Reducir Gastos vrs. Aumentar Ingresos (Parte II)

En la primera parte de este artículo exploramos las formas en que puedes reducir tus gastos. Sin embargo, considero que es más importante enfocarse en aumentar tus fuentes de ingresos.

No quiero decir que reducir tus gastos no sea importante. Simplemente debes aceptar que existe un límite en la reducción de los gastos personales. Hay un mínimo de dinero necesario para mantener tu estilo de vida.

Por otro lado, prácticamente no existe un límite concreto al que puedas llegar aumentando tus ingresos, así que es es razonable que pases más tiempo tratanto de crear nuevas formas de ingresos que puedan mantener tu estilo de vida o mejorarlo hasta el punto que desees.

Exploremos las formas en que puedes aumentar tus ingresos.

Empleo

Para la mayoría de empleados todos sus ingresos provienen de su sueldo. Si eres empleado, lo más razonable es que busques maximizar el sueldo que recibes. Si crees que tu trabajo vale más de lo que te pagan, ve con tu jefe y explícale tu situación. Si te dice que no te dará un aumento… quizás sea hora de renunciar.

Si crees que el salario que te pagan es justo con relación a tu trabajo, deberás comenzar a generar más valor para la empresa si quieres un aumento. Decide exactamente cuánto quieres que sea tu sueldo, ve con tu jefe y explícale tu situación: “Quiero ganar esta cantidad de dinero, ¿qué tengo que hacer para recibir este aumento?”. Si te dice que no hay forma de que recibas el aumento que quieres… quizás sea hora de renunciar. 🙂

En cualquier caso, la base de un incremento en tu salario es aumentar el valor que generas para tu empleador. Tienes que estar en la disposición de capacitarte y adquirir nuevos conocimientos y habilidades para poder hacer esto.

Trabajo Independiente

Sin importar si eres empleado o no, puedes comenzar a aprovechar tus habilidades y conocimientos para generar valor para otras personas y recibir una retribución a cambio. La forma más directa de hacer esto es enseñar a otras personas que quieran aprender de ti.

Este modelo es muy dinámico y fácil de implementar. Si aún eres estudiante puedes comenzar a darle lecciones particulares a otras personas. La tecnología actual te da una gran cantidad de opciones para hacer esto a muy bajo costo.

Practicamente toda mi vida laboral giró en torno al desarrollo de software. En la universidad estudié Ingeniería en Informática y Sistemas. He estado en contacto con las computadores desde niño. Hace poco comencé a aprovechar este conocimiento por medio de lecciones particulares a un amigo que trabajaba conmigo. Usamos ConnectNow de Adobe para reunirnos virtualmente y que ninguno de los dos incurra en gastos de transporte. ¿Qué habilidades puedes convertir en lecciones y utilizar la tecnología de esta forma para crear una nueva fuente de ingresos?

Otra forma de trabajar independientemente es ofreciendo tus servicios profesionales. Puedes ofrecer tus servicios profesionales mientras eres empleado, como una actividad complementaria. Si tu empelador necesita de lo que tu le provees, probablemente hayan otras empresas más pequeñas y en crecimiento que podrían pagarte por hora o por proyectos concretos.

Negocio Propio

Crear un negocio propio es una de mis opciones favoritas. Es mi principal enfoque.

Como en cualquier modalidad de generación de ingresos, debes enfocarte en generar un valor para alguien. La diferencia principal entre crear un negocio y trabajar independiente es que un negocio debe ser un “sistema” que proporciona ese valor a tus clientes con cierto grado de independencia de ti. Es decir, el sistema debe funcionar aunque tú no estés ahí para hacerlo funcionar. Este sistema puede ser un equipo de personas, otras empresas, un sitio web, etc.

En la industria del software es muy común que un programador cree una aplicación para su uso personal, para resolver un problema que él mismo tiene. Luego, comercializa la aplicación. Esta es una forma bastante efectiva porque al menos puedes asegurarte de que tu producto soluciona un problema real.

Es importante que no confundas el mecanismo que utilizas para generar el valor con el objetivo del negocio. Por ejemplo, este sitio web es un mecanismo que permite que tú leas los artículos de forma gratuita y que anunciantes puedan llevar sus productos o servicios a personas que puedan estar interesadas. Sin embargo, el objetivo no puede ser simplemente “tener un sitio web con artículos sobre finanzas personales”. Eso impediría que en determinado momento me decida por explorar otras formas de hacer llegar el valor a los lectores interesados. También limitaría el beneficio que puedo darle a los visitantes a “artículos”, ¿qué tal si quisiera crear una aplicación en línea donde puedas llevar tu presupuesto personal? 😉

Inversiones Financieras

Hasta ahora, he hablado sobre “Inversiones Económicas”. El tipo de inversiones en las que utilizas principalmente recursos internos para crear nuevos recursos. Ahora es el turno de las Inversones Financieras.

Una Inversión Financiera es cualquier instrumento en donde tu dinero es utilizado por alguien más para algún propósito económico que produzca ganancias. Parte de esas ganancias te toca a ti en forma de intereses, como recompensa por haber prestado tu dinero. Si alguien te propone una Inversión Financiera que no funcione de esta forma, puede ser una estafa. ¡Huye!

Es importante reconocer que la mayoría de Inversiones Financieras están diseñadas para ser fructíferas en un largo plazo. Muchas personas tienen la idea de que es posible volverse millonario de la noche a la mañana con Inversiones Financieras. Esto es muy dificil. De hecho, lo más común es que personas que ya tienen mucho dinero utilicen las Inversiones Financieras para proteger su patrimonio.

Conclusión

En general, tus ingresos siempre son un reflejo del valor que has proporcionado a la sociedad. ¿Qué otras formas has experimentado para obtener ingresos? ¿Que obstáculos has encontrado al intentar crear una nueva forma de ingresos?

