Gastos Personales ¿Cómo controlarlos?

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.

En el último artículo, hablé sobre cómo iniciar (o hacer crecer) tus ahorros. La clave para lograr eso es ahorrar 10% (o más) de tus ingresos y aprender a vivir con 90% (o menos) de tus ingresos. Pero, ¿cómo lograr controlar mis gastos para sobrevivir con 90% (o menos) de mis ingresos?.

La forma más directa de controlar tus gastos es utilizando un presupuesto.

Hay una infinidad de posibilidades para hacer un presupuesto. Puedes hacerlo tan sencillo o complejo como desees. Lo más importante es que tiene que ser un presupuesto que funcione para ti. Tiene que ser suficientemente sencillo para que sea fácil de usar, consultar y actualizar. Tiene que ser suficientemente completo para que refleje de la mejor forma posible la realidad de tus finanzas. No hay una sola “mejor forma” de hacer un presupuesto que aplique para todos. Sin embargo, hay algunos fundamentos que es bueno seguir para que tu presupuesto funcione. Puedes leer sobre estos fundamentos en este artículo.

Una vez que haz hecho tu presupuesto en papel, debes llevarlo a la práctica. Esto es algo que afectará directamente tu…

Estilo de Vida

Para muchos el obstáculo más grande para controlar sus gastos es el estilo de vida que llevan. Muchas personas no están dispuestas a sacrificar gastos innecesarios para poder vivir con el 90% de sus ingresos. Esto es común entre las personas a las que posiblemente escucharás diciendo “¿por qué ahorrar para el futuro si la vida es ahora? ¿no es mejor gastar el dinero ahora? De todas formas no estoy seguro de que vaya a estar vivo mañana, ¡hay que disfrutar la vida mientras se puede!”

Es completamente cierto, hay que disfrutar la vida mientras se puede; pero no es buena idea llevar esto al extremo. Hay un problema fundamental con llevar al extremo esta filosofía de vida. No puedes correr el riesgo de “vivir cada día como si fuera el último”. No puedes ir a gastarte todo tu dinero en alcohol y mujeres. Puedes tener la “mala suerte” de amanecer al día siguiente vivo, con resaca, sin dinero y con una esposa enojada. 😉

Existe un segundo grupo de personas que se resisten a un cambio en su estilo de vida. Este grupo de personas basa su estilo de vida en impresionar a otras personas con las cosas que compran. ¡Aunque tengan que endeudarse para hacerlo! Ropa de las mejores marcas, auto último modelo o cualquier otro juguete con el que puedan presumir. No quiero decir que estas cosas tengan algo de malo. Tienes todo el derecho de querer comprar juguetes caros. Pero si lo haces a costillas de la salud de tus finanzas, estás cavando un camino hacia una situación insostenible.

Finalmente, existe un tercer grupo de personas a quienes les resulta extremadamente difícil realizar un cambio de estilo de vida para ahorrar dinero. La mayoría de los lectores de este sitio, siendo latinoamericanos debe sospechar a quienes me refiero. Me refiero a las personas que viven en extrema pobreza. Lamentablemente, en latinoamérica esta todavía es una situación muy común.

Justamente hoy por la mañana tuve una conversación con alguien cercano que me hizo recordar que es difícil generalizar una regla como “guarda el 10% de tus ingresos” cuando tomas en cuenta los extremos. Vivir en extrema pobreza hace que sea casi imposible cumplir con una regla como esta. Es casi imposible darle vuelta a tu situación financiera cuando vives con lo mínimo. Pero la clave está en que es casi imposible, no imposible.

Esta última parte merece su tratamiento en uno (o varios) artículos aparte. Y dentro de las lecciones de El Hombre más Rico de Babilonia, hablaré más sobre este tema al llegar a la regla de “Aumenta tu capacidad de generar ingresos”

Mientras tanto, quisiera compartir una parte del libro que te ayuda a reflexionar sobre el uso de un presupuesto. Se trata de una comparación entre un presupuesto y…

La carga de un burro

Cuando Arkad, el hombre más rico de Babilonia, está describiendo cómo controlar los gastos de una persona uno de los alumnos se sobresalta, poniéndose a la defensiva porque no quiere hacer un presupuesto. El alumno dice que él es un hombre libre y que se rehúsa a convertirse en un “esclavo del presupuesto”. Él piensa que llevar y cumplir un presupuesto es una carga muy pesada, como los bultos de un burro de carga.

Arkad le responde con una pregunta: ¿quién haría tu presupuesto? ¿Si el burro pudiera escoger su carga, escogería lo más pesado? ¿o escogería balancear su carga con agua y alimentos para el viaje por el desierto?

El propósito del presupuesto no es privarte de cumplir tus deseos. El propósito es ayudarte a cumplir un objetivo más importante (tu libertad financiera) y proteger ese deseo mayor de tus caprichos casuales.

Conclusión

Esto es algo que ya he dicho antes, pero es importante así que no me importa repetirlo: Lo primero que tienes que tener claro antes de decidirte a controlar tus gastos (o tomar cualquier otra acción en relación a tus finanzas) es ¿cuál es el objetivo financiero que quieres alcanzar? sin esto, cualquier esfuerzo que hagas fácilmente se convertirá en un esfuerzo en vano. Si no sabes a donde vas, cualquier camino es bueno. O malo. Si sabes hacia donde vas, controlar tus finanzas tendrá sentido.

No le tengas miedo a un cambio de estilo de vida para ahorrar algo de dinero. Si tu objetivo es ahorrar dinero para obtener abundancia financiera en el futuro, el cambio de estilo de vida es sólo algo temporal.

Cómo Iniciar (o Hacer Crecer) tus Ahorros

Este artículo es parte de la serie 7 reglas para llenar tus bolsillos, basadas en el libro El Hombre más Rico de Babilonia.


La primera regla para llenar tus bolsillos es ahorrar.

¿Simple verdad? Pero si es tan simple, ¿por qué hay tantas personas que no ahorran? En este artículo, compartiré varias ideas acerca del ahorro que aprendí de Arkad, el hombre más rico de Babilonia.

Una parte de lo que ganas… ¡es tuya!

Esta es una afirmación que muchos descartan por evidente. “Es lógico que el dinero que gano, es mío. Yo lo estoy ganando”.

Pero, ¿cuáles son tus gastos? Tu pagas por tu alimentación, tu educación, tu ropa, tus zapatos, tu casa, tu carro. Esas cosas son tuyas, no el dinero. El dinero, se lo diste a alguien más a cambio de bienes o servicios. Y aunque es similar, no es lo mismo tener zapatos que tener dinero. Intenta depositarlos en una cuenta de ahorros… 🙂

Gran parte del dinero que ganas, se lo pagas a otras personas. ¿Cuánto te pagas a ti mismo? ¿Cuánto dinero te quedó de lo que ganaste en el último mes? ¿En el último año? ¿En los últimos 5 años? ¿Cuánto tendrías si hubieras ahorrado 10% de tus ingresos durante los últimos 5 años? Haz el cálculo, sólo por curiosidad.

