de tu Capital actual.
Ahora la fotografía está completa y comienza a tomar un sentido más completo. Comienzas a ver que hay muchas relaciones entre un Balance General y un Estado de Resultados:
- Si debes algo a tu tarjeta de crédito (un Pasivo en tu Balance General) deberás realizar pagos cada mes (un Gasto en tu Estado de Resultados).
- Si tienes un automóvil (un Activo en tu Balance General) debes pagar por combustible, servicios, reparaciones, seguros, etc. (Gastos en tu Estado de Resultados).
- Si eres propietario de una casa (un Activo) que das en alquiler (un Ingreso) debes pagar cuotas de la hipoteca e impuestos (Gastos).
Dale varias vueltas a tu Balance General y a tu Estado de Resultados para familiarizarte con la dinámica que hay entre ellos. Siguiendo con la analogía de la fotografía de tus finanzas, podrás comenzar a vislumbrar dónde estás en este momento y hacia dónde te lleva tu situación actual.
Aun hay otros pequeños detalles que podemos extraer de estos dos estados financieros y eso es lo que haremos en los próximos días para finalizar la primera semana del programa. Luego, cuando ya conozcas bien tu situación deberás comenzar a pensar en ¿a dónde quiero llegar? ¿cómo quisiera que se vieran estos estados financieros dentro de un año?
Y eso es todo por hoy. ¿Qué te ha parecido la tarea de hoy? ¿Tienes alguna duda o comentario? ¿Sientes que vamos muy rápido/bien/muy lento? ¡Te espero en los comentarios!
¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.