¿Cuáles deben ser los porcentajes en mi presupuesto?

Una de las preguntas que recibo ocasionalmente de los lectores es:

¿Podrías por favor indicarme cuáles son los porcentajes correctos que debería asignar a cada categoría de mi presupuesto?

Después de analizarlo detenidamente por unos días llegué a los…

Porcentajes Absolutamente Correctos para tu Presupuesto, Garantizado

Sin mayor introducción, los porcentajes son:

50% – Ahorro
20% – Entretenimiento
5% – Gastos Básicos (Energía, Teléfono, Agua, Gas, etc)
5% – Educación de tus Hijos
25% – Pago de tus Tarjetas de Crédito
35% – Pago de mis Tarjetas de Crédito (gracias!)

Esta es la forma correcta de hacerlo. Cualquier cosa diferente, está MAL.

Bien, ahora en serio…

Mientras ibas leyendo los porcentajes de arriba probablemente ibas pensando en lo ridículo que suena gastar 5% en tus gastos básicos y 35% en mis tarjetas de crédito. Si eres observador/a incluso pensaste “esto suma 140%!”.

Si no lo notaste antes, acabas de subir a verificar la suma.

Pero la pregunta importante es: ¿cómo supiste que los porcentajes eran un chiste?

En realidad, es posible que haya alguien que sí quiera tener estos porcentajes de gastos (aunque sin la parte de mis tarjetas de crédito… talvez). Imagina alguien que aún vive con sus padres, no tiene mayores responsabilidades y trabaja sólo para si mismo/a. No es tan descabellado pensar que gaste 20% de sus ingresos en diversión y esté ahorrando un poco para sus futuros hijos.

La idea es que los porcentajes que funcionan para ti pueden ser inútiles para alguien más. Para encontrar los que tienen sentido para tu situación particular debes dar un paso atrás y ver desde una perspectiva más ámplia. Debes pensar en más que simplemente ¿cómo distribuyo mi dinero? Tu finanzas deben estar en concordancia con el resto de tu vida.

Esto puede ser más difícil que simplemente usar los porcentajes que alguien más usa, pero seguramente sabes que no soy partidario de buscar una solución rápida.

Para tomar una decisión desde una perspectiva más ámplia debes mezclar estos dos ingredientes:

  • Tus Metas
  • Experimentación

Tus Metas

Esto es bastante intuitivo. Una persona que está en su primer empleo, se acaba de graduar de la Universidad, no tiene hijos y quiere iniciar un negocio, ve la vida de forma muy diferente que alguien que tiene una familia con 3 hijos y está buscando un ascenso en su empleo.

Las cosas que valora cada persona son diferentes. La importancia que recibe cada valor con respecto a otros valores es diferente, y por ende, las metas que establece cada uno son diferentes.

Por esto es crucial que antes de pensar en porcentajes para tu presupuesto, primero tengas claras tus metas a corto y mediano plazo, porque de ellas se derivan las cosas en las que vas a gastar e invertir tus recursos, incluyendo obviamente, tu dinero.

Si tus metas no están claras, terminarás gastando en cualquier cosa que se te ponga en frente. O quizás en cosas que valoras simplemente por condicionamiento social y no por elección consciente. O probablamente un día gastes en algo impulsivamente, sólo para sentirte culpable unos días después cuando lo analizas pensando en el futuro.

Esta es percisamente una de las razones por las que insisto en que no debes ahorrar para “el futuro”. Incluso metas de más de 3-5 años no son muy útiles para tomar decisiones como cuánto y para qué ahorrar, o los porcentajes de gastos de tu presupuesto.

Y no quiero decir que no deberías tener metas a largo plazo. Simplemente, las metas a largo plazo son motivadores generales que debes descomponer en metas más pequeñas y manejables. Un general del ejército puede tener la meta de “ganar la guerra” pero eso no le ayuda a tomar las decisiones del frente de batalla.

Una vez que tienes una serie de metas claras para, digamos, uno o dos años, debes descomponerlas en sub-metas mensuales. De nuevo no sólo me refiero a metas de dinero. Puede ser que se trate de proyectos que aparentemente no tienen nada que ver con tus finanzas, pero la claridad que obtendrás al especificar tus metas impactará por completo la forma en que tomas decisiones, incluyendo las de tus gastos.

Experimentación

El segundo ingrediente para establecer tus porcentajes de gastos es atreverte a experimentar y equicovarte.

Planificar es una tarea esencial para lograr tus metas. Pero ninguna cantidad de planificación por adelantado te preparará por completo para la realidad. Una vez que comiences a implementar tus planes debes adoptar cierta flexibilidad para poder sobreponerte a los imprevistos.

En términos prácticos, hablando de porcentajes en tu presupuesto, esto significa que escojas cualquier porcentaje para tus categorías de gastos. No tienen que ser perfectos, basta con que sean suficientemente buenos. Pero debes asegurarte de evaluar (al final del mes, por ejemplo) cuáles fueron tus resultados en términos de tus metas y hacer los ajustes necesarios.

Dudo mucho que cometas algún error catastrófico que desencadene la tercera guerra mundial. Te equivocarás y sobrevivirás y el presupuesto del siguiente més será diferente. Esas son las cosas que son variables. Lo permanente son tus metas y lo que logres aprender de tus equivocaciones.

Déjame repetir esto para que quede claro: está bien equivocarse. Desafortunadamente la sociedad le ha dado una muy mala fama a las equivocaciones y la mayor parte del tiempo vivimos con temor a equivocarnos. Sin embargo, las equivocaciones son la fuente más efectiva de aprendizaje.

Ahora comparte en los comentarios ¿cómo has establecido tus propios porcentajes para tu presupuesto? ¿cuáles son los gastos más difíciles de estimar? ¿y cuáles son los más difíciles de cumplir?

¿Por Dónde Empiezo a Mejorar mis Finanzas?

Una de las preguntas frecuentes que recibo de lectores que están empezando el viaje hacia unas finanzas sanas es: “¿por dónde empiezo? Mis finanzas están tan desordenadas que ni siquiera se por dónde empezar!

Esto es natural. Nuestras finanzas están enlazadas fuertemente con el resto de nuestra vida, por lo que los problemas financieros pueden convertirse fácilmente en un un problema abrumador.

En este artículo, vamos a explorar este problema. Veremos cuál es la forma en que la mayoría de personas reacciona ante esta situación, por qué lo hace, por qué no funciona y cuál sería una mejor alternativa para salir del gatuperio.

La Reacción Natural

La mayoría de personas se da cuenta de que tiene problemas financieros cuando:

  • Tiene una sensación de que el dinero “se fuga”. Se va y no deja dicho a dónde
  • Las deudas comienzan a caminar más rápido que sus dueños. Les van pisando los talones.

Cuando esto sucede, se disparan los detectores internos de peligro y entramos en modo de emergencia.