Págate a ti mismo. Siempre. Es tu dinero, es tu parte del pastel, una parte de lo que ganas es tuya. La debes guardar para asegurarte de que tendrás dinero en el futuro.

Viviendo con 90%

Si eres tan bueno en matemática como yo (o cualquier otro niño de primer grado), te habrás dado cuenta de que si ahorras 10% de tus ingresos, debes sobrevivir con el 90% restante.

Una respuesta común a la propuesta de vivir con 90% de tus ingresos es: “¿Cómo podría vivir con 90% de mis ingresos, si con el 100% no me alcanza?” En el libro, Arkad dice algo como “ni te darás cuenta de que te falta ese 10%”.

Es muy poco probable que todos tus gastos sean absolutamente necesarios. Esto es fácil de demostrar. Piensa en alguien que viva en condiciones similares a las tuyas. Una casa similar, un número similar de familiares, responsabilidades similares… pero un sueldo más bajo que el tuyo. ¿Puedes pensar en alguien así? No tienes que conocerlo personalmente, simplemente ¿conoces a alguien que sobrevive con 10% menos de ingresos? Apuesto a que sí.

De cualquier forma, estas ahorrando para mejorar tu estilo de vida en el futuro. No pienses que tendrás 10% menos de ingresos. Piensa que tendrás 10% más de ahorros… Si pones a trabajar efectivamente tus ahorros, esto será algo temporal.

Cómo iniciar a ahorrar

Para muchas personas, incluyéndome, lo más difícil al querer iniciar a ahorrar es formar el hábito de ahorrar.

Mis finanzas estuvieron por un buen tiempo encharcadas con deudas y malos hábitos. Cuando finalmente me decidí a tomar el control de la situación, lo primero que hice fue hacerme cargo de mis deudas. El hábito de pagar deudas es un poco más fácil de fomentar porque tienes a tus amigos, los cobradores, dándote apoyo moral. Pero con los ahorros, es diferente.

Antes de comenzar a ahorrar habitualmente como lo hago ahora, intenté iniciar varias veces. Todas esas veces mis ahorros iniciaban un mes, mantenía una actitud positiva por unas semanas y luego, me gastaba el dinero que había ahorrado.

La diferencia entre esos intentos fallidos y la estrategia que uso ahora, radica básicamente en algo que Arkad, el hombre más rico de Babilonia, explica en uno de los relatos.

Arkad, le dice a sus estudiantes que por cada 10 monedas que pongan en su bolsa, únicamente gasten 9. Poco a poco, se irán acumulando ante sus ojos las monedas que han ahorrado y sentirán gusto al escuchar el tintineo de las monedas al caminar.

Esto significa, en palabras más modernas que las que se usaban en Babilonia, que es necesario ese “refuerzo psicológico” que obtienes al ver tus ahorros crecer y escucharlos tintinear. Así que lo que hice fue cambiar todo mi dinero por monedas y cargar con él todo el tiempo.

Esta bien, diré la verdad.

En mis intentos fallidos, cometí dos errores. En cierta ocasión, todo lo que hacía para ahorrar era dejar en la cuenta bancaria, donde depositan mi sueldo automáticamente, una parte de mis ingresos. La otra parte la trasladaba a mi cuenta de “gastos”. Llegaba el momento en el que depositaban mi siguiente sueldo y no tenía presente cuánto dinero había ahorrado el mes anterior, entonces era más fácil transferir todo el dinero y gastarlo. Al final de cuentas esa era mi cuenta de “ingresos”, no de “ahorros”. (Si, yo se. Es un razonamiento algo ilógico, pero la mente humana es un misterio).

En otra ocasión, investigué prácticamente todas las cuentas de ahorro para determinar cuál era la que tenía mejores beneficios. ¿Mejores intereses? ¿Sorteos mensuales? ¿Una alcancía gratis?

¿El resultado? Nunca encontré la “mejor cuenta” y mis ahorros eran exactamente igual a 0.

Finalmente, me di cuenta de que en mi caso, lo más importante no es 0.01% más de intereses mensuales, ni los sorteos, ni las adorables alcancías en forma de cerdito. De todas formas, no pienso usar una simple cuenta de ahorros para invertir a largo plazo. Lo más importante para mi, era tener ese “refuerzo psicológico”.

Entonces, finalmente abrí una cuenta de ahorro, sin tarjeta de débito ni chequera, en el mismo banco donde me pagan mi sueldo. Hago un traslado electrónico mi cuenta de “ingresos” a mi cuenta de “ahorros”, el resto a mi cuenta de “gastos”, y ¡listo!.

Es tan fácil que resulta difícil procrastinar. Y de todas formas tengo que hacer la transferencia de mi cuenta de “ingresos” a mi cuenta de “gastos”. No me interesa la tasa de interés. Ni siquiera se cuánto es.

Es importante notar que todo esto lo hago en el sitio de banca en línea de mi banco. Por lo que puedo, en menos de un minuto, saber exactamente cuánto tengo ahorrado. Lo cual es como escuchar el tintineo de monedas en mi bolsillo, pero menos pesado.

Conclusión

Como dije al principio, esto de ahorrar 10% de tus ingresos es ridículamente fácil de entender. Pero para muchos, el problema es llevarlo a la práctica. Tómate el tiempo que sea necesario para encontrar la estrategia que más te sirve para formar el hábito de ahorrar. Haz lo que tengas que hacer, pero tienes que cumplir con esta regla para alcanzar la Libertad Financiera. No hay otra opción.

Este artículo ya es suficientemente largo. Y tengo que ir a contar monedas. Hasta la próxima.

El Hombre Más Rico de Babilonia: 7 reglas para llenar tu bolsillo

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Hace unas semanas terminé de leer El Hombre Más Rico de Babilonia de George S. Clason. La versión en inglés de este libro está actualmente el puesto #3 en la lista de libros más vendidos sobre “Dinero y Valores” de Amazon.

Este libro tiene dos características muy importantes. Es entretenido y perpetuo.

Con “entretenido” me refiero a que todos los consejos financieros los presenta como una historia en Babilonia hace miles de años. Esto te ayuda a que se te olvide que es un libro de finanzas personales te envuelve con historias breves y claras que tienen un mensaje real. Y con “perpetuo” me refiero a que claramente verás que lo que estás aprendiendo pudo haber sido aplicado en Babilonia, en la antigua Grecia y podrá ser aplicado el próximo fin de mes cuando recibas tu sueldo.

En una de las historias, el rey de Babilonia decide que para beneficiar a toda la población con las grandes riquezas de Babilonia, le pedirá al hombre más rico de la ciudad que enseñe a otras personas a ser ricas.

Arkad, el hombre más rico de babilonia, es convocado ante el rey quién le solicita que enseñe a otras personas el secreto para alcanzar la prosperidad que él ha alcanzado. Arkad reúne a un grupo de personas que desean llegar a ser ricas y lo primero que les pregunta es: “¿Quiénes de ustedes tienen los bolsillos vacíos?” Para suerte de Arkad, tenía ante sí un grupo ejemplar… todos tenían los bolsillos vacíos.

