5 Razones para Seguir Presionando

Sin importar el tipo de cambio que quieras lograr en tus finanzas, necesitarás persistencia para lograrlo.

De la misma forma en que escribí hace un tiempo sobre la importancia de la pasión y la disciplina para tener éxito, hoy escribo sobre el valor de seguir presionando hacia tus metas bajo cualquier circunstancia, también conocido como Persistencia.

1.  La persistencia le gana a la educación.

Es más probable que tengas éxito en una actividad porque persistes en ella que porque tienes la toda la educación necesaria. Piénsalo: si persistes, aún cuando cometas errores puedes alcanzar tu meta.

Por el contrario, ninguna cantidad de educación por sí sola te garantiza resultados. Debes tomar acciones y darle uso a tu educación — de forma persistente.

2. La persistencia le da un buen nombre a los errores.

Porque siempre y cuando persistas en tus empresas, cualquier error se transformará en una lección; y no en una excusa para no continuar.

Y por esta vez, te salvaré de la obligatoria referencia a Thomas Alva Edison. Ese ejemplo, cual bombillo incandescente, ya está quemado por tanto uso.

3. La persistencia le gana al “talento natural”.

De la misma forma que a la educación.

La falta de “talento natural” es usada frecuentemente como excusa para no iniciar grandes proyectos o tomar riesgos.

Sin embargo, cuando vemos a alguien talentoso demostrando sus proezas, no estamos viendo a su “talento natural” en sí. Estamos viendo al resultado de poner en práctica, con persistencia,  su potencial.

Puede ser que tú tengas mucho potencial oculto, pero ¿cómo puedes beneficiarte de él si no lo practicas con persistencia?

4. La persistencia hace que te enfoques en resultados y no en actividades.

Porque la única forma de mantener viva la persistencia es enfocarte en los resultados que deseas obtener; sin importar que el camino sea difícil, aburrido, desafiante, etc.

La visión que te formes sobre los resultados que quieres obtener es lo que te proporcionará la motivación para continuar. El camino para llegar, puede tener actividades que preferirías no hacer de no ser por tu meta, así que, en cierta forma, el fin justifica los medios. 😉

5. La persistencia te ayuda a manejar el miedo.

Miedo al fracaso, a la ignorancia, a lo desconocido. Que es precisamente lo que nos hace inventar excusas como que necesitamos educación, no tenemos talento, o que no debemos fallar.

Al adoptar la persistencia en nuestra vida como un valor de primer orden, nos aseguramos de seguir avanzando aún cuando no estemos seguros de que los planes van a funcionar.

El miedo sigue estando ahí —es algo natural— pero la persistencia nos obliga a actuar a pesar del miedo.

Calvin Lo Dijo

Una de mis citas favoritas es la siguiente frase de Calvin Coolidge. Esta frase fue la que inspiró este artículo — y la tengo de fondo de pantalla en mi PC:

Nada en el mundo puede sustituir a la Persistencia.
El talento no puede; nada es más común que los fracasados con talento.
El ingenio no puede; ingenio sin recompensa es casi un proverbio.
La educación no puede; el mundo está lleno de gente educada y en ruinas.
La persistencia y la determinación por sí solas son omnipotentes.
El lema “Seguir Presionando” ha resuelto y siempre resolverá los problemas de la humanidad.

Tu Tarea

Tómate unos minutos para pensar en algún proyecto que tengas abandonado por falta de tiempo/educación/recursos/talento.

Al identificarlo —asumiendo que aún tienes interés verdadero por el proyecto— crea una imagen vívida de los resultados que obtendrás al terminarlo (mejor si lo haces por escrito). Piensa en qué cosas serán diferentes una vez que lo logres. ¿tendrás más dinero? ¿más tiempo libre? ¿más satisfacción? ¿específicamente cuánto más dinero? ¿para qué lo usarás? ¿quienes se beneficiarán con este resultado?

No pienses por ahora en las actividades que te llevarán a lograrlo, piensa únicamente en el resultado final.

Decide que durante los próximos 30 días le dedicarás 30 minutos (no más, ni menos) a este proyecto. No importa si tienes avances grandes o pequeños. Lo importante es ser persistente, día a día. Sólo 30 minutos.

De estos 30 minutos, los primeros 3 a 5 minutos úsalos para revisar tu imagen del resultado final y recordarla de nuevo con lujo de detalles. Esto debe proporcionarte la motivación para dedicar el resto de los 30 minutos a lograr avances sin importar sin son grandes o pequeños.

¡Sigue presionando!

Tácticas vs Estrategias en tus Finanzas

En las Finanzas Personales también hay tácticas y estrategias. Igual que en la guerra, el amor y el fútbol.

¿En qué deberías enfocarte si quieres salir de una situación financiera problemática?

Definiciones

Para empezar debemos estar en la misma página.

Cuando digo “tácticas” me refiero a acciones concretas que tomas con tu dinero. Por ejemplo, ahorrar cierto porcentaje de tus ingresos, consolidar y automatizar tus salidas de dinero, aprender a usar una tarjeta de crédito, etc.

