Mi deuda es 25.5 veces más que mi sueldo

Pepe dejó el siguiente comentario en otro artículo:

Hola, he leído tu articulo y me parece muy bueno, pero creo que lo mio es mucho mas grave, tengo deudas que superan en extremo mis ingresos. Esto lo he manejado siempre haciendo compras de deuda y actualmente tengo 7 tarjetas de crédito, todas al limite, 2 de ellas las utilizo para cubrir el pago de las otras, pero el punto es que ya casi he llegado al limite de crédito de estas 2 tarjetas y no tengo como pagar.

Mi deuda es 25.5 veces más que mi sueldo, entonces no se que podría hacer, ¿cuál es tu consejo? Yo había pensado dejar de pagar algunas deudas y seguir pagando otras y hacer siempre lo mismo con algunas entidades de mes en mes intercaladamente.

O la otra solución pero creo que aun más costosa sería pagar solo a 1 o 2 entidades y terminar con ellas y luego pagar las otras. Pero esto me traería muchos problemas, como registro en INFOCORP (entidad que se encarga de registrar a clientes morosos, yo les digo LOS CHISMOSOS).

Espero me puedas ayudar y dar un buen consejo.

¿Qué le dirías a Pepe? ¿Has estado en una situación similar? Si has estado en una situación similar, ¿cómo te sentiste y qué hiciste (o estás haciendo) para salir ella?

¡Comenta!

¿Por Dónde Empiezo a Mejorar mis Finanzas?

Una de las preguntas frecuentes que recibo de lectores que están empezando el viaje hacia unas finanzas sanas es: “¿por dónde empiezo? Mis finanzas están tan desordenadas que ni siquiera se por dónde empezar!

Esto es natural. Nuestras finanzas están enlazadas fuertemente con el resto de nuestra vida, por lo que los problemas financieros pueden convertirse fácilmente en un un problema abrumador.

En este artículo, vamos a explorar este problema. Veremos cuál es la forma en que la mayoría de personas reacciona ante esta situación, por qué lo hace, por qué no funciona y cuál sería una mejor alternativa para salir del gatuperio.

La Reacción Natural

La mayoría de personas se da cuenta de que tiene problemas financieros cuando:

  • Tiene una sensación de que el dinero “se fuga”. Se va y no deja dicho a dónde
  • Las deudas comienzan a caminar más rápido que sus dueños. Les van pisando los talones.

Cuando esto sucede, se disparan los detectores internos de peligro y entramos en modo de emergencia.

Por lo tanto, la reacción natural es enfocarse con toda la energía posible en gastar menos y pagar las deudas. Enfocarnos en reducir gastos y/o pagar las deudas tiene el potencial de eliminar —al menos temporalmente— las presiones financieras más urgentes.

Desde un punto de vista puramente financiero, la reducción de gastos y el pago de deudas son las opciones inteligentes. Pero debemos recordar que estamos hablando de finanzas personales.

Somos humanos, por lo tanto hay que ver más allá del simple problema matemático.

Enfocarse sólo en estas áreas puede producir resultados en el corto plazo pero es difícil mantener la motivación por mucho tiempo.

Quizás comiences a pagar un poco más a las deudas hasta que te vuelves a sentir fuera de peligro inminente, y no llegas a comprometerte a hacer cambios profundos en tus finanzas. O haces algunos recortes en tus gastos pero en cuanto vuelves a tener oportunidad repites los mismos patrones de conducta.

Así, tus deudas vuelven a acumularse, tus gastos vuelven a crecer sin control y vuelves al punto de inicio. Repites el ciclo. Y nunca tus finanzas parecen estar bien.

¿Por qué escogemos este camino?

Concentrarse en las soluciones que tienen sentido desde un punto de vista financiero no necesariamente es lo mejor. Además del factor matemático de que estás gastando más de lo que ganas, existen factores emocionales y mentales que son la raíz del problema.

La mayoría de personas ya sabe esto, pero sigue enfocándose en las soluciones transitorias porque están condicionadas a pensar que esas son las acciones “inteligentes”. Si le preguntas a cualquier persona ¿qué deberías hacer en una situación así?, lo que sugerirá es que gastes menos o que pagues tus deudas (duh!). Esta influencia puede ser tan grande que puede provocarte sentimientos de culpa si no lo haces.

Además, es una forma de falso logro.

Te esfuerzas por gastar menos y pagar las deudas. El estar en una situación así se vuelve parte de tu identidad. Te identificas con personas en situaciones similares, hablan de sus problemas, se quejan juntos de los factores externos que no pueden controlar, etc.

Y no quiero decir que esté mal comentar la situación con otras personas o buscar soluciones juntos. El problema es cuando simplemente se habla de la situación y nunca se llega a actuar para corregirla.