Por lo tanto, la reacción natural es enfocarse con toda la energía posible en gastar menos y pagar las deudas. Enfocarnos en reducir gastos y/o pagar las deudas tiene el potencial de eliminar —al menos temporalmente— las presiones financieras más urgentes.

Desde un punto de vista puramente financiero, la reducción de gastos y el pago de deudas son las opciones inteligentes. Pero debemos recordar que estamos hablando de finanzas personales.

Somos humanos, por lo tanto hay que ver más allá del simple problema matemático.

Enfocarse sólo en estas áreas puede producir resultados en el corto plazo pero es difícil mantener la motivación por mucho tiempo.

Quizás comiences a pagar un poco más a las deudas hasta que te vuelves a sentir fuera de peligro inminente, y no llegas a comprometerte a hacer cambios profundos en tus finanzas. O haces algunos recortes en tus gastos pero en cuanto vuelves a tener oportunidad repites los mismos patrones de conducta.

Así, tus deudas vuelven a acumularse, tus gastos vuelven a crecer sin control y vuelves al punto de inicio. Repites el ciclo. Y nunca tus finanzas parecen estar bien.

¿Por qué escogemos este camino?

Concentrarse en las soluciones que tienen sentido desde un punto de vista financiero no necesariamente es lo mejor. Además del factor matemático de que estás gastando más de lo que ganas, existen factores emocionales y mentales que son la raíz del problema.

La mayoría de personas ya sabe esto, pero sigue enfocándose en las soluciones transitorias porque están condicionadas a pensar que esas son las acciones “inteligentes”. Si le preguntas a cualquier persona ¿qué deberías hacer en una situación así?, lo que sugerirá es que gastes menos o que pagues tus deudas (duh!). Esta influencia puede ser tan grande que puede provocarte sentimientos de culpa si no lo haces.

Además, es una forma de falso logro.

Te esfuerzas por gastar menos y pagar las deudas. El estar en una situación así se vuelve parte de tu identidad. Te identificas con personas en situaciones similares, hablan de sus problemas, se quejan juntos de los factores externos que no pueden controlar, etc.

Y no quiero decir que esté mal comentar la situación con otras personas o buscar soluciones juntos. El problema es cuando simplemente se habla de la situación y nunca se llega a actuar para corregirla.

El Inicio de un Camino Diferente

Si ya sabes que esta forma de actuar no te ha llevado a solucionar los problemas, déjame sugerirte un enfoque ligeramente diferente.

El primer paso, si tienes problemas financieros, es trabajar en algo que te gusta.

No empieces por hacer un plan detallado sobre cómo pagarás tus deudas, ni dediques tu tiempo libre a buscar todos los descuentos que puedas para reducir tus gastos un poco.

Lo que quiero decir es que toda tu energía extra, que normalmente enfocarías en pagar más a tus deudas o reducir tus gastos, la enfoques en asegurarte de que estás trabajando en algo que no sólo te da ingresos sino que te da alguna satisfacción.

¿Significa eso que deberías dejar de pagar tus deudas y correr a renunciar a tu empleo de inmediato?

No necesariamente. Si quieres renunciar a tu empleo (ya sea para trabajar por tu cuenta, o conseguir uno diferente), por supuesto hazlo, hay muchas razones para hacerlo. Pero no todos tienen la misma tolerancia hacia este tipo de riesgo.

Si no eres del tipo de persona que haría algo así, al menos enfócate en incorporar gradualmente alguna actividad satisfactoria y productiva en tu vida. Lo más común es tratar de convertir un pasatiempo en negocio, ofrecer consultorías profesionales sobre tus áreas de experiencia, explotar tu conocimiento a través de un sitio Web, etc.

Comenzar por hacer un trabajo que te cause satisfacción te proveerá de una motivación totalmente diferente a la que te podría proveer el simple hecho de pagar X deuda, pero seguir en la misma rutina de siempre. O reducir en Y categoría de gastos sin que haya un beneficio más allá que el de haber ahorrado en Y categoría de gastos.

Hacer un trabajo que te cause satisfacción te dará también una sensación de equilibrio desde la que es más fácil tomar decisiones en otras áreas. ¿Qué crees que sería más fácil: reducir gastos teniendo el objetivo claro de potenciar tu nueva carrera o reducir gastos para seguir haciendo lo mismo de siempre?

Hacer un cambio de esta naturaleza es difícil. Precisamente por eso, creo que debería ser lo primero en lo que te enfocas.

Muchas personas consideran que un cambio de empleo o carrera está en algún punto del camino hacia una mejora de su vida y sus finanzas; pero lo dejan siempre para después. Después de pagar las deudas, después de ahorrar X cantidad, después de estudiar una maestría, después de comprar un automóvil, etc.

Siendo una de los cambios más difíciles de hacer, es uno de los cambios con mayor potencial de satisfacción y rentabilidad. Por lo que mi propuesta es que, en lugar de posponerlo indefinidamente, enfrentes el problema de frente, lo más pronto posible.

Una vez que estás trabajando en algo que te causa satisfacción real (o al menos, estás tomando acciones concretas para lograrlo), ¿en qué deberías enfocarte?

El segundo paso es ahorrar.

Así es, todavía no te enfocas en una estrategia para pagar tus deudas, o usas tu tiempo en reducir hasta el último centavo tus gastos. Si en el camino pudiste hacer algo extra al respecto, genial, pero no es tu enfoque principal.

Las razones por la que es tan importante comenzar a ahorrar son:

  • Si has acumulado deudas porque has tenido imprevistos o emergencias, lo que menos quieres ahora es que se presente una nueva emergencia y tengas que cavar una agujero aún más grande.
  • Establecer metas de ahorro y lograrlas es una actividad que va mucho más allá de simplemente guardar dinero. Para mucho es un ejercicio de voluntad, estrategia y mucho esfuerzo. Desarrollar el hábito de ahorrar (qué básicamente es el hábito de posponer una gratificación) es fundamental para cualquier otra área de la vida.

Y recuerda no ahorrar para “el futuro”.

En Resumen

  1. Encuentra trabajo que te cause satisfacción y no sólo que te pague. No importa si no es algo a tiempo completo todavía. Lo importante es empezar.
  2. Desarrolla el hábito de ahorrar para metas específicas. Prépárate para que en caso de emergencias no tengas que recurrir —de nuevo— a las deudas.
  3. Incorpora estrategias más complejas para pagar tus deudas, invertir, desarrollar negocios, etc.
  4. Cuando tengas tiempo averigua qué significa la palabra gatuperio. Yo la conocí hasta hoy. 🙂

Cómo dar a tus Niños la Educación Financiera que Hubieras Querido Tener

En 1972, Walter Mischel, un prominente psicólogo en la Universidad de Stanford llevó a cabo un experimento peculiar que involucró a niños y malvaviscos.

A varios niños (entre 4 y 6 años) se les dio un malvavisco. Se les dijo que podían comérselo, pero si resistían las ganas de hacerlo por 15 minutos, recibirían un malvavisco más.