Y para concluir la serie “Reducir Gastos vrs. Aumentar Ingresos”, ¿qué consideras mejor, reducir tus gastos o aumentar tus ingresos? ¿En qué actividad te has enfocado más?

¡Comparte tus experiencias en los comentarios!

Reducir Gastos vrs. Aumentar Ingresos (Parte I)

La base para que tus finanzas sean saludables es que tus ingresos sean mayores que tus gastos y que hagas algo productivo con la diferencia. Esto siempre es así, pero ahora que estamos en “crisis” cobra mayor importancia.

Es evidente que sólo hay dos formas de lograr que tus ingresos sean mayores que tus gastos:

  • Reducir tus gastos
  • Aumentar tus ingresos

En la primera parte de este artículo exploraré las diferentes formas de reducir tus gastos y algunos beneficios de reducir tus gastos que no son tan evidentes. En la segunda parte, exploraremos las formas de aumentar tus ingresos.

¿Listo/a? Comencemos con las formas en las que puedes reducir tus gastos:

Frugalidad

La forma más común de reducir los gastos personales es tomando una actitud frugal. Es una actitud bastante inteligente siempre y cuando no se lleve al extremo. Esta bien usar cupones del supermercado y aprovechar las ofertas y descuentos, pero al llevarlo al extremo puede ser contraproducente. Probablemente no sea buena idea gastar más en gasolina por viajar hasta la gasolinera que tiene el mejor precio.

También sería una mala decisión utilizar tu tiempo en tareas que podrías pagar por que alguien más las haga o posponerlas hasta otro momento. Esto es especialmente importante si puedes utilizar el tiempo libre extra para aumentar tus ingresos. Lo más importante aquí es tener un buen juicio.

Compras Inteligentes

Esto es en cierta forma, parte de una actitud frugal. Uno de los errores más comunes cometidos en nombre de la frugalidad es sacrificar la calidad por el precio, en contra de la conocida regla de que “lo barato sale caro”.

Es muy dificil hacer una compra efectiva cuando uno quiere encontrar un balance entre calidad y precio. Mi recomendación es que siempre que puedas te limites a comprar lo más barato, si no te importa la calidad (por ejemplo, si quieres comprar algo que sólo utilizarás una vez o para salir del paso) o compra lo de mejor calidad sin importar el precio (si lo que quieres es comprar algo que te dure mucho tiempo o no quieres aceptar las consecuencias de comprar algo de mala calidad).

Si no puedes pagar por la mejor calidad, es mejor esperar. Ahorra el dinero para hacer tu compra o aumenta tus ingresos para poder pagarlo. Pero no sacrifiques la calidad. Al final de cuentas terminarás pagando más reponiendo objetos de mala calidad con mayor frecuencia.

Elimina tus Deudas

Otra forma común de reducir tus gastos es eliminando tus deudas al máximo para evitar los gastos asociados a ellas. Especialmente las deudas que has utilizado para pagar cosas que no generan ningún ingreso. Hay diferentes formas de pagar tus deudas, escoge una y ¡acaba con ellas!

Reduce tus gastos… gastando

Sí, reduce tus gastos imprevistos gastando en adquirir un seguro que te cubra en accidentes, enfermedades, robos, etc. O crea un fondo con el que puedas cubrir gastos grandes que no ocurren siempre, como vacaciones, el pago inicial de un automóvil, etc.

Por ejemplo, crea un fondo de emergencia para tus gastos personales en caso de que no tengas ingresos. Esto es especialmente importante si tus ingresos son variables porque trabajas por tu cuenta.

¿Qué beneficios tiene reducir tus gastos?

Es evidente que reducir tus gastos tiene beneficios. Lo que no siempre es evidente es que el impacto que puede tener en tu vida reducir tus gastos va mas allá de tus finanzas. Reducir tus gastos puede…

  1. Eliminar el estrés. Esto surge principalmente cuanto pagas tus deudas y creas fondos de especiales para gastos grandes. Si logras eliminar la preocupación que te causan estas situaciones, podrás enfocarte mejor en aumentar tus fuentes de ingresos.
  2. Formar nuevos hábitos. Para muchas personas reducir los caprichos o pagar las deudas puede ser una tarea complicada porque les resulta dificil mantenerse en el camino correcto. Puedes ver tus gastos y deudas como una oportunidad para mejorar tu vida al desarrolar la disciplina necesaria para sobreponerte a todo tipo de obstáculos. Puedes compararlo con las pesas en un gimnasio. Es dificil levantarlas, pero lo importante no es únicamente levantarlas sino hacerte más fuerte en el proceso.
  3. Estimular tu creatividad. Cuando limitas las cosas que comprarás te enfrentarás con situaciones que tendrás que resolver sin utilizar dinero. En lugar de comprar los adornos de navidad los puedes fabricar tu mismo y convertirlo en una actividad familiar. En lugar de comer fuera los fines de semana, puedes aprovechar para enseñarles a tus hijos las recetas familiares… o probar la comida vegetariana.
  4. Salvar al planeta. Existen muchas alternativas de consumo que al mismo tiempo ayudan a proteger la isla en la que vivimos. Desde cosas simples como reutilizar hojas impresas aprovechando el lado en blanco, hasta utilizar energía solar para la energía de tu casa. O cambiar tu automóvil.

En la segunda parte de este artículo veremos las formas en que puedes aumentar tus ingresos o crear fuentes nuevas de ingresos. Mientras tanto te invito a que compartas en los comentarios ¿cuál ha sido tu experiencia reduciendo tus gastos personales? ¿qué te resulta fácil y qué te resulta dificil? ¿has identificado otras formas de reducción de gastos? ¡Gracias!

Haz que tu Dinero se Multiplique

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.