El Inicio de un Camino Diferente

Si ya sabes que esta forma de actuar no te ha llevado a solucionar los problemas, déjame sugerirte un enfoque ligeramente diferente.

El primer paso, si tienes problemas financieros, es trabajar en algo que te gusta.

No empieces por hacer un plan detallado sobre cómo pagarás tus deudas, ni dediques tu tiempo libre a buscar todos los descuentos que puedas para reducir tus gastos un poco.

Lo que quiero decir es que toda tu energía extra, que normalmente enfocarías en pagar más a tus deudas o reducir tus gastos, la enfoques en asegurarte de que estás trabajando en algo que no sólo te da ingresos sino que te da alguna satisfacción.

¿Significa eso que deberías dejar de pagar tus deudas y correr a renunciar a tu empleo de inmediato?

No necesariamente. Si quieres renunciar a tu empleo (ya sea para trabajar por tu cuenta, o conseguir uno diferente), por supuesto hazlo, hay muchas razones para hacerlo. Pero no todos tienen la misma tolerancia hacia este tipo de riesgo.

Si no eres del tipo de persona que haría algo así, al menos enfócate en incorporar gradualmente alguna actividad satisfactoria y productiva en tu vida. Lo más común es tratar de convertir un pasatiempo en negocio, ofrecer consultorías profesionales sobre tus áreas de experiencia, explotar tu conocimiento a través de un sitio Web, etc.

Comenzar por hacer un trabajo que te cause satisfacción te proveerá de una motivación totalmente diferente a la que te podría proveer el simple hecho de pagar X deuda, pero seguir en la misma rutina de siempre. O reducir en Y categoría de gastos sin que haya un beneficio más allá que el de haber ahorrado en Y categoría de gastos.

Hacer un trabajo que te cause satisfacción te dará también una sensación de equilibrio desde la que es más fácil tomar decisiones en otras áreas. ¿Qué crees que sería más fácil: reducir gastos teniendo el objetivo claro de potenciar tu nueva carrera o reducir gastos para seguir haciendo lo mismo de siempre?

Hacer un cambio de esta naturaleza es difícil. Precisamente por eso, creo que debería ser lo primero en lo que te enfocas.

Muchas personas consideran que un cambio de empleo o carrera está en algún punto del camino hacia una mejora de su vida y sus finanzas; pero lo dejan siempre para después. Después de pagar las deudas, después de ahorrar X cantidad, después de estudiar una maestría, después de comprar un automóvil, etc.

Siendo una de los cambios más difíciles de hacer, es uno de los cambios con mayor potencial de satisfacción y rentabilidad. Por lo que mi propuesta es que, en lugar de posponerlo indefinidamente, enfrentes el problema de frente, lo más pronto posible.

Una vez que estás trabajando en algo que te causa satisfacción real (o al menos, estás tomando acciones concretas para lograrlo), ¿en qué deberías enfocarte?

El segundo paso es ahorrar.

Así es, todavía no te enfocas en una estrategia para pagar tus deudas, o usas tu tiempo en reducir hasta el último centavo tus gastos. Si en el camino pudiste hacer algo extra al respecto, genial, pero no es tu enfoque principal.

Las razones por la que es tan importante comenzar a ahorrar son:

  • Si has acumulado deudas porque has tenido imprevistos o emergencias, lo que menos quieres ahora es que se presente una nueva emergencia y tengas que cavar una agujero aún más grande.
  • Establecer metas de ahorro y lograrlas es una actividad que va mucho más allá de simplemente guardar dinero. Para mucho es un ejercicio de voluntad, estrategia y mucho esfuerzo. Desarrollar el hábito de ahorrar (qué básicamente es el hábito de posponer una gratificación) es fundamental para cualquier otra área de la vida.

Y recuerda no ahorrar para “el futuro”.

En Resumen

  1. Encuentra trabajo que te cause satisfacción y no sólo que te pague. No importa si no es algo a tiempo completo todavía. Lo importante es empezar.
  2. Desarrolla el hábito de ahorrar para metas específicas. Prépárate para que en caso de emergencias no tengas que recurrir —de nuevo— a las deudas.
  3. Incorpora estrategias más complejas para pagar tus deudas, invertir, desarrollar negocios, etc.
  4. Cuando tengas tiempo averigua qué significa la palabra gatuperio. Yo la conocí hasta hoy. 🙂

Plantilla de Presupuesto Personal

Una plantilla para hacer un Presupuesto Personal es lo que más me han pedido desde que actualicé el artículo sobre cómo crear tu propio presupuesto.

Y eso es justamente lo que acabo de agregar a la Colección de Recursos de Economía Personal: Una hoja electrónica (compatible con Excel, OpenOffice.or, Numbers) para realizar tu presupuesto personal.