Cuando digo “estrategias” me refiero a los planes que haces para lograr metas específicas, por ejemplo: tu plan para pagar todas tus deudas, un plan de negocios para aumentar tus ingresos, tu estrategia de inversión para el retiro, etc.

¿En qué enfocarse?

Parece lo más lógico que lo primero que debes hacer es establecer una estrategia y en base a eso seleccionar tus tácticas. Eso es lo que diría cualquier estratega.

Sin embargo, creo que hay muchas personas que se beneficiarían de primero enfocarse en sus tácticas antes de establecer metas a largo plazo o cualquier otro tipo de estrategia.

¿Por qué? Comencemos con una analogía.

Tus Primeros Pasos

¿Recuerdas cuando aprendiste a caminar? Claro que no, nadie recuerda eso.

Pero seguramente sabes cómo va el proceso de aprender a caminar.

Los niños comienzan gateando con rumbo general hacia su mamá pero sin ningún otro destino en particular. Pronto descubren que tienen la alternativa de caminar y comienzan a explorar las posibilidades.

En ese momento no tienen todavía ningún destino particular, simplemente están aprendiendo a usar esta nueva modalidad de transporte sobre dos extremidades que resulta ser más eficiente que la de cuatro.

Eventualmente descubren que al caminar pueden ir a lugares en donde su mamá no ve lo que está haciendo con los adornos de la sala.

Al aprender a caminar estamos concentrándonos en una táctica (desplazamiento sobre superficies utilizando dos extremidades) aún cuando no tenemos una estrategia.

La estrategia (obtener diversión por medio de los adornos de la sala) se desarrolla después. Se desarrolla en el momento en el que ya sabemos las capacidades que nos otorgan las tácticas.

Tus Primeros Pasos Financieros

De la misma forma puedes ver tus finanzas.

Para muchas personas resulta totalmente ridículo ponerse a pensar en planificar para su retiro cuando ni siquiera pueden con los gastos del mes, no tienen ahorros y tienen muchas deudas.

Se puede argumentar, claro, que una estrategia le dictará las tácticas que tienen que seguir. Pero el asunto es que no hay tácticas con las cuales trabajar.

No tiene sentido que creemos un plan de inversión para retiro, con niveles de riesgo decrecientes conforme se acerca la culminación del plan… si nunca hemos ahorrado un centavo y tenemos tres tarjetas de crédito al tope!

El hábito del ahorro, las formas de reducir gastos, el entrenamiento mental para pensar en formas de generar más ingresos; todas estas tácticas financieras deben primero ser desarrolladas para que podamos descubrir que podemos llegar lejos y que necesitaremos una estrategia.

Definitivamente tiene que existir una motivación para desarrollar las tácticas. Justo como los niños instintivamente se mueven en rumbo general hacia sus mamás, debemos tener algún tipo de motivación de corto plazo para desarrollar nuestras tácticas financieras. Y ojo que no son las mismas que las metas a largo plazo!

En general, el proceso va algo así:

Motivación de corto plazo > Desarrollo de Tácticas > Estrategia (largo plazo)

Por ejemplo, para desarrollar el hábito del ahorro necesitamos algunas metas a 6 o 12 meses. Puede ser comprar algo, establecer un fondo de emergencias, etc. Para alguien que nunca a ahorrado, esto es mucho más efectivo que ponerse una meta para el retiro que resulta mucho más abstracta y distante.

Tu Tarea

¿Deberías enfocarte en desarrollar tus tácticas o ya estás listo/a para definir tus estrategias? Responde estas preguntas para determinar en qué punto te encuentras:

  • ¿Te sientes cómodo/a estableciendo metas a largo plazo para tus finanzas? ¿Sientes que esas metas son algo que puedes llevar a cabo con tus capacidades actuales?
  • ¿Cuáles tácticas financieras has aprendido hasta ahora? ¿qué nivel de desempeño tienes con ellas? ¿cómo puedes aprovechar estas tácticas para desarrollar una estrategia que funcione?

Responde estas preguntas en privado, discútelas con alguien de confianza o cuéntanos tu experiencia en los comentarios!

Cómo Gastar sin Sentir Culpa

Creo que uno no necesita tener muchísimos problemas de dinero para necesitar controles de finanzas personales. Pero sí creo que no todos necesitan el mismo grado de control para sus finanzas.

Esto es cierto, por ejemplos, para personas solteras o parejas sin hijos que llevan un estilo de vida suficientemente simple y/o predecible. Opuesto a, por ejemplo, una familia con varios hijos o alguien que está atravesando un período difícil en sus finanzas.

Para estos casos, hay una técnica que permite establecer un mínimo control de gastos que les permite tener cierta cantidad libre de dinero que pueden gastar sin culpa ni ansiedad.