Arkad les presenta a sus aprendices una serie de “7 curas para un bolsillo vacío”. Estos 7 sencillos (pero muy acertados) consejos son los que les permitirán dejar de caminar con un bolsillo vacío y en su lugar, llevar un bolsillo que tintinea de monedas de oro.

Personalmente, cuando tengo un problema trato de enfocarme en las formas de solucionar el problema, así que a estas “7 curas para un bolsillo vacío”, prefiero llamarlas…

7 Reglas para llenar tus bolsillos

  1. Una parte de lo que ganas, es tuyaAhorra siempre 10% de tus ingresos. En otras palabras, por cada $100 que ganas, ahorra $10. No es algo tan difícil de lograr si lo piensas bien.
  2. Controla tus gastos Es muy probable que no todos tus gastos sean absolutamente necesarios. ¿Has notado como cuando tus ingresos suben, tus gastos también? Eso significa que esos gastos nuevos no eran necesarios antes… ¿lo son ahora?
  3. Haz que tu oro se multiplique Invierte. Con cada inversión que hagas, obtendrás un retorno. Invierte tus retornos. Arkad explica esto con una analogía: Cada centavo que hayas ahorrado (1 de cada 10 que ganes) es un esclavo que trabaja para tí. Estos esclavos trabajan para tí por medio de inversiones. Los frutos de estas inversiones son los hijos de tus esclavos… ¡conviértelos también en esclavos! Pronto tendrás un ejército de esclavos generándote ingresos.
  4. Protege tu tesoroDebes invertir con precaución. Debes seleccionar cuidadosamente las oportunidades de inversión que quieres aprovechar. Invertir no se trata de tomar riesgos porque sí. Tampoco se trata de no tomar ningún riesgo. Se trata de tomar riesgos calculados.
  5. Haz de tu vivienda una inversión rentable Una parte del 90% de tus ingresos que utilizas para vivir la utilizarás para tu vivienda. Hacer una inversión rentable en vivienda no necesariamente significa comprar una casa. Dependiendo de tu situación, tu capacidad de pago y otros factores puede ser mejor alquilar una casa y no comprarla. Esto también se refiere a obtener riqueza con tus actividades cotidianas o tu dinero (aparte de lo que ahorras, por la primera regla)
  6. Asegura ingresos futuros Piensa en tu retiro. Piensa en el momento en el que ya no puedas (o no quieras) trabajar más. Es importante que tengas un flujo de ingresos para ese momento. Piensa en seguros de vida, inversiones a largo plazo, etc.
  7. Aumenta tu capacidad de generar ingresosEdúcate. Desarrolla tus habilidades. Busca oportunidades para obtener varias fuentes de ingresos. ¿Quieres un ejemplo? Sin ir muy lejos, este sitio que estás leyendo es una fuente de ingreso potencial para mí. Lo mejor de todo es que está diseñado de tal forma que el esfuerzo que debo realizar para administrar este sitio es mínimo comparado con el valor que puede generar – aún mientras no estoy trabajando en él.

Estas 7 reglas para llenar tus bolsillos son sólo una parte de lo que ofrece el libro. A lo largo de todo el libro, el autor presenta diferentes parábolas para ilustrar los hábitos financieros que llevan a la abundancia. Estoy seguro de que presentar estas lecciones financieras en forma de parábolas tiene varios beneficios. Uno de ellos es que minimizan la resistencia que tienen muchas personas a leer sobre temas financieros. Para muchos, es mucho más agradable leer una historia que una explicación numérica o fundamentada con hechos.

Por otro lado, los conceptos que presenta son realmente básicos; pero son concisos y han sido aplicados por muchas personas durante siglos.

Por esto, El Hombre Más Rico de Babilonia es realmente útil para presentarle a niños y adolescentes todos estos hábitos financieros saludables.

Te invito a que medites sobre estas 7 reglas para llenar tus bolsillos. Como he dicho antes, mi objetivo no es convencerte de que lo que escribo es la verdad absoluta. Mi objetivo es hacerte pensar acerca de tu vida y tus finanzas; y que cuestiones si las cosas que has hecho hasta ahora realmente están surtiendo el efecto que esperabas. Y si no lo hacen, que consideres qué cambios puedes hacer para obtener resultados diferentes.

Hay todavía mucho que decir acerca de estas 7 reglas, por lo que en las próximas semanas estaré desarrollando con mayor detalle cada una de ellas y pondré un enlace a cada artículo individual en la lista de arriba.

En cada artículo individual daré algunos consejos prácticos para implementar la regla, incluyendo la experiencia personal que he tenido con algunas de ellas.

¡Hasta la próxima!

VII Convención de Emprendedores Landivarianos – URL Guatemala

Alcancía
No todos los empresarios son cerdos capitalistas. (Imagen: © 2008 Tom Rovito.)

Como mencioné en el artículo anterior, la semana pasada tuve la oportunidad de asistir a la Séptima Convención de Emprendedores organizada por la Universidad Rafael Landívar de Guatemala. Los participantes más destacados de este evento fueron:

En este artículo me enfocaré relacionar las ideas que pude absorber en este evento con el desarrollo de tu propia Economía Personal. Así que aquí comparto estas 6 lecciones que aprendí de la relación entre el Espíritu Emprendedor y la Economía Personal:

  1. Tus hábitos y acciones son lo que te definen. Durante una de las presentaciones Estuardo Quezada dijo que los hábitos y las acciones que derivan de esos hábitos son los que hacen que un emprendedor alcance sus metas. Esto significa que los éxitos o fracasos, en sí mismos, no son tan importantes. Si estás iniciando una empresa, seguramente encontrarás obstáculos. ¿Qué harás al encontrarlos? ¿Seguirás presionando para alcanzar tu objetivo o prefieres abandonar la lucha? Si estás buscando la libertad financiera y encuentras obstáculos, ¿qué haces al encontrarlos? La persistencia es tu mejor herramienta para alcanzar tus objetivos en la vida, no sólo en estas dos áreas.
  2. Objetivo: Enriquecerse. El objetivo principal de un emprendedor es enriquecerse. Pero ten en cuenta esto: Tener “riqueza” no sólo significa tener “mucho dinero”. Si sales a jugar algún deporte enriqueces tu vida. Aparte, aumentas tu nivel de salud física. Si compartes tiempo con personas a las que quieres, estás enriqueciendo tus relaciones. Si creas una empresa, estas enriqueciendo tus finanzas y muy probablemente las de otras personas que trabajan contigo y también enriqueces a tu comunidad creando desarrollo, lo que nos lleva a la siguiente lección…
  3. Emprender tiene un impacto personal y social. Innovar es uno de los aspectos más importantes del Espíritu Emprendedor. Gregorio Paluszny remarcó el hecho de que una de las principales fuentes de innovación son las universidades; sin embargo, muchas de esas ideas sólo llegan a ser una tesis que luego se olvida en una biblioteca. El papel de los emprendedores es tomar esa innovación y llevarla al mundo real a través de una empresa. La implementación de la idea tiene mucho más valor social que la simple idea. ¿Cómo se aplica esto a tu Economía Personal? Piensa en formas innovadoras de hacer las cosas que pueden beneficiarte y beneficiar a otros. Pero no sólo lo pienses… ¡haz algo!, ¡implementa tus ideas! Si no lo haces, tu idea será siempre una simple idea que se olvidará en tu biblioteca de recuerdos.
  4. Mito: Lo más importante es el dinero. En una de sus pláticas Estuardo Quezada habló sobre varios mitos que giran alrededor de los emprendedores. Uno de ellos es que si quieres iniciar una empresa, lo mas importante es que tengas capital para invertir. Tú lo sabes: ¿cuántas veces has escuchado a alguien decir: “primero quiero trabajar unos años para tener capital y luego iniciaré mi propio negocio”? Pues resulta que eso de “tener capital” no es absolutamente necesario. Seguramente habrán negocios que requerirán inversión, pero no todos. Además, el hecho de que tengas dinero para construir un negocio, no significa que tengas algo que vender o clientes que te quieran comprar. Justo de la misma forma en que ganarte la lotería no soluciona tus problemas financieros. Ciertamente ayuda, pero no es lo más importante.
  5. Debes estar consciente de tus creencias. Un emprendedor es, por definición, un empresario. Pero, ¿en qué piensas cuando escuchas la palabra “empresario”? Es probable que para muchos todavía asocien negativamente la definición de “empresario” con un cerdo capitalista inconsciente y avaro. Si tu creencia es que te convertirás en uno de ellos al ser emprendedor, te estás saboteando antes de empezar. Lo mismo sucede con tus finanzas personales. ¿Quién es la primera persona que viene a tu mente cuando piensas en alguien que tiene abundancia financiera? ¿Ebenezer Scrooge?
  6. Primero lo primero, luego el dinero. La mejor forma de garantizar que tendrás éxito en una empresa, en tus finanzas personales o en cualquier ámbito de la vida, es que te centres en hacer lo que realmente te apasiona y utilices el dinero como una herramienta para lograr tus objetivos. Este punto fue ilustrado excelentemente por John Restrepo cuando contó una parábola sobre un arquero. Lamentablemente no recuerdo si mencionó la fuente original, pero la lección es: Si un arquero concursando en una competencia de tiro al blanco logra enfocarse únicamente en dar en el blanco estará tratando de alcanzar un sólo objetivo. Podrá utilizar toda su mente y su cuerpo para alcanzarlo. Pero si al momento de apuntar su flecha, piensa en el premio que puede ganar si da en el blanco, entonces tiene en mente dos objetivos y la probabilidad de fallar al blanco aumenta. Esto puede sonar contradictorio pero, mientras estas tratando de alcanzar tu libertad financiera, no dejes que el dinero te distraiga.

Conclusión

El principal objetivo de este evento era aprender las lecciones que ya se han aprendido en otros países para poder elevar el nivel de desarrollo de los Emprendedores en Guatemala. La Universidad Rafael Landívar ha jugado un papel muy importante, tanto en este tipo de eventos como en el desarrollo de emprendedores. Definitivamente, aún falta bastante por recorrer y eventos como éste son un excelente paso adelante.

Lo mejor de esta experiencia, para mi, ha sido la oportunidad de obtener un doble valor de las conferencias. Por un lado, explorar el tema del Espíritu Emprendedor te da ánimos a continuar en este camino sabiendo que hay muchas personas que pueden ayudarte. Y por otro lado, tener la oportunidad de generalizar todas estas lecciones y aplicarlas en diferentes ámbitos de tu vida.

Emprendedores y Economía Personal

Seguramente has notado que en los últimos años se han vuelto populares los emprendedores o entrepreneurs. Si no lo sabías, deberías salir de la cueva en la que has estado viviendo. 🙂

Si ya sabes bien que es un emprendedor, o incluso, eres uno de ellos, sáltate la siguiente sección.

Para los recién salidos de la cueva

Una definición sencilla: un emprendedor es el dueño de una empresa en pañales. La empresa es la que está en pañales. Bueno, es muy probable que también el emprendedor.

La tendencia últimamente ha sido relacionar a los emprendedores con empresas altamente innovadoras, auto-suficientes y centradas en crear “más con menos”.

Quizás las características más importantes que debe tener un emprendedor para aumentar sus probabilidades de éxito son la pasión y la disciplina. Debe apasionarse principalmente por dos cosas:

  • Debe sentirse apasionado por emprender en sí. Debe estar dispuesto a correr riesgos, a ser persistente, constante, tenaz en alcanzar sus objetivos, etc. Debe ser amante de la innovación y de la mejora continua. Tanto en lo personal como en su empresa.
  • Debe sentirse apasionado por sus objetivos. Si la empresa que desea echar a andar no le apasiona, le resultara muy difícil correr riesgos por ella. Seguramente preferirá utilizar su tiempo el algo más interesante. Será muy difícil que sea persistente, constante, tenaz, etc.

Bien. Suficientes explicaciones. Ahora vamos al punto importante.

¿Cuál es la relación entre los Emprendedores y la Economía Personal?

Emprender es una forma de inversión. Inviertes tu tiempo, conocimiento y en algunas ocasiones, dinero. Digo que en algunas ocasiones porque el dinero no siempre es un factor crítico para iniciar una empresa. Especialmente en este tiempo en que la tecnología juega un papel muy importante en la vida de muchas personas y es cada vez más accesible. Esto lo convierte en una opción muy accesible si quieres comenzar a invertir pero no tienes suficiente dinero para utilizar otros instrumentos financieros que te pagan intereses o dividendos (por ejemplo, compra de acciones, inversiones a plazo fijo, bienes inmuebles, etc.)

En lo personal, considero que una de las preguntas más importantes que te debes hacer como emprendedor es: ¿Quiero mantenerme a cargo activamente de esta empresa o prefiero que alguien más la administre activamente mientras yo descanso en una hamaca tomando daiquirís?

Las posibles respuestas (y la motivación de cada una de ellas) son un tema suficientemente amplio como para escribir otra entrada. Y lo haré. Pero lo que en este momento me interesa, es mostrarte que crear una empresa que te genere ingresos es una forma más de diversificar tus fuentes de ingresos y asegurar tu Libertad Financiera.

Crear una empresa plantea riesgos sustancialmente diferentes de los riesgos de otros tipos de inversión. Por ejemplo, cuando inviertes en fondos de inversión o compras acciones o utilizas cuentas bancarias, no tienes una incidencia directa en las actividades que se están llevando a cabo para generar intereses. Esto es opuesto a una empresa en la que tú mismo puedes ser el que toma las decisiones importantes y por lo tanto, el riesgo de cometer errores está prácticamente en tus manos.

Como los riesgos de ser un emprendedor son diferentes, también los retornos o beneficios que obtendrás de tu inversión son diferentes. Es casi seguro que si creas una empresa, el factor económico será una gran motivación y recibirás la mayor parte de tus retornos en forma de beneficios económicos. Sin embargo, gran parte del retorno será en forma “no monetaria”. Por ejemplo, saber que estás contribuyendo a la economía de tu país por medio de tu empresa; o dando un excelente servicio a tus clientes; o creando productos/servicios de calidad que tienen un impacto real en otras personas de tu comunidad. Todos estos beneficios forman parte del “retorno de tu inversión” aunque no sean precisamente dinero. Y también son parte de tu Economía Personal.