Una vez que te suscribas al boletín recibirás acceso, no sólo a esta Plantilla de Presupuesto Personal, sino que también recibirás acceso a todos los recursos (al día de hoy son 3 descargas) de la colección.

Categorías Ilimitadas

Muchas de las plantillas que encuentras en internet vienen con una cantidad definidas de categorías de ingresos y gastos y tienes que adaptarte a ellas. A veces puedes cambiarlas, pero no puedes agregar más. Esto es frustrante porque no todos tenemos la misma forma de ver nuestros gastos.

Una de las ventajas de la plantilla que he publicado es precisamente que no te limita a cierta cantidad de categorías para tus ingresos o gastos. Puedes tener tantas (o tan pocas) como tú quieras.

Cómo Descargarla

Como mencioné antes, lo único que debes hacer es suscribirte al boletín para recibir acceso a la Colección de Recursos que he publicado. Como suscriptor del boletín también recibirás artículos y consejos extras y te avisaré cuando publiqué nuevos recursos.

La razón por la que los recursos no son enteramente públicos es que prefiero asegurarme de que las personas que las descarguen sean personas que están listas para tomar acciones reales para mejorar sus finanzas.

Si dejara la descarga libre, habrían muchas personas que lo descargarían y luego se olvidarían de ellos. Prefiero que los descarguen las personas que han decidido no sólo usar la plantilla, sino también recibir información útil sobre finanzas en su correo. ¡Ese el tipo de personas que me interesa que usen los recursos!

Trabajo en Progreso

Aunque puse empeño en que esta Plantilla de Presupuesto Personal sea tan útil y flexible como fuera posible, aún la considero un trabajo en progreso. De hecho, creo que este es un buen punto de inicio para una herramienta mucho más completa que pueda apoyarte en tus finanzas. (hint: webapp).

Así que, si te decides a usarla (o al menos a descargarla para conocerla) me encantaría que me dieras tu retroalimentación. Ya sabes cómo contactarme.

¡Ve Pues! No me alcanzó la quincena

¡Hoy estoy de visita en otro blog!

¡Ve Pues! es un excelente blog de temas cotidianos escrito por Mynor con quien, entre otras cosas, compartimos la fascinación por la astronomía y el espacio!

Desde hace tiempo le debía una colaboración en su blog y decidí escribir sobre 7 principios sobre finanzas personales que he aprendido, en su mayor parte, por las malas. 😉

Así que sin más preámbulo, te invito a leer el artículo y conocer este blog!

Consolidación de Deudas ¿Te conviene?

Durante MF20, Rosa nos comentó algunas dudas que tenía sobre la posibilidad de consolidar sus deudas en una sola. Decidí responder en un post separado para que la información le sea útil a todos.

En este artículo le daremos una vista general a cómo funciona una consolidación de deudas y en base a esto, hablaremos sobre cómo puedes saber si una consolidación es una buena idea para ti. Pero antes de que comencemos quisiera aclarar que, por un lado, las regulaciones y servicios disponibles varían de país a país. Afortunadamente este sitio lo leen diferentes países, pero desafortunadamente eso hace que no se práctico cubrir todas las posibilidades.

Y si la situación varía de país a país, imagínate cómo varía de persona a persona! Por eso, prefiero darte guías para decidir si te conviene o no, en lugar de simplemente decir “si te conviene” o “no te conviene”.

¿Cómo funciona la consolidación de deudas?

El concepto es realmente simple: imagina que tienes tres deudas (A, B y C). Tienes problemas para pagarlas así que una entidad financiera (un banco, por ejemplo) te ofrece un préstamo nuevo (D), teóricamente con mejores condiciones de pago, para liquidar tus deudas A, B y C. Ahora, solamente tienes que pagar D.

Hay otro tipo de consolidación que consiste en que la entidad financiera hace una negociación en tu nombre con tus deudores originales para que hagan reducciones en sus tasas de interés. Tu acuerdas pagar cierta cantidad periódicamente a esta entidad y ellos se encargan de distribuir tu pago entre tus deudores originales, usualmente por una comisión sobre cada pago.

Visto así, superficialmente, todo suena bien, ¿no? No es sorpresa que una descripción así de superficial sea la que usen para venderte la idea. Pero para saber si te conviene o no una consolidación debes analizar con más detenimiento los detalles.

¿Cómo saber si me conviene consolidar?

Para responder esto, comencemos con un pequeño análisis de qué gana o pierde cada una de los involucrados. Mantén en mente que el negocio de todo prestamista es darte dinero ahora, a cambio de más dinero después. Lo que pagas extra, son los intereses.

¿Qué ganan o pierden tus acreedores actuales con una consolidación?