El objetivo del experimento era determinar la edad en que los niños desarrollan la habilidad de posponer una gratificación. En otras palabras, cuándo se aprende a darle más peso al beneficio a largo plazo sobre el placer inmediato.

¿El resultado de la investigación? Aproximadamente un tercio de los niños pudo soportar la tentación de comerse el malvavisco de inmediato.

Años después se hizo un estudio de seguimiento con los mismos niños, ahora jóvenes. Mischel encontró una correlación entre la habilidad de posponer la gratificación en el experimento inicial y algunas medidas tradicionales de “éxito” en adolescentes (calificaciones, desempeño escolar, etc.).

¿Qué significan estos resultados para tu vida?

Con la salvedad de que «correlación no necesariamente equivale a causa» y que «buenas calificaciones no necesariamente equivale a éxito», hay mucho que aprender sobre nuestros propios comportamientos y nuestra habilidad actual para posponer la gratificación.

En muchos aspectos, la niñez es el mejor punto para desarrollar hábitos fundamentales que nos lleven a alcanzar nuestras metas.

Esto no significa, claro, que si de niño no tuviste oportunidad de desarrollar un hábito no puedas hacerlo después. Como toda habilidad, puede desarrollarse con práctica y empeño.

Pero enfoquémonos ahora en nuestros hijos. Y con “nuestros hijos” quiero decir “tus hijos” porque los míos aún son teóricos.

Dale todas las Ventajas Posibles

No se tiene absoluta certeza sobre el momento exacto en el que los niños comienzan a desarrollar la habilidad de posponer la gratificación. Pero eso no significa que no sea buena idea crear un ambiente óptimo para que desarrolle esta, y otras habilidades.

Este ambiente óptimo es básicamente el mismo que crearías para desarrollar tus propias habilidades.

¿Que harías para desarrollar tus propias habilidades (incluyendo la habilidad para retrasar la gratificación)?

Si quieres ahorrar, no debes ahorrar para el concepto abstracto del  “futuro”. Debes tener una meta específica, una razón para ahorrar. Al mismo tiempo, consultas con tu banco tu saldo frecuentemente para estar al tanto de tu avance.

Si quieres pagar tus deudas, debes tener un plan estratégico. Debes conocer tus fortalezas y debilidades para entender cuál es la mejor forma, en tu caso, de pagar tus deudas.

En general, necesitas establecer metas claras. Establecer reglas. Necesitas una forma de evaluar tu progreso. Si es algo que nunca has hecho antes, probablemente necesites alguien que te guíe, que te transmita la sabiduría que aún no adquieres por tu propia práctica.

¿Cómo podrías hacer esto con tus hijos sin que suene mucho a…. escuela? 🙂

KidsAbacus

KidsAbacus es un sitio web especialmente diseñado para este objetivo: ayudarte a formar a tus hijos de forma entretenida, dinámica y efectiva.

Para esto, se sigue una metodología de metas y recompensas. Tus hijos pueden acumular puntos que los acercan a cada meta. Pueden generar reportes y, convenientemente, divertirse al mismo tiempo que aprenden.

¿Puedes ver la forma en que todo esto lo preparará para el mundo real?

Dejando de lado el evidente del uso de la tecnología, los conceptos centrales que tu hijo practicará son herramientas que vemos a diario en el “mundo de los adultos”. Sólo que más divertidos. 😉

Las metas de tus hijos no tienen que ser financieras. Dependiendo de su edad y su personalidad pueden ser tan simples como mantener ordenados sus juguetes, hasta ahorrar su propio dinero para el nuevo PlayStation. (O Xbox si no lo quieres tanto).

Lo importante es el aprendizaje de actitudes y hábitos, que son la base de todo comportamiento.

¿Quién está detrás de KidsAbacus?

La respuesta corta: Alejandro Corpeño y Fabián Ramírez.

La respuesta larga: En unos días publicaré una entrevista con Alejandro con más detalles sobre KidsAbacus, incluyendo su motivación para inciarla y su metodología para desarrollar el servicio. ¡No te la pierdas!

Tu Tarea

Usualmente te pido que dejes un comentario sobre el artículo, pero hoy quiero pedirte algo diferente.

KidsAbacus está en fase «alpha». Que en español significa: “hey, estamos iniciando y nada nos vendría mejor que tus comentarios sobre el servicio, por favor inscríbete hoy, inscribe a tus hijos, comienza a darles las herramientas que necesitan para tener un futuro exitoso. Esto te ayuda a ti, ayuda a tus hijos, y nos ayuda a nosotros a refinar el producto!”.

Claro, es más sencillo decir alpha.

Así que, visita KidsAbacus y comienza a darle a tus hijos las herramientas que todo niño debería tener!

¿Tus hijos también son teóricos? No hay problema. Si te parece que este artículo podría ayudarle a algún amigo o familiar que tiene niños, tómate un minuto para compartirles esta información.

Si lo haces te doy otro malvavisco. 😉

10 Soluciones Rápidas y Sin Dolor para tus Finanzas

Si llegaste hasta aquí porque pensaste que ibas a leer 10 Soluciones Rápidas y Sin Dolor para tus Finanzas… voy a desilusionarte. 🙂

Pero ya que estás aquí, piensa en esto: ¿por qué veniste a leer este artículo? ¿qué problema financiero tienes que puede necesitar una solución rápida y sin dolor? ¿qué te atrajo más del título, la parte de “rápidas” o la parte de “sin dolor”?

Soluciones Rápidas y Sin Dolor

Hace unos días vi un anuncio en TV de un aparato de “ejercicios” (notar las comillas) que se llama algo así como “Shake it, Baby”. Te paras en el aparato, te sacude (literalmente) y perderás 10 kilos en tan sólo 8 minutos! O algo por el estilo.

Si esto funcionara, las personas que tienen que viajar por 2 horas en un bus viejo todos los días a su trabajo tendrían cuerpo de modelos.

Intelectualmente y con la cabeza fría, no es muy difícil comprender que se trata de una promesa vacía. Pero aún así, el producto seguirá por mucho tiempo en el mercado porque saben muy bien cómo explotar la mente humana.

Personas que, aunque no son genios tienen un nivel decente de inteligencia, terminan cayendo en las ofertas de promesas vacías.

¿Por qué? ¿Qué puedes hacer para no caer? Y más importante: ¿Qué carajos tiene esto que ver con tus finanzas?

El Secreto de los Famosos

El secreto de los famosos es secreto. Si no lo fuera, no sería secreto. Pero aún así, no es secreto. Léelo otra vez.

Al grano: Un ejemplo que la mayoría conocemos es Madonna. En una entrevista su entrenador personal dijo que su dieta no incluye comidas procesadas, lácteos ni especias. Y ejercicios de 1 a 2 horas, 6 días a la semana. Por supuesto, nosotros sólo vemos los resultados, no el proceso.

No es secreto. Es díficil y doloroso.