En tu camino hacia la libertad financiera ya has iniciado a ahorrar y a controlar tus gastos. ¿Cuál es el siguiente paso? En el libro El Hombre más Rico de Babilonia, Arkad enseña a sus estudiantes que el siguiente paso es aprender a hacer que tu dinero se multiplique. En una palabra…

Invertir

“Invertir” se refiere a poner a tu dinero trabajar por ti, en lugar de que tú trabajes por dinero. En el libro, Arkad explica las inversiones con una analogía interesante: tus primeros ahorros, son tus esclavos. Cada vez que guardas el 10% de tus ingresos en lugar de gastarlo es como tener un esclavo nuevo. El siguiente paso es hacer que tus esclavos tengan hijos. Sus hijos se vuelven esclavos también y en algún momento, llegas a tener todo un ejército de esclavos que trabajan por ti.

Luego Arkad cuenta cómo su primera inversión exitosa fue prestarle dinero a un fabricante de armaduras. Arkad le prestaba dinero para comprar bronce. El fabricante hacía las armaduras y luego las vendía. Las ganancias de las ventas servían para pagarle a Arkad. ¿Simple verdad?

Pero todo esto de esclavos y armaduras de bronce pasó de moda hace años. Veamos las…

Inversiones en el siglo XXI

¿Qué está de moda ahora? La bolsa de valores, las inversiones inmobiliarias, emprender negocios, financiar negocios, el mercado de divisas, etc. (En realidad está de moda entrar en pánico por la “crisis financiera”, pero ese es tema de otro artículo).

Conforme vas descubriendo las opciones de inversión, notas que hay diferentes “estilos de inversión”. Por ejemplo, podrías preferir ser un inversionista “pasivo” que invierte mayormente en la bolsa de valores e inversiones inmobiliarias. Esto te permite recibir intereses, dividendos, etc. sin tener que actuar mucho en la inversión.

Otra forma de inversión más “activa” sería financiar negocios como un inversionista ángel. O emprender tu mismo/a la empresa y administrarla. Esto te permite tener más control sobre el vehículo que produce el retorno de tu inversión (tu negocio).

No me considero un experto en las inversiones financieras; habiendo tantas posibilidades es muy difícil tener conocimiento profundo sobre todas los vehículos de inversión. Sin embargo, considero que una estrategia de inversión eficiente debe balancear la participación activa en la “creación” de valor y la pasividad de la “entrega” de valor a la sociedad.

Tomemos como ejemplo, un blog sobre economía personal: Este sitio requirió una inversión monetaria relativamente pequeña (registro del dominio, el boletín, etc.). Me tomó varios días echarlo a andar y me toma tiempo escribir los artículos (que son el verdadero valor del sitio — si alguien visita frecuentemente o se suscribe a mi sitio, es porque encontró algo de valor). Sin embargo, una vez que el artículo está publicado existe una serie de sistemas automatizados que se encargan de despachar el valor a los usuarios. Un servidor Web, con WordPress y un montón de agregados hacen que esta página se vea como la ves en este momento. Y todo esto sucede aunque yo esté escribiendo un artículo, durmiendo en mi casa o durmiendo en una reunión en mi trabajo.

Al mismo tiempo que este sitio proporciona valor para los lectores, proporciona valor para una gran cantidad de anunciantes que pueden llegar a mostrar su anuncio en mi sitio a través de Google Adsense. Ellos tienen interés en que otras personas conozcan lo que tienen que ofrecer y gracias a este sitio (y muchos otros que utilizan Adsense) ellos pueden mostrar sus anuncios en páginas que tienen relación con lo que ofrecen.

Plantas

Las inversiones son como las plantas… y pon atención porque esta analogía me gusta más que la de los esclavos:

El dinero que ahorras para invertir en instrumentos financieros, iniciar tu propio negocio, etc., son como semillas. Mientras más pronto siembres las semillas mejor y una vez plantadas, debes cuidarlas. A pesar de que no verás aún frutos, la semilla está creciendo bajo la tierra. Está germinando. Pronto comenzarás a ver la planta crecer y a dar sus primeros frutos.

Luego, tienes la opción de comerte los frutos o utilizar la semilla que tienen por dentro. Esto significa que te gastas tu dinero o lo reinviertes. Evidentemente sembrar de nuevo te da la oportunidad de tener más plantas y por lo tanto ¡más frutos! Llegará el momento en el que tendrás suficientes frutos como para gastar una parte y aún tener nuevas semillas para seguir sembrando plantas nuevas.

Debes tener cuidado de no desesperarte cuando ya sembraste la semilla pero aún no es visible la planta. Muchos cometen el error de comenzar a invertir y como no ven resultados prontos, toman de nuevo su dinero y lo gastan. Esto es como sembrar una semilla, regarla, cuidarla, esperar y esperar… y luego te desesperas y desentierras la semilla para ver si ya germinó, efectivamente matándola.

Podrías decir que si eres bueno/a para la jardinería, te irá bien con tus inversiones. Y con “bueno/a para la jardinería” me refiero a que por lo menos, puedes hacer sin problemas este experimiento.

Plan Financiero Personal

Un presupuesto personal es una herramienta esencial para lograr objetivos financieros que no están a tu alcance actualmente; y uno de los aspectos más importantes es que el presupuesto debe adaptarse a ti, y no al revés.

Mariano de Inteligencia Financiera acaba de compartir su metodología para administrar sus finanzas (es más que un presupuesto).

“…acá presento en Excel la planilla final que estoy utilizando la cual la confeccioné en base al libro “Finanzas para Papá” de Rigoberto A. Puentes. Obviamente le agregué algunos detalles muy interesantes que creo que a muchos les va a llamar la atención…”

Hay varias cosas que me gustan de este Plan Financiero:

  1. Es simple y fácil de usar. Si has usado Microsoft Excel, lo puedes usar.
  2. Es un ejemplo claro de que lo importante es que tus herramientas financieras se adapten a tu estilo
  3. No es sólo un presupuesto personal. Aparte, también tiene estados financieros que te ayudan a tener una vista general de tus finanzas.