  • En general los prestamistas prefieren tener un flujo de dinero por cierta cantidad de tiempo (el plazo de un préstamo) a tener un montón de dinero ahora. Esto es así, porque lo primero implica más intereses.
  • Si, por ejemplo, tus deudas A, B y C son con tarjetas de crédito al liquidar todas tus deudas de un sólo golpe se reduce la cantidad de intereses que recibirán en el largo plazo.
  • Por el contrario, si pagas antes, eliminan el riesgo de que ya no pagues, inherente a toda deuda.

¿Qué ganan o pierden las entidades que ofrecen consolidación?

  • Por lo general lo que estas entidades ofrecen —en el caso de deudas “no aseguradas”— es que pagarás menos mensualmente de lo que tienes que pagar ahora por tus deudas por separado. Pero a un precio más alto en términos de intereses, y por lo tanto, en un plazo de tiempo mayor.
  • En otros casos puede ser que te otorguen un préstamo “asegurado” (contra una garantía como una casa, un vehículo, etc.). Esto le permite a la entidad financiera reducir el riesgo de que ya no pagues —si ya no pagas, pierdes la garantía— y por lo tanto, pueden ofrecerte mejores tasas de interés.

Es muy importante que tengas claro cuál tipo de consolidación es el que estás seleccionando. Mientras más complicado parezca el funcionamiento del préstamo, más atención deberás poner.

¿Que ganas o pierdes tú al hacer una consolidación?

  • Simplificación en la administración de tus deudas. Mientras más deudas separadas tengas, más notaras el cambio: de preocuparte por 3, 4 o 5, a preocuparte por 1 deuda.
  • Facilidad para cubrir los pagos mínimos, porque son menores que los montos mínimos que tus deudas por separado.

Por supuesto, estos beneficios tienen un precio:

  • Una deuda con un mayor plazo o mayor costo de intereses.
  • La posibilidad de perder tu garantía si no puedes pagar.

Asi que, asumiendo que tus deudas no aumentarán mientras estés pagado, deberás:

  1. Calcular el costo total de tus deudas por separado. Puedes leer “6 Formas de Pagar tus deudas (con ejemplos)” y “MF20 Día 14: Plan Anual de Gastos (parte II)” donde toco estos temas también. Recuerda tomar en cuenta membresías y cualquier otro gasto extra asociado con tus deudas.
  2. Calcular el costo total de la consolidación. Averigua sobre cualquier costo extra o comisiones que debas pagar que probablemente, esté en el contrato pero no en la publicidad. Es importante, imperativo, primordial, fundamental que entiendas a la perfección el contrato de consolidación que hagas. Si no lo haces, y tomas la consolidación sin saber a qué te estás metiendo, sería lo mismo que tratar de duplicar tu dinero en un casino para pagar tus deudas. Bueno, el casino probablemente sea más divertido.
  3. Para tus cálculos, toma en cuenta si la tasa de interés que te ofrecen es fija o variable. En el caso particular de Rosa, me mencionó que podría haber un cambio de interés. Debes averiguar si subirá o bajará y bajo qué condiciones, ¿depende de si eres puntual? ¿de si haces aportes a capital? ¿es posible hacer aportes a capital con esta consolidación y reducir el plazo?

Conclusión

Como puedes ver… no es fácil. Precisamente por eso hay muchas historias de horror sobre personas que consolidaron sus deudas y no resultó ser lo que esperaban.

Ante todo utiliza tu criterio para evaluar tus opciones. No te bases en las promesas de “REDUZCA EN 50% SUS PAGOS” o “PAGUE SUS DEUDAS ¡SIN INTERESES!”. Es probable que irte por las promesas de soluciones fáciles y rápidas haya sido lo que te hizo endeudarte en primer lugar. Ve al contrato y tómate el tiempo necesario para entenderlo. Pide ayuda profesional si no tienes experiencia con contratos.

¿Tienes alguna experiencia con consolidación de deudas? ¿Qué más le recomendarías a Rosa para decidir si le conviene o no consolidar?

#MF20 Día 8: Analizando tus Deudas

Ayer, hiciste un análisis de tus gastos y tomaste la decisión sobre cuáles gastos eran los menos importantes para cumplir tus metas. En base a esa información podrías comenzar a planificar los gastos de todo el año.

Sin embargo, si tienes deudas, es importante considerar la forma específica en que pagarás tus deudas. Para eso, la actividad de hoy te llevará a comprender mejor las deudas que tengas y seleccionarás la forma en que quieres pagarlas.

¡Comencemos!

Analizando tus deudas

Esta sencilla actividad consta de tres pasos (más uno opcional):

Primero, haz una lista de todas tus deudas junto con el saldo actual, la tasa de interés anual y los pagos mensuales mínimos que realizas a cada una. Es probable que tengas que llamar a tu banco para averiguar alguna de estas tasas de interés o los balances.