Y es lo mismo con tus finanzas.

Shake it, Baby

¿Podrías identificar ahora algunas promesas vacías para mejorar tus finanzas personales? ¿Incluso algunas que te has hecho tu mismo/a?

¿Alguna vez has comprado un libro/leído un artículo/asistido a un seminario/consultado con un experto/rezado/apostado/sido estafado/etc esperando una solución inmediata, infalible y con variedad de colores, por favor?

Está bien. Todos lo hemos hecho alguna vez. No hace falta lamentarse eternamente por los errores cometidos porque, (1) no sirve de nada y (2) tenemos mejores cosas que hacer.

Como por ejemplo, cambiar tu perspectiva financiera de raíz en lugar de estar jugando con las ramitas.

Puedes enfocarte en buscar soluciones fáciles y rápidas que producen resultados durante unos días y luego regresas a la misma situación de antes. Por ejemplo:

Un día lees que (me confieso culpable porque este enlace va a otro artículo mio) puedes volverte rico si no tomas lattes. El lunes siguiente decides que “nunca más volverás a comprar un latte”. Luego, con entusiasmo, procedes a sentarte durante 2 horas en el trabajo sin hacer nada por que no has despertado. Y entonces decides, que después de todo, los lattes deberían estar en la categoría de “gastos elementales”.

O puedes enfocarte en soluciones fundamentales. Por ejemplo:

Un día lees que (que bueno que publiqué este artículo) puedes volverte rico si no tomas lattes. Como sabes que sin latte no llegas a los niveles superiores de conciencia, decides que en lugar de tomar uno grande, tomarás uno pequeño durante 2 semanas. Y al finalizar esas 2 semanas comenzarás a alternar un día tomando latte y otro día té negro para reducir gradualmente la cantidad de cafeína que consumes. Además, comenzarás a comer más frutas para mejorar la calidad de los carbohidratos que ingieres. Sabes todo esto porque, aparte del genial artículo sobre los lattes, has estado leyendo artículos sobre nutrición.

En el segundo escenario, no sólo implementas cambios tácticos (latte por té, frutas, cambio gradual) sino que fue necesario hacer introspección y aceptar tus capacidades actuales, informarte sobre temas importantes y estar dispuesto/a a experimentar.

Por supuesto, no es fácil. Es más fácil decir que “nunca más tomaré lattes”, pero ¿cuántas veces te ha funcionado esa forma de actuar?

¡Pero Espera, Aún Hay Más!

No puedes dejar pasar esta oferta increíble exclusiva para lectores de este blog. Actúa ahora, tomándote unos 15 minutos para reflexionar sobre los cambios que has intentado (o estás intentando justo ahora) para mejorar tus finanzas. Analiza si estás jugando con las ramas o atacando el problema de raíz.

¿Qué cosas necesitas aceptar sobre tu situación actual para poder avanzar? Si ya intentaste algo y falló, ¿has analizado el porqué? ¿y el porqué del porqué? ¿O has preferido simplemente desecharlo y buscar la siguiente solución rápida y sin dolor?

Además, si dejas un comentario en los próximos 15 minutos podrás leer todos los artículos del blog COMPLETAMENTE GRATIS!

Y si eres uno de los primeros 1,500 en comentar, puedes leer este artículo no una sola vez. ¡Sino DOS VECES POR EL MISMO PRECIO!

Satisfacción garantizada o te devuelvo tu dinero.

La Diferencia entre Estabilidad Laboral y Seguridad Financiera

La razón #1 por la que deberías renunciar a tu empleo (al menos según este artículo) es que tener un empleo es más arriesgado que trabajar por tu cuenta.

Esto suena contra-intuitivo para la mayoría de personas. Lo más común es equiparar la estabilidad laboral con seguridad financiera. Pero de hecho, al analizar detenidamente la situación y evaluar el riesgo de perder tus ingresos, se puede concluir lo opuesto: Depender de un empleo es mucho más arriesgado que trabajar por tu cuenta o tener un negocio propio.

Estabilidad vs. Riesgo

Tanto si tienes un empleo como si tienes un negocio propio o eres freelancer puedes perder tus ingresos. La diferencia está en cuántas cosas tienen que suceder para que pierdas tus ingresos y cuántas de esas cosas están bajo tu control.

La idea es que si tienes un empleo tienes ingresos más estables pero con un alto riesgo porque no tienes control.

Si tienes un negocio propio o eres freelancer tienes ingresos más inestables pero con bajo riestgo porque tienes más control.

Analicemos la situación con un ejemplo.

El caso de Ana y Brenda.

Ana es empleada. Tiene 4 años de trabajar en el mismo lugar en una empresa mediana, si hiciéramos una gráfica de sus ingresos se vería así:

Ingresos Ana

Brenda tiene 4 años de ser freelancer en la misma industria que Ana, y tiene una base de clientes (empeñas pequeñas y medianas, como la empresa donde trabaja Ana). Si hicieramos una gráfica de sus ingresos se vería así:

Ingresos Brenda

Evidentemente los ingresos de Ana son más estables que los de Brenda. Los ingresos de Brenda tienden a “fluctuar” más porque no todos los clientes piden trabajos todo el tiempo, algunos clientes solo piden trabajo una vez y no vuelven, otros se tardan mucho en pagar, etc.

Por el contrario, el salario de Ana es depositado puntualmente en su cuenta bancaria al final de cada mes.

Sin embargo, mi afirmación es que la situación de Ana es más riesgosa que la de Brenda. ¿Por qué?

Supongamos que luego de los 4 años llega una recesión económica global. No se de donde saco esas ideas alocadas, pero supongamos que puede pasar…

La empresa de Ana decide que debe reducir sus gastos operativos y debe “dejar ir” a algunos de sus empleados. A Ana le llega un aviso de Recursos Humanos diciéndole que el próximo mes dejará de ser empleada de la empresa.

¿Cómo se vería su gráfica de ingresos después del despido?

Recesión y Ana

¡Por supuesto, la recesión económica también afecta a Brenda! Los clientes ya no quieren pagar tanto, algunos ya ni siquiera quieren pagar por sus servicios, ella también siente los efectos.

En el peor de los casos, sus ingresos se irán a cero. Pero lo más probable es que no todos los clientes dejer de comprar al mismo tiempo. Al tener una base amplia de clientes, Brenda ha efectivamente diversificado sus fuentes de ingresos. No depende de una sola fuente de ingresos. Su gráfica podría verse algo así:

Recesión y Brenda

Aquí es donde se aclara por qué digo que la situación de Ana es más estable pero más riesgosa que la de Brenda:

Mientras más tiempo tengas para responder y más elementos tengas bajo tu control, mayor será tu capacidad para mitigar el riesgo o corregir las consecuencias.

¿Cúanto tiempo tiene Ana para responder ante el cambio en sus ingresos? En esta situación, ¿qué influencias tiene sobre la empresa y su trabajo? ¿Cuántas cosas tiene Brenda bajo su control? ¿Qué influencia tiene sobre su propia empresa y su trabajo?