Si estás interesado en crear tu propio presupuesto te puede ser útil este artículo que escribí hace tiempo en donde hablé sobre los fundamentos que debe tener un presupuesto personal.

Gastos Personales ¿Cómo controlarlos?

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.

En el último artículo, hablé sobre cómo iniciar (o hacer crecer) tus ahorros. La clave para lograr eso es ahorrar 10% (o más) de tus ingresos y aprender a vivir con 90% (o menos) de tus ingresos. Pero, ¿cómo lograr controlar mis gastos para sobrevivir con 90% (o menos) de mis ingresos?.

La forma más directa de controlar tus gastos es utilizando un presupuesto.

Hay una infinidad de posibilidades para hacer un presupuesto. Puedes hacerlo tan sencillo o complejo como desees. Lo más importante es que tiene que ser un presupuesto que funcione para ti. Tiene que ser suficientemente sencillo para que sea fácil de usar, consultar y actualizar. Tiene que ser suficientemente completo para que refleje de la mejor forma posible la realidad de tus finanzas. No hay una sola “mejor forma” de hacer un presupuesto que aplique para todos. Sin embargo, hay algunos fundamentos que es bueno seguir para que tu presupuesto funcione. Puedes leer sobre estos fundamentos en este artículo.

Una vez que haz hecho tu presupuesto en papel, debes llevarlo a la práctica. Esto es algo que afectará directamente tu…

Estilo de Vida

Para muchos el obstáculo más grande para controlar sus gastos es el estilo de vida que llevan. Muchas personas no están dispuestas a sacrificar gastos innecesarios para poder vivir con el 90% de sus ingresos. Esto es común entre las personas a las que posiblemente escucharás diciendo “¿por qué ahorrar para el futuro si la vida es ahora? ¿no es mejor gastar el dinero ahora? De todas formas no estoy seguro de que vaya a estar vivo mañana, ¡hay que disfrutar la vida mientras se puede!”

Es completamente cierto, hay que disfrutar la vida mientras se puede; pero no es buena idea llevar esto al extremo. Hay un problema fundamental con llevar al extremo esta filosofía de vida. No puedes correr el riesgo de “vivir cada día como si fuera el último”. No puedes ir a gastarte todo tu dinero en alcohol y mujeres. Puedes tener la “mala suerte” de amanecer al día siguiente vivo, con resaca, sin dinero y con una esposa enojada. 😉

Existe un segundo grupo de personas que se resisten a un cambio en su estilo de vida. Este grupo de personas basa su estilo de vida en impresionar a otras personas con las cosas que compran. ¡Aunque tengan que endeudarse para hacerlo! Ropa de las mejores marcas, auto último modelo o cualquier otro juguete con el que puedan presumir. No quiero decir que estas cosas tengan algo de malo. Tienes todo el derecho de querer comprar juguetes caros. Pero si lo haces a costillas de la salud de tus finanzas, estás cavando un camino hacia una situación insostenible.

Finalmente, existe un tercer grupo de personas a quienes les resulta extremadamente difícil realizar un cambio de estilo de vida para ahorrar dinero. La mayoría de los lectores de este sitio, siendo latinoamericanos debe sospechar a quienes me refiero. Me refiero a las personas que viven en extrema pobreza. Lamentablemente, en latinoamérica esta todavía es una situación muy común.

Justamente hoy por la mañana tuve una conversación con alguien cercano que me hizo recordar que es difícil generalizar una regla como “guarda el 10% de tus ingresos” cuando tomas en cuenta los extremos. Vivir en extrema pobreza hace que sea casi imposible cumplir con una regla como esta. Es casi imposible darle vuelta a tu situación financiera cuando vives con lo mínimo. Pero la clave está en que es casi imposible, no imposible.

Esta última parte merece su tratamiento en uno (o varios) artículos aparte. Y dentro de las lecciones de El Hombre más Rico de Babilonia, hablaré más sobre este tema al llegar a la regla de “Aumenta tu capacidad de generar ingresos”

Mientras tanto, quisiera compartir una parte del libro que te ayuda a reflexionar sobre el uso de un presupuesto. Se trata de una comparación entre un presupuesto y…

La carga de un burro

Cuando Arkad, el hombre más rico de Babilonia, está describiendo cómo controlar los gastos de una persona uno de los alumnos se sobresalta, poniéndose a la defensiva porque no quiere hacer un presupuesto. El alumno dice que él es un hombre libre y que se rehúsa a convertirse en un “esclavo del presupuesto”. Él piensa que llevar y cumplir un presupuesto es una carga muy pesada, como los bultos de un burro de carga.

Arkad le responde con una pregunta: ¿quién haría tu presupuesto? ¿Si el burro pudiera escoger su carga, escogería lo más pesado? ¿o escogería balancear su carga con agua y alimentos para el viaje por el desierto?

El propósito del presupuesto no es privarte de cumplir tus deseos. El propósito es ayudarte a cumplir un objetivo más importante (tu libertad financiera) y proteger ese deseo mayor de tus caprichos casuales.

Conclusión

Esto es algo que ya he dicho antes, pero es importante así que no me importa repetirlo: Lo primero que tienes que tener claro antes de decidirte a controlar tus gastos (o tomar cualquier otra acción en relación a tus finanzas) es ¿cuál es el objetivo financiero que quieres alcanzar? sin esto, cualquier esfuerzo que hagas fácilmente se convertirá en un esfuerzo en vano. Si no sabes a donde vas, cualquier camino es bueno. O malo. Si sabes hacia donde vas, controlar tus finanzas tendrá sentido.