Segundo, lee este articulo que publiqué hace tiempo con 6 diferentes formas de pagar deudas. Sería en extremo ineficiente si volviera a describir las diferentes formas aquí, así que ve a leerlo y yo te espero.

¿Listo? ¡Lees rápido!

Tercero, a menos que hayas decidido pagar únicamente los pagos mínimos o no pagar nada (espero que no) ahora ordena tu lista de deudas de acuerdo al método que hayas seleccionado. Si no sabes de qué métodos estoy hablando, es porque no hiciste el paso 2. 😉

Por ahora, aún no te preocupes por cuánto pagarás mensualmente a cada deuda, los montos específicos los veremos cuando creemos el plan consolidado de tus gastos y deudas para el año (conocido en los bajos mundos como “presupuesto”).

Cuarto, opcionalmente, si tienes deudas personales (con un amigo o familiar en lugar de una institución financiera) háblale y explícale primero que aún recuerdas que le debes dinero; segundo, que tienes toda la intención de pagarle y que definitivamente lo harás. Dile que ya está incluido en tu plan financiero, pero quieres aclararle que tu situación (especialmente si tienes muchas deudas) no te permite pagarle de inmediato, aprovecha para contarle que estás siguiendo un excelente curso de finanzas en EconomiaPersonal.com. La mayoría de personas apreciarán tu honestidad, y yo apreciaría mucho la recomendación del sitio. Finalmente, si no lo has hecho, deséale un feliz año.

¡Y eso es todo por hoy! ¿Que te pareció la actividad? ¡Como siempre, te espero en los comentarios!

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

#MF20 Día 3: Crea tu Estado de Resultados

Ayer creaste tu propio Balance General. Esa fue la mitad de la fotografía de tus finanzas. Hoy, construiremos las otra mitad: tu Estado de Resultados.

Pero antes de continuar, quiero comentar algo.

Muchos de los comentarios que he recibido de las dos primeras tareas dejan ver que comenzar a tener claridad sobre tus finanzas puede ser un duro golpe de realidad. Sin embargo, aunque resulte difícil, debes aceptar tu realidad tal y como es. No resistas la situación. Una de las mejores cosas que puedes practicar es sentirte feliz a pesar de tus circunstancias particulares, y no sólo cuando las cosas van bien.

No quiero decir que te conformes con algo que no quieres. La idea es que no lo resistas. Déjalo ser, obsérvalo y cámbialo. Tu decisión de participar en este curso confirma que quieres y puedes mejorar. 😉

Ahora, ¡comencemos!

Creando tu Estado de Resultados

De la misma forma en que ayer construiste tu Balance General usando la información de tus activos y pasivos, hoy construiremos tu Estado de Resultados con tus Ingresos y Gastos.

En una hoja de papel (o en una hoja electrónica) lista primero todos tus ingresos. En el caso de tu sueldo, incluye bonificaciones y aguinaldos. Agrega rentas, dividendos, trabajos extras, venta de propiedades, y cualquier otro ingreso que hayas recibido durante el año.

Calcula y anota el total de tus ingresos.

A continuación, lista todos tus gastos. Y ahora es donde aparece una de las cuestiones más esotéricas de las finanzas personales: ¿Cuál es la mejor forma de clasificar tus gastos?

No hay una única respuesta para esto. Lo mejor es que los clasifiques de forma que tú los puedas entender. Busca un nivel de detalle que te permita encontrar fugas, pero que no sea muy tedioso de mantener al día.

Sin embargo, recomiendo que al menos tengas categorías separadas para: Pagos de Deudas y Pagos de Impuestos.

Algunas personas prefieren ver sus ahorros como gastos. De esta forma lo pueden incluir en su presupuesto y no olvidar guardar algo de dinero. Esta es una excelente idea y la vamos a utilizar, pero no aquí. Para fines del Estado de Resultados, gastos son gastos. Si le diste el dinero a alguien más, es un gasto. Si te lo pagaste a ti mismo para ahorrar o invertir, es un buen hábito, pero no es un gasto.

Ahora, calcula y anota el total de tus gastos. Luego, en forma similar a como calculaste tu Capital, calcula y anota tu Ganancia/Pérdida:

Resultado = Ingresos – Gastos

Tu Estado de Resultados está completo.Es hora de interpretarlo. Pero antes, quiero pedirte que hagas un par de anotaciones más que nos servirán más adelante. En tus gastos, marca la “frecuencia del gasto” con una letra. Por ejemplo, si es un gasto que ocurre todos los meses como “Energía eléctrica” escribe una M al lado. Si es algo anual como “Pago de impuestos” escribe una A. De la misma forma, una T para trimestral, B para bimestral, etc. Si hay algún gasto que es ocasional o irregular, márcalo también.