Comencé a relacionar claramente estos dos temas, porque la semana pasada asistí a la Séptima Convención de Emprendedores Landivarianos y al Primer Congreso de Formadores de Emprendimiento organizados por la Universidad Rafael Landívar de Guatemala. En este evento participaron varios expertos en el tema de diferentes países de latinoamérica. Anoté más de 5 páginas en mi cuaderno con ideas y reflexiones sobre la conferencia y estaré publicando una (o varias) entradas al respecto en los próximos días. Si este tema te interesa, probablemente te podrás beneficiar de las ideas que quiero compartir.

[Actualización: Puedes ver la entrada sobre la convención aquí.]

Yo me considero un “emprendedor en pañales”, lo cual es algo redundante según mi propia definición de emprendedor pero es bastante cercano a la realidad. De hecho, este sitio es en sí un “emprendimiento” – como dicen los que saben. 😉

Conclusión y petición especial

En conclusión: Iniciar una empresa es una opción más de inversión que puede darte un empuje en tu caminata hacia la Libertad Financiera. Los retornos que recibirás por tu empresa son esencialmente diferentes de los que recibirías con inversiones más “tradicionales”. ¿Mejores o peores? Eso depende de, entre otras cosas, tu pasión y disciplina. Definitivamente escribiré más sobre este tema.

Ahora, me gustaría saber si entre ustedes, estimados lectores, existen emprendedores. Si eres uno de ellos, déjanos saber ¿Cuáles son las lecciones que has aprendido en este camino? ¿De qué forma ha cambiado tu economía personal al iniciar una empresa? Si no eres un emprendedor todavía, ¿Que preguntas tienes sobre ser emprendedor e iniciar empresas? Deja tus pensamientos plasmados es un comentario. Todos te lo agradeceremos.

Y por favor… que alguien me cambie ya el pañal.

El primer paso hacia la Libertad Financiera

“El dinero y el éxito no cambia a las personas; simplemente amplifica lo que ya existía.” – Will Smith

Acabo de leer un artículo de MSN Money acerca de 8 ganadores de lotería que han perdido sus millones. Algunos de los casos que menciona el artículo son:

  • Suzanne Mullins, ganó $4.2 millones. Ahora está hundida en deuda por un préstamo que pidió utilizando su premio como garantía.
  • Willie Hurt ganó $3.1 millones. Dos años después estaba en la quiebra. Su abogado dice que se gastó su fortuna en divorciarse y en cocaína.
  • Missourian Janite Lee ganó $18 millones. Donó a diferentes causas sociales (política, educación, desarrollo comunitario). Ahora está en la quiebra con sólo $700.

Tener mucho dinero no es lo mismo que tener Libertad Financiera. Tener Libertad Financiera va más allá. Se necesita tener un sistema que te permita cumplir tus objetivos, aprovechando al máximo tus recursos financieros.

Lo que dijo Will Smith tiene sentido. La situación de estas personas es una amplificación de las creencias y hábitos que ya tenían. Las creencias y hábitos son parte del sistema. De hecho, son la parte más importante.

Para poder tener un sistema de esta naturaleza es muy probable que tengas que realizar cambios en tu vida. Todos estos cambios inician en el mismo lugar: adentro. En tu mente. Y todos los grandes cambios requieren algo importante: el primer paso. El primer paso para llegar a la Libertad Financiera es cambiar por dentro. Cambiar tus hábitos y tus creencias acerca del dinero y del papel que juega en tu vida.

Es el paso más difícil. Pero también es el que tiene los efectos más duraderos. No cometas el error de tratar de aplicar soluciones rápidas a problemas fundamentales. Eso puede lograr cierto nivel de mejora, pero no algo radical como llegar a la verdadera Libertad Financiera.

Por ejemplo, puedes aprender 10 diferentes formas de hacer un presupuesto, pero si no tienes el hábito de revisarlo y actualizarlo constantemente, no sirve de nada.

Otro ejemplo: puedes aprender muchas formas diferentes de invertir tu dinero. Aprendes a seguir los precios de las acciones de una empresa. Aprendes a identificar oportunidades de negocios. Conoces gente que puede ayudarte. Pero no tienes dinero para invertir porque nunca has tenido el hábito del ahorro.

Y otro ejemplo: quieres tener millones en tu cuenta bancaria, pero piensas que la gente que ya los tiene es codiciosa y mezquina. Crees que es injusto que algunas personas tengan mucho mientras otras tienen muy poco. Crees que no puedes ayudar a personas pobres si estás lejos de su realidad porque eres millonario. Creencias como esas, no hacen más que mantenerte atrapado creyendo que no hay ninguna forma noble de cumplir con tu objetivo.

Intenta realizar este ejercicio sencillo para descubrir cuáles son tus creencias actuales acerca del dinero y la Libertad Financiera.

Toma un cuaderno y lápiz, o abre tu procesador de texto favorito, y responde a las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué significa para mi el dinero? ¿Es un fin o un medio?
  2. ¿Para qué quiero el dinero? ¿Es realmente necesario tener dinero o la sociedad nos hace creer eso para hacernos esclavos del consumismo?
  3. ¿Qué significa Libertad Financiera? ¿Cómo sería mi vida si tuviera esa Libertad?
  4. ¿Qué hábitos necesito desarrollar para lograr mis objetivos, no sólo financieros sino los objetivos de mi vida en general?

Cuando estés respondiendo las preguntas debes ser completamente honesto contigo mismo/a. No debes responder lo que te gustaría creer, sino lo que verdaderamente crees en este momento. Si no sabes la respuesta, escribe eso. “No se“. De hecho, esa puede ser la respuesta más reveladora que obtengas sobre tus creencias y conocimientos actuales. Lo más importante es que una vez que hayas escrito una respuesta, sabrás exactamente qué debes hacer.

El principal objetivo de este sitio es ayudarte a lograr la Libertad Financiera y el objetivo de esta entrada es hacerte pensar sobre ti mismo/a. Es probable que al leer esta entrada y responder las preguntas del ejercicio te surjan ideas o preguntas. Me gustaría mucho que las compartieras con nosotros para poder ayudarte mejor a través del sitio.

En conclusión, el primer paso hacia Libertad Financiera es grabar en tu mente creencias útiles y potenciadoras. Y al mismo tiempo, desarrollar los hábitos y habilidades necesarias para manejar tus finanzas cuando tienes “poco”. Para poder amplificar tu vida cuando tengas “mucho”. Es mas fácil decirlo que hacerlo, pero con el hecho de tener claro cuál es el primer paso, ya recorriste la mitad del camino. Da el primer paso.

¿Por qué los futbolistas ganan más que los profesionales de oficina?

Hace algún tiempo leí que alguien preguntaba: ¿Por qué los futbolistas ganan más dinero que un profesional de oficina? Implícitamente la pregunta llevaba la acusación de que el trabajo de los futbolistas está sobrevalorado y que la paga para un profesional que trabaja duro es injusta. Esta pregunta llamó mi atención porque revela mucho sobre las creencias de esta persona con respecto al dinero y el trabajo. Exploremos un poco estas creencias.