Comparación Ana y Brenda

Ana, aunque en algunos puestos puede tener algún tipo de impacto sobre las decisiones de la empresa, si ya decidieron despedirla no hay mucho que pueda hacer. Por el contrario, Brenda, está al mando de su propia operación. Definitivamente no tiene todo bajo su control. Hay condiciones de mercado, competencia, etc., que no puede controlar pero tiene más control que Ana.

¿De qué sirve saber esto?

Para tomar decisiones, claro.

El punto es este: Tener un empleo es más riesgoso que trabajar por tu cuenta (por el tema del control). Pero los ingresos que se obtienen por un empleo son más estables y esa estabilidad las personas la confunden con seguridad, que no es lo mismo.

Estoy seguro de que no todos quieren tener un negocio propio o trabajar por cuenta propia. Si eres feliz con tu empleo y valoras más la estabilidad sobre la seguridad, por ni no hay ningún problema. Y tampoco será un problema para ti porque tomaste una decisión consciente.

Pero si estás “en la cerca” y no sabes si quieres seguir en un empleo o no, si no estás tan seguro/a de que ser empleado/a es lo tuyo, la idea de este artículo es darte ese empujón que hace falta.

“Pero el 90% de los negocios fracasan!”

Si, en eso estamos de acuerdo!

Y antes de que lo olvide, el hecho de que no ser empleado te de más control y menos riesgo, no quiere decir que sea más fácil. Pero eso ya lo sabes 😉

Plantilla de Presupuesto Personal

Una plantilla para hacer un Presupuesto Personal es lo que más me han pedido desde que actualicé el artículo sobre cómo crear tu propio presupuesto.

Y eso es justamente lo que acabo de agregar a la Colección de Recursos de Economía Personal: Una hoja electrónica (compatible con Excel, OpenOffice.or, Numbers) para realizar tu presupuesto personal.

Una vez que te suscribas al boletín recibirás acceso, no sólo a esta Plantilla de Presupuesto Personal, sino que también recibirás acceso a todos los recursos (al día de hoy son 3 descargas) de la colección.

Categorías Ilimitadas

Muchas de las plantillas que encuentras en internet vienen con una cantidad definidas de categorías de ingresos y gastos y tienes que adaptarte a ellas. A veces puedes cambiarlas, pero no puedes agregar más. Esto es frustrante porque no todos tenemos la misma forma de ver nuestros gastos.

Una de las ventajas de la plantilla que he publicado es precisamente que no te limita a cierta cantidad de categorías para tus ingresos o gastos. Puedes tener tantas (o tan pocas) como tú quieras.

Cómo Descargarla

Como mencioné antes, lo único que debes hacer es suscribirte al boletín para recibir acceso a la Colección de Recursos que he publicado. Como suscriptor del boletín también recibirás artículos y consejos extras y te avisaré cuando publiqué nuevos recursos.

La razón por la que los recursos no son enteramente públicos es que prefiero asegurarme de que las personas que las descarguen sean personas que están listas para tomar acciones reales para mejorar sus finanzas.

Si dejara la descarga libre, habrían muchas personas que lo descargarían y luego se olvidarían de ellos. Prefiero que los descarguen las personas que han decidido no sólo usar la plantilla, sino también recibir información útil sobre finanzas en su correo. ¡Ese el tipo de personas que me interesa que usen los recursos!

Trabajo en Progreso

Aunque puse empeño en que esta Plantilla de Presupuesto Personal sea tan útil y flexible como fuera posible, aún la considero un trabajo en progreso. De hecho, creo que este es un buen punto de inicio para una herramienta mucho más completa que pueda apoyarte en tus finanzas. (hint: webapp).

Así que, si te decides a usarla (o al menos a descargarla para conocerla) me encantaría que me dieras tu retroalimentación. Ya sabes cómo contactarme.

Oferta y Demanda

Está virtualmente en todas partes. Desde la macroeconomía hasta la economía personal, la ley de la oferta y la demanda rige muchas situaciones de la vida. Es un concepto tan fundamental que es una cuestión más de comportamiento humano que simplemente de conceptos financieros.

Hoy, por ser viernes, hablaremos de este concepto fundamental. Pero, en lugar de definirla con términos técnicos, veamos cómo funciona.

¿Recuerdas cuando estabas en la secundaria y había una chica que era la más atractiva de la clase? Bien, piensa en ella (a lo mejor eras tú!). Seguramente recibía mucha atención de los hombres, ¿verdad? Recibía tanta atención que ella tenía la posibilidad de escoger al chico que quisiera.

Esa es la ley de la oferta y la demanda en acción.

Desde el punto de vista de ella, hay mucha más oferta de la que necesita. Por lo tanto, está en una posición con mayor “poder de negociación” que le permite escoger.

Desde el punto de vista de uno de sus pretendientes, la oferta es menor que la demanda. Por lo tanto, él se encuentra en una posición de menor poder que lo fuerza a competir con otros por la atención de ella.

Claro, la economía no se mete mucho con este tipo de situaciones porque no sería una ciencia exacta.

Pero este mismo comportamiento básico explica cosas como: por qué lo jugadores de fútbol ganan tanto dinero, por qué se paga una tasa de interés en un préstamo y por qué la “piratería” digital es tan difícil de combatir.

Veamos estos casos con más detalles.

Salarios

Ya he escrito antes sobre por qué los futbolistas ganan tanto dinero. La mayoría de los jugadores de fútbol son buenos o malos. Los excelentes jugadores son unos cuantos.

Los grandes equipos andan en busca de estos pocos excelentes jugadores para mejorar su equipo y su imagen pública. El estatus de “estrella” de los jugadores incrementa la posibilidad de vender entradas y mercadería del equipo.

Esto coloca a los equipos en una posición en la que están dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero para asegurarse una parte de la limitada oferta de excelentes jugadores.

El mismo concepto aplica al salario de un trabajador. Mientras más comunes son las habilidades del empleado, será más “reemplazable”. La oferta es mucho mayor que la demanda. Así, hay mucho más poder de negociación del lado del empleador. Él es quien decide cuánto pagar al trabajador; y si no está de acuerdo, será fácil encontrar un reemplazo.

Del otro lado del espectro, están los trabajadores con habilidades o conocimientos únicos y difícilmente reemplazables. En su caso, el poder de negociación está más balanceado o enteramente de su lado. Ellos pueden reemplazar a un empleador que no está dispuesto pagarle lo que él quiere.

Es importante notar que no estoy juzgando la moralidad de estas prácticas, o sugiriendo que sean “correctas” o “incorrectas”, eso es tema para otro artículo. Lo que hago es simplemente describir cómo la ley de oferta y demanda funciona en este caso. No voy a discutir si las leyes de salario mínimo o máximo son “la solución”.

Tasas de Interés

El interés es básicamente una forma de ponerle precio al dinero.