Ahora sí, vamos a interpretarlo.

Interpretando tu Estado de Resultados

De nuevo, hay tres posibilidades para el “Resultado”

  1. Negativo
  2. Cero
  3. Positivo

Ahora, ¿qué pasa con la ganancia o pérdida? ¿En dónde están reflejadas?

Si tu resultado fue negativo, tuviste Pérdida. Significa que durante el año gastaste más dinero del que ganaste. ¿De dónde sale ese dinero “extra” para pagar? De una deuda o pasivo. En tu Balance General habrá alguna entrada de Pasivos que muestra de dónde salió ese dinero. Probablemente sea el saldo de una tarjeta de crédito o un préstamo.

Si continuaras teniendo Pérdidas, eventualmente tus pasivos serán muy altos y podrías llegar a la quiebra. Independientemente de tu Capital actual.

Si tu resultado fue positivo, tuviste Ganancia, significa que durante el año ganaste más de lo que gastaste. ¿En dónde esta ese dinero de “sobra”? En un activo. En tu Balance General, habrá una entrada que muestra donde está ese dinero. Probablemente esté en tu cuenta de ahorros, o en una inversión.

Si continuaras teniendo Ganancias, eventualmente tus activos crecerán y acumularás riqueza. Independientemente de tu Capital actual.

Ahora la fotografía está completa y comienza a tomar un sentido más completo. Comienzas a ver que hay muchas relaciones entre un Balance General y un Estado de Resultados:

  • Si debes algo a tu tarjeta de crédito (un Pasivo en tu Balance General) deberás realizar pagos cada mes (un Gasto en tu Estado de Resultados).
  • Si tienes un automóvil (un Activo en tu Balance General) debes pagar por combustible, servicios, reparaciones, seguros, etc. (Gastos en tu Estado de Resultados).
  • Si eres propietario de una casa (un Activo) que das en alquiler (un Ingreso) debes pagar cuotas de la hipoteca e impuestos (Gastos).

Dale varias vueltas a tu Balance General y a tu Estado de Resultados para familiarizarte con la dinámica que hay entre ellos. Siguiendo con la analogía de la fotografía de tus finanzas, podrás comenzar a vislumbrar dónde estás en este momento y hacia dónde te lleva tu situación actual.

Aun hay otros pequeños detalles que podemos extraer de estos dos estados financieros y eso es lo que haremos en los próximos días para finalizar la primera semana del programa. Luego, cuando ya conozcas bien tu situación deberás comenzar a pensar en ¿a dónde quiero llegar? ¿cómo quisiera que se vieran estos estados financieros dentro de un año?

Y eso es todo por hoy. ¿Qué te ha parecido la tarea de hoy? ¿Tienes alguna duda o comentario? ¿Sientes que vamos muy rápido/bien/muy lento? ¡Te espero en los comentarios!

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

#MF20 Día 2: Crea tu Balance General

La actividad de hoy consiste en crear tu Balance General Personal, aprender a utilizarlo y a extraer información útil de él.

Ahora, si eres como yo y recibiste clases de Contabilidad General (y las odiaste) durante tus años de estudiante probablemente tuviste ganas de de salir corriendo cuando leíste “Balance General”.

Antes de que corras, déjame decirte que sí… se trata de *ese* Balance General. Con la diferencia de que esta vez, le encontrarás utilidad inmediata. Con la diferencia de que esta vez, si no lo haces, ¿cómo tomarás control de tus finanzas? 🙂

¿Sigues aquí? Perfecto. Entonces comencemos. Primero nos encargaremos de la parte numérica del Balance General y luego de interpretarlo.

Construyendo el Balance General

Por los comentarios que recibí sobre la tarea de ayer, muchos de ustedes hicieron intuitivamente cálculos después de encontrar su total de gastos, ingresos, activos y pasivos. Eso es genial porque simplifica mucho la comprensión de un Balance General.

Para construir formalmente tu Balance, en una hoja de papel (o una hoja electrónica) crea dos columnas. En la columna de la izquierda lista todas tus pertenencias (tus activos) incluyendo su valor.

Si has leído alguno de los libros de Robert Kiyosaki sabrás que a él le gusta decir que la casa donde vives y tu vehículo no son activos, sino pasivos porque te crean gastos y no ingresos. Pero también le gusta decir que tenía 2 padres.

Estrictamente hablando, tu casa es un activo. Me parece inteligente hacer una distinción entre los activos que producen ingresos y los que producen gastos. Pero habiendo tantas palabras en nuestro idioma ¿por qué utilizar “activos” y “pasivos” que ya nos las ganaron?

Mi recomendación es que si tienes activos que te generan ingresos, como inversiones, bienes raíces de alquiler, etc., sepáralos de otros activos que generan gastos (como tu casa y tu vehículo).