En primer lugar, es evidente que afirmar que “los futbolistas ganan más que los profesionales de oficina” es una generalización incorrecta. Hay futbolistas que no son famosos, que juegan en equipos que tampoco son famosos y que no ganan como las grandes estrellas del deporte.

Lo mismo pasa en otras carreras en las que los más famosos ganan más: hay actores y actrices que alcanzan la fama y ganan millones, pero también hay muchos que nunca se convierten en estrellas. Y por otro lado, hay muchos profesionales de oficina que no son “mal pagados”. Si te consideras un empleado mal pagado puedes tomar como ejemplo al jefe de tu jefe.

“¡Pero aunque yo no sea famoso me merezco un salario justo!”

Lo que das, es lo que recibes. Si eres un empleado, tu sueldo es el valor que tu patrón ha decidido que vale tu trabajo. Es un simple intercambio de valor. Tú das tu tiempo y conocimiento, él da su dinero.  De la misma forma funciona para un futbolista, un actor o una modelo. Proporcionan un valor, alguien les da dinero a cambio.

Si tu salario es justo o no, es subjetivo. Tu patrón podría estar pagándote un salario muy por debajo del promedio de la industria para un puesto como el tuyo. Seguramente esto daría luces sobre qué tipo de jefe tienes o qué tipo de empresa es la que dirige. En tal caso el problema es algo más fundamental y deberías cuestionar si realmente quieres seguir en una situación así. Pero aún así, para él tu salario es “justo”, aunque definitivamente no valora tu esfuerzo tanto como tú.

Valor Generado v. Compensación (click para agrandar)

Considera a los cuatro personajes de la imagen (clic para agrandar). El primero es un futbolista famoso que juega en un equipo de la primera división de España. Un país que sí se toma en serio el fútbol. El segundo es un alto ejecutivo de una de las empresas más grandes de EUA.  ¿Sabes quiénes son el tercero y el cuarto? Exacto. Son “desconocidos”. Eso nos da indicios de por qué los primeros dos ganan más.

“¿Y qué tanto valor genera un tipo pateando un balón para ser millonario sólo por eso?”

Una estrella genera valor de muchas formas:

  • Es una imagen modelo. Su imagen puede ser aprovechada para producir películas, anuncios, destacar marcas, etc.
  • Es un modelo de conducta: Los niños quieren ser como su estrella favorita.
  • Proporciona entretenimiento: especialmente valorado, irónicamente, entre los profesionales que trabajan de 8 a 5 y que son mal pagados.

Un profesional de “alto nivel” también genera valor de formas diferentes:

  • Toma decisiones de alto riesgo en cuanto al rumbo que seguirá una empresa. Esto se debe a que tiene el conocimiento necesario para tomar ese tipo de decisiones.
  • Se hace totalmente responsable del rendimiento de la empresa ante una junta directiva o inversionistas.

Existen muchas diferencias entre estas dos personas, pero existen algunos factores comunes en su forma de generar valor. El principal factor común es que el valor que generan es difícilmente reemplazable. A estas personas se les considera como un recurso escaso, lo cual aumenta su valor percibido; y por lo tanto, aumenta la remuneración por el trabajo que hacen.

Ahora, contrasta la situación de las primeras dos personas con la situación de las dos personas del lado izquierdo de la imagen:

  • La persona número tres es un empleado. Seguramente has escuchado que “existe mucho desempleo”. Eso significa que el recurso escaso no es él, sino las empresas en donde puede trabajar. Debido a eso, al momento de establecer el valor del trabajo aportado por el empleado, el poder de negociación se encuentra en el empleador, no en el empleado.
  • La persona número cuatro es un aspirante a ser famoso. Sin embargo, en este momento aún nadie ha puesto sus ojos en él. Definitivamente podría escalar y llegar a ser una estrella del más alto nivel. Pero en este momento se encuentra compitiendo contra un mar de aspirantes a las mismas metas que él, por lo que el valor que puede generar es aún reemplazable.

“Ahora me queda claro. Un futbolista gana más, porque genera más valor. Pero a mi, ni me interesa el fútbol, ¿qué puedo hacer para ganar como una estrella?”

La respuesta corta es: conviértete en una estrella.  La respuesta larga es: conviértete en alguien que genere tanto valor como una estrella.

“Eso es fácil de decir… pero no es tan fácil de hacer”

Lo que esto significa en realidad, es que debes analizar detenidamente tu situación y buscar oportunidades. Es más fácil decirlo que hacerlo. Pero es muy improbable que de un día para otro (o de un año para otro) tu empleo cobre valor por si sólo y de pronto comiences a ganar más porque ahora eres un recurso escaso. Por lo que de una u otra forma, tendrás que cambiar lo que haces para lograr cambios radicales en tu situación financiera.

Ten cuidado de no caer en la trampa de “hacer algo que te puede convertir en estrella, sólo por ser famoso y millonario”. La mejor forma de asegurarte de que estás generando un valor genuino y que puedes disfrutar tanto de generar el valor como de recibir una compensación a cambio, es hacer algo que realmente te apasione.

Sólo hay 2 formas de ahorrar

Ahorra y sal de la pobreza

La clave para salir de una situación financiera limitada es invertir. Pero para poder invertir se necesita capital. Pues adivina ¿de dónde podrás obtener el capital?. Claro, del ahorro. El ahorro que luego inviertes.

Sabiendo esto querrás saber ¿Cómo ahorrar? ¿Cuáles son las mejores formas de ahorrar? Estas preguntas se simplifican mucho si te das cuenta de que en realidad sólo existen dos formas de ahorrar dinero.

Ahorrar vrs. Economizar

¿Cuál es la diferencia entre ahorrar y economizar? Es común que exista una ligera diferencia en la interpretación de estos dos términos. “Ahorrar” por lo general se refiere a apartar una cantidad de dinero para no gastarlo de inmediato sino para utilizarlo en algún momento futuro. El ejemplo clásico es tener una Cuenta Bancaria de Ahorro.

Por otro lado, “Economizar” se refiere a recortar la cantidad de dinero que tenías destinada para algún gasto y si ese sobrante lo guardas para utilizarlo en el futuro, lo estás ahorrando.

Ahí lo tienes, esas son las únicas dos formas de ahorrar:

  • Apartando una cantidad cada mes destinándola a tus ahorros
  • Economizando en tus gastos ya previstos y ahorrando las diferencias que logres.

Veamos a detalle cada una de ellas.

Cóbrate Primero

Un consejo muy útil para mantener el hábito del ahorro es que siempre incluyas en tu presupuesto una categoría de “gastos” en donde asignas la cantidad de dinero que deseas pagarte a ti mismo. Este pago, será el dinero que usarás para luego invertirlo, para crear un fondo de emergencias o simplemente para lograr comprar algo que aún no puedes pagar.