Supongamos que tengo $100 extras y que tú necesitas $100 extras. Podría simplemente darte el dinero bajo la promesa de que me lo devolverás después.

¿Pero qué pasa si hay 20 personas que necesitan $100 extras? ¿Cómo decido a quién darle los $100? Como hay más demanda que oferta, estoy en una posición en la que puedo pedir una retribución por otorgar el préstamo. Podría hacer una pequeña subasta para saber quién está dispuesto a pagar más en el futuro por tener el dinero ahora mismo.

Si la propuesta máxima fuera que me pagarás $120 de regreso, esa diferencia de $20 son los intereses.

Esta es una sobresimplificación de cómo funciona el mercado monetario, pero la idea fundamental es la misma.

De nuevo, no estoy diciendo que esta sea la forma “correcta” o “incorrecta” de prestar dinero. No voy a discutir si lo mejor sería dividir el dinero entre todos y que cada uno tenga $4.76 🙂

Piratería Digital

La definición tradicional de “robar” significa que tomas, sin permiso, algo que le pertenece a otra persona: Alicia tiene un par de zapatos y Brenda no tiene ninguno. Brenda roba el par de zapatos de Alicia. Estado final: Alicia ahora no tiene zapatos y Brenda tiene un par.

En términos de oferta y demanda, Brenda tiene una demanda de zapatos no satisfecha. Y la forma en que la satisfizo (robándole a Alicia) provoca que Alicia cambie de un estado de “demanda satisfecha” a “demanda insatisfecha”. Probablemente tenga que comprar otro par de zapatos, algo que no tendría que hacer si Brenda no le hubiera robado.

En otras palabras: la oferta se mantiene igual (hay un sólo par de zapatos), pero la demanda de Alicia se incrementa.

Esto es muy simple, pero ¿qué pasa con cosas “digitales”? Digamos, con un archivo MP3 o un programa para tu PC.

Cuando descargas un archivo MP3 ilegal, estás creando una copia del archivo. Si antes de que lo descargaras habían sólo 10 archivos, ahora hay 11.

La oferta se ha incrementado a un costo prácticamente nulo; y no hubo ningún cambio en la demanda de la persona que compartió originalmente el archivo. Ella aún tiene su copia del archivo.

Esta ligera diferencia tiene efectos interesantes. Con una oferta técnicamente infinita de archivos MP3, sin importar cuántas copias hagamos no estamos cambiando a nadie del estado “demanda de archivo MP3 satisfecha” a insatisfecha.

Así, es difícil equiparar el acto de descargar una canción ilegal con el significado tradicional de “robar” aún cuando es, de hecho, ilegal.

De nuevo, no estoy diciendo que la piratería sea “buena” o “mala”. Tampoco estoy defendiendo o atacando los modelos de negocios basados en escasez artificial como el de iTunes Store. No voy a discutir si The Pirate Bay es una muestra del apogeo de nuestra cultura. 🙂

Conclusión y lo que quiero que hagas

Como puedes ver el enlace entre oferta y demanda es un importante factor en la vida humana. En economía el estudio de la oferta y la demanda se centra específicamente en cómo los mercados establecen el precio de los bienes y servicios basados en la oferta y la demanda.

En siguientes artículos usaré este mismo concepto para ahondar en otros temas.

Por ahora, te aliento a que durante unos días observes situaciones de tu vida cotidiana que puedan analizarse desde el punto de vista de la oferta y la demanda. Luego, analiza ¿qué cosas se pueden hacer para alterar el balance actual de poder de negociación? ¿la oferta que tú haces es fácilmente reemplazable? ¿como podrías diferenciarte —profesional o personalmente— para satisfacer mejor una demanda?

Después de todo, cuando una mujer recibe mucha atención de parte de hombres, la atención y los detalles en sí pierden su valor (por que apreciamos más lo que tiene una oferta limitada). Uno debe aprender a hacer una mejor oferta, una oferta diferente, difícil de igualar. Pero eso también es tema para otro artículo. 🙂

Finanzas para Estudiantes Universitarios II: 7 Consejos

Ayer hablamos del consejo más importante que puedo ofrecerle a quienes no están comprometidos con su carrera al 100% – dejarla.

Hoy, para quienes están dispuestos a dar lo que se necesita y tienen la meta absolutamente clara de tener un título universitario, aquí están los mejores 7 consejos financieros que puedo ofrecer.

¡Espero que sean útiles!

1. Escoge tu Grupo

Para hacer que la inversión —de tiempo y dinero— en tu educación valga la pena, debes escoger a los socios adecuados.

De la misma forma en que escogerías a los socios para un negocio, escoge con quiénes te asocias en la universidad.

Desde trabajos en grupo hasta con quienes comes durante el descanso, las relaciones personales tienen un impacto extremo en tu desempeño.

Hazle a tus compañeros la pregunta de la que hablé ayer para asegurarte de que están alineados con tus metas y forma excelentes relaciones con ellos.

Y no me refiero a que solamente sean tus compañeros de clase. Haz buenos amigos, vayan a eventos juntos, aprendan juntos.

Superficialmente puede parecer que esto no se relaciona mucho con finanzas pero pronto descubrirás que sí lo hace. Y obtendrás mejores frutos si te aseguras de escoger de acuerdo a tus metas.

2. Usa Efectivo

Si eres como la mayoría de nosotros, en tu hogar, de niños y adolescentes nunca nos involucraron mucho en las finanzas familiares.

Cuando mucho te daban una mesada y te mandaban a comprar cosas a la tienda de la esquina. Y siempre olvidabas la cuenta. ¿Qué? ¿A ti no te pasaba eso? Bueno… a mi tampoco.

Al entrar a la universidad y comenzar a tener libertad sobre más decisiones que nunca antes, es fácil llevar malos hábitos (o falta de hábitos) a tus finanzas.

Por eso, mi recomendación es que no aceptes tarjetas de crédito ni de débito para estudiantes hasta tener al menos uno o dos años de práctica controlando tu efectivo de buena forma.

Cuando te pasas a la moneda digital es muy fácil perder de vista el verdadero límite de tu dinero (ya sea que tus papás de lo den o que tengas un empleo).

Simplemente se trata de aprender a caminar antes de aprender a correr.

3. Aprende el Juego

Mientras más temprano lo aprendas, mejor.

Me refiero al juego del dinero. A que la mejor forma de obtener más ingresos (siempre te caerá bien un poco de ingresos extras) es proveer valor para alguien.

Piensa en tus compañeros de clases. Tu, mejor que nadie sabes qué necesidades tienen, porque son muy similares a las tuyas.

¿Puedes vender algo en los tiempos de receso? ¿Puedes ofrecer tutorías para alguna clase? ¿Vender tus libros usados? ¿Hacer manualidades para el día del cariño o para cumpleaños? ¿Por qué cosas estarías dispuesto/a a pagar tú? ¿Puedes llenar esas necesidades?