Ahora, en la columna de la derecha, lista todas tus deudas (tus pasivos) con su respectivo saldo. Recuerda incluir préstamos, saldos de tarjetas de crédito, deudas con amigos o familiares, etc.

Será de mucha ayuda si colocas los pasivos alineados con sus respectivos activos. Por ejemplo, si tienes una hipoteca sobre tu casa, haz que tu hipoteca (en la columna de pasivos) quede en la misma linea en la que quedó tu casa (en la columna de activos).

Finalmente, calcula el total de cada columna y luego calcula tu capital:

Capital = Activos – Pasivos.

Ahora que has destilado este número mágico, es hora de interpretarlo.

Interpretando el Balance General

Al tener tu Balance recién creado puedes ver ante tus ojos cómo se va formando una fotografía de tus finanzas. ¿Qué conclusiones podemos obtener de esta fotografía a medias?

Hay básicamente tres posibilidades para este cálculo. Tu capital puede ser:

  1. Negativo
  2. Cero
  3. Positivo

Este resultado es una de las formas más simples de medir tu riqueza económica. Una forma de verlo es: De todo lo que has sembrado y cosechado durante el tiempo que tienes de ser “económicamente activo”, tu capital es lo que te has quedado. El resto, de una u otra forma, se lo diste a alguien más.

Por supuesto, es una forma fría y puramente numérica de verlo. Tu capital, no refleja las experiencias y riqueza subjetiva que seguramente has acumulado. Pero en cuando a dinero, tu capital es todo lo que tienes.

  • Si tu capital es cero, significa que en realidad nada de lo que tienes, te pertenece. Tus cosas le pertenecen al banco.
  • Si es negativo, no sólo tus cosas le pertenecen al banco, sino que aún si les entregaras todo, ¡aún les deberías dinero! Esto puede suceder cuando has utilizado tu dinero para adquirir gran cantidad de cosas que pierden su valor o simplemente desaparecen. También puede suceder si has tenido pérdidas accidentales de activos (y no tenías algún seguro que te cubriera).
  • Si es positivo, estás en una situación mejor. Si perdieras todos tus ingresos y tuvieras que entregar todo al banco para pagar tus deudas, aún te quedaría algo.

Sin embargo, esta es sólo la mitad de la fotografía. El Balance te muestra en donde estás en un momento específico del tiempo, pero no te indica hacia dónde vas, que es igual de importante.

Alguien con capital negativo, podría estar en el camino hacia la riqueza y alguien con capital positivo podría ir rumbo a la quiebra. Estos detalles que se aclararán mañana cuando construyas tu Estado de Resultados.

¿Qué te ha parecido esta actividad? ¿Qué conclusiones puedes obtener de tu Balance General? Y más importante que eso: ¿Qué actitudes y hábitos crees que son las que te han llevado a tu situación actual? Es importante que te respondas esto porque si tu situación actual es buena, debes reforzar esas actitudes y hábitos. Si tu situación no es la que quieres, mantener las mismas actitudes y hábitos no te servirá de nada.

Y tú eres la única persona responsable de hacer los cambios que necesitas. 😉

¿Terminaste? Sigue con la siguiente tarea. ¿No sabes qué es MF20? Puedes leer más aquí.

Deuda Mala y Deuda Buena (Parte II)

En el artículo anterior vimos que hay diferentes criterios para determinar si una deuda es “buena” o “mala”.

Ahora, veamos ¿qué pasa si combinamos los diferentes criterios? Estas son las posibles combinaciones que podemos formar (y algunos ejemplos):

Flujo Negativo de Dinero, Valor Decreciente

Un ejemplo de este tipo de deuda es el automóvil que tienes para tu uso personal.

  • El valor es decreciente porque su precio de mercado (precio al que lo podrías revender) disminuye con el tiempo.
  • El flujo de dinero es negativo, porque no te genera ingresos directamente y te causa gastos (mantenimiento, lavado, combustible, etc.).

Aunque se puede argumentar que tu automóvil te genera ingresos indirectamente porque lo utilizas para ir a trabajar, la forma de verlo es que si dejaras de trabajar, el automóvil por sí mismo no generaría ningún ingreso.

Flujo Negativo de Dinero, Valor Creciente

Un ejemplo de este tipo de deuda es la casa donde vives.

  • El valor es creciente porque su valor de mercado tiende a aumentar con el tiempo. No siempre aumenta, pero casi siempre.
  • El flujo de dinero es negativo, porque tampoco te genera ingresos directamente. Y de la misma forma que con el automóvil, te causa gastos de mantenimiento.

Flujo Positivo de Dinero, Valor Decreciente

Un ejemplo de este tipo de deuda sería un automóvil que compraste para que trabaje de taxi.