No le tengas miedo a un cambio de estilo de vida para ahorrar algo de dinero. Si tu objetivo es ahorrar dinero para obtener abundancia financiera en el futuro, el cambio de estilo de vida es sólo algo temporal.

Cómo Iniciar (o Hacer Crecer) tus Ahorros

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.


La primera regla para llenar tus bolsillos es ahorrar.

¿Simple verdad? Pero si es tan simple, ¿por qué hay tantas personas que no ahorran? En este artículo, compartiré varias ideas acerca del ahorro que aprendí de Arkad, el hombre más rico de Babilonia.

Una parte de lo que ganas… ¡es tuya!

Esta es una afirmación que muchos descartan por evidente. “Es lógico que el dinero que gano, es mío. Yo lo estoy ganando”.

Pero, ¿cuáles son tus gastos? Tu pagas por tu alimentación, tu educación, tu ropa, tus zapatos, tu casa, tu carro. Esas cosas son tuyas, no el dinero. El dinero, se lo diste a alguien más a cambio de bienes o servicios. Y aunque es similar, no es lo mismo tener zapatos que tener dinero. Intenta depositarlos en una cuenta de ahorros… 🙂

Gran parte del dinero que ganas, se lo pagas a otras personas. ¿Cuánto te pagas a ti mismo? ¿Cuánto dinero te quedó de lo que ganaste en el último mes? ¿En el último año? ¿En los últimos 5 años? ¿Cuánto tendrías si hubieras ahorrado 10% de tus ingresos durante los últimos 5 años? Haz el cálculo, sólo por curiosidad.

Págate a ti mismo. Siempre. Es tu dinero, es tu parte del pastel, una parte de lo que ganas es tuya. La debes guardar para asegurarte de que tendrás dinero en el futuro.

Viviendo con 90%

Si eres tan bueno en matemática como yo (o cualquier otro niño de primer grado), te habrás dado cuenta de que si ahorras 10% de tus ingresos, debes sobrevivir con el 90% restante.

Una respuesta común a la propuesta de vivir con 90% de tus ingresos es: “¿Cómo podría vivir con 90% de mis ingresos, si con el 100% no me alcanza?” En el libro, Arkad dice algo como “ni te darás cuenta de que te falta ese 10%”.

Es muy poco probable que todos tus gastos sean absolutamente necesarios. Esto es fácil de demostrar. Piensa en alguien que viva en condiciones similares a las tuyas. Una casa similar, un número similar de familiares, responsabilidades similares… pero un sueldo más bajo que el tuyo. ¿Puedes pensar en alguien así? No tienes que conocerlo personalmente, simplemente ¿conoces a alguien que sobrevive con 10% menos de ingresos? Apuesto a que sí.

De cualquier forma, estas ahorrando para mejorar tu estilo de vida en el futuro. No pienses que tendrás 10% menos de ingresos. Piensa que tendrás 10% más de ahorros… Si pones a trabajar efectivamente tus ahorros, esto será algo temporal.

Cómo iniciar a ahorrar

Para muchas personas, incluyéndome, lo más difícil al querer iniciar a ahorrar es formar el hábito de ahorrar.

Mis finanzas estuvieron por un buen tiempo encharcadas con deudas y malos hábitos. Cuando finalmente me decidí a tomar el control de la situación, lo primero que hice fue hacerme cargo de mis deudas. El hábito de pagar deudas es un poco más fácil de fomentar porque tienes a tus amigos, los cobradores, dándote apoyo moral. Pero con los ahorros, es diferente.

Antes de comenzar a ahorrar habitualmente como lo hago ahora, intenté iniciar varias veces. Todas esas veces mis ahorros iniciaban un mes, mantenía una actitud positiva por unas semanas y luego, me gastaba el dinero que había ahorrado.

La diferencia entre esos intentos fallidos y la estrategia que uso ahora, radica básicamente en algo que Arkad, el hombre más rico de Babilonia, explica en uno de los relatos.

Arkad, le dice a sus estudiantes que por cada 10 monedas que pongan en su bolsa, únicamente gasten 9. Poco a poco, se irán acumulando ante sus ojos las monedas que han ahorrado y sentirán gusto al escuchar el tintineo de las monedas al caminar.

Esto significa, en palabras más modernas que las que se usaban en Babilonia, que es necesario ese “refuerzo psicológico” que obtienes al ver tus ahorros crecer y escucharlos tintinear. Así que lo que hice fue cambiar todo mi dinero por monedas y cargar con él todo el tiempo.

Esta bien, diré la verdad.

En mis intentos fallidos, cometí dos errores. En cierta ocasión, todo lo que hacía para ahorrar era dejar en la cuenta bancaria, donde depositan mi sueldo automáticamente, una parte de mis ingresos. La otra parte la trasladaba a mi cuenta de “gastos”. Llegaba el momento en el que depositaban mi siguiente sueldo y no tenía presente cuánto dinero había ahorrado el mes anterior, entonces era más fácil transferir todo el dinero y gastarlo. Al final de cuentas esa era mi cuenta de “ingresos”, no de “ahorros”. (Si, yo se. Es un razonamiento algo ilógico, pero la mente humana es un misterio).

En otra ocasión, investigué prácticamente todas las cuentas de ahorro para determinar cuál era la que tenía mejores beneficios. ¿Mejores intereses? ¿Sorteos mensuales? ¿Una alcancía gratis?

¿El resultado? Nunca encontré la “mejor cuenta” y mis ahorros eran exactamente igual a 0.

Finalmente, me di cuenta de que en mi caso, lo más importante no es 0.01% más de intereses mensuales, ni los sorteos, ni las adorables alcancías en forma de cerdito. De todas formas, no pienso usar una simple cuenta de ahorros para invertir a largo plazo. Lo más importante para mi, era tener ese “refuerzo psicológico”.