¿Cómo? 2 puntos clave: consolidar y automatizar

Consolidar

Consolida todas tus salidas de dinero en uno o dos días (preferiblemente un fin de semana). Ejecuta todo este día. Por ejemplo, pagos de tarjetas de crédito, servicios básicos, supermercado, colegiaturas, cortes de cabello… todo lo que puedas.

Algunos gastos quedan fuera de este alcance; por ejemplo, no puedes comprar por adelantado toda la gasolina que necesitas en el mes. En tales casos, aparta el dinero que necesitarás en todo el mes. La forma de hacerlo depende de tus gustos. Podría ser en un sobre etiquetado o en un frasco o incluso una cuenta bancaria separada.

Recuerda que cualquier meta de ahorro o inversiones deben ser tomadas en cuenta durante este fin de semana.

Automatiza

Cuando ya tienes todo consolidado automatiza la mayor cantidad de gastos/pagos. Muchos bancos ofrecen servicios de pago automático de servicios básicos y tarjetas de crédito. Otros servicios por suscripción como gimnasios ofrecen también cargos automáticos. Durante tu fin de semana financieros, únicamente verifica que se hayan realizado sin problema los pagos.

Si utilizas una cuenta separada para los gastos dispersos durante el mes —como el de la gasolina— en algunos bancos puedes programar una transferencia automática.

Disfruta el resto

El resto de tu dinero y el resto de tus fines de semana.

Si te enfocas en consolidar y automatizar en un sólo fin de semana al mes, tendrás el resto del tiempo —y dinero— libre para usarlo como quieras, eliminando cualquier sentimiento de culpa o ansiedad porque no sabes si puedes o no gastar en cualquier momento.

Reducir Gastos

Como consecuencia, será mucho más fácil reducir gastos una vez que los tengas consolidados de esta forma. Si están dispersos por todo el mes será difícil que puedas tomar decisiones sobre dónde y cómo reducir gastos.

Tu Tarea

Tu tarea de hoy será implementar determinar si es posible Consolidar y Automatizar tus finanzas para tener más paz mental. Cuéntanos en los comentarios tus resultados o tu experiencia pasada si ya has hecho algo similar.

Recuerda, Consolidar y Automatizar.

Atención Hipócritas

Hace unos días me puse al día con uno de mis blogs favoritos sobre Finanzas Personales: I Will Teach You To Be Rich de Ramit Sethi.

Me topé con que el mismo día en que publiqué “7 Errores que tus Amigos Cometen en sus Finanzas Personales“, él publicó un artículo sobre la misma línea de pensamiento llamado “Atención Hipócritas Fastidiosos: Dejen de Juzgar los Hábitos Financieros de sus Amigos“.

Si no lo has hecho aún, lee sobre los 7 errores para que estemos en sintonía.

La idea detrás de mi artículo era ofrecer una “carnada” para esa parte de nuestra mente (porque aceptémoslo, todos lo hacemos) que gusta de juzgar a otras personas por sus errores. La intención era hacerte pensar en algún amigo o familiar y que fueras identificando uno a uno los errores que ellos cometen. Al final, llega la revelación de que muchos de estos errores probablemente los estés cometiendo tu también, pero resulta más difícil de notar en uno mismo.

El artículo de Ramit, está lleno de excelentes ejemplos y menciona las bases psicológicas de este comportamiento. Pero lo más interesante es que señala un error de juicio muy simple (y por lo tanto es fácil caer en él) por el que juzgamos los gastos de otras personas como “exagerados” o “desconsiderados” o simplemente “tontos”:

Vemos los gastos de un amigo (porque es lo más visible) y los juzgamos en términos de nuestra situación financiera. Sin tomar en cuenta otros factores como:

  • ¿Tu amigo tiene mayores ingresos que tú? Y por lo tanto, ¿qué *porcentaje* de sus ingresos representa el gasto?
  • ¿Qué edad tiene tu amigo y qué edad tienes tú?
  • ¿Cuáles son las metas a largo plazo de tu amigo? ¿este gasto interfiere en sus metas o no?
  • ¿Era un gasto 100% consciente y planificado?

Pero aún cuando conozcas estas respuestas, ¿cuál es la verdadera utilidad —si es que existe alguna— de juzgar los hábitos financieros y compararte con otras personas?

Y precisamente esa última parte sobre compararte sobre otras personas —en general, en contraste de compararte con un amigo específico— será el tema del próximo artículo. Algunos lectores ya han expresado su opinión en este comentario en la página de Facebook. ¡Agrega el tuyo! 😉

Y si tienes tiempo, lee el artículo de Ramit y comenta qué te pareció!

Mejorando tus Finanzas sin Sufrimiento

Es común escuchar que tendrás que sufrir y hacer dolorosos sacrificios para mejorar tus finanzas.  Y mentiría si te digo que salir de una situación financiera limitada no requerirá mucho esfuerzo o que no causará incomodidad o dolor.

Sin embargo, la presencia del esfuerzo y dolor no significa que tenga que existir sufrimiento y sacrificio.

¿Cuál es la diferencia?