  • El valor es decreciente, porque el automóvil va perdiendo su valor. De hecho, de forma más acelerada que tu propio automóvil porque tiene un uso más fuerte.
  • El flujo de dinero es positivo porque —idealmente— los ingresos del taxi cubren los pagos de la deuda, gastos de mantenimiento y te dejan una ganancia.

Flujo Positivo de Dinero, Valor Creciente

Un ejemplo de este tipo de deuda sería una casa que compras para arrendarla a otra persona.

  • El valor es creciente, de la misma forma que con tu casa propia
  • El flujo de dinero es positivo, porque —idealmente— los ingresos del arrendamiento cubren los pagos de la deuda, mantenimiento y te dejan una ganancia.

¿Cómo se puede aplicar esto a tu economía personal?

Viendo las posibles combinaciones, puedes notar que financieramente lo mejor es una deuda con un flujo positivo de dinero con un bien cuyo valor crezca con el tiempo.

¿Significa esto que no deberías comprar automóvil o casa? No.

Lo que significa es que deberías tener una forma de compensar los flujos negativos de las deudas “necesarias” como un automóvil o una casa.

Generalmente, estos flujos negativos son cubiertos con los ingresos de tu empleo. El problema es que los ingresos de tu empleo estarán ahí sólo mientras tengas empleo. Sin embargo, los pagos de la deuda de tu automóvil seguirán ahí, ¡aunque no lo utilices!

Lo mejor que puedes hacer antes de endeudarte es no solamente buscar formas de conseguir dinero para el pago inicial, sino buscar también formas de crear flujos positivos (aparte de tu empleo) que cubran los pagos de la deuda y que te dejen ganancias. Incluso puedes utilizar tu propio automóvil o casa para crear flujos positivos aunque tu los utilices principalmente. Podrías arrendar parte de tu casa o prestar servicio de transporte con tu propio vehículo.

Por otro lado, también es importante que prestes atención a las deudas que no tienen ni posibilidades de ganar valor con el tiempo ni de generar flujos positivos. Por lo general, este tipo de deudas se llaman “caprichos”.

Comprar un televisor nuevo difícilmente creará flujos positivos y definitivamente pierde valor con el tiempo. Financieramente, lo mejor es que ¡no te endeudes por caprichos! 😉

Deuda Mala y Deuda Buena (Parte I)

En el ámbito de las finanzas personales es común escuchar que las deudas sean clasificadas como “buenas” o “malas”. Sin embargo, no siempre los criterios son los mismos. En este artículo comparto los criterios que pueden utilizarse para clasificar las deudas en buenas o malas. En la segunda parte, encontrarás algunos ejemplos y otras conclusiones que pueden obtenerse de esta clasificación.

Criterios

Estos son los criterios por los que considero que vale la pena clasificar las deudas:

  • El cambio de valor que pueda sufrir lo que se adquirió
  • El flujo de efectivo que pueda proporcionar lo que se adquirió
  • La tasa de interés de la deuda

Examinemos cada caso.

Valor del Bien

El bien que se adquirió por medio de una deuda puede aumentar su valor o disminuir su valor con el tiempo. Si el valor aumenta con el tiempo es una deuda buena y si el valor disminuye con el tiempo es una deuda mala.

Este es el criterio que utilizan quienes clasifican comprar una casa como una deuda buena, ya que por lo general el valor de los bienes raíces tiende a aumentar con el tiempo.

Flujo de Efectivo

Si el flujo de efectivo neto que te proporciona el bien que se adquirió por medio de una deuda es positivo, es una deuda buena y si es negativo, es una deuda mala. Es importante notar que me refiero al flujo de efectivo neto. Esto es la suma de los ingresos que te proporcione el bien, menos los pagos que tengas que hacer por la deuda.

Este es el criterio que utiliza Robert Kiyosaki. El clasifica la deuda de comprar casa como deuda buena sólo si pone dinero en tu bolsillo.

Tasa de Interés

Si se utiliza la tasa de interés para clasificar una deuda, sólo se puede hacer una clasificación relativa. Es decir, no se puede decir si una deuda es buena o mala sin compararla con otra deuda. En otras palabras, unas deudas son mejores que otras.

Si la deuda A tiene una tasa de interés menor que la deuda B, la deuda A es mejor que la B. En este caso, el dinero que te prestó un amigo sin cobrarte intereses es mejor que la deuda de una tarjeta de crédito.

Traslapes

Como podrás haber notado, estas tres formas de clasificar deudas tienen cierto traslape. Una deuda puede ser buena de acuerdo al valor del bien pero mala de acuerdo al flujo de efectivo. Esto crea una serie de combinaciones que permiten entender de mejor forma las deudas.  En la segunda parte,  encontrarás más ejemplos de estos traslapes y otras ideas con relación a tus deudas.