Entonces, finalmente abrí una cuenta de ahorro, sin tarjeta de débito ni chequera, en el mismo banco donde me pagan mi sueldo. Hago un traslado electrónico mi cuenta de “ingresos” a mi cuenta de “ahorros”, el resto a mi cuenta de “gastos”, y ¡listo!.

Es tan fácil que resulta difícil procrastinar. Y de todas formas tengo que hacer la transferencia de mi cuenta de “ingresos” a mi cuenta de “gastos”. No me interesa la tasa de interés. Ni siquiera se cuánto es.

Es importante notar que todo esto lo hago en el sitio de banca en línea de mi banco. Por lo que puedo, en menos de un minuto, saber exactamente cuánto tengo ahorrado. Lo cual es como escuchar el tintineo de monedas en mi bolsillo, pero menos pesado.

Conclusión

Como dije al principio, esto de ahorrar 10% de tus ingresos es ridículamente fácil de entender. Pero para muchos, el problema es llevarlo a la práctica. Tómate el tiempo que sea necesario para encontrar la estrategia que más te sirve para formar el hábito de ahorrar. Haz lo que tengas que hacer, pero tienes que cumplir con esta regla para alcanzar la Libertad Financiera. No hay otra opción.

Este artículo ya es suficientemente largo. Y tengo que ir a contar monedas. Hasta la próxima.

Sólo hay 2 formas de ahorrar

Ahorra y sal de la pobreza

La clave para salir de una situación financiera limitada es invertir. Pero para poder invertir se necesita capital. Pues adivina ¿de dónde podrás obtener el capital?. Claro, del ahorro. El ahorro que luego inviertes.

Sabiendo esto querrás saber ¿Cómo ahorrar? ¿Cuáles son las mejores formas de ahorrar? Estas preguntas se simplifican mucho si te das cuenta de que en realidad sólo existen dos formas de ahorrar dinero.

Ahorrar vrs. Economizar

¿Cuál es la diferencia entre ahorrar y economizar? Es común que exista una ligera diferencia en la interpretación de estos dos términos. “Ahorrar” por lo general se refiere a apartar una cantidad de dinero para no gastarlo de inmediato sino para utilizarlo en algún momento futuro. El ejemplo clásico es tener una Cuenta Bancaria de Ahorro.

Por otro lado, “Economizar” se refiere a recortar la cantidad de dinero que tenías destinada para algún gasto y si ese sobrante lo guardas para utilizarlo en el futuro, lo estás ahorrando.

Ahí lo tienes, esas son las únicas dos formas de ahorrar:

  • Apartando una cantidad cada mes destinándola a tus ahorros
  • Economizando en tus gastos ya previstos y ahorrando las diferencias que logres.

Veamos a detalle cada una de ellas.

Cóbrate Primero

Un consejo muy útil para mantener el hábito del ahorro es que siempre incluyas en tu presupuesto una categoría de “gastos” en donde asignas la cantidad de dinero que deseas pagarte a ti mismo. Este pago, será el dinero que usarás para luego invertirlo, para crear un fondo de emergencias o simplemente para lograr comprar algo que aún no puedes pagar.

Es probable que sientas la necesidad de ceder y no pagarte a ti mismo porque, por ejemplo, prefieres disminuir tus deudas primero. Sin embargo, aunque parezca equivocado o contraintuitivo, es mejor que siempre te pagues algo a ti mismo. Si te encuentras en una situación así, considera esto: En el libro “Padre Rico, Padre Pobre”, Robert Kiyosaki explica que para lograr siempre pagarte primero debes convertirte en el peor cobrador de todos. Seguramente sabes que cuando un cobrador te molesta tanto hasta el punto en que te desespera, le pagas para poder librarte de él. Esas características debes tener en relación a cobrar tu pago. Debes ser el cobrador al que no quieres deberle. Así lograras pagarte primero.

Dependiendo del objetivo que tengas para tu ahorro puede ser que te convenga utilizar una simple cuenta de ahorros en un banco o buscar algo más sofisticado como una cuenta de ahorro a plazo fijo o una inversión a corto/mediano plazo. Usando alguno de esos instrumentos puedes ganar intereses al mismo tiempo que ahorras tu dinero de forma segura.

Guarda lo que te sobra

Durante el mes vas gastando conforme lo habías planificado en tu presupuesto. Es posible que te sobre dinero en algunas categorías. Si al sumar todas las diferencias que encontraste te queda algún sobrante, debes decidir qué hacer con ese dinero. Esto es a lo que muchas personas se refieren comúnmente como “economizar”, es decir, reducir los gastos intencionalmente para crear un sobrante.

Luego, debes decidir que hacer con tu sobrante. Básicamente tienes dos opciones:

  1. Mantener la cantidad en tu presupuesto sin ningún cambio. Así, el siguiente mes seguirás teniendo holgura en la categoría en la que tuviste una diferencia.
  2. Ajustar las cantidades en tu presupuesto y asignando desde antes las diferencias a otra categoría, por ejemplo, tu ahorro fijo.

Podría decirse que para un buen hábito de ahorro, cobrarte primero es una regla obligatoria. Guardar lo que te sobra, es opcional. De cualquier manera, si no guardas lo que te sobró en el mes, aún estarás ahorrando lo que destinaste específicamente para ahorro en tu presupuesto. Por supuesto para lograr todo esto, es esencial que primero hagas tu presupuesto.

Conclusión

Como puedes notar esta filosofía de ahorro es muy simple, especialmente porque todo queda reducido a dos opciones. Además, es más inteligente ahorrar de esta forma y no cómo lo hace la mayoría de personas: en primer lugar, ahorrando lo que les sobra de sus gastos (si les sobra algo) y muy pocas veces, destinando una cantidad fija para esto. Exactamente lo opuesto a lo que acabas de leer.

¿Por qué ahorrar?