Es probable que sientas la necesidad de ceder y no pagarte a ti mismo porque, por ejemplo, prefieres disminuir tus deudas primero. Sin embargo, aunque parezca equivocado o contraintuitivo, es mejor que siempre te pagues algo a ti mismo. Si te encuentras en una situación así, considera esto: En el libro “Padre Rico, Padre Pobre”, Robert Kiyosaki explica que para lograr siempre pagarte primero debes convertirte en el peor cobrador de todos. Seguramente sabes que cuando un cobrador te molesta tanto hasta el punto en que te desespera, le pagas para poder librarte de él. Esas características debes tener en relación a cobrar tu pago. Debes ser el cobrador al que no quieres deberle. Así lograras pagarte primero.

Dependiendo del objetivo que tengas para tu ahorro puede ser que te convenga utilizar una simple cuenta de ahorros en un banco o buscar algo más sofisticado como una cuenta de ahorro a plazo fijo o una inversión a corto/mediano plazo. Usando alguno de esos instrumentos puedes ganar intereses al mismo tiempo que ahorras tu dinero de forma segura.

Guarda lo que te sobra

Durante el mes vas gastando conforme lo habías planificado en tu presupuesto. Es posible que te sobre dinero en algunas categorías. Si al sumar todas las diferencias que encontraste te queda algún sobrante, debes decidir qué hacer con ese dinero. Esto es a lo que muchas personas se refieren comúnmente como “economizar”, es decir, reducir los gastos intencionalmente para crear un sobrante.

Luego, debes decidir que hacer con tu sobrante. Básicamente tienes dos opciones:

  1. Mantener la cantidad en tu presupuesto sin ningún cambio. Así, el siguiente mes seguirás teniendo holgura en la categoría en la que tuviste una diferencia.
  2. Ajustar las cantidades en tu presupuesto y asignando desde antes las diferencias a otra categoría, por ejemplo, tu ahorro fijo.

Podría decirse que para un buen hábito de ahorro, cobrarte primero es una regla obligatoria. Guardar lo que te sobra, es opcional. De cualquier manera, si no guardas lo que te sobró en el mes, aún estarás ahorrando lo que destinaste específicamente para ahorro en tu presupuesto. Por supuesto para lograr todo esto, es esencial que primero hagas tu presupuesto.

Conclusión

Como puedes notar esta filosofía de ahorro es muy simple, especialmente porque todo queda reducido a dos opciones. Además, es más inteligente ahorrar de esta forma y no cómo lo hace la mayoría de personas: en primer lugar, ahorrando lo que les sobra de sus gastos (si les sobra algo) y muy pocas veces, destinando una cantidad fija para esto. Exactamente lo opuesto a lo que acabas de leer.

¿Por qué ahorrar?

¿Alguna vez te has preguntado si realmente vale la pena ahorrar? o quizás sabes que ahorrar es un buen hábito, pero no sabes exactamente cuál es el objetivo. En tal caso puedes encontrar útiles estas cuatro razones por las cuales deberías ahorrar:

1. Ahorra para invertir

Si ahorras podrás realizar inversiones más grandes y con mejores retornos. Si investigas la biografía de muchos millonarios te darás cuenta de que uno de los hábitos que tienen en común es el de “pagarse primero”. Esto se refiere a adquirir la responsabilidad de tomar siempre una parte de los ingresos y ahorrarla, para luego invertirla en algún otro generador de ingresos: un negocio, compra de acciones, bonos, etc.

2. Ahorra para crear un fondo de emergencia

Un buen fondo de emergencia debería servirte para cubrir tus gastos básicos de al menos cuatro meses, asumiendo que no te queda ningún ingreso. Un buen criterio para seleccionar el ingreso de cuántos meses deberías tener en tu fondo de emergencia puede ser, ¿en cuánto tiempo crees que eres capaz de obtener un nuevo ingreso? (trabajo, negocio, comisiones, etc.)

Adicionalmente, debes considerar posibles gastos médicos, gastos por reparaciones y otro tipo de imprevistos que acompañan a diferentes catástrofes naturales o provocadas que pueden afectar tu estabilidad económica.

3. Ahorra para realizar gastos grandes

Seguramente tienes en mente algo que quisieras comprar pero que aún no tienes suficiente dinero para hacerlo. Puede ser una casa, un nuevo televisor o un Ferrari.

En cualquier caso, tienes dos opciones: endeudarte para comprarlo o ahorrar primero y reducir al mínimo la cantidad por la que te endeudes.

4. Ahorra para tu retiro

Si eres el tipo de personas que quisiera en algún momento de su vida, simplemente descansar y disfrutar, entonces comienza a pensar en un fondo para tu retiro.

Es mejor que pienses en mantener un retiro por medio de activos que te generen ingresos pasivamente (regalías, dividendos, intereses, etc) y no solo en simplemente acumular una cantidad de dinero con la cual subsistir cuando te retires.

Conclusión

En conclusión, lo importante no es si crees que ahorrar es bueno o no. Sin importar cuál es tu decisión, lo importante es que la hayas tomado conscientemente de acuerdo a tus metas; y no sólo porque lo leíste en un excelente blog sobre Economía Personal. 😉

Cómo Hacer un Presupuesto Personal

Cierta vez leí que tener un “presupuesto” sirve para no decir “por supuesto” a cada gasto que se te pone enfrente.

En este artículo te guiaré por el proceso, paso a paso, para crear un presupuesto personal básico. La razón por la que haremos un presupuesto básico es para que puedas fácilmente adaptarlo a tus propias necesidades.

¡Comencemos!

Lo que necesitarás

Necesitarás aproximadamente 20 minutos para completar este proceso en su forma más sencilla. Si no tienes el tiempo ahora, te recomiendo que guardes este artículo en tus favoritos o lo envíes a tu propio correo electrónico para revisarlo después. Puedes usar el enlace que dice “Comparte este artículo” al final del texto para enviártelo.

Si estás listo/a para comenzar, necesitarás:

  1. Papel y lápiz o un programa de hojas electrónicas (OpenOffice Calc, Excel, Numbers, Google Docs, etc.)
  2. Un estimado de tus ingresos y gastos fijos mensuales
  3. Un estimado de los gastos que tengas que no ocurren mensualmente (pago de impuestos, primas de seguros, colegiaturas, etc.)

Nota: Si lo prefieres, puedes descargar una plantilla ya hecha de este proceso como parte de la Colección de Recursos de Economía Personal. De cualquier forma, es buena idea que sigas este proceso para comprender mejor tu presupuesto.

Paso 0 – Columnas

Lo primero que debes hacer es crear cuatro columnas para ingresar: Descripción, Valor Estimado, Valor Real, Diferencia.

Estas columnas las utilizarás para todas las categorías que usaremos. La columna de Diferencia debe expresar la diferencia entre el Valor Estimado y el Valor Real como un porcentaje. También puedes usar la diferencia en moneda, pero es más fácil captar el concepto en porcentajes.

Coloca hacia abajo, en las mismas columnas, cada una las categorías que veremos a continuación.

Paso 1 – Ingresos

La primera categoría serán tus ingresos. Debes listar todos los ingresos que recibas mensualmente. Tu salario, ingresos por rentas, alquiler de propiedades, pensión alimenticia, trabajos independientes, etc.