Parafraseando a Guy Kawasaki: Es tu dinero el que está en sus billeteras. Encuentra una forma de sacar tu dinero de sus billeteras y meterlo en tu billetera.

4. Sácale el Jugo a Tu Inversión

Al ir al a universidad estás invirtiendo tiempo y dinero. El retorno de esta inversión no es fijo. Es variable y depende exclusivamente de tu esfuerzo por sacarle hasta la última gota.

Aprovecha si hay wi-fi gratis o salas de computación con internet gratis. Aprovecha toda la tecnología que puedas para no gastar en fotocopias, impresiones, llamadas por teléfono, etc.

Exprime la mente de tus catedráticos. No dejes de preguntar hasta que no tengas ni una sola duda más. La mayoría de catedráticos proporciona su correo electrónico o alguna otra forma de contactarlo directamente. Inúndalo con preguntas inteligentes, no sólo del tema de la clase.

Atiende a conferencias u otros eventos gratuitos siempre que puedas. En ocasiones serán aburridos y sin mucha aplicación para tu vida pero serán siempre una oportunidad de conocer personas nuevas y entablar relaciones fructíferas.

Si compras libros u otro material, asegúrate de usarlo completo y aún así dejarlo en buen estado para luego venderlo. ¡O no lo compres para empezar y usa la biblioteca!

5. Aprovecha las Actividades Extra

Como continuación de lo anterior, aprovecha las oportunidades que tienes para salir de la rutina y despejar tu mente.

Practica deportes, asiste a eventos culturales (esto incluye fiestas, claro), participa en excursiones o simplemente tírate en la grama y toca una guitarra.

El descanso es tan importante como el esfuerzo.

6. Consigue un trabajo

Principalmente por la experiencia y no por el dinero. Así que puede ser un trabajo voluntario, una pasantía o un empleo temporal.

Por ahora, a menos que sea totalmente necesario, enfócate en aprender. Pero lo que aprendes dentro del aula es sólo lo esencial que necesitarás en la vida real, así que compleméntalo con algo de acción.

Mientras más experiencia logres obtener mientras seas estudiante, estarás en mejor posición cuando te hayas graduado.

Habla con tus catedráticos sobre tu interés en poner en práctica tus conocimientos cuanto antes. Muchos de ellos, especialmente si reconocen tu esfuerzo, te pueden ayudar. Y se que esto funciona porque en mi caso, en todos los empleos que tuve quien me contrató fue un catedrático de la universidad.

7. Sigue Aprendiendo

Como habrás notado, no te he dicho que hagas un presupuesto personal o que ahorres siempre el 10% de tu dinero; lo cual es casi un sacrilegio en el mundo de las finanzas personales

Esto es así porque aunque te diga que lo hagas, seguramente no lo harás. De hecho, es posible que pedirte que hagas un presupuesto personal sea más bien una forma de alejarte de las finanzas personales.

Y es comprensible.

Es comprensible porque, luego de analizarlo detenidamente, creo que el contexto de la vida universitaria no justifica tener un presupuesto personal como el que tendrías si ya tuvieras un empleo o una familia.

Y no tiene mucho sentido pedirte que ahorres dinero si recibes lo justo para tus gastos estudiantiles. La historia cambia, claro, si consigues un empleo.

Pero si tomas mi consejo de utilizar sólo efectivo irás desarrollando naturalmente alguna forma de controlar tus gastos. Comienza con lo más básico que puedas pensar (ingresos – gastos = lo que sobra) y avanza desde ahí.

Si ya haces lo básico o ya tienes un empleo y necesitas comenzar con algo más avanzado, entonces ve abajo y visita los artículos recomendados y adáptalos a tus necesidades.

8. Extra: Atesora tus Trabajos Estudiantiles

Leonel Morales (que, como dato curioso fue director de la carrera que estudié en la universidad!) agregó en los comentarios esta excelente idea:

“Durante su vida estudiantil una persona hace cientos o miles de documentos, investigaciones, composiciones, dibujos, esquemas, hojas electrónicas, presentaciones, programas, páginas web y hasta videos. No hay razón para que todo ese trabajo se pierda y se olvide en algún disco por ahí.

Esos documentos se pueden ir organizando en un sitio web, en un blog, en Slide Share o algún otro servicio similar y por lo menos generan tráfico.
Por eso es importante hacerlos bien.”

Este material también puede ser como referencia en el futuro (en lugar de retomar un libro completo, por ejemplo) o incluso puede ser la base para un curso de refuerzo u otro tipo de “info-producto” para aportar valor a otros estudiantes!

Tu Tarea

No protestes, ya deberías estar acostumbrado/a.

Además está fácil y se vale copiar. 😉

Dependiendo de tus necesidades específicas, te recomiendo los siguientes artículos sobre temas más avanzados de finanzas personales para que los adaptes a tus necesidades:

¿Tienes alguna otra pregunta o duda? ¿Hay algo de tu situación en particular que no mencioné y necesitas ayuda? ¿Tienes algún consejo adicional para los estudiantes universitarios? ¡Deja un comentario! Si no quieres dejar tu nombre real escribe tus iniciales o escribe “Cheque en Blanco”.

Flujo de Efectivo

Los viernes en Economía Personal aprenderemos conceptos básicos de Finanzas y cómo pueden aplicarse a nuestras vidas.

Hoy hablaremos sobre el Flujo de Efectivo.

¿Qué es y para qué sirve?

En las finanzas empresariales el análisis de flujo de efectivo (o flujo de caja) es, en pocas palabras, un análisis de la liquidez de la empresa en un rango de tiempo.

Este análisis es importante porque no basta saber si una empresa genera o no ganancias. Es igual de importante saber si se cuenta con el efectivo necesario para realizar gastos en el momento oportuno.

En tus finanzas personales, este concepto es igual de importante. Yo lo llamo “Liquidez Oportuna”. Y se trata básicamente de responder a la pregunta ¿tendré efectivo disponible en el momento en el que lo necesito?

Liquidez Oportuna

La forma más fácil de comprender el concepto es con un sencillo ejemplo.

Supongamos que ganas $2000 al mes, dividido en dos quincenas de $1000 cada una. Tus gastos totales son de $1700 por lo que cada mes te quedas con $300 en efectivo para iniciar el siguiente mes. Pero resulta que el día 4 del siguiente mes debes pagar $400 de tu cuenta de energía eléctrica.

Técnicamente, tus ingresos son suficientes para cubrir todos tus gastos, pero en este momento tienes un problema de liquidez. Tu segunda quincena aún no llega así que sólo tienes dinero potencial, no efectivo. En otras palabras, tu liquidez no es oportuna.

En una situación así podrías recurrir a una tarjeta de crédito para realizar tu pago y al final del mes, pagar de contado a tu tarjeta para no acumular intereses.

¿Pero que pasaría si el pago que tienes que hacer es el de tu tarjeta de crédito? Ouch.