¿Alguna vez te has preguntado si realmente vale la pena ahorrar? o quizás sabes que ahorrar es un buen hábito, pero no sabes exactamente cuál es el objetivo. En tal caso puedes encontrar útiles estas cuatro razones por las cuales deberías ahorrar:

1. Ahorra para invertir

Si ahorras podrás realizar inversiones más grandes y con mejores retornos. Si investigas la biografía de muchos millonarios te darás cuenta de que uno de los hábitos que tienen en común es el de “pagarse primero”. Esto se refiere a adquirir la responsabilidad de tomar siempre una parte de los ingresos y ahorrarla, para luego invertirla en algún otro generador de ingresos: un negocio, compra de acciones, bonos, etc.

2. Ahorra para crear un fondo de emergencia

Un buen fondo de emergencia debería servirte para cubrir tus gastos básicos de al menos cuatro meses, asumiendo que no te queda ningún ingreso. Un buen criterio para seleccionar el ingreso de cuántos meses deberías tener en tu fondo de emergencia puede ser, ¿en cuánto tiempo crees que eres capaz de obtener un nuevo ingreso? (trabajo, negocio, comisiones, etc.)

Adicionalmente, debes considerar posibles gastos médicos, gastos por reparaciones y otro tipo de imprevistos que acompañan a diferentes catástrofes naturales o provocadas que pueden afectar tu estabilidad económica.

3. Ahorra para realizar gastos grandes

Seguramente tienes en mente algo que quisieras comprar pero que aún no tienes suficiente dinero para hacerlo. Puede ser una casa, un nuevo televisor o un Ferrari.

En cualquier caso, tienes dos opciones: endeudarte para comprarlo o ahorrar primero y reducir al mínimo la cantidad por la que te endeudes.

4. Ahorra para tu retiro

Si eres el tipo de personas que quisiera en algún momento de su vida, simplemente descansar y disfrutar, entonces comienza a pensar en un fondo para tu retiro.

Es mejor que pienses en mantener un retiro por medio de activos que te generen ingresos pasivamente (regalías, dividendos, intereses, etc) y no solo en simplemente acumular una cantidad de dinero con la cual subsistir cuando te retires.

Conclusión

En conclusión, lo importante no es si crees que ahorrar es bueno o no. Sin importar cuál es tu decisión, lo importante es que la hayas tomado conscientemente de acuerdo a tus metas; y no sólo porque lo leíste en un excelente blog sobre Economía Personal. 😉

Cómo Hacer un Presupuesto Personal

Cierta vez leí que tener un “presupuesto” sirve para no decir “por supuesto” a cada gasto que se te pone enfrente.

En este artículo te guiaré por el proceso, paso a paso, para crear un presupuesto personal básico. La razón por la que haremos un presupuesto básico es para que puedas fácilmente adaptarlo a tus propias necesidades.

¡Comencemos!

Lo que necesitarás

Necesitarás aproximadamente 20 minutos para completar este proceso en su forma más sencilla. Si no tienes el tiempo ahora, te recomiendo que guardes este artículo en tus favoritos o lo envíes a tu propio correo electrónico para revisarlo después. Puedes usar el enlace que dice “Comparte este artículo” al final del texto para enviártelo.

Si estás listo/a para comenzar, necesitarás:

  1. Papel y lápiz o un programa de hojas electrónicas (OpenOffice Calc, Excel, Numbers, Google Docs, etc.)
  2. Un estimado de tus ingresos y gastos fijos mensuales
  3. Un estimado de los gastos que tengas que no ocurren mensualmente (pago de impuestos, primas de seguros, colegiaturas, etc.)

Nota: Si lo prefieres, puedes descargar una plantilla ya hecha de este proceso como parte de la Colección de Recursos de Economía Personal. De cualquier forma, es buena idea que sigas este proceso para comprender mejor tu presupuesto.

Paso 0 – Columnas

Lo primero que debes hacer es crear cuatro columnas para ingresar: Descripción, Valor Estimado, Valor Real, Diferencia.

Estas columnas las utilizarás para todas las categorías que usaremos. La columna de Diferencia debe expresar la diferencia entre el Valor Estimado y el Valor Real como un porcentaje. También puedes usar la diferencia en moneda, pero es más fácil captar el concepto en porcentajes.

Coloca hacia abajo, en las mismas columnas, cada una las categorías que veremos a continuación.

Paso 1 – Ingresos

La primera categoría serán tus ingresos. Debes listar todos los ingresos que recibas mensualmente. Tu salario, ingresos por rentas, alquiler de propiedades, pensión alimenticia, trabajos independientes, etc.

Si haces tu presupuesto en una hoja electrónica, mi recomendación es que hagas estas cifras negativas y como verás más adelante, tus gastos serán positivos. Esto es por facilidad, ya que generalmente tendrás más información que ingresar en tus gastos y es más fácil ingresarlos como valores positivos (¡no tendrás que recordar ponerle el signo negativo a todo!)

Al principio del mes deberás ingresar únicamente los valores estimados. En cuanto tengas el valor real (cuando recibas efectivamente tus ingresos) escribe los valores reales y calcula las diferencias.

Paso 2 – Ahorros e Inversiones

A continuación, lista las salidas de dinero que sean para ahorros o inversiones.

Lista aquí cualquier aporte que hagas a fondos de retiro, cuentas de plazo fijo o simplemente el dinero extra que ahorras todos los meses.

Es muy importante que estas salidas de dinero queden separadas de los gastos en sí, porque te ayuda a mantener el hábito del ahorro.

Paso 3 – Pagos de Deudas

De nuevo, bajo las mismas cuatro columnas, lista tus salidas de dinero que correspondan a pagos de deudas: tarjetas de crédito, hipotecas, préstamos personales, el pago de tu automóvil, etc.

También es importante separar estas salidas de dinero de tus otros gastos para que mantengas siempre a la vista la cantidad de dinero que debes.