El dolor es algo completamente natural. Es generalmente de naturaleza biológica. Es un requisito para el crecimiento y cumple un papel importante como mecanismo de retroalimentación en nuestras vidas. Es, en muchas ocasiones, el resultado de hacer grandes esfuerzos.

El sufrimiento, por otro lado, es la forma en que interpretamos el dolor. Es una condición enteramente opcional y en la mayoría de los casos, únicamente perpetúa el dolor en lugar de ayudarte a superarlo. El sufrimiento hace que la fuente del dolor se vea como un sacrificio impuesto por condiciones externas en lugar del resultado de un esfuerzo consciente.

El dolor es una condición natural, el sufrimiento es una actitud.

Veamos la analogía obligatoria.

Si vas al gimnasio para desarrollar tu masa muscular y aumentar tus fuerzas, necesitas levantar pesos que se encuentren en el límite de tu capacidad, causando dolor y agotamiento (tus fibras musculares se rompen conforme aumentas el esfuerzo y así crecen).

Pero, ¿no crees que sería un poco ridículo que anduvieras por el gimnasio quejándote por lo injusta que es tu vida porque las mancuernas son muy pesadas? ¿O que sospecharas que las mancuernas tienen algún problema personal contra ti y por eso te cuesta levantarlas?

¡Por supuesto que es ridículo! Aparte, eso no te ayudará a desarrollar tus músculos, que es, teóricamente, tu objetivo final.

¿Qué haces entonces con el dolor? Lo aceptas como parte natural del proceso. Lo sientes y lo utilizas a tu favor como retroalimentación.

No lo culpas, ni te haces la víctima, ni lo ignoras.

Finanzas Personales

En cuanto a tus finanzas personales, cualquier acción que valga la pena tomar para mejorar tu situación requiere cierta cantidad de esfuerzo y podría resultar dolorosa en el corto plazo. Esta es la “barrera de entrada” antes de alcanzar tus metas.

Por ejemplo:

  • Reducir tus gastos
  • Aumentar tu productividad
  • Iniciar un negocio
  • Conseguir un empleo
  • Renunciar a un empleo
  • Iniciar tus ahorros
  • Invertir en aprendizaje
  • Administrar el riesgo de tus inversiones

¿Haz realizado alguna de estas acciones? ¿cuál es tu reacción al encontrar resistencia? ¿aceptas la incomodidad o dolor como parte del proceso?

Durante una o dos semanas, intenta analizar tus reacciones ante situaciones incómodas o que requieren una mayor esfuerzo. El mejor momento para capturar tu reacción es cuando te des cuenta de que estás quejándote sobre una situación.

Pregúntate: ¿realmente debería sufrir por esta situación o es simplemente algo temporal que me hará crecer? ¿cuál es la meta que busco al hacer este esfuerzo? Si tengo una meta, ¿realmente es un “sacrificio” o es simplemente el esfuerzo necesario para lograrlo?

Cubrir el dolor con un manto de sufrimiento es como tratar de escapar de un cuarto tirando de la puerta con todas tus fuerzas sin tener éxito. Aprender a observar tu dolor —y aprender de él sin sufrimiento— es como darte cuenta de que la puerta se abre empujando. 😉

7 Errores que tus Amigos Cometen en sus Finanzas

Todos sabemos que hay muchas personas con problemas financieros de todo tipo. Yo he tenido muchos de estos problemas y seguramente tú has tenido algunos también. Pero mientras aún estamos en la batalla por solucionarlos es fácil comenzar a ver los árboles y no ver el bosque.

En otras palabras, es fácil perder de vista el panorama general de nuestras finanzas porque nos preocupamos de los pequeñísimos detalles. Sin embargo, para otras personas es más fácil ver la situación completa porque no están tan involucradas.

Como dice el viejo y conocido refrán: “Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno”.

Así que, ¿que síntomas puedes ver en otras personas que te ayuden a saber que tienen problemas financieros? y más importante ¿por qué querría alguien saber si sus amigos tienen problemas financieros?