Si haces tu presupuesto en una hoja electrónica, mi recomendación es que hagas estas cifras negativas y como verás más adelante, tus gastos serán positivos. Esto es por facilidad, ya que generalmente tendrás más información que ingresar en tus gastos y es más fácil ingresarlos como valores positivos (¡no tendrás que recordar ponerle el signo negativo a todo!)

Al principio del mes deberás ingresar únicamente los valores estimados. En cuanto tengas el valor real (cuando recibas efectivamente tus ingresos) escribe los valores reales y calcula las diferencias.

Paso 2 – Ahorros e Inversiones

A continuación, lista las salidas de dinero que sean para ahorros o inversiones.

Lista aquí cualquier aporte que hagas a fondos de retiro, cuentas de plazo fijo o simplemente el dinero extra que ahorras todos los meses.

Es muy importante que estas salidas de dinero queden separadas de los gastos en sí, porque te ayuda a mantener el hábito del ahorro.

Paso 3 – Pagos de Deudas

De nuevo, bajo las mismas cuatro columnas, lista tus salidas de dinero que correspondan a pagos de deudas: tarjetas de crédito, hipotecas, préstamos personales, el pago de tu automóvil, etc.

También es importante separar estas salidas de dinero de tus otros gastos para que mantengas siempre a la vista la cantidad de dinero que debes.

Te recomiendo que leas el artículo 6 Formas de Pagar tus Deudas (con ejemplos) para más ideas sobre como acabar con tus deudas eficientemente.

Paso 4 – Gastos

Finalmente, llegamos a la parte central de un presupuesto, tus gastos mensuales.

Lista cada una de tus categorías de gastos con su valor estimado para el mes.

¿Qué categorías de gastos debes poner? En realidad no hay una respuesta única. Debes buscar las categorías y el nivel de detalle que funcione para ti. Dale una mirada a esta lista de categorías de gastos para ayudarte.

Recuerda, para completar esta sección debes tener en cuenta dos aspectos:

1. Está bien equivocarse. Es muy poco probable que logres planificar tus gastos con el 100% de exactitud, especialmente si es la primera vez que lo haces. Pero no importa porque la meta no es ser preciso. La meta es desarrollar el hábito de administrar tus finanzas con frecuencia. Por supuesto, haz tu mejor esfuerzo al predecir tus gastos, pero no te obsesiones con ser exacto “al centavo”, te aseguro que conforme vayas practicando el hábito irás mejorando.

2. Toma en cuenta los gastos que no son mensuales. Un error común al hacer un presupuesto es enfocarte únicamente en tus gastos fijos mensuales y olvidar que hay gastos que ocurren con menor frecuencia. Lo mejor que puedes hacer es distribuir esos gastos en varios meses para que cuando llegue el momento ya tengas el dinero reservado. Encuentra la mejor forma de distribuir estos gastos (por ejemplo, para un gasto anual, podrías ahorrar 1/12 del gasto cada mes) y regístralos en esta sección.

Paso 5 – Registro de Gastos

Hasta ahora has hecho solamente una planificación (utilizando la columna de estimaciones) de tus ingresos y gastos. El siguiente paso —que abarca lo que queda del mes— es registrar tus gastos e ingresos reales para compararlos con tus estimaciones.

La principal ventaja de esto es que puedes detectar de inmediato las categorías de gastos que están saliendo de tu planificación en cuanto sucede —y no cuando te das cuenta de que ya no tienes suficiente dinero para cubrir otros gastos.

Mi recomendación es que guardes todos tus recibos de compras y que apuntes en una libreta o smartphone todos los gastos para los que no tengas recibos. ¡Guarda siempre tus recibos en el mismo lugar para no perderlos!

Al menos una vez por semana, tómate 15 minutos para ingresar tus gastos en las categorías que correspondan. Asumiendo que duermes 8 horas al día, 15 minutos son 0.22% de tu tiempo despierto/a durante la semana. No me digas que no tienes tiempo para hacerlo. 🙂

Paso 6 – El Siguiente Mes

Tu presupuesto mensual debe siempre evolucionar y convertirse en el presupuesto del siguiente mes. Si fallas en actualizar mes a mes tu presupuesto eventualmente quedará obsoleto y no tendrá ningún valor real.

El primer fin de semana de cada mes (o en el día que más te convenga) es tiempo de analizar las diferencias entre tus predicciones y tus datos reales para hacer ajustes que sean necesarios en tus predicciones para el siguiente mes.

Esta es una regla simple para hacer tus ajustes:

  • Si la diferencia absoluta es de 35% o más; y no fue por un evento fuera de lo común ajusta tu cantidad para el siguiente mes usando tu gasto real.
  • Si la diferencia absoluta es de menos del 35%; utiliza tu misma estimación para el siguiente mes y observa si el patrón de diferencia continúa. Después de dos o tres meses de observar una diferencia similar puedes ajustar tu cantidad.

Por ejemplo:

Si para alguna categoría tu predicción fue $1000, pero tu gasto real fue $1400 tienes una diferencia de +40%. Si tu gasto real fuera de $600, tienes una diferencia de -40%.

En ambos casos tu diferencia absoluta (es decir, sin tomar en cuenta si te pasaste o te quedaste corto) es mayor de 35%. Entonces puedes usar tu gasto real como nueva predicción; siempre y cuando no haya algún motivo extraordinario que explique la diferencia.

Importante: ¿Qué hacer con el dinero “sobrante”? Si durante el mes te quedó algo de efectivo sin gastar aplica la siguiente regla: Si no has iniciado tus ahorros, ahorra el dinero extra. Si tienes deudas, has pagado lo que te toca y algo más pero durante el mes no gastaste en algo para ti mismo, gástalo en algo que te guste. Si tienes deudas, pero has pagado sólo lo mínimo, abónalo a tus deudas.

Paso 7 – Disfruta de tener el control de tus finanzas

Este proceso puede parecer complicado, especialmente sin nunca has utilizado consistentemente un presupuesto antes. Pero si logras desarrollar el hábito y reservar esos cortos momentos de tus fines de semana, comenzarás a notar que se reduce la ansiedad causada por no saber a dónde va tu dinero y te sentirás mejor.

Por otro lado, tu presupuesto deberá ser siempre tu primer filtro para decidir si haces una compra o no. Retrasa cualquier decisión de compra hasta el fin de semana más próximo para que puedas evaluar el resto de tus finanzas y decidir si el gasto te conviene.

Si experimentas resistencia o te encuentras inconscientemente posponiendo tus revisiones semanales/mensuales, trata de asociar esta actividad con algo placentero. Por ejemplo, tómate los 15 minutos para disfrutar una taza de tu té favorito mientras revisas tus recibos. O escucha tu música favorita. O haz que tu pareja te dé un masaje de pies mientras lo haces. 😉

Espero que con este proceso logres iniciarte en la sana práctica de administrar tus finanzas.

La mejor forma de saber si este artículo te resultó útil es que me lo cuentes abajo en la sección de comentarios. También será muy útil si compartes tus propios métodos de hacer un presupuesto para que otros lectores se beneficien. ¡Gracias!