Te recomiendo que leas el artículo 6 Formas de Pagar tus Deudas (con ejemplos) para más ideas sobre como acabar con tus deudas eficientemente.

Paso 4 – Gastos

Finalmente, llegamos a la parte central de un presupuesto, tus gastos mensuales.

Lista cada una de tus categorías de gastos con su valor estimado para el mes.

¿Qué categorías de gastos debes poner? En realidad no hay una respuesta única. Debes buscar las categorías y el nivel de detalle que funcione para ti. Dale una mirada a esta lista de categorías de gastos para ayudarte.

Recuerda, para completar esta sección debes tener en cuenta dos aspectos:

1. Está bien equivocarse. Es muy poco probable que logres planificar tus gastos con el 100% de exactitud, especialmente si es la primera vez que lo haces. Pero no importa porque la meta no es ser preciso. La meta es desarrollar el hábito de administrar tus finanzas con frecuencia. Por supuesto, haz tu mejor esfuerzo al predecir tus gastos, pero no te obsesiones con ser exacto “al centavo”, te aseguro que conforme vayas practicando el hábito irás mejorando.

2. Toma en cuenta los gastos que no son mensuales. Un error común al hacer un presupuesto es enfocarte únicamente en tus gastos fijos mensuales y olvidar que hay gastos que ocurren con menor frecuencia. Lo mejor que puedes hacer es distribuir esos gastos en varios meses para que cuando llegue el momento ya tengas el dinero reservado. Encuentra la mejor forma de distribuir estos gastos (por ejemplo, para un gasto anual, podrías ahorrar 1/12 del gasto cada mes) y regístralos en esta sección.

Paso 5 – Registro de Gastos

Hasta ahora has hecho solamente una planificación (utilizando la columna de estimaciones) de tus ingresos y gastos. El siguiente paso —que abarca lo que queda del mes— es registrar tus gastos e ingresos reales para compararlos con tus estimaciones.

La principal ventaja de esto es que puedes detectar de inmediato las categorías de gastos que están saliendo de tu planificación en cuanto sucede —y no cuando te das cuenta de que ya no tienes suficiente dinero para cubrir otros gastos.

Mi recomendación es que guardes todos tus recibos de compras y que apuntes en una libreta o smartphone todos los gastos para los que no tengas recibos. ¡Guarda siempre tus recibos en el mismo lugar para no perderlos!

Al menos una vez por semana, tómate 15 minutos para ingresar tus gastos en las categorías que correspondan. Asumiendo que duermes 8 horas al día, 15 minutos son 0.22% de tu tiempo despierto/a durante la semana. No me digas que no tienes tiempo para hacerlo. 🙂

Paso 6 – El Siguiente Mes

Tu presupuesto mensual debe siempre evolucionar y convertirse en el presupuesto del siguiente mes. Si fallas en actualizar mes a mes tu presupuesto eventualmente quedará obsoleto y no tendrá ningún valor real.

El primer fin de semana de cada mes (o en el día que más te convenga) es tiempo de analizar las diferencias entre tus predicciones y tus datos reales para hacer ajustes que sean necesarios en tus predicciones para el siguiente mes.

Esta es una regla simple para hacer tus ajustes:

  • Si la diferencia absoluta es de 35% o más; y no fue por un evento fuera de lo común ajusta tu cantidad para el siguiente mes usando tu gasto real.
  • Si la diferencia absoluta es de menos del 35%; utiliza tu misma estimación para el siguiente mes y observa si el patrón de diferencia continúa. Después de dos o tres meses de observar una diferencia similar puedes ajustar tu cantidad.

Por ejemplo:

Si para alguna categoría tu predicción fue $1000, pero tu gasto real fue $1400 tienes una diferencia de +40%. Si tu gasto real fuera de $600, tienes una diferencia de -40%.

En ambos casos tu diferencia absoluta (es decir, sin tomar en cuenta si te pasaste o te quedaste corto) es mayor de 35%. Entonces puedes usar tu gasto real como nueva predicción; siempre y cuando no haya algún motivo extraordinario que explique la diferencia.

Importante: ¿Qué hacer con el dinero “sobrante”? Si durante el mes te quedó algo de efectivo sin gastar aplica la siguiente regla: Si no has iniciado tus ahorros, ahorra el dinero extra. Si tienes deudas, has pagado lo que te toca y algo más pero durante el mes no gastaste en algo para ti mismo, gástalo en algo que te guste. Si tienes deudas, pero has pagado sólo lo mínimo, abónalo a tus deudas.

Paso 7 – Disfruta de tener el control de tus finanzas

Este proceso puede parecer complicado, especialmente sin nunca has utilizado consistentemente un presupuesto antes. Pero si logras desarrollar el hábito y reservar esos cortos momentos de tus fines de semana, comenzarás a notar que se reduce la ansiedad causada por no saber a dónde va tu dinero y te sentirás mejor.

Por otro lado, tu presupuesto deberá ser siempre tu primer filtro para decidir si haces una compra o no. Retrasa cualquier decisión de compra hasta el fin de semana más próximo para que puedas evaluar el resto de tus finanzas y decidir si el gasto te conviene.

Si experimentas resistencia o te encuentras inconscientemente posponiendo tus revisiones semanales/mensuales, trata de asociar esta actividad con algo placentero. Por ejemplo, tómate los 15 minutos para disfrutar una taza de tu té favorito mientras revisas tus recibos. O escucha tu música favorita. O haz que tu pareja te dé un masaje de pies mientras lo haces. 😉

Espero que con este proceso logres iniciarte en la sana práctica de administrar tus finanzas.

La mejor forma de saber si este artículo te resultó útil es que me lo cuentes abajo en la sección de comentarios. También será muy útil si compartes tus propios métodos de hacer un presupuesto para que otros lectores se beneficien. ¡Gracias!