¿O qué pasaría si no tienes una tarjeta de crédito? ¿O la tienes pero prefieres no usarla para no abusar de ella?

Y el cuadro se complica aún más cuando involucras otros gastos: ¿necesitas efectivo para gasolina todas las semanas? ¿vas al supermercado varias veces al mes? ¿tienes varias tarjetas de crédito con diferentes fechas de pago?

En situaciones así es muy útil contar con una planificación por fechas para tus gastos. Esta planificación va de la mano con tu presupuesto personal.

Tu presupuesto debe responder a las preguntas: ¿en qué y cuánto voy a gastar? Mientras que el anáslisis de flujo de efectivo debe responder: ¿cuándo lo voy a gastar?

Puedes verlo como agregarle una tercera dimensión (tiempo) a tu presupuesto personal.

Veamos cómo.

Plantilla de Flujo de Efectivo

Para que sea fácil seguir el ejemplo, he creado una versión básica de un análisis de flujo de efectivo en una hoja de cálculo de Google. Este es un ejemplo sólo de lectura (no puedes modificarlo) pero más bajo te dejo el mismo ejemplo en un archivo de Excel que puedes descargar.

En el ejemplo de la derecha, puedes ver que al realizar el gasto opcional ($300) antes de la recibir el pago de la primera quincena quedaríamos en una posición problemática al momento de realizar el gasto del supermercado. Básicamente, nos hacen falta $100.

En este caso, la solución es simple: posponer el gasto hasta cualquier día después del 15.

En casos más complejos la solución puede involucrar mover otros gastos de fecha, reducir algunos gastos temporalmente o simplemente decidir que deberás ahorrar a lo largo de varios meses para tener el efectivo necesario.

De cualquier modo, esta herramienta te permite jugar con las fechas de las salidas o entradas de dinero para optimizar tus finanzas.

Tu Tarea

Si no lo has hecho dale un vistazo a la plantilla. Aún cuando decidas no implementar algo idéntico, puede darte ideas sobre cómo mejorar tu presupuesto agregándole el factor tiempo. Por supuesto, si no lo haz hecho, aquí hay una guía para iniciar tu presupuesto.

Si te gustó la plantilla o quieres adaptarla a tus necesidades descarga el archivo (en formato de Excel):

Descarga la plantilla de Flujo de Efectivo.

Y por supuesto, déjame saber en los comentarios si te ha servido esta información o cuéntanos si has hecho algo similar con tus finanzas y cuál ha sido tu experiencia.

Estafas: Ponzi & Maddoff

En este artículo hablaremos sobre dos personas que hay cometido estafas tan famosas que bautizaron sus estafas con sus apellidos: Charles Ponzi y Bernard Madoff.

Charles Ponzi

Charles Ponzi fue un italiano que emigró a Estados Unidos en 1903. Tuvo varios empleos pequeños durante algún tiempo hasta que terminó en un restaurante de donde fue despedido por robar a los clientes. En 1907 viajó a Montreal, Canadá en donde consiguió un empleo en un banco que lo familiarizó con el concepto principal de los esquemas que llevan su nombre: Pagar retornos a inversionistas con dinero de otros inversionistas, en lugar de ganancias obtenidas por algún negocio.

Luego de haber estado en prisión por falsificar un cheque, regresó a Estados Unidos, sólo para volver a ser capturado por estafa contra inmigrantes italianos.

Al salir de prisión, por accidente descubrió que podía ganar dinero al comprar Cupones de Respuesta de correo en Italia a un bajo precio y luego enviándolos a Estados Unidos para ser cambiados por estampillas postales y vendiendo las estampillas en Estados Unidos obteniendo una ganancia por la diferencia de valor.

Al principio, gracias a esta forma de arbitraje, pudo obtener ganancias. Sin embargo, luego de un tiempo comenzó a recibir mucho dinero de inversionistas emocionados por los altísimos retornos que ofrecía. Ponzi simplemente dejó de trabajar con estampillas postales (era un trabajo tedioso) y comenzó a fingir que obtenía ganancias pagando a los inversionistas viejos utilizando el dinero de los nuevos.

Después de un par años, Ponzi había amasado una fortuna de aproximadamente $4 millones (en dólares del 2008) gracias a que nuevos inversionistas seguían llegando atraídos por sus altos retornos.

Finalmente, tras varias acusaciones e investigaciones realizadas por autoridades y medios escritos, el esquema de Ponzi colapsó, saliendo a la luz la estafa. Se estima que quienes confiaron en Ponzi perdieron hasta 70% del valor de sus inversiones.

Bernard Maddoff

En las décadas de 1990 y 2000, la historia se repite.

Bernard Maddoff, un exitoso inversionista que incluso llegó a ser presidente de NASDAQ, una de las blosas de valores más importantes del mundo, se encargó de seguir los mismos pasos de Ponzi para defraudar más de $64 mil millones.

En 1960, Madoff fundó su primera compañía de inversiones. Por años, se forjó una excelente reputación en su medio y se ganó la confianza de muchas personas. Sin embargo, como el mismo Maddoff ha confesado, a mediados de los 90 simplemente dejó de realizar transacciones financieras con el dinero de sus inversionistas y comenzó a inventarse los retornos. Cuando tenía necesidad de pagar intereses (o capital) a algún inversionista simplemente utilizaba el dinero de otros inversionistas.

A finales del 2008, debido a la crisis financiera varios inversionistas trataron de retirar sus fondos de la empresa. Maddoff debía pagar aproximadamente $7 mil millones que no tenía. Desesperadamente, Maddoff trató de conseguir nuevos inversionistas para mantener a flote la estafa, pero fue imposible. Finalmente le confesó a sus hijos la estafa y ellos lo denunciaron a las autoridades.

Conclusión

Todas las estafas en algún momento se basan en crear confianza en las víctimas. ¿Significa esto que deberías dejar de confiar en las personas para siempre? ¿Significa que es imposible invertir porque siempre habrá alguien que te quiera estafar?

Creo que lo más importante que se puede aprender es que todas las inversiones tienen un riesgo. TODAS. De eso se trata invertir. Es imposible mitigar por completo un riesgo. Y cuando no se puede reducir, los riesgos se aceptan o se transfieren.

En este punto es donde algunos inversionistas optan por diversificar. Ya sabes, no poner todos los huevos en la misma canasta. Otros, optan por estudiar mejor las inversiones y enfocarse. Ya sabes, estudiar bien la canasta para saber si puedes confiarle los huevos. Otros en lugar de diversificación, optan por diversificar en tipos de inversiones. Ya sabes, tener canastas de diferente tipos y tamaños. ¿Cuál es la mejor estrategia? Hay muchos factores que tomar en cuenta y eso queda fuera del alcance de este artículo en particular.

Por ahora, quiero finalizar diciendo que la mejor forma de evitar ser estafado es usando tu inteligencia y tus conocimientos en todos los caminos de la vida, incluyendo en tus finanzas. Observa, experimenta, aprende.