7 Errores que tus Amigos Cometen en sus Finanzas

  1. Ven el dinero como un fin. Uno de los problemas más comunes en nuestra sociedad es que se pierde de vista el verdadero papel del dinero en la vida. Recuerda siempre que el dinero no es un fin en sí mismo y que cualquier actividad que realices debe tener un objetivo más allá que el de simplemente ganar unos dólares.
  2. No aceptan que tienen problemas. Aún cuando tú puedas ver que tienen problemas financieros, al preguntarles te dirán que todo está bien. Pretender que todo está bien y mantener las apariencias sólo hará que sus problemas aumenten con el tiempo.
  3. No toman completa responsabilidad. Puede ser que acepten que tienen problemas, pero siempre encontrarán alguien a quién echarle la culpa. Puede ser su cónyuge, la mala suerte, sus padres, el gobierno, etc. Cualquier sugerencia que hagas para mejorar su situación encontrará oídos sordos porque no es culpa de ellos y asumen que, por lo tanto, tampoco es su responsabilidad.
  4. No tienen metas claras. Puede ser que un día comiencen a ahorrar, pero si les preguntas ¿para qué ahorran? no lo saben. Tampoco saben para qué trabajan. No saben qué quieren lograr en la vida. La falta de metas se traduce en falta de motivación para hacer cambios positivos. De hecho, no hay algo que sea concretamente “positivo” hacia lo que puedan apuntar.
  5. Sus relaciones personales no los ayudan. Sus familiares o amigos más cercanos son una carga extra en su camino. Los has visto ponerse una meta sólo para sucumbir ante la presión de su grupo habitual y caer en hábitos que los alejan de sus metas.
  6. Se enfocan mucho en las herramientas y no en los hábitos. Probablemente tienen la intención de mejorar y cada vez que encuetran una nueva técnica de ahorro o un nuevo software para presupuestos dicen que “esta vez sí!” lograrán su meta. Pero la novedad pasa rápido y eventualmente caen en los mismos patrones de conducta limitadores.
  7. Se enfocan mucho en reducir sus gastos y no en aumentar sus ingresos. Ahorran hasta el último centavo. Todos los gastos están fríamente calculados. Adoptan la frugalidad al máximo en nombre del ahorro. Sin embargo siguen en una situación limitada y no cumplen con sus metas. Dedican tanto tiempo y energía a estas actividades que se olvidan de potenciar sus fuentes de ingresos para crear riqueza.

¿Por qué buscar la paja en el ojo ajeno?

Porque es más fácil. Eso ya lo habíamos establecido antes. 😉

¿Conoces a alguna persona que cometa estos errores? ¿Tal vez la conoces muy de cerca? ¿tan de cerca que la ves todos los días… en el espejo?

Una vez que comienzas a notar el comportamiento en otras personas, puedes comenzar a buscar si esos comportamientos existen en tu vida. Además, sabrás que hay otras personas en situaciones similares y que pueden ayudarse mutuamente a mejorar (¡recuerda el error #5!).

Tú, ¿Qué tan dispuesto/a estarías a reconocer que cometes estos errores si un amigo tuyo te envió a leer este artículo? ¿O estarías dispuesto/a a reconocer que comentes estos errores después de saber que no estás solo/a?

NO Leas Este Artículo

Ni me sigas en Twitter o Facebook.

No te suscribas al boletín ni me contactes ni dejes comentarios.

A menos que…

  1. Estés listo/a para aceptar y tomar la completa responsabilidad de tus finanzas y tu vida.
  2. Estés listo/a para enfocarte en generar valor a la sociedad.
  3. Estés listo/a para cuestionar todo lo que digo y encontrar tus propias verdades.

Estas son las condiciones mínimas que debes cumplir para utilizar este sitio y todo lo que publique aquí.

De hecho, esas mismas condiciones aplican para cualquier libro, curso, blog, etc., que quieras utilizar para mejorar tu vida. Es más, aplica incluso cuando le pides consejos un amigo tuyo.

¿Por qué?

Porque si no cumples estas tres condiciones, cualquier intento de cambio de hábitos o creencias tendrá resultados temporales y creará más frustración en tu vida.

Muchas personas buscan las soluciones a sus problemas de esta forma. Comprando más libros, más cursos, pidiendo consejos, etc. Pero ninguna cantidad de blogs, libros, consejos, artículos, etc. harán que tu vida mejore (en cualquier aspecto) a menos que cumplas con estas 3 condiciones.

Vamos por partes.

Responsabilidad

Nadie, absolutamente nadie, es responsable por tu situación financiera. Sólo tú. Ni el gobierno, ni tu familia, ni tu cónyuge, ni tu ex-cónyuge, ni tu deidad preferida.

Y a menos que aceptes esto, siempre buscarás a algo o alguien más a quien pasarle la carga de tus problemas.

Valor

Uno de los malentendidos comunes es que la frugalidad es lo más importante para tus finanzas personales.

“No tomes lattes. Usa bombillas ahorradoras. Haz tu propio detergente. Compra todo usado. JAMÁS uses crédito”… ¿correcto?

Ser frugal es una necesidad de la humanidad. Vivimos en un planeta con recursos limitados y ser frugal tiene muchos beneficios. El que ahorres algo de dinero, es uno de ellos. Pero no creo que debería ser la razón principal por la que eres frugal.

Hay un límite práctico al que puedes reducir tus gastos. El limite teórico es cero, pero aún tienes que comer y vestirte. Así que hay un límite.

Por el otro lado, prácticamente no hay un límite para la cantidad de valor aportas a la sociedad . Y básicamente, esa es la forma más efectiva y sostenible de obtener dinero: aportar algo (productos, servicios) a la sociedad y que te paguen por ello.

Aportar valor a la sociedad debe ser tu principal enfoque, en lugar de enfocarte en algo que sólo puede proporcionarte ganancias limitadas.

Cuestionar

Si aceptas todo lo que digo como verdad en lugar de primero preguntarte “¿aplica esto a mi situación?”, estás cayendo en la misma trampa que al renunciar a tu responsabilidad.

Tú eres la única persona capaz de saber si algo está de acuerdo con tus metas y tus valores. Muchos de los problemas de la humanidad son causados por masas de personas aceptando lo que otros les dicen sin cuestionarlo.

Cuestionar es una habilidad. Conforme vamos avanzando en la vida desarrollamos nuestros propios criterios y creencias que luego utilizamos para cuestionar nueva información.

Desarrolla la habilidad de cuestionarlo todo. Incluso tus creencias más fundamentales. Y, por supuesto, todo este artículo.

¿Tú cumples las tres condiciones? Genial. Dime cómo puedo ayudarte. 😉

#MF20 Día 11: Actitud

¡Bienvenidos al día 11 del programa!

Ahora que ya sabes dónde estás financieramente y a dónde quieres llegar, es hora de comenzar con la tercera fase del programa: planificar la forma como lograrás alcanzar tus metas y comenzar a tomar acciones.

Para comenzar a tomar acciones —y que tus acciones sean productivas— considero que debes poner especial atención a estos 3 ingredientes:

  • Aceptación
  • Planes
  • Actitud

Durante la primera semana nos dedicamos a aceptar tu situación actual. Durante la segunda nos dedicamos a aceptar tus deseos y objetivos. A partir de mañana haremos una serie de planes específicos para tu control de gastos, pago de deudas, etc. Así que hoy, nos enfocaremos en la actitud necesaria para lograr cambios en tus finanzas (y cualquier otra área de tu vida, en realidad).

Actitud

Cuando digo “actitud” me refiero al conjunto de creencias, emociones y juicios que una persona tiene sobre un tema. Evidentemente, en este caso nos referimos a tus finanzas. Me parece que si quieres cambiar definitivamente el estado de tus finanzas, el factor más importante no tiene nada que ver con dinero, sino con esa actitud. Algunas veces me refiero a esta actitud como tu “perspectiva sobre el dinero”, como en el caso del e-book “El Hombre de la Riqueza” donde comparo la Perspectiva del Miedo con la Perspectiva de la Contribución.

En otras palabras, creo que el mayor reto en cuanto a tus finanzas no está en encontrar formas de ahorrarte unos dólares (o su equivalente en moneda local) en esta o aquella categoría de gastos. Hay vasta información sobre eso en todos lados que seguramente puedes encontrar.

Y no quiero decir que sea mala idea enfocarte en hacer pequeños cambios que puedan representar ahorros. Lo que quiero decir es que esos pequeños cambios no serán sostenibles si no son respaldados por un cambio más profundo en tus actitudes.

Por el contrario, si primero cambias tus actitudes fundamentales con relación al dinero, los pequeños cambios no sólo serán naturales sino que serán cambios permanentes mucho más fáciles de implementar.

Ahora, ¿cómo analizas y mejoras tu actitud hacia el dinero?

Creo que una forma útil de verlo es descomponiendo la actitud en algunos componentes más básicos:

  • Valores
  • Autoestima
  • Disciplina

Tus valores son todas las cosas que consideras importantes en tu vida. Por ejemplo, si eres una persona muy creativa, uno de tus valores podría ser la “expresión artística”.  Si eres un deportista la “agilidad” sería uno de tus valores.

Un aspecto interesante de los valores de tu vida es que tú los escoges. Ya sea que lo hagas consciente o inconscientemente, tú eres el que decide lo que es importante (y lo que no lo es) en tu vida.

La forma más eficiente de seleccionar tus valores es partiendo de tus metas. Toma las metas que has establecido para este año y haz un listado de qué cosas deberían ser importantes para ti durante este año si quieres cumplir esas metas. Esos serán tus valores y serán la base de las decisiones importantes que debas tomar durante el año.

Por otro lado, está la autoestima. Hace algún tiempo escribí un artículo llamado Autoestima y Economía Personal donde hablo sobre cómo una baja autoestima puede afectar tus finanzas (y malas finanzas pueden afectar tu autoestima) y de qué forma puedes romper este círculo vicioso.

Finalmente, la disciplina, es uno de los componentes más importantes para tener éxito. Es más, no sólo es importante sino que es necesaria para tener éxito. De nuevo, en un artículo anterior comparo la importancia de la pasión con la disciplina en relación al éxito, vale la pena que lo leas si no lo has hecho.

Creo que una de las mejores formas de desarrollar tu disciplina (y otros buenos hábitos) es asociándote con personas que ya tengan el nivel de disciplina que te gustaría tener.  Crear un grupo de apoyo con ese objetivo es buena idea.

¡Y esto es todo por hoy! ¿Cuáles son los valores que escogerías para lograr las metas que te trazaste? ¿De que forma puedes reforzar estos valores hoy mismo en tu vida?  ¿Tienes en mente algunas personas con quienes podrías formar un grupo de interés para mejorar su disciplina?   ¡Te espero en los comentarios!

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

¿Es importante sentir pasión por tu trabajo?

¿Cuál es la relación que existe entre la pasión por lo que uno hace y el éxito que tiene? ¿Realmente es importante hacer lo que te apasiona? ¿O es simplemente una falsa ilusión que puedes trabajar y ganar dinero haciendo lo que te gusta?

Este tema surgió hace unos días en Twitter con un par de contactos: Aroldo y Jean. No tengo el gusto de concer a Jean en persona, pero estoy seguro de que es una persona muy interesante.

El tema surgió alrededor de la pregunta ¿Si no estás haciendo algo que te apasiona, vale la pena seguir haciéndolo? (o algo similar, estoy parafraseando).

Luego de eso pensé en escribir un artículo al respecto porque tú podrías tener preguntas similares al respecto. Así que la intención de este artículo es explorarlas. Por ejemplo, podrías preguntarte…

¿La pasión es realmente importante para el éxito?

En mi opinión, la respuesta es sí.

Sabiendo que la mejor forma de hacer dinero es proporcionar un valor a la sociedad, contrasta las dos posibles situaciones: tratar de poporcionar valor a la sociedad haciendo algo que no te apasiona o te gusta un poco y simplemente lo toleras, contra tratar de proporcionar valor a la sociedad haciendo algo que disfrutarías haciendo aún si no te fueran a pagar.

En el segundo caso, tu motivación será mayor y por lo tanto la calidad de tu trabajo será mejor (y por lo tanto tus ganancias pueden ser mejores). Si no estás comprometido/a con la misión de tu empresa, es muy fácil caer en la mediocridad. En hacer el trabajo por salir del paso y únicamente esperar a la quincena.

¿La pasión es realmente necesaria para el éxito?

En mi opinión, contrario a la respuesta anterior, la respuesta es no.

Aunque la pasión es importante y te da una ventaja para obtener mejores resultados —ya sea en tu empleo o negocios— no es absolutamente necesaria. Míralo de esta forma:

Para tener éxito, se necesita tomar acciones concretas en dirección de tus metas. Sentir pasión por una meta, puede llevarte a actuar y por lo tanto a obtener resultados. Sin embargo, no se puede afirmar que la única forma de conseguir resultados es por medio de la pasión.

¿Qué otra forma existe para obtener resultados?

La disciplina.

¿Alguna vez te has emocionado con un proyecto y comienzas a trabajar por unos días, pero luego lo abandonas? Quizás se te cruzó otra idea en el camino que te gustó más y entonces te emocionaste con esa nueva idea. Comenzaste a trabajar por unos días, pero luego lo abandonaste, seguramente porque te topaste con otra nueva idea. Y comenzaste a trabajar por unos días… ¿me explico?

La pasión es un estado emocional en el que te sientes energizado/a por una idea. Este estado, tiene subidas y bajadas. Es inestable. Aunque te lleva a tomar acciones, no siempre está al mismo nivel. Por el contrario, si tienes desarrollada tu disciplina, podrás seguir tomando acciones hacia tu meta independientemente de tu estado emocional.

La pasión es una infusión de energía temporal que puede ayudarte de dos formas: a comenzar tus proyectos y a realinearte cuando perdiste el rumbo. Pero la pasión por sí sola, no necesariamente te llevará al éxito. El ingrediente que hace falta es la disciplina.

La pasión es como la chispa que enciende una fogata. La disciplina es la leña. Se quema lentamente y no depende de la chispa inicial para seguir ardiendo.

Entonces, si no me siento apasionado con lo que estoy haciendo ¿debería seguir haciéndolo? ¿o debería buscar algo que me apasione?

En mi opinión, la repuesta en este caso es… depende.

Analiza cuál es el motivo por el que no te sientes apasionado/a por lo que estás haciendo en este momento. ¿Nunca te ha hecho sentir pasión? ¿Alguna vez sí te apasionaba pero ahora sientes que has perdido el rumbo? Algo que sucede frecuentemente es que aunque tu meta a largo plazo te apasiona, hay ciertas tareas que resultan tediosas o repetitivas, ¿es eso lo que te desmotiva?

Si lo que te desmotiva son los aspectos menos emocionantes de tu empleo o negocio, tienes básicamente tres opciones: (1) Si puedes eliminar la tarea sin serias consecuencias negativas, hazlo. (2) Si no puedes eliminarla, busca la forma de delegarla o sub-contratarla. (3) Si no puedes eliminarla ni delegarla, busca una forma de hacer que la tarea sea menos tediosa.

Hay diferentes técnicas para hacer esto, pero caen fuera del alcance de este artículo. Pero la idea es clara: siempre habrán aspectos tediosos que preferirías no hacer. En ese caso, no importa cuanta pasión sientas por tu meta, las tareas no se harán más amenas por arte de magia. En esos casos es donde la disciplina es más importante que nunca.

Por otro lado, si en realidad nunca te ha apasionado tu trabajo o tu carrera y sabes lo que en realidad te apasiona, trata de hacer el cambio lo más pronto posible. Aún cuando estés en un empleo “bien pagado” o tengas un negocio “exitoso”. Si no tienes un objetivo más grande que te motive, una misión que realmente te llene y te llame a seguir adelante, ninguna cantidad de dinero podrá darte la satisfacción de buscar tus sueños.

Ahora, no me mal interpretes, simplemente dejar de hacer algo que no te apasiona para hacer algo que sí te apasiona no solucionará todos los problemas de tu vida. La pasión es importante. Pero no es lo único importante. Estarás en una mejor posición, pero aún requieres hacer esfuerzos. Por eso también es importante la disciplina. Aún si cambias tu carrera para hacer algo que sí te apasiona, tendrás que cubrir tus necesidades básicas, pagar la renta y alimentarte.

Si haces un cambio en tu vida basándote sólo en la pasión y no pones atención a la disciplina, lo más probable es que tu pasión termine disipándose. La única forma de mantenerla y hacerla crecer es obteniendo resultados positivos, ahí es donde la disciplina es más importante que la pasión.

Nadie dijo que la vida era fácil. Pero eso no significa que no pueda ser apasionante.

Si el Dinero es Tabú, Tenerlo es Pecado

En una reunión social no debes hablar de política, religión, sexo o dinero. Tienes que limitarte a hablar de temas no controvertidos en los que todos estemos de acuerdo. ¿Cierto?

A menos, por supuesto, que sepas que las personas estarán de acuerdo con lo que digas. Cero discrepancias, todos en paz. Si hablas de política, simplemente menciona que los políticos siempre son corruptos, que no deberían haber más impuestos (o que sí deberían haber más impuestos) y que el gobierno está mal. Si hay algún político en la reunión, mejor pasa a otro tema. No hables de homosexuales si hay alguno en presente. ¡Y nunca hables de religión!

¿Qué pasa si cometes la locura de preguntarle a alguien cuánto dinero gana? Si gana muy poco dinero, no te querrá decir. Se sentirá incómodo, inferior. ¿Y si gana mucho? No debería decirlo porque no hay que ser presumido.

Todos estos temas son de mal gusto.

¿Por qué?

Temas Tabú

La palabra “tabú” viene de unas remotas islas en el Pacífico. Significa “prohibido” o “santo”. Y no es coincidencia que los  temas tabú en nuestra sociedad son cosas “prohibidas”, “santas”, o ambas.

El dinero se vuelve un tabú porque se encuentra en el centro de muchas actividades humanas. Para divertirte, usas dinero. Para casarte, usas dinero. Para ganar dinero, necesitas dinero. Estando presente en la mayoría de las áreas de la vida se vuelve un tema sensible.

Como decía antes, si en una reunión le preguntas a alguien sobre sus ingresos, puedes estar entrando en terrenos pantanosos. Los haces sentir incómodos. ¿O es que si alguien te preguntara a ti sobre el dinero te sientes incómodo? ¿Tu valor como persona está ligado a tus posesiones? ¿Sentirías que si no tienes las cosas que la sociedad demanda de una persona exitosa, eres inferior? ¿Sentirías que si no hablas de tu automóvil último modelo no estarás a la altura? ¿Si no tienes un televisor plasma eres pobre? Pero no digas tampoco que tienes mucho dinero. Pensarán que eres como todos esos que venden su alma al diablo para ser millonarios. Tienes que decir que ganaste tu dinero en un trabajo que no te gusta, pero que tienes que soportar. No tienes opción.

Si el dinero es un tabú, tenerlo es un pecado. Irónicamente, no tenerlo también es un pecado.

Rompe las Reglas

Sin importar cuáles sean tus objetivos en la vida, las personas que no están abiertas a discutir temas con seriedad y una mente abierta, te impedirán avanzar a tu máxima velocidad. El hecho de que durante toda tu vida nunca hayas podido hablar abiertamente sobre estos temas no significa que no debas hacerlo. Tampoco significa que no hayan personas dispuestas a discutir abierta e inteligentemente sobre temas importantes.

Hay muchas reglas sociales que simplemente no sirven para nada, dadas las circunstancias actuales. Seguramente en algún momento, en una situación social diferente, con problemas diferentes, tenían un propósito. Pero si en este momento, no nos están ayudando a solucionar los problemas importantes de la humanidad es hora de dejarlas atrás. Y ten en cuenta que solucionar los problemas de la humanidad incluye, evidentemente, solucionar los tuyos.

No creo que sea una simple coincidencia que la mayoría de los problemas importantes del mundo giren en torno a estos temas tabú. Si no estamos listos para discutirlos durante la cena, ¿estamos listos para resolverlos a una escala mundial? ¿qué puedes hacer para tener un impacto positivo en tu mundo -tu familia, tus amigos- en relación con estos temas?

Aprovechando que tengo tu atención, me gustaría sugerir un lugar especial en donde podrás discutir abierta e inteligentemente estos temas.

“No preguntes qué es lo que el mundo necesita, pregúntate qué es lo que te hace sentir vivo. Porque lo que el mundo necesita, son personas que se sientan realmente vivas.” – Howard